De un
tiempo a esta parte se ha venido desarrollando dentro del Hispanismo una
corriente de opinión, conformada por escritores, divulgadores y
aficionados a la historia, que no solo repudian los hechos de Mayo de
1810, negando la existencia de un mayo hispánico y monárquico
enfrentado a un Mayo liberal y jacobino; sino que además, se han dado a
la innoble tarea de denigrar a todos, absolutamente a todos, los
protagonistas de aquellos hechos, injuriándolos sin razón y de la forma
más alevosa.
Uno de
los agraviados por los ataques de estos hispanistas –a quienes podríamos
calificar de ideológicos, en tanto que falsean la realidad histórica
para adecuarla a sus preconceptos-, es el ilustre prócer don Cornelio
Saavedra.
Increíblemente, respecto de este hombre, que se destacó luchando contra
el invasor inglés y que fue un claro exponente del Mayo genuino y
legítimo, se afirma que estuvo juramentado al servicio de Inglaterra,
acatando sus órdenes y traicionando su propia honra.
No vamos
a negar aquí que en la Buenos Aires de principios del siglo XIX había
una minoría de hombres vinculados al comercio con Inglaterra que
bregaban por una política económica de “libre-cambio” y con tener
“relaciones carnales” con Su Majestad Británica. Eso es absolutamente
cierto, y bien sabido es que cuando sucedieron las invasiones inglesas
hubo quienes saludaron alborozados la llegada del invasor.
Al
respecto, un capitán ingles que participó de la primera invasión,
Alexander Gillespie, cuenta en sus “Memorias” que: “teníamos en la
ciudad algunos amigos ocultos, pues casi todas las tardes, después de
oscurecer, uno o más ciudadanos criollos acudían a mi casa para hacer el
ofrecimiento voluntario de su obediencia al gobierno británico y
agregar su nombre a un libro, en que se había redactado una obligación.”
Agregando que los firmantes de la lista llegaron a cincuenta y ocho.
Posteriormente, producida la revolución de Mayo, Gilliespie afirmaría
que de los miembros que conformaron la Primera Junta de gobierno “tres se registran en esa lista”.
Estos
dichos, que son tristemente ciertos, obviamente llevan a plantear la
pregunta de quiénes serían los tres personajes aludidos. Sobre uno de
ellos no hay lugar a dudas, pues el mismo Gillespie lo dice
expresamente, era Juan José Castelli. Respecto a los dos restantes se
podrían tejer diversas conjeturas, aventurar hipótesis, etc. Sin embargo
los hispanistas ideológicos no tienen ninguna duda, para ellos esta
todo claro, uno de los firmantes fue don Cornelio Saavedra. Dicho lo
cual, toda injuria y todo agravio contra su persona será una obra de
bien, una “defensa de la Hispanidad” y una señal de "ortodoxia".
Ahora bien, nos
preguntamos ¿cuál es la fuente en la que abrevan los difamadores? Al
parecer ella se encontraría en un historiador hispanista, serio y
respetable, el cual en una de sus obras incurrió en imprecisiones
lamentables. Nos referimos al reconocido investigador Bernardo Lozier
Almazan.
En efecto, este
autor, en su libro “William Carr Beresford. Gobernador de Buenos Aires”
afirma que el capitán ingles Alexander Gillespie, en una carta que
escribió a Lord Perceval, el 3 de septiembre de 1810, refiriéndose a los
firmantes del libro de juramentos; dijo: “observo en comparación con
la lista de los que componen el actual gobierno de aquella ciudad los
nombres de Castelli y Saavedra”. De éste último dice: “persona muy
capaz, ha visitado Europa y Norte América, habla inglés con facilidad y
es muy afecto a este país” [Gran Bretaña].
Pues bien la nota
que Lozier cita esta entrecortada, y por ende se mal interpreta. El
texto completo lo podemos ver en el libro “Proceso al Liberalismo”, de
Atilio Garcia Mellid, y dice lo siguiente: “Con referencia a estos nombres (los de la lista de comprometidos) observo
en comparación con la lista de los que componen el actual gobierno, un
caballero don Francisco Jose Castelli, que sigue en orden a Saavedra, el
jefe. Mis anotaciones agregadas a su firma (la de Castelli obviamente) son
las siguientes: persona muy capaz, ha visitado Europa y norteamerica,
habla inglés con facilidad y es muy afecto a este país”.
Como se ve del texto
íntegro surge claramente que el único a quien Gillespie menciona como
firmante es a Castelli (de quien consigna mal su nombre) y a Saavedra
solo lo menciona para decir que Castelli lo seguía en orden.
Por otro lado, si
fuera correcta la interpretación de Lozier (que no la es evidentemente)
¿como se explica que diga que Saavedra “ha visitado Europa y norteamerica, habla inglés con facilidad y es muy afecto a Gran Bretaña”;
siendo que este nunca viajo a esos países? Es más, tampoco Castelli lo
hizo. ¿Entonces a quien hacen referencia esos comentarios?
La respuesta la da
Julio Chavez en su libro “Castelli el adalid de Mayo”. Allí este
historiador explica que los datos que Gillespie consigna al lado de la
firma de Castelli corresponden otra persona, a una amistad suya que
aparentemente simpatizaba con los ingleses: el fundador del periódico El Telegrafo Mercantil (en el cual escribía Castelli) llamado Francisco Cabello y Mesa. Este dato está en un trabajo titulado “Juan José Castelli: de letrado colonial a patriota revolucionario” de Fabio Wasserman; quien dice lo siguiente: “Castelli
… pudo haber sido uno de los vecinos que juraron lealtad a la Corona
Británica. Si bien los documentos sobre esa jura fueron destruidos, el
oficial inglés Alexander Gillespie recordaría que entre ellos estaba
“Don Francisco José Castelli”. Aparte de la confusión en el nombre (que
podría ser el de su hermano Francisco), también decía que era natural de
Lima y que había visitado Europa y Norte América. Es por eso que Julio
Chaves considera que se trataría de Francisco Cabello y Mesa, lo cual
resulta verosímil si se considera su colaboración con los ingleses que
le valdría un proceso por traición. Lo que sí parece seguro es que
Castelli se reunió con Beresford apelando a una mediación del
comerciante norteamericano Guillermo Pío White. Es probable que haya
explorado la posibilidad de que Inglaterra apoyara la independencia,
pero el general inglés carecía de instrucciones y no podía ofrecerle
garantías sobre qué pasaría con los súbditos españoles que lo apoyaban
en caso de que Inglaterra firmase un tratado devolviendo la ciudad a
España.”
Con lo dicho queda
perfectamente en claro que no existe ninguna prueba de que Saavedra haya
firmado la ominosa lista de adhesión al rey inglés, como afirman los
hispanistas ideológicos.
Resta decir que, si
bien entre los actores de Mayo –y aun antes- hubo quienes actuaron a
favor de la pérfida Albion; tal como lo denunció hace décadas el
verdadero revisionismo histórico; sin embargo, ello no puede dar lugar a
que gratuitamente se generalice una acusación en ese sentido como lo
hace el hispanismo ideológico. Un empeño tal no solo falsea la
histórica, sino que además constituye una grave falta contra la virtud
de la piedad y la justicia.
*Abogado y Profesor de Historia.
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