miércoles, 3 de junio de 2020

MOVILIZACIÓN DEL NACIONALISMO


Marcos María Esquivel

Vi las manifestaciones, que se convocaron por la temática del infame encierro al que nos someten con la excusa del COVID19. Desde mi provincia no podía más que desear estar allí. Más allá de la mezcla que se evidenciaba en la convocatoria había gran cantidad de camaradas que acudieron convencidos del evidente peligro que se cierne sobre la Patria. Fue como tal una válida reacción ante el desastre que se avizora a muy corto plazo y de lo que solo vivimos los prolegómenos.
Dado que es mucho lo que falta y que se aceleran los tiempos, es necesario según mi humilde saber y entender, y visto desde afuera y desde lejos, pulir ciertas cosas, absolutamente necesarias para que la gente entienda bien la protesta y el reclamo y para evitar que los mercenarios del micrófono, la lacra del periodismo,  termine tergiversando todo y sometiéndonos al ridículo y a la burla.
Primeramente saber por qué se protesta y contra quien se protesta y ello porque hay una protesta reivindicativa sobre los efectos inmediatos del encierro, que era reclamar por el final del mismo con ideas fuerza bien concretas y simples así como entendibles para la mayoría que ya está absolutamente harta de la cuarentena y de los delincuentes de la política que la promueven. Lo cual es lo que aconseja el sentido común.
Otra cosa es enfrascarse en las causas del mismo que se tornan difusas para el vulgo carente de formación y de lecturas al respecto y más aún pasados por el tamiz de los payasos de los medios prestos a tratar de convertirnos en los dementes anti-cuarentena, partidarios de teorizaciones aberrantes.
Lo primero es lo lógico y lo que hay que repetir. Con un mensaje univoco, con una conducción unificada y con consignas simples. La realidad da para eso como nunca: trabajadores parados cuando no despedidos, comerciantes fundidos, gente que se ganaba el mango convertidos en planeros, compatriotas impedidos en viajar para cuestiones esenciales. Vigilancia mediática ilegal así como trabas inconstitucionales y gobierno autocrático por DNU e interminable etcétera. Hay material de sobra para plantear reivindicaciones caras a un gran conjunto de la población y de manera inteligente.
Creo también que es necesario por ahora dejar para otros momentos las tesis sobre el porqué de la cuarentena, sobre la causa de la pandemia, el origen del COVID19, la eficacia de las vacunas y de la medicina o farmacopea actual, y las diversas tesis conspirativas o no al respecto. Darse cuenta de lo inmediatamente necesario y dejar para otro momento lo de fondo.
Pero previamente deberá bajarse un discurso político homogéneo tanto para adentro como para afuera dejando de lado, las tesis aberrantes, el conspiracionismo el profetismo y el providencialismo. Entiendo por esto
Las teorías seudocientíficas que nos remontan a los tiempos anteriores a Copérnico, la creencia que todo obedece a una conspiración perfecta y cerrada con conspiradores que van desde los Iluminati a los antiguos astronautas sumerios, la historieta de que todo está ya escrito en profecías que nos adelantan que está también todo definido de antemano o la idea que no hay que hacer nada porque son tiempos postreros y que ya viene Cristo a salvarnos. Teorías todas estas que nos hacen ver como un grupúsculo manicomial y un bocado apetitoso para la prensa basura. Va a ser difícil pero indispensable