jueves, 16 de julio de 2020
miércoles, 15 de julio de 2020
MANIFIESTO POR UNA INDEPENDENCIA PENDIENTE
En el marco de las celebraciones por el día de nuestra Independencia, el Circulo Nacionalista de Santiago del Estero manifiesta su honda preocupación por los últimos acontecimientos públicos, que por su gravedad institucional, opacan la celebración que da lugar al nacimiento soberano de nuestra nación Argentina un 9 de Julio de 1816, donde el pueblo criollo tomó, la dolorosa pero necesaria decisión, de realizar un acto de autodeterminación legítimo con respecto a la Corona de España de Fernando VII.
Las diversas corrientes historiográficas siempre han mostrado a la Independencia Nacional como un acto de ruptura total con nuestro pasado hispánico, como si fuésemos niños rebeldes, que envalentonados desde el 25 de Mayo de 1810, decidimos enfrentar a nuestra Madre Patria para liberarnos de su “yugo opresor”, rompiendo de ese modo con unas cadenas que desde la fundación de Santiago del Estero, nos sometían y ultrajaban. Nada más que puro sofismo liberal.
Ni el 25 de mayo de 1810 fue tan revolucionario, ni el 9 de Julio fue tan independista. Así como Mayo fue un acto autonómico realizado en perfecta lealtad con el rey ausente; el 9 de Julio fue la decisión legítima de emancipación ante ese mismo rey que -vuelto al trono- se negó a reconocer lo que hicieron sus leales vasallos.
Fue esa realidad la que llevó a los pueblos de las Provincias Unidas del Rio de la Plata a iniciar el camino de la independencia política de España y de toda nación extranjera. Sin embargo ese hecho no significaba una independencia de nuestro pasado ni de nuestra cultura fundacional. La Argentina seguía siendo fiel depositaria del espíritu de la hispanidad católica. Seguía siendo fiel a su tradición histórica; y fue tan así que solo luego después de la caída del gobierno de don Juan Manuel Rosas que comenzó a imponerse en nuestro país una falsa tradición liberal, materialista y laicista.
En definitiva, lo que los congresales de 1816 declararon en Tucumán fue nuestra independencia política, no el abandono de nuestra Tradición Hispano Criolla y católica. El proyecto iluminista masonico y anti argentino se instalara recién después del 3 de Febrero de 1852, con la derrota nacional de Caseros.
Es por eso que hoy en día nuestra nación se encuentra en un estado total de postración, en lo político y económico, pero sobre todo en lo cultural y espiritual. Porque hemos perdido nuestra independencia política y porque hemos renegado de nuestra autentica Tradición nacional.
Un ejemplo, pequeño pero muy significativo de ello, es lo sucedido tan solo hace unos días, cuando un colectivo minoritario pero poderoso izó en una plaza pública su bandera multicolor reemplazando a nuestro pabellón nacional celeste blanco, prenda de unión de todos los argentinos sin exclusiones. Y otro ejemplo más –también sucedido hace poco- fueron las expresiones de un ex gobernador de la provincia de Mendoza y actual legislador nacional, quien descaradamente propuso la secesión de su provincia del resto de nuestra nación.
Pero hay que decir que a pesar de todos estos signos de oscurantismo y de perdida de nuestra independencia, existe todavía una esperanza, un haz de luz que se ve reflejado en el Nacionalismo Argentino y en el espíritu patriótico de los argentinos sencillos y anónimos que buscan hacer brillar de nuevo esta Independencia opacada por el error y la confusión.
Es por ello que frente a esta independencia opacada e incompleta es nuestra obligación renovar aquel compromiso de nuestros congresales de 1816, fortalecer nuestro federalismo más que nunca, y levantar de nuevo los estandartes de batalla donde la Cruz y el Celeste y Blanco vuelvan a flamear juntos, al son de clarines y tambores, al compás de espíritus altivos y dignos, de almas ardiendo consagradas a Cristo y a la Patria.
POR UNA AUTENTICA INDEPENDENCIA NACIONAL, POR NUESTRAS TRADICIONES AUTENTICAS
¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA PATRIA!.
CIRCULO NACIONALISTA DE SANTIAGO DEL ESTERO
domingo, 12 de julio de 2020
MOVILIZACIÓN DEL NACIONALISMO II
Por Marcos María Esquivel
Sigo con el tema de la nota anterior y sin animo alguno de
pretender pontificar sobre nada sino de emplear mínimamente el sentido común
digo que me alegra sobre manera ver el nacionalismo movilizado detrás de
consignas justas que tienen tanto que ver con la conservación y defensa de
nuestra Patria como del pueblo todo.
Manifestar por el fin
del encierro irracional y contra la ruina de tantos compatriotas sin trabajo es
lo mínimo que se puede hacer como argentino de bien. Manifestar y protestar
contra este gobierno de la cipayeria mundialista que nos impone esta cuarentena
sin fin y este mito de la pandemia no es manifestar en favor de Macri y su
recua de ladrones de guante blanco, tan ladrones como los que gobiernan hoy. No
es manifestar por la constitución de 1853 o en favor de una empresa vaciadora y
evasora que extranjerizo millones de dólares argentinos. No es manifestar por
la democracia que desde hace cuatro décadas nos viene destruyendo material y
espiritualmente. Ni es llorar por el libre
mercado conculcado por el socialismo,
como lo hace el boludaje liberal. Es decir a voz en cuello que hoy tocamos
fondo, que esto no es un movimiento anticuarentena
como lo llama el periodismo basura por boca de sus payasos de los medios. Es la
necesidad de otra Argentina que se junta primero por imperio de la
circunstancia para luego continuar de
forma orgánica
Es manifestar por la salud de la Argentina (ya que la
apelación a la misma hoy está de moda) es manifestar por los obreros
despedidos, los comerciantes cerrados y fundidos, los chicos sin colegio, los
templos clausurados y los pobres que en cuatro meses recibieron migajas para
subsistir o son confinados con centinela a la vista. Es manifestar contra esa frase insidiosa de la “nueva normalidad que no
es otra cosa que la miseria Francamente enorgullece ver al nacionalismo
como “un ir directo a las cosas” que es lo que necesitamos de forma apremiante.
Lógicamente esa hermandad
de la calle, lugar donde en
definitiva se lucha y se dirime la política puede ser importante para
posteriores acciones al interior del movimiento, como el hecho de estrechar
filas y tender a lo que siempre a tendido fallidamente el nacionalismo, o sea
la unión la conformación de un movimiento con un proyecto político claro que
dará como resultado un programa concreto, creo humildemente que ello debe
descansar sobre principios comunes que nos unen, dejando entre paréntesis otros
que finalmente nos llevan a la ruptura y a divergencias sin fin. Para eso
tendremos que tener en cuenta las palabras de un experto camarada:
"Al nacionalismo
argentino lo mato Perón en los 40 y remató lo que quedaba en los 50...
lamentablemente. Siguen habiendo nacionalitas pero con peso y organización
política de consideración no hay. Yo estuve ahí y lo intente 12 años. Lamentablemente
el peor enemigo del nacionalismo son otros nacionalistas. Normalmente la grieta
Perón Si vs Perón No y Nacionmismo Católico si vs Nacionalismo Católico no...
ni hablar el centralismo porteño... Y hoy los liberales se disfrazan de
patriotas y nacionalistas, confundiendo aún más las cosas. Asi andamos…
perdidos"
Queda bien en claro con
ello que debemos dejar de lado al momento de intentar la unidad posible: el
peronismo, sin hacer antiperonismo tan cerril como ridículo y anacrónico y la religión sin apartarnos de
los principios rectores que alumbraron nuestra nacionalidad e informan nuestra
cultura.
A ello se agrega
marginar a los delirantes y conspiracionistas partidarios de teorizaciones
aberrantes que solo nos desacreditan como ya lo dijimos en el artículo pasado.
Una tarea ardua, difícil pero a todas luces acuciante para
rescatar a una Argentina cautiva
viernes, 10 de julio de 2020
MANIFESTACIÓN CONTRA LA CUARENTENA
DISCURSO (9 DE JULIO 2020)
Queridos amigos:
Primero muchos lo sospechábamos.
Muchos al principio creían en que realmente vivimos una crisis sanitaria y hoy
ya están completamente desengañados. Cada minuto la gente cree menos en esta
cuarentena, cada segundo que pasa hay más gente que se da cuenta de que lo han
estado estafando en los últimos 100 días. Que ha sido una cuarentena excesiva,
que las cifras están infladas, que hay un aprovechamiento político, que esto es
una falsa pandemia. Que se presentan muertes por neumonía como muertes por
coronavirus.
La acumulación de evidencias, de
datos, de testimonios. Las contradicciones del Presidente de la Nación,
sacándose selfies y rodeado de multitudes. Los absurdos de la OMS, que
oficialmente ha reconocido que los test por coronavirus arrojan “falsos positivos”
y “falsos negativos”. UNICEF diciendo que la cuarentena puede ser más dañina
para algunos países que la difusión del coronavirus. El propio Pedro Cahn,
médico que responde a Fundacion Huesped (abortista), diciendo que el tapabocas
no es necesario y que incluso es contraproducente. Los protocolos para
detección de COVID son tan amplios y tan elásticos que prácticamente todo es
coronavirus. Recientemente, la propia Carla Vizzotti ha llegado a decir la
barbaridad de que “hasta que se demuestre lo contrario, todo resfrío en este
invierno es coronavirus”.
El absurdo que estamos viviendo
lo vemos todos los días en la calle: policías que deben hacer cumplir la
cuarentena hostigando a gente normal que anda en auto. La Gendarmería Nacional,
reducida a un brazo del Poder Ejecutivo de Alberto –el presidente abortista y
aliado de Cristina Kirchner–, le es dócil. Por lo bajo, todos, todos, nos dicen
lo mismo: “Esto es todo un verso, esto es mentira, esto es un circo”. Circovid.
Nadie lo cree pero muchos o casi todos se someten.
Las consecuencias son nefastas
para la sociedad argentina y también para varios lugares del mundo: miles de
empresas quebradas, cientos de miles de puestos de trabajos perdidos, problemas
psicológicos, prisión domiciliaria disfrazada de cuarentena, familia que no se
ve, que no se abraza hace meses, amigos que no pueden encontrarse, personas que
han muerto sin la presencia de sus familias en el momento final. Templos
cerrados y Supermercados abiertos. La insolencia de los periodistas en los medios
de comunicación, que nos dicen “Quedate en casa” en el mismo momento en que
ellos incumplen el distanciamiento social. Como si el periodismo fuese
actividad esencial. Sí: es esencial para aterrorizarnos. Para eso sí es
esencial el periodismo.
Los tribunales de justicia
cerrados. Los colegios paralizados. Los profesores y docentes, en heroica
labor, haciendo lo posible para dar clases a través de la virtualidad. Las
prepagas han establecido un sistema infame, una estructura en la cual
privilegian los posibles casos de COVID por sobre otras enfermedades de
dolencias. De repente, no hay en el universo otro enemigo de la salud que el
coronavirus. Si te morís por desnutrición no pasa nada. Si te morís porque te
mata un delincuente liberado por Zaffaroni no pasa nada. Si se matan personas
por nacer con pastillas de misoprostol, compradas por el Gobierno de Kicillof,
no pasa nada. Si morís por sobredosis de drogas, sos un número en una
estadística. El Gobierno Nacional puede dormir tranquilo, aunque haya desnutrición,
delincuencia, aborto, narcotráfico. Esas muertes no importan.
Pero si alguien tiene síntomas,
¡Válgame Dios! ¡Que el mundo entero se detenga! ¡Que el país se congele! ¡Que
todos los organismos del Estado se pongan a rastrear a ese pobre desgraciado (y
a quienes ese desgraciado haya contactado)!
Todo esto se enfrenta de una sola
manera: con lucidez y coraje. Tenemos que organizarnos. Ser sistemáticos. Ser
ordenados. Estar unidos y trabajar codo a codo. Esto es el principio apenas.
Tenemos el valor para organizarnos, para una batalla prolongada, para no
aceptar migajas de libertad. Tenemos el deber de luchar por nosotros, nuestras
familias, nuestros hijos, nuestra patria. Con la ayuda de Dios Todopoderoso,
sigamos adelante.
JUAN CARLOS MONEDERO (H)
lunes, 6 de julio de 2020
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