sábado, 20 de agosto de 2011

COINCIDENCIAS HORRIPILANTES

 1.- Texto del Vicario del Opus Dei en Argentina

Todos los tiempos de la historia plantean un desafío a nuestra fe. Para nosotros, los cristianos del siglo XXI, radica en la apertura y la autenticidad. En reconocer y valorar la diversidad de dones y de formas de vivir la unión con Dios, y dar testimonio de nuestro encuentro con Él. Una vida que incluye, que abre las puertas e invita a entrar; una Iglesia que refleje a Cristo que perdona y abre los brazos para recibir a todos: esa Iglesia debemos ser cada uno.
Quizá en otro tiempo, la luz de Dios resplandecía en las catedrales, las mitras, las cátedras, las leyes: hoy debe relucir en los cristianos comunes y corrientes. Juan Pablo II, siguiendo a Pablo VI, ha dicho que nuestra época necesita testigos antes que maestros.
Vivimos días de búsqueda, en los que palabras como indignación, revuelta, insatisfacción, poseen una especial resonancia. La sociedad de consumo no logra saciar al hombre, y los jóvenes lo denuncian. Ese es nuestro eclipse.   
Sin embargo, los hombres y las mujeres de hoy no renunciamos a los ideales grandes, queremos gritar con fuerza lo mismo que hace tantos años “¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!”. 
No queremos ceder al cinismo o al conformismo.
El Papa Benedicto XVI nos dice que Jesús es el camino para llenar estas expectativas: la vida cristiana es encuentro personal con Cristo. No es una ideología, una doctrina, un programa ético. Es diálogo, confianza, amor. Benedicto XVI nos desafía a todos y nos muestra su juventud: un mundo distinto es posible. Que tu vida no sea una vida estéril, que sea algo grande, depende de vos: si dejás entrar a Dios en ella, puede ser como la vida de Dios.

2.-Himno masónico
 


Fte: Envio del sagaz lector Gabriel Dubini

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es una basura el opus dei.

Martín dijo...

Yo creo que el opus dei puede llegar a ser uno de los puentes de infiltración de la Iglesia por parte de la masonería, que para no despertar sospecha se disfraza con un discurso ultra-conservador (en algunas cosas, porque en otras como en esta declaración suena mucho a progresismo y liberalismo).