domingo, 30 de noviembre de 2014

CONOCIENDO AL ENEMIGO

 
 Herbert Marcuse: padre de la Nueva Izquierda. Sus apóstoles, su legado.

 Por: Andres Irasuste

Herbert Marcuse nació en Alemania a fines del siglo XIX. Fue alumno de Martin Heidegger en la Universidad de Freiburg a fines de los años 20 ya en el siglo XX. Pero además, fue de los primeros integrantes de la Escuela de Frankfurt, uno de sus sacerdotes fundadores y "popes" intelectuales de esta corriente neomarxista que se prolonga hasta hoy. El investigador Martin Jay afirma que, sin la Escuela de Frankfurt, lisa y llanamente no podría entenderse la cultura de nuestro tiempo. Es que una de sus tantas consecuencias ha sido el surgimiento en el campo social y político de lo que se denomina la "corrección política" y la revolución sexual.
Tal como observan Carena & Dávoli (2014), si bien este movimiento, esta corriente, emergió en los espacios académicos de Frankfurt, poco tenía que ver y poco representativa era de la cultura alemana de aquel momento y contexto, sino que más bien -hemos de decir nosotros- entonaba adecuadamente con la idiosincrasia política y cultural de la República de Weimar, con su gobierno neomarxista y "socialdemócrata" muy mal visto por gran parte de la población; gobierno al que se le atribuían inefables traiciones a la Nación alemana luego de la Primera Guerra mundial. Cabe destacar además, que la Escuela de Frankfurt nace emparentada con el Instituto británico Tavistock, una de las usinas (financiada por la gran banca) más prominentes donde se fabricarían diversas teorías y modelos de ingeniería y control social poblacional del siglo XX (dos prominentes figuras de la Psicología vinculadas al Tavistock fueron nada menos que  el psicoanalista Wilfred Bion y el psicólogo social Kurt Lewin).

Marcuse fue uno de los más destacados discípulos de Heidegger, un joven que desde temprano destacó por su alto calibre intelectual, y a su vez fue aquel discípulo que se encargó de "llamar al orden" en público al filósofo alemán -a su propio maestro-  por las implicancias de éste último con el nacionalsocialismo. Con dedo inquisidor, Marcuse señalará a Heidegger (el filósofo más importante del siglo XX) ante la prensa y mediante cartas en tiempos de posguerra, empuñando -y respaldándose- el discurso de los Aliados. Y no podía ser de otra forma: además de su origen judío, el joven Marcuse triunfó en USA inmediatamente después de emigrar a ese país escapando del III Reich en los años 30, habiendo pasado antes por Ginebra y París. Heidegger nunca soñó que uno de sus mejores discípulos, quien dicho sea de paso asimiló muchos de sus planteos sobre "la técnica", los usaría, en el seno de la Escuela de Frankfurt, para amparar teórica y espiritualmente una de las máximas revoluciones de la posmodernidad, esto es, la revolución sexual y cultural de la Nueva Izquierda anglosajona. El triunfo de Marcuse en USA es dato conocido, pero existe otro dato no tan divulgado. Marcuse no triunfa de cualquier forma dentro de USA, sino que nada menos lo hace aceptando un puesto en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) fundada en medio de la guerra, lo cual será posteriormente la CIA.  Las tareas de Marcuse para este organismo de inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial consistieron en asesoramiento sobre cuestiones concernientes a la Unión Soviética y Alemania, análisis ideológicos y de política exterior, así como contribuir al diseño de una guerra psicológica –desde la psicología social- en el contexto de la naciente Guerra Fría. (Schulz, 2013) Es decir, no estamos ante un cándido intelectual de escritorio, sino ante un agente de inteligencia que colaboró, primero, en la guerra contra Alemania, y posteriormente contra la Unión Soviética. No se trató de un intelectual orgánico de partido como lo fue Gramsci ni un escritor solitario dentro de una cabaña alpina como Nietzsche, sino de un "intelectual engranaje" de aparatos políticos y organizacionales que disputaban un modelo de civilización. No fue el único caso, sino que su colega, Theodor Adorno, fue conjurado por Rockefeller para formar parte del proyecto "Radio", proyecto que inauguraría en USA una interesante vanguardia de investigación experimental sobre comunicación y control social mediante los medios, que terminaría repercutiendo en la industria del cine, la TV y la industria discográfica. (Carena & Dávoli, 2014)
Marcuse era de izquierda, pero ya veremos cuál es la izquierda marcusiana. Asimismo, no menor es el detalle de que estos programas de inteligencia, como ser también el Russian Institute de la Columbia University (en el cual Marcuse se desempeñó), recibían una fuerte financiación también del magnate Rockefeller. De hecho, al igual que en el caso de Theodor Adorno y otros "pioneros frankfurtianos", fue la agencia de Rockefeller aquella que se encargó de "mover los hilos" para colocar a estos jóvenes intelectuales brillantes en  puestos clave y estratégicos del aparato organizacional estadounidense. Luego de cumplir tareas de inteligencia y de desempeñarse en la Columbia University, escribe en los años 50 "Eros y civilización", y en los años 60 "El hombre unidimensional", probablemente sus obras más relevantes que fueron rápidamente asimiladas por la juventud contestataria del mundo rico y desarrollado.

