jueves, 22 de diciembre de 2011

LA RED CAPITALISTA QUE CONTROLA EL MUNDO

VENTILADA POR DOS ANALISTAS DEL CAPITALISMO GLOBAL

 Traducción y Análisis: Santiago Roque Alonso Director de "Patria Argentina"

Mientras las protestas contra el poder financiero durante esta semana barrieron el mundo, la ciencia podría haber confirmado los “peores temores” de los manifestantes. Un análisis de las relaciones entre las 43.000 corporaciones transnacionales ha identificado un grupo relativamente pequeño de empresas, principalmente bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global.
Los supuestos del estudio han atraído algunas críticas, pero los analistas de sistemas complejos contactados por la revista New Scientist dicen que es un esfuerzo clave para desentrañar el control de la economía mundial. Llevar el análisis un poco más lejos, dicen, podría ayudar a identificar formas de hacer el capitalismo global más estable.
La idea de que unos pocos banqueros controlan una gran parte de la economía mundial no parece ser noticia para los movimientos de ocupantes de Wall Street en New York  ni para los manifestantes en otros lugares. Pero el estudio, realizado por un trío de sistemas teóricos complejos en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, es el primero en ir más allá de la ideología para identificar empíricamente una red de poder.
Combina las matemáticas utilizadas durante mucho tiempo en el modelo de los sistemas naturales, con amplia información corporativa, para ubicar en un mapa a los propietarios de las empresas transnacionales del mundo (ETN).
“La realidad es tan compleja, que debemos alejarnos del dogma de si se trata de teorías conspirativas o de libre mercado”, dice James Glattfelder. “Nuestro análisis está basado en la realidad.”
Estudios previos han encontrado que unas pocas transnacionales poseen grandes porciones de la economía mundial, pero sólo incluyen un número limitado de empresas y omite propietarios indirectos, por lo que no se puede decir cómo esto afecta a la economía mundial -  si la hizo más o menos estable, por ejemplo.
El equipo de Zúrich pudo establecerlo. Desde Orbis 2007, una base de datos con 37 millones de empresas e inversores en todo el mundo, identificaron a las 43.060 empresas transnacionales y a los propietarios vinculados con ellas. Luego se construyó un modelo en el que las empresas controlaban otras a través de las redes de accionistas, junto con los ingresos de explotación de cada empresa, y así determinar el mapa de la estructura del poder económico.
El trabajo, que será publicado en PloS One (1), reveló un núcleo de 1.318 empresas con  propiedades entrelazadas (véase la imagen). Cada una de las 1318 tenía vínculos con dos o más empresas, y en promedio se conectan con 20. Es más, a pesar de que representaban el 20 % de los ingresos de explotación global,  las 1318 aparecen como propietarios colectivos a través de su participación accionaria en la mayoría de los grandes “blue chips” (2) del mundo y en las empresas manufactureras – la economía “real” – que representan un 60 % de los ingresos mundiales.
Cuando el equipo más desenredaba la telaraña de propietarios, se encontraron con que gran parte de ellas se unían nuevamente en una “superentidad” de 147 empresas más estrechamente conectadas – cuyas propiedades estaban controladas por otros miembros de la superentidad — que controlan el 40 por ciento de la riqueza total de la red. “En decir, menos del 1 por ciento de las empresas eran capaces de controlar el 40 por ciento de toda la red”, dice Glattfelder. La mayoría eran entidades financieras.
Entre las 20 primeras se incluyen el Barclays Bank, JPMorgan Chase & Co, y The Goldman Sachs Group.
 John Driffill de la Universidad de Londres, un experto en macroeconomía, dice que el valor del análisis no es sólo para ver si un pequeño número de personas controla la economía global, sino para ver el interior de su estabilidad económica.
La concentración del poder no es ni buena ni mala en sí misma, dice el equipo de Zúrich, pero el apretado núcleo de interconexiones podría serlo. Y como el mundo se fue enterando en 2008, este tipo de redes son inestables. “Si [la empresa] sufre tensiones”, dice Glattfelder, “éste se contagia.”
“Es desconcertante ver cómo las cosas realmente están conectadas”, coincide George Sugihara, del Instituto Scripps de Oceanografía en La Jolla, California, un experto en sistemas complejos que ha asesorado al Deutsche Bank.
Yaneer Bar-Yam, jefe del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra (NECSI), advierte que el análisis supone que  propiedad equivale a control, pero no siempre es cierto. La mayoría de acciones de la compañía están en manos de gerentes de fondos que pueden o no controlar lo que las empresas por sí mismas en realidad hacen. El impacto de esto en el comportamiento del sistema, dice, requiere más análisis.
Fundamentalmente, mediante la identificación de la arquitectura del poder económico global, el análisis podría ayudar a que sea más estable. Mediante la búsqueda de los aspectos vulnerables del sistema, los economistas pueden sugerir medidas para evitar colapsos futuros que se difunden a través de toda la economía.
Glattfelder dice que  necesitaríamos redes globales anti-trust, que ahora sólo existen a nivel nacional, para limitar el exceso de conexión entre las empresas transnacionales. Bar-Yam, dice que el análisis sugiere una posible solución: las empresas deben pagar impuestos por la interconectividad para desalentar el exceso de este riesgo.
reivindicaciones de los manifestantes: es poco probable que la superempresa sea el resultado intencional de una conspiración para dominar el mundo. “Estas estructuras son comunes en la naturaleza”, dice Sugihara.
Los recién llegados a cualquier red se conectan preferentemente con miembros de  alta conectividad. Las corporaciones transnacionales compran acciones de las demás por razones de negocios, no para dominar el mundo.
Si los racimos se conectan, entonces hacen la riqueza, dice Dan Braha de NECSI: en modelos similares, el dinero fluye hacia los miembros más conectados. El estudio de Zúrich, según Sugihara, “es una fuerte evidencia de que las reglas simples que rigen las corporaciones transnacionales dan lugar espontáneamente a grupos muy conectados”. O como Braha señala: “La Ocupación de Wall Street que reclama que el 1 por ciento de las personas tienen la mayoría de la riqueza refleja una fase lógica de la economía de auto-organización.”
Por lo tanto, la superentidad no puede ser consecuencia de una conspiración. La verdadera pregunta, dice el equipo de Zúrich, es si se puede ejercer el poder político concertado. Driffill siente que 147 son demasiadas para sostener la colusión. Braha sospecha que van a competir entre ellas en el mercado, pero que actuarán juntas en intereses comunes. Resistirse a los cambios en la estructura de la red puede ser un interés común.

Notas:
(1)     Publicación científica de la Public Library of Science
El término blue chip en economía bursátil se utiliza para referirse a empresas bien establecidas, que tengan ingresos estables, valores sin grandes fluctuaciones y que no precisen de grandes ampliaciones de su pasivo. En definitiva, el término se utiliza para hablar de empresas estables con alto nivel de liquidez

Las 1318 corporaciones transnacionales que forman el núcleo de la economía mundial.
Las empresas superconectadas son de color rojo, las empresas muy conectadas son de color amarillo. El tamaño del punto representa los ingresos 

Las primeras 50 de las 147 empresas superconectadas



1. Barclays plc
2. Capital Group Companies Inc
3. FMR Corporation
4. AXA
5. State Street Corporation
6. JP Morgan Chase & Co
7. Legal & General Group plc
8. Vanguard Group Inc
9. UBS AG
10. Merrill Lynch & Co Inc
11. Wellington Management Co LLP
12. Deutsche Bank AG
13. Franklin Resources Inc
14. Credit Suisse Group
15. Walton Enterprises LLC
16. Bank of New York Mellon Corp
17. Natixis
18. Goldman Sachs Group Inc
19. T Rowe Price Group Inc
20. Legg Mason Inc
21. Morgan Stanley
22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc
23. Northern Trust Corporation
24. Société Générale
25. Bank of America Corporation
26. Lloyds TSB Group plc
27. Invesco plc
28. Allianz SE 29. TIAA
30. Old Mutual Public Limited Company
31. Aviva plc
32. Schroders plc
33. Dodge & Cox
34. Lehman Brothers Holdings Inc*
35. Sun Life Financial Inc
36. Standard Life plc
37. CNCE
38. Nomura Holdings Inc
39. The Depository Trust Company
40. Massachusetts Mutual Life Insurance
41. ING Groep NV
42. Brandes Investment Partners LP
43. Unicredito Italiano SPA
44. Deposit Insurance Corporation of Japan
45. Vereniging Aegon
46. BNP Paribas
47. Affiliated Managers Group Inc
48. Resona Holdings Inc
49. Capital Group International Inc
50. China Petrochemical Group Company
* Lehman still existed in the 2007 dataset used


Conclusiones del Director de Patria Argentina
1318 trasnacionales son dueñas invisibles del mundo gracias a la conectividad de la red financiera.
Una “superentidad, que representa a menos del 1% de las corporaciones trasnacionales (147 empresas) controlan el 40% de la totalidad de la red, y cuya mayoría son entidades financieras.
Del núcleo supercompacto de la “50 primeras de las 147 empresas superconectadas” , 24 empresas pertenecen a EE.UU, 8 a Gran Bretaña, 5 a Francia, 4 a Japón, 3 a Alemania, 2 a Holanda, 2 a Suiza, 1 a Italia, y 1 a China (la 50). De ellas, 44 son entidades financieras: ¡88 por ciento!
Se consolida así el teorema de que la dupla anglosajona controla el mundo financiero, en su quintaesencia centralbanquista monetarista, que hemos denominado la bancocracia global –que a su vez domina la economía “real” cuando la clase política está totalmente ausente, para no decir que ha sido excesivamente lubricada–, al unísono de algunas entidades que sobreviven del G-7 (Francia, Japón y Alemania) –extensivo al G-10 (Suiza y Holanda)–, mientras apenas irrumpe China de parte de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes exhiben su dramática vulnerabilidad, no se diga la patética miseria de Latinoamérica, África, el mundo islámico y el mundo árabe (Alfredo Jalife-Rahme; La Jornada, México; 23-10-2011).
El estudio en cuestión demuestra cuál es la patología o la causa de los males que afectan al mundo, pese a las apelaciones reiteradas de los autores para tratar de convencer de que no se trata de una “conspiración” o de una “colusión concertada de intereses”, quienes atados a los datos “físicos” del mundo científico matemático parecieran desconocer la naturaleza humana y del poder: éste tiende a la unidad y no a la dispersión.
Por lo menos es saludable conocer cuál es la “superentidad” financiera que ha impuesto su dictadura mundial, la bancocracia o el “imperialismo internacional del dinero”, o simplemente “plutocracia”, una entidad política-económica-financiera con decisiva influencia en la vida moral y espiritual de los pueblos.
A pesar de que no se quiera ver o comprender lo que es tan evidente, esta “superentidad” es la expresión del culto “mamonístico” (de Mammón, el amo contradictor y antagónico de Dios), que ha hecho de la idolatría del “dinero” la religión moderna, a través del monopolio privado de la emisión de la moneda, la práctica generalizada de la “usura” y de la imposición de la cultura de la “deuda” y del “endeudamiento eterno”.

Info:http://www.newscientist.com/article/mg21228354.500-revealed--the-capitalist-network-that-runs-the-world.html

1 comentario:

Martín dijo...

Me llama la atención (en realidad no tanto) como los autores se cubren al decir que no se trata de una conspiración. Sin embargo mas adelante dicen que 147 firmas son demasiadas para mantener una colusión (acuerdo para no competir entre si) lo cual es bastante contradictorio. Otra cosa que me llamó la atención es que esa concentración del capital tratan de justificarla como algo natural: "es poco probable que la superempresa sea el resultado intencional de una conspiración para dominar el mundo. Estas estructuras son comunes en la naturaleza, dice Sugihara." O sea que tengo que escuchar cosas como que algo tan natural como la sexualidad es una "construcción social" pero las estructuras capitalistas son equiparables a la naturaleza...

Muy buena la nota y las aclaraciones del director de patria argentina.