(CONTINUACION)
LO QUE NOS VIENE ENCIMA
Una de las muchas razones que me
decidió a escribir este artículo fue el hecho de topar con una lista de los
estrenos previstos para el año 2012-13. Después de analizar su contenido y
comprobar que un pequeño y concreto número de ciertas temáticas comprendían más
del 50 por cien del total, así como observar la relación de ese porcentaje en
referencia a las temáticas y los porcentajes pasados, viendo claramente un
dibujo de aquello que anteriormente exponía como elementos de mantenimiento ya
alcanzados o muy consolidados y elementos primordiales por consolidar. También,
como dije anteriormente, el reflejo del cine en su sociedad correspondiente
cada vez ofrece más parecidos, acortando el tiempo entre la introducción de un
elemento y su consolidación en la vida, siendo eso un síntoma claro de que el
proyecto de laboratorio avanza de forma imparable.
Veamos pues que nos tienen
preparado desde la fábrica de sueños. Los títulos a continuación expuestos son
los referentes a las temáticas dominantes antes mencionadas, no expuestos todos
por su enorme cantidad y no cabe decir que entre el resto continúa el
mantenimiento de todas las temáticas anteriores aunque cada vez en menor
proporción:
La hora más oscura (invasión
alien a nivel mundial), Juan de los muertos (epidemia zombie en Cuba), The days
before ( invasión alienígena que viajando a través del tiempo llegando desde el
futuro va minando las bases de la humanidad para prepararla para la estacada
final ), Independence day 2 y 3 ( … ), Halo ( un grupo de marines se enfrenta a
la amenaza de un planeta en forma de anillo ), Terminator 5 ( hombres y
máquinas en una guerra apocalíptica en el presente ), Prometheus (el hombre en
busca de sus orígenes encuentra una raza extraterrestre como ancestro nada
amigable ), El símbolo perdido (sociedades secretas y tramas
político-espirituales ), Men in Black 3 (nuevas hazañas de la policía contra
aliens terrestres), Expediente X 3 (… ), Last witch hunter (un protector del
pueblo de los ataques de los adoradores de lucifer), Dark Void (tropas aliadas
combatiendo a una misteriosa raza alienígena que quiere invadir la tierra),
Cazafantasmas 3, Doctor Sleep (secuela de El Resplandor), Poltergeist (remake),
Leonardo da Vinci & the soldiers of forever (Una sociedad secreta lucha
contra los demonios bíblicos en medio de códigos secretos y civilizaciones
perdidas), Battleship (unión de naciones sin precedentes lideradas por los navy
seals ante invasión extraterrestre), Dark Life (en un futuro unos jóvenes con
poderes se enfrentan a una conspiración mundial), The Home (un bombero
hospitalizado acosado por extraños entes), El despertar de los muertos (un
estudiante aprende a revivir carne muerta y se le escapa de las manos), World
War Z (guerra entre humanos y zombies a partir de una pandemia ), World War X (
el gobierno contra un terrorista que quiere cambiar la historia con una máquina
del tiempo), Rec Apocalipsis (apocalipsis zombie ), Luces rojas (la ciencia
intentando explicar lo sobrenatural), Los juegos del hambre (un futuro dirigido
por un gobierno totalitario dónde la plebe es utilizada para entretener en un
programa televisado de cazeria humana), Echelon (conspiraciones y tramas político-militares),
All you need is kill (un soldado en medio de una invasión alienígena), Black
Water (una niña con un amigo imaginario nada imaginario con malas intenciones),
Lamb of God, Twixt (espectros y espíritus atormentados), The divide (una
explosión cataclísmica en New York encierra a unos pocos en un sótano sin saber
que ocurre en el exterior), The inkeepers (investigación sobre una posada llena
de fenómenos paranormales), Desafio Total (remake sobre un futuro donde la
realidad y la ficción se solapan), Warm Bodies (historia de amor entre un
zombie y su víctima), Alien 5, Las montañas de la locura (descubrimiento de una
inteligencia avanzada bajo las nieves), Viaje al centro de la tierra 2 (La
Atlántida y sus milenarios secretos descubierta por un grupo de aventureros),
Paranormal activity 4, Upside down (dimensiones solapándose entre sí), The
devil inside (terrorífico caso real de posesiones e investigaciones
científicas), Web cam (el peligro de internet y las nuevas tecnologías),
Anything but ordinary (espiritualismo autoayuda superador), John dies at the
end (invasión de seres de otra dimensión en un apocalipsis inevitable), Mama
(desaparición de niños relacionados con un ente maligno), Zombies vs Robots
(pues eso), Dominion (un ángel frente al fin de la humanidad), La danza de la
muerte (un virus gripal mata a casi toda la humanidad), The Barrens (una
familia acosada por un demonio), After Earth (una tierra post-apocalíptica),
Horizons (otra vez la tierra post-apocalíptica), La huésped (seres de otro planeta
invanden las mentes de la humanidad), Robocalypse (Spielberg narrando un futuro
dónde el hombre vive en total comodidad por la tecnologia hasta que esta se
revela), Paradise Lost (Lucifer planeando su venganza contra el ser humano),
Under the skin (invasión alienígena dónde una seductora ET siente compasión de
sus víctimas humanas) .
Después de repasar la historia
del cine y sus contenidos hasta el día de hoy y analizarlo, y de ver el
contenido preparado de ahora en adelante, es muy fácil dibujar los elementos
que se desean bombardear a la población mayoritariamente e intentar reflexionar
sobre sus posibles paralelismos.
¿Significa este aluvión de
títulos sobre invasiones extraterrestres, plagas zombies, posesiones
demoníacas, pandemias de virus mortales y espíritus reconocidos por la ciencia
que todo eso va a ocurrir realmente? Por su puesto que no. Si bien es un hecho
que el tema extraterrestre está muy asentado ya en las conciencias (no
olvidemos las declaraciones de la “eminencia científica” Stephen Hawkins sobre
la más que probable existencia de inteligencias extraterrestres depredadoras o
a la más importante institución científica del mundo sobre el tema, la “Royal
Society” advirtiéndonos que debemos prepararnos para una posible invasión alienígena
y los documentos “desclasificados” de wikileaks en la misma dirección), todo
esto no rubrica nada más que la intención de implantar la concepción de vida
y/o invasión alien, más los peligros de las pandemias de virus desconocidos,
más las situaciones apocalípticas presentadas en los films de catástrofes y
zombies, más un mundo espiritual que cada vez la ciencia encontrará más razones
para exponer al público. Es decir, independientemente de lo que se quiere
producir, ofrecer o presentar, se está definiendo aceleradamente la tendencia
que se quiere inculcar, ya se verá cual es el producto que se acaba fabricando
y que ya hace tiempo seguro está pensado. Por lo tanto, lo importante es
observar qué es lo que se quiere implantar y el provecho que pueden sacar de
dicha implantación ya iniciada en las mentes. Por lo tanto, independientemente
de lo que esté previsto, existe una relación entre estos contenidos y la
dirección del objetivo, y si pensamos en el objetivo que ha guiado el mismo
proyecto durante décadas no es demasiado aventurado preveer que progresivamente
todo esto va a ir estableciéndose paulatinamente en la vida cotidiana en los
años venideros, reflejado de un modo u otro al igual que la aparición de nuevas
explicaciones a nuestros orígenes, y una tendencia ascendente a una unión de
países y naciones necesaria para afrontar las dificultades planetarias.
Es necesario insistir en no
confundir esta exposición con la idea que el cine introduce unos elementos que
acabarán siendo reales de forma literal. En algunos casos es así, y en otros
no, pero lo importante es entender que los elementos utilizados en las
películas son dosis con el objetivo de instaurarlas en la mente del espectador
con una finalidad, ésta a veces estará relacionada literalmente al contenido de manera directa y
otras veces el objetivo será introducirlos con finalidades aparentemente no
relacionadas. Es decir, el cine prepara al espectador para recibir conceptos y
situaciones que a veces serán las presentadas en las películas, y otras serán
unos conceptos y situaciones que no aparecen en las películas pero relacionados
de algún modo colateralmente. Tranquilamente puedes ver una película dónde el
elemento que se quiere introducir en el espectador nada tiene que ver
aparentemente con el contenido y forma de la historia presentada.
Unido a esto está el hecho de
comprender que el cine no es el culpable ni el responsable de un proceso de un
entramado inmenso y que abarca todos los aspectos de la vida hasta el último
rincón. Es sólo un elemento más, por lo demás muy poderoso y eficiente, unido a
la televisión, música, literatura, publicidad, prensa, educación, historia,
ciencia, alimentación, deporte, informática, industria de la salud,
espiritualismo y nueva conciencia, mundo laboral y un sinfín de fuentes de
adoctrinamiento tan instauradas de manera habitual y normal en nuestras vidas
que son vistas de forma inocente y interiormente aceptadas en nuestra
existencia. En este artículo se expone una de estas fuentes; el cine, así
mismo, si cogiéramos cualquiera de las formas de adoctrinamiento existentes,
observaríamos que la línea del proceso aquí expuesta será exactamente la misma
en su contenido y aplicación, ya que el proyecto es uno, buscado y trabajado
desde multitud de prismas distintos uniendo fuerzas y generando un efecto
múltiple y sumamente efectivo en el ser humano, y ese objetivo es precisamente
convertir al ser humano en un ser nada humano y totalmente entregado a servir a
su sistema sin plantearse ni el qué, ni el como, ni el porqué, y además
sumamente convencido de hacerlo.
EL CINE INFANTIL
El cine infantil no ha sido
nombrado hasta ahora por ser un segmento que aunque unido al objetivo y
procedimiento general, merece una observación a parte. Los niños son la pureza
y la inocencia, esa fuerza que choca con la decadencia del mundo adulto. Es
como si existiera una barrera, el niño vive en un mundo distinto lleno de
inocencia y en el futuro se verá inmerso en un mundo chocantemente decadente.
Bien, esa transición no es pasada por alto y es sumamente controlada y
dirigida, como todo lo demás. El niño es lo opuesto (aunque cada vez menos) a
ese ciudadano que el poder desea moldear, por lo tanto, requiere de un esfuerzo
por su parte para facilitar esa transición, y el genero infantil se encarga muy
bien de ello, y como capitán de ese objetivo tenemos a la gloriosa
supercorporación Disney.
Las películas de Disney, no
buscan infantilizar al niño que ya es infantil, si no confundirlo y instruirlo,
y sobre todo, infantilizar al futuro “hombre” que será ese niño, de hecho es
una muestra del principio de aplicar elementos para que den frutos futuros. En
este caso hay un doble objetivo, el niño en su momento de infancia, y el hombre
que llegará a ser. Las películas de Disney se presentan como valores
tradicionales, esos cuentos de toda la vida, pero precisamente son lo
contrario, son los cuentos tradicionales que formaban parte de la cultura y
transmisión oral, transformados y repletos de un contenido aplicado, en
concordancia y necesarios para la formación integral del hombre social, como un
elemento más de la multitud de estos que son utilizados por el sistema (palabra
que ya empieza a cansar, ya que es un elemento más del laboratorio, pero para
la cual no se me ocurre otra, al menos que no sea igual de cansina). La base
del mensaje de toda película de Disney, y a su vez extrapolado a todo el
espectro del cine y la cultura en general es: “si deseas algo con todas tus
fuerzas, de verdad, se acabará haciendo realidad “, o en su expresión en la
nueva espiritualidad “si deseas algo de verdad, los astros se alinearán para
que así ocurra “. Es espantoso hasta que punto ha calado este mensaje en la
psique humana, tanto que se ha convertido en una de tantas nuevas verdades
universales. Este mensaje define que el deseo por conseguir algo, objeto o
logro, es la base de nuestro éxito, por lo tanto, cuanto más deseemos, más
éxito tendremos, no hay más.
El esfuerzo, la reflexión y la
honestidad son valores apartados de esta máxima que dibuja claramente nuestra
sociedad; seres humanos tras unos objetivos deseosos de lograrlos. Claro está,
el hecho de vivir en un mundo lleno de injusticias y dificultades aberrantes,
hace que ser devoto de esta máxima sea de gran ayuda. A su vez, las películas
de Disney en su trayectoria han ayudado a inculcar valores adaptados a cada
momento, siguiendo la misma línea presentada en este artículo con el cine en
general, así pues, dependiendo del momento se ha transmitido machismo, actitud
gregaria, militarismo camuflado, moralismo ecológico, y un sinfín de elementos
comunes con el objetivo ya citado. Entre muchas otras cosas, Disney nos
transmite una concepción elemental del bien y el mal, de la uniformidad
(presentada sobremanera en las coreografías dónde una gran masa baila llena de
felicidad del mismo modo dirigida por un personaje habitualmente “mágico”), el
éxito social remarcando claramente entre pobres y ricos…. y de manera muy
inteligente equipara al hombre con el animal relacionándolo a este con la fauna
sin diferenciación, moralismo aparentemente inocente que esconde la intención
de construir una autoconcepción Darwinista del ser humano.
Los padres y madres que lean esto
se podrán sentir ofendidos al tener a Disney como uno de los pocos elementos
que les quedan para ofrecerles un mundo a salvo y sano para sus hijos, y lo
siento al decir que Disney, no tiene nada de bienintencionado, más allá de
entretener a familias enteras, si entendemos entretener (distraer para ganar
tiempo) como algo positivo. Como contrapartida podemos aconsejar que para
enriquecer la infancia de un niño se acuda a cuentos tradicionales sin
adulterar con sus concepciones originales, con un mensaje menos maravilloso
pero más constructivo para el ser humano, y que ellos mismos de forma oral se
los transmitan. Otra opción es crear tus propios cuentos a partir de unos
principios que sean tuyos y no ajenos y asegurarse así de transmitir lo que se
crea mejor para los hijos, siempre, claro está, con un previo trabajo personal
para asegurarse de no transmitir inconscientemente mensajes no deseados y nada
positivos tal y como hace el cine intencionadamente. Pero eso es un esfuerzo
enorme, ¿verdad?
En el cine infantil, además del
omnipresente Disney, se ha producido una nueva corriente que anula el mundo
infantil como separado del adulto y lo que hace es coger el mundo adulto y
trasladarlo a la infancia, presentando una vida infantil como un espejo de la
adulta (con todas sus perversiones, decadencias y miserias) pero con las
variaciones propias de la edad. Es decir, progresivamente se elimina la
vivencia infantil integral para hacer al niño un adulto inmaduro desde su
infancia, mermando así la fuerza del corazón infantil y disminuyendo las
resistencias intrínsecas del propio. O dicho de otro modo, en un principio, el niño
cada vez es adulto antes, pero como el adulto, no tiene nada de adulto, el ser
humano es inmaduro hasta su último día. Es curioso observar que el niño se
hiciera hombre mucho antes años atrás, ¿no será porque su infancia era infancia
y por lo tanto una etapa que provocaba su maduración honesta? Antes con 14 años
eras adulto, no hace falta que diga nada de la actualidad, y esto, en un
panorama dónde el niño cada vez tiene menos infancia. Una ecuación interesante
para reflexionar. En definitiva, el hombre nace niño, y pasa un tiempo de
instrucción hasta que es un militante (más o menos devoto) del sistema, es
decir, inconsciente e inmaduro, y lo que se busca es reducir ese tiempo de
instrucción y de aniquilación de toda resistencia. El objetivo: que el ser humano
sea militante del sistema desde su nacimiento.
EL CINE Y EL PODER MILITAR
La relación de la industria
cinematográfica y el ejército es de una obviedad que hace innecesarias
demasiadas explicaciones. Más allá que a nivel de dirección y mando sean dos
poderes hermanos, siempre han trabajado codo con codo en fin de los mismos objetivos,
como ya se ha explicado, el uno se beneficia del otro más allá de lo económico.
Desde las producciones destinadas a llevar a los Estados Unidos a participar en
la Primera Guerra Mundial con títulos como “Al infierno con el kaiser”, “La
bestia de Berlín” , hasta la manipulación y mitificación de la guerra del
Vietnam, siempre ha incidio en todos los conflictos bélicos dicha colaboración
y unión, ayudando a justificar o repudiar dichos conflictos en pro de sus
intereses. El ejército colabora con el cine aportándoles material para sus
películas que ayuden a hacerlas mas realistas y con tecnología avanzada para
films más futuristas y así darles veracidad. También el cine ha ayudado al
ejército a darle una imágen atractiva para ampliar sus filas, no en vano, la
proyección de la lamentable “Top Gun” hizo que el alistamiento a la fuerza de
aviación naval aumentara un 400%, y el ejército incluso organizó jornadas de
reclutamiento en las salas de cine. Los jóvenes salían cargados de emoción y
adrenalina deseosos de ser como Tom Cruise, ansiosos por firmar el papel que
les permitiría formar parte de ese grupo de héroes.
La relación del cine y el
ejército es tan obvia que la CIA nombró en el año 2001 su asesor oficial para
la industria del cine, el asesor de George Bush, Karl Rove. Rove se reunió con
las diferentes productoras para corroborar un apoyo en la guerra contra el
“terror”, y recientemente Michelle Obama se reunió con 500 productores, actores
y escritores para pedirles la incorporación de más historias militares y
familiares como parte de la iniciativa de la Casa Blanca “Joining Forces”.
Incluso cuando el cine es crítico
con la guerra, la parte negativa de ésta se vende como algo ajeno a los
hombres, algo que les perjudica pero que no anula la necesidad de servir al
ejército, es decir, se presentan corrupciones que hacen dudar a los soldados y
ciudadanos de lo que hacen, pero para después exponer que el problema no es la
guerra en sí, sino los procedimientos en ella, saliendo siempre impune el
patriotismo, o sea, se presenta un ejército que se equivoca y lo que hay que
hacer es que no lo haga, pero no que desaparezca. Hay que remarcar que el
ejército y sus maravillas están presentes más allá del cine bélico, ni que sea
por unos minutos o unos instantes, éste siempre tiene un papel, en todos los
géneros, incluso el infantil, presencial o nominativo, que reafirma su
existencia y legitimidad. No está de más decir que está ya preparada la
película sobre la “captura y asesinato” de Osama Bin Laden, que hará uso de
información “clasificada” por la CIA y será presentada como un éxito de la
lucha contra el terrorismo. Tal y como su directora, Kathryn Bigelow, ha
declarado: “La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como
apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película
representará esta enorme victoria de otra forma”.
LA CRÍTICA EN EL CINE
No hay que dejarse engañar por la
supuesta crítica pro humanista del contenido de muchos títulos, ya que es
irrelevante, el objetivo va más allá de cualquier ideología, de manera que se
adherirá a cualquiera para introducir el elemento deseado, y en muchos casos
ese contenido crítico ejerce como facilitador de dicha introducción, ya que
alienta el pensamiento en el receptor de una “libertad” en los directores,
productores, guionistas… independiente de los propietarios y directores de
dicha industria. La misma observación se puede realizar en el periodismo,
publicidad, ciencia, etc. y en todos, el principio es el mismo, se otorga
libertad de movimiento dentro de unos parámetros preestablecidos y dentro de un
engranaje, por lo tanto es una ilusión de libertad –tanto para el creador (en
el mejor de los casos), como para el consumidor– que no es mas que una
simulación tras la cual opera el objetivo real. Esto significa que se podrán
encontrar en películas mensajes e ideas bienintencionadas por parte de sus
creadores, pero si existen, es a cambio de incluir en el paquete otras ideas,
unas veces claras y otras ocultadas, que aseguren la introducción del elemento
deseado, y también en muchos casos que anulen a posteriori las posibles
variantes alejadas del objetivo real, es decir, no sólo meterte sus objetivos a
cambio de alguno honesto por parte de algún “creador”, sino primero ofrecerte
este precio a pagar para inculcar con más facilidad el elemento deseado, para
luego, de manera o bien visible o bien subliminal anularlo, aumentando la
efectividad del proceso.
Como buen ejemplo de este doble
ejercicio, tenemos la película “Into the wild”, incluida en esta revista en las
recomendaciones de arte y cultura, y se debe remarcar que en la revista se
incluye en el apartado arte y cultura una sección de películas, de las cuales,
ninguna de ellas escapan a la manipulación. Siendo conscientes de ello, sólo
podemos esperar que los mensajes honestos adheridos a ellas lleguen intactos al
espectador y que el objetivo real de la película sea lo menos influyente
posible, claro está, eso sólo depende de lo atento y honesto que sea el
espectador y su conciencia.
Esto hace plantearse si se
debería erradicar dicho apartado en la revista, pero de hacerlo, se debería
hacer con el apartado entero de recomendaciones, ya que lo mismo que ocurre con
el cine, ocurre con todo, en mayor o menor medida, el monopolio sobre las
conciencias es tal, que todo plano de existencia es atacado por esos
laboratorios, por lo que a fin de cuentas, la naturaleza del receptor
(espectador, lector, auditor, observador…) será la que defina que el éxito o el
fracaso del objetivo del “producto” tenga o no lugar, en mayor o menor medida.
En el caso de esta película, se
presenta el caso real de un joven talentoso, de familia adinerada, que en
contra del funcionamiento de la sociedad decide abandonar todas sus comodidades
para alejarse hasta la naturaleza en Alaska y limpiarse de todo lo que le aleja
de su humanidad. La película podría parecer una crítica al sistema, y lo es,
pero el resultado final es que él muere, dándose cuenta que aunque ha
encontrado respuestas, desearía volver al sitio de donde salió.
Es decir, nos venden su aventura
como una aventura heroica y admirable, pero de manera muy sutil, y esto lo he
comprobado hablando con multitud de personas sobre la historia y la película,
afianza en el espectador el fracaso de esa empresa, creando el pensamiento: “me
ha hecho pensar mucho, tenía razón el chico este, la sociedad es patética, y
hay que hacer algo, pero a lo único que lleva esa postura es a la muerte como
al protagonista o a tener que retroceder por las circunstancias”. Y en este
proceso el resultadismo tiene mucho que ver, conseguir algo así es tan fácil
como envalentonar al espectador con una historia aparentemente en contra de sus
intereses para acabar convenciéndole que es una empresa sin éxito. No tengan
duda, si al sistema le interesara que el ser humano le abandonara, el cine
modificaría su contenido con personajes que en sus andaduras en este aspecto
lograran conseguirlo sin tantos problemas y aumentando la proyección de los
mismos, pero no es el caso. Hasta el momento no encontrareis ni una sola
película dónde alguien abandone el sistema sin pagar un precio lo
suficientemente alto como para que el espectador desdeñe cualquier reflexión y
planteamiento al respecto.
Otra excusa del espectador para
negarse a aceptar su sumisión al bisturí del cine es el siguiente argumento:
“el cine tiene que reinventarse continuamente para seguir innovando y ofrecerle
al público tramas distintas y cada vez más rebuscadas que las hagan atractivas
utilizando la imaginación, para así mantener el negocio que les lucra a cambio
de ofrecernos diversión y entretenimiento”. Bien, al igual que ocurre con todas
las “modas”, de nuevo preguntémonos : ¿Es el público quien le pide a una
industria unos productos y trabaja por satisfacerles o es la industria quien
inculca unas tendencias para que el publico las demande y puedan ofrecer lo que
desean?. Como siempre, y como en todos los aspectos, todo depende de la
benevolencia e intenciones que se le otorgue al sistema dirigente.
Con lo expuesto aquí se ha
intentado que se entienda el cine como lo que es en esencia; empezando por su
naturaleza mecánica, en la que un receptor pasivo se planta como un recipiente
abierto frente a una pantalla para que esta vierta contenidos a discreción,
algo así como lo que hacemos en el dentista con nuestra boca, pero con nuestro
cerebro ante el cine. Y se ha intentado exponer los entresijos de la relación
entre el espectador y las técnicas utilizadas para negar dicha peligrosa
pasividad y hacerla un entretenimiento inofensivo, así como exponer la
influencia que tiene en la realidad de nuestras vidas.
Una de las fuerzas del cine es la
identificación, en el fondo, la mayoría de personas, lo que buscan al ver una
película es identificarse con alguno de los personajes, situaciones o tramas;
eso genera un proceso dinámico recíproco, pasamos de ir a ver una película
desde “nuestra vida real” a querer identificar esa vida real en la película, lo
que provoca un proceso invertido, que es crear nuestra vida real
interaccionando con el film. Y este aspecto, no solo no es desconocido por la
industria del cine, si no que es primordial como herramienta, ya que además se
sostiene en la resistencia del espectador a reconocer la sumisión que supone
exponerse voluntariamente a un film, donde se coloca en frente, pasivo, abre su
mente y deja que entren todos los elementos con la excusa de entretenerse, pero
en realidad viviendo un proceso de autoconstrucción virtual que irá conformando
sutil o no tan sutilmente la propia realidad.
¿Quien no ha visto una película
en grupo y al salir del cine o en el salón de casa al acabar uno o otro ha
hecho comentarios de la película respecto a la realidad? ; “Ese momento me recuerda a cuando”, “Fulanito
(un actor) es igual que menganito (un ser real)”, no sólo se parecen, si no que
son iguales. O incluso durante la misma película, de repente: “¡¡mira!! Si es
Fulanito…” (refiriéndose a alguien conocido por el grupo) . Y como este
infinidad de ejemplos.
¿Cuantas personas conocen
acontecimientos históricos en su mayoría
a través de producciones cinematográficas? La cifra seguro que no es
insignificante. Así tienes a un gran numero de seres humanos que no solo no conocen
la historia, sino lo que es peor, tienen un concepto de ésta que es el que le
conviene a la élite.
Una concepción menos inocente del
cine, podría ayudar a reflexionar sobre la mítica figura del cineasta como un
ser con una imaginación desbordante capaz de crear historias increíbles e innovadora,
que en su gran mayoría estarán relacionadas con la ciencia y los avances
tecnológicos, progresistas y evolutivos de la humanidad. ¿No será esta
fecundidad fruto de un acceso a unos conocimientos privados, no disponibles
para la población mundial, independientemente de sus fuentes o veracidad que
son utilizados para mitificar al cineasta? ¿No será que haciendo uso del
conocimiento de un proyecto de laboratorio, los elementos del mismo se pueden
ir añadiendo paulatinamente al contenido del cine para así ir construyendo un
camino estudiado que será visto como espontáneo, genial y profético por el
espectador?
Así mismo, me gustaría exponer la
hipocresía e ingenuidad de la cada vez más amplia comunidad anti-NWO, que
espera con ansia el estreno de películas que hablen de todo lo relacionado con
el supuesto proceso de “despertar”, colaborando neciamente en la preparación
mental para la conclusión de un NWO (si se entiende este como un grupo reducido
y concreto, dirigiendo, controlando y adoctrinando a una población cada vez
menos consciente de los procesos de su existencia) ya existente hace décadas. Por un lado
criticar y supuestamente luchar contra ello para acabar consumiendo sus
productos de laboratorio con la excusa de verlas para mirar que mentiras cuentan
cuando en realidad ese proceso está basado en una inocencia absoluta que espera
consciente o inconscientemente una revelación de algún cinéfilo que consiga
filtrar verdades en una industria absolutamente creada, dirigida y controlada
por la élite opresora.
Ante toda esta inercia de
búsqueda de verdad tan de moda, no está de más reflexionar sobre ella. La
verdad existe por sí misma, es una entidad propia, no se puede poseer, en todo
caso se puede vivir, y en una sociedad dónde la verdad ha sido relegada (en el
mejor de los casos) a un segundo plano, si no un plano subterráneo, no es tan
importante que te digan la verdad como que el receptor de dicha verdad esté
construido para recibirla con honestidad. Por lo tanto la tan puesta de moda
búsqueda de la verdad suele ser un proceso hipócrita y estéril, pues exige la
verdad en los demás pero ningunea el respeto por ella, ya que la ignora en su
base, situándola en el exterior, en el mundo ahí fuera, en ese mundo mentiroso
y manipulador, y obviando que si uno no
se ha construido para tenerla como eje de su vida, por mucha verdad que busque
y escuche no habrá recipiente dónde tenga cabida. Esto además ayuda de manera
sobresaliente al proceso deshumanizador en marcha y tristemente avanzado, pues
atrapa al ser humano en un ansia de verdad, ignorante de su compromiso con la
misma, que precisamente lo aleja de ella.
Invito y recomiendo, al menos una
vez, a que seamos cautos cuando nos sentemos en frente de una pantalla de cine,
televisor, ordenador, y esperar antes de abrir nuestro recipiente cerebral
indiscriminadamente, y observar la película como si observáramos a alguien
hablar con otra persona , separándonos del proceso e intentando ser lo más
objetivos posible. Quizá se sorprendan… o quizá no.
Me pregunto muy a menudo por qué
todo el mundo con quien hablo dice ser conscientes del trabajo manipulador y
adoctrinador del cine, televisión, publicidad etc. Todos ellos lo saben y dicen
ser lo bastante listos y maduros para no dejarse engañar, prácticamente nadie reconoce
que se le manipula sin que se de cuenta, y si se reconoce es en relación a la
intención de engañarte para vender algo o para llevarte a una situación que
busca generar beneficios económicos, (visión economicista ya expuesta). Me
pregunto entonces : Si bien existe un minúsculo reducto de personas (más
pequeño de lo que se quiere hacer creer) lo suficientemente honestas como para
reconocer la crudeza de la situación y su ignorancia sin sentimentalismos ni
corrientes operantes, trabajando dura y marginalmente por hacerse más humanos
¿si todos lo saben y están preparados para defenderse del ataque adoctrinador,
¿por qué esa libertad de conciencia no se refleja en ningún lugar del planeta,
a parte del fantasioso mundo del “despertar New Age”? ¿No será que estamos en
un estado tan avanzado de moldeación, que vemos libertad donde hay esclavitud,
y solamente identificamos manipulación cuando ésta pierde toda sutileza? La
respuesta la dejo al fruto de sus propias reflexiones personales.
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