Sociedades del capitalismo tardío:

¿Por qué decimos "nueva izquierda" cuando hablamos de Marcuse? El subtítulo de su obra "El hombre unidimensional" es precisamente: "ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada". Las juventudes francesas y alemanas, tras su regreso a Europa luego del Mayo del 68, lo aclamaron como su gurú, y le llamaron "padre de la nueva izquierda". Estamos ante un profeta espiritualmente proclamado por el Pueblo.
Marcuse establece un acertado diagnóstico de las sociedades desarrolladas de posguerra. A contrapelo de muchos marxistas ortodoxos de su tiempo (y aún de este tiempo), Marcuse se da cuenta de que las sociedades capitalistas contemporáneas mutaron respecto a aquel capitalismo industrial de corte siglo XIX. Cuando Marx murió esa transformación ya se hallaba en plena marcha: las sociedades de los países ricos del siglo XX, luego de la Segunda Guerra mundial producían suficiente riqueza, que en conjunto con la adecuada legislación en el seno del Estado de Bienestar, brindaron un marcado confort y un estatus al trabajador asalariado, por lo que éste ya no estaría plenamente estimulado a llevar adelante la revolución. En caso de pensar en hacer la revolución socialista en el seno profundo de la sociedad posindustrial (lo que algunos -como Jürgen Habermas- denominan "sociedades del capitalismo tardío"), el trabajador tendría que pensarlo dos veces, puesto que pondría en riesgo inminente su nuevo poder adquisitivo, su acceso al sistema de bienestar estatal (salud, educación pública), incluso su acceso a la cultura del divertimento y del turismo, antes lujos y esnobismos exclusivos de las clases más acomodadas. El plan Marshall tuvo mucho que ver en generar estas posibilidades de relanzar la acumulación de riqueza en el caso europeo. Lo que Marcuse intentará buscar es el corolario sociológico de este nuevo orden del mundo desarrollado, y plantea un problema que es crucial: si el proletariado europeo en tanto sujeto de la revolución ha quedado vaciado y agotado en la naturaleza del devenir del decurso histórico, ¿qué fuerza de cambio social ocupará su lugar? Esta pregunta se desarrolla en el seno de una constatación socio-histórica a la que Marcuse llamará el feliz matrimonio de lo positivo y de lo negativo, el fin de la dialéctica revolucionaria. (1993, p. 255) Esto refiere a que hay una tendencia positiva (fehaciente) de la historia, pero a su vez negativa desde el punto de vista de la prosecución de la revolución: con la humanización del capitalismo adviene un significativo bienestar material, pero a su vez resulta que ello implica la frustración histórica de la transformación de raíz del sistema mismo en términos de revolución socialista. El trabajador poseía ahora un nivel de vida inequívocamente muy superior al del proletariado de Manchester del siglo XIX, pero todo ello a costa de una "desexualización represiva" de la personalidad humana: producir y producir. Este modelo, hasta la Segunda Guerra, estuvo amparado sobre la base de lo que posteriormente en los 60 se criticará como "la familia burguesa patriarcal".  

El nuevo sujeto del cambio social: las minorías.

Pero llegados a cierto punto del capitalismo tardío, éste debe producir también el goce que le resulta redituable. Si el sujeto revolucionario del marxismo clásico ha quedado agotado porque ya no tiene cabida en el capitalismo tardío, ¿cuál es el nuevo sujeto entonces? Las minorías y "sectores marginales" estarán llamadas a ocupar ese lugar ante la ausencia de un proletariado revolucionario. El orden social no tolera vacíos.  
Ya no será el partido comunista de cada país, como tampoco probablemente los sindicatos de corte y estilo clásico: ahora serán las feministas las que llenen la casilla vacía de la estructura social, será la lucha de los negros, los drug users y los "yonquis", los inmigrantes, los estudiantes desempleados de clase media (caso de las juventudes del mayo francés), y serán -desde luego- las minorías sexuales, los homosexuales en particular, o serán Frentes activistas y políticos compuestos transversalmente por una fusión organizada de todas estas figuras. En términos sociológico e históricos hablamos de la revolución sexual y cultural de fines de los 60 y principios de los 70 en USA y Canadá. El historiador de izquierda Eric Foner hablará del discurso de la libertad sexual de los 60 como "acto de contracultura", la "revolución del amor", junto a "las melenas y las drogas". Esta marea de izquierda cultural pujante de los países ricos, estaba compuesta por juventudes de las clases medias portadoras de un profundo malestar, y que a diferencia de la "vieja izquierda", no era ya la lucha de clases la consigna de boca en boca, sino denunciar al hogar como "prisión burguesa", el derecho al sexo sin reproducción y el aborto. (Foner. 2010, pp. 459-468)
Estas nuevas fuerzas del cambio cultural y social (no ya una revolución, sino una transformación desde dentro del sistema, punto a subrayarse), serán mentoras, o meramente el vector de una nueva "racionalidad de la gratificación", cuya función será hacer converger "razón y felicidad" sobre la base de un nuevo vínculo entre racionalidad social e "instintos", mediante lo que Marcuse llama el esparcimiento de la libido. (Marcuse, 2002, p. 207) Este esparcimiento de la libido sexual tiene como primer obstáculo la familia moderna tradicional del mundo anglo-protestante, la cual será denunciada en los 60 como una forma de "prisión burguesa". Marcuse pone en manos de toda una generación vaciada de una adecuada teoría de la revolución social la moneda seductora del hedonismo sexual: el hedonismo, en tanto prosecución de la sensualidad, será el cliché con el que se intentará derribar la supuesta sociedad "represiva". Y cuestionar este ordenamiento presuntamente represivo no puede carecer de su corolario "sexual", allí donde Marcuse establece un cierto uso de Freud: si la sociedad represiva se basa en la familia monogámica y patriarcal‖ centrada en los usos sexuales de la genitalidad al servicio de la reproducción, entonces, al derribar las instituciones tradicionales, ello llevará a la reconfiguración de la sexualidad como orden descentrado de la genitalidad. Estamos, así, ante el ascenso de los "placeres de pulsiones parciales": impulsos orales y anales por excelencia.
Valiéndose del psicoanálisis (y a nuestro juicio deformándolo), Marcuse planteará en una obra que presagia el espíritu del Mayo del 68 (nos referimos a Eros y Civilización), que se debería marchar hacia la disolución lisa y llana de las instituciones que han servido para configurar las relaciones humanas hasta ahora: abolir el matrimonio y la familia "patriarcales" basados en la monogamia. (Marcuse, 2002, p. 188) Condición ineludible para esto: debe cambiar la relación entre el eros humano, el deseo y las exigencias de la producción capitalista. En concreto, a mayor exigencia de producción mayor deserotización de los cuerpos, cuestión que Marcuse propone transformar. Marcuse dirá que la tecnología puede proveer una corrección histórica a la prematura identificación entre Razón y Libertad, pero ello no ocurrirá por sí mismo, sino que necesita del accionar político aplicado al caso, y de ese modo, ser utilizada la técnica en un esquema de adecuada racionalidad para pacificar y perfeccionar el ordenamiento humano. (Marcuse, 1993, pp. 262 ss.) Así, se vuelve necesario y atractivo para este gurú intelectual utilizar el desarrollo técnico para pulir la racionalidad opresiva heredada del capitalismo clásico y transformarla en aras de una nueva relación entre instintos y razón. (Marcuse, 2002, p. 185)

 La batalla cultural desde los medios: un nuevo 'mainstream' para las clases medias.

¿Cómo romper la estructura de la familia burguesa y de los usos sociales? Una de las tecnologías para "la corrección histórica a la prematura identificación entre Razón y Libertad" resultó ser, entre otras, el cine. Aquí aparece Hollywood, esa gran industria, funcionando muchas veces como un inusitado y auténtico ministerio de propaganda a nivel mundial y popular, en el marco de la globalización y la cultura del consumo de masas, promoviendo ciertas cosmovisiones a través del séptimo arte. Piénsese en una película como Deep Throat ("Garganta profunda"), film que asoló la ávida curiosidad del norteamericano promedio a principios de los años 70.  Protagonizada por la hermosa modelo publicitaria Linda Lovelace, se trató de la cuna germinal de la industria pornográfica del cine; film que mostraba -en plena eclosión de la revolución sexual de los años 70 en ese país- a una joven mujer que no lograba disfrutar del sexo convencional, pero a quien su médico le reveló el por qué: su clítoris estaba en verdad en su garganta. Desde entonces, Linda protagoniza prácticas sexuales despreocupadas de la sexualidad genital, para potenciar el goce de sus pulsiones parciales orales. Es decir, Linda efectúa el pasaje de una sexualidad genital a un polimorfismo sexual. La genitalidad se había vuelto aburrida. Bienvenido el descentramiento genital de la sexualidad, contrapunto en el que se basaba la familia "burguesa"  de tiempos de preguerra. El sexo libre sin compromisos es la nueva ratio liberal y revolucionaria.
Cuando Deep Throat se estrenó fue tal el boom mediático que era menester estar al tanto de su trama dado que de lo contrario no se tenía tema de conversación en la mesa o en las reuniones de cotillón de la mojigata clase media estadounidense. Así, si la generación anterior aún prestaba observancia a la Biblia de Martin Lutero y a la oración de gracias antes de la cena familiar, a partir de los 70 una señorita norteamericana de clase media se proyectaba en Linda Lovelace como nuevo significante del mainstream cultural. La revolución deseante iba esparciendo sus chispas en un campo social altamente incendiario. Se iba esparciendo la libido sexual de las masas. Sin caer en tesis "conspiranoicas", nos interesa señalar que muchos de los capitales financieros que financian Hollywood se hallan emparentados a su vez con las agencias de Rockefeller y del Tavistock Institute, lo cual nos brinda una interesante línea de reflexión y análisis.  Naturalmente, la revolución sexual no se explica por los efectos mediáticos de Hollywood sobre el cuerpo social, sino que es sólo expresión de la misma, e indudablemente un puntal estratégico. Pero vayamos más a lo sociológico.

 Surge el feminismo radical: 

El feminismo radical había comenzado a fermentar desde fines de los años 60 en el mundo anglosajón. Redstockings (así como otros grupos) tuvo como figura fundadora y emblemática de fuste a la joven intelectual judía Shulamith Firestone, autora de una importante obra que apareció en 1973 en inglés: La Dialéctica del Sexo. En ella supo enunciar muy bien lo que el nuevo feminismo radical aspiraba a conseguir:

"De acuerdo con la concepción feminista radical, el nuevo feminismo no se limita a ser el renacimiento de un movimiento político organizado a la búsqueda de la igualdad social. Es la segunda ola de la revