Nadie dotado de sentimientos humanos puede aceptar ver niños sufriendo, y
eso hace de los niños un tema perfecto para la propaganda de guerra.
Thierry Meyssan aborda el uso de niños por parte de la coalición
internacional encabezada por Estados Unidos en el marco de la guerra
contra Siria.
Como todas las guerras, la guerra desatada
contra Siria da lugar a una avalancha de propaganda. Y los niños siempre
constituyen un tema que se vende como pan caliente.
Por ejemplo, al principio de los incidentes, Qatar quería demostrar
que la República Árabe Siria, lejos de servir el interés general de los
sirios, despreciaba al Pueblo. La petrodictadura qatarí echó entonces a
rodar, a través de su canal de televisión Al-Jazeera, la leyenda de los
niños torturados por la policía en Deraa. Como muestra de la crueldad
extrema de su adversario, Qatar precisó que los policías les habían
arrancado las uñas a los niños. Por supuesto, ningún periodista logró
encontrar a aquellos niños. La BBC finalmente transmitió una entrevista
con dos de ellos… en la que podía verse que seguían teniendo uñas.
Como el mito resultaba imposible de verificar, Qatar echó a rodar una
nueva historia en la que un niño de 13 años, Hamza Ali Al-Khateeb,
había sido torturado y castrado por la policía del «régimen».
Esta vez la historia estaba ilustrada con una imagen en la que podía
verse un cuerpo sin sexo. Pero la autopsia demostró que el cadáver había
sido mal conservado y que se había hinchado tanto que el vientre
ocultaba el sexo del niño… que no estaba castrado.
A finales de 2013, los británicos pasaron a ocuparse de la propaganda
de guerra contra Siria. Hay que decir que ya contaban con una larguísima
experiencia en ese campo y que son considerados como los inventores de
la propaganda moderna, desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial,
con la creación del Buró de Propaganda de Guerra.
Uno de los rasgos que caracterizan la propaganda de guerra de los
británicos es que acostumbran a utilizar artistas, porque la estética
neutraliza el espíritu crítico del receptor. En 1914, los británicos
reclutaron a los grandes escritores del momento –como Arthur Conan
Doyle, H.G. Wells y Rudyard Kipling– para garantizar la publicación de
textos que atribuían crímenes imaginarios al enemigo alemán.
Posteriormente reclutaron también a los dueños de los grandes diarios
para que reprodujeran las “noticias” que inventaban sus escritores.
Cuando los estadounidenses decidieron imitar el método británico, en 1917, con el Comité de Información Pública,
estudiaron con particular interés los mecanismos de persuasión, con
ayuda del periodista estrella Walter Lippmann y del inventor de la
publicidad moderna, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud.
Sin embargo, inclinándose fundamentalmente por el poder de la ciencia,
olvidaron la estética.
A inicios de 2014, el MI6 británico creó la firma Innovative Communications & Strategies
(InCoStrat), o sea “Comunicaciones y Estrategias Innovadoras”, que
concibió por ejemplo los logotipos de los diferentes grupos
armadosnempeñados en destruir el Estado sirio, desde el más «moderado» hasta el más «extremista».
Esta firma, que cuenta con oficinas en Washington y Estambul, organizó
la campaña tendiente a convencer a los europeos para que acogieran en
sus países a 1 millón de refugiados. También obtuvo la fotografía del
pequeño Aylan Kurdi, ahogado en una playa turca, y logró –en dos días–
ponerla en la primera plana de todos los diarios atlantistas más
importantes, en todos los países de la OTAN y del Consejo de Cooperación
del Golfo.
Como ya señalé en un artículo anterior, un cuerpo depositado en la
playa por el mar no puede quedar en posición perpendicular a las olas…
el autor de la foto reconoció posteriormente que había desplazado el
cadáver del pequeño Aylan para mejorar la composición de la imagen.
La foto del pequeño Omran Daqneesh (sólo tiene 5 años) sentado en una
ambulancia en el este de Alepo viene acompañada de un video, lo cual
permite su “explotación” tanto en la prensa escrita como en televisión.
La escena es tan dramática que una locutora de CNN rompió a llorar
al verla. Por supuesto, cuando nos detenemos a pensar en lo que estamos
viendo nos damos cuenta de que los socorristas no se ocupan del niño
tratando de administrarle los primeros auxilios. Lo que vemos es que
alguien –al parecer un miembro de los «White Helmets»– se limita a sentar al niño delante de la cámara.
A los cineastas británicos no les interesa el niño, lo que quieren es
lograr una imagen. Según la agencia Associated Press, la foto fue
tomada por Mahmud Raslan, quien aparece brevemente en el video. Según su
cuenta de Facebook, Mahmud Raslan es miembro del grupo Harakat Nur
al-Din al-Zenki, un grupo armado que cuenta con el respaldo de la CIA,
que lo ha equipado con misiles antitanque BGM-71 TOW. También
según su cuenta de Facebook, y esta información aparece confirmada por
otro video, el 19 de julio de 2016, varios camaradas de armas de Mahmud
Raslan, que incluso aparecen retratados con él en su cuenta de Facebook,
degollaron al niño palestino Abdullah Tayseer al Issa, de 12 años.
Las leyes europeas son particularmente estrictas en lo tocante al uso
de niños con fines publicitarios. Parece que eso no incluye la
propaganda de guerra.
Thierry Meyssan
http://www.voltairenet.org/article193043.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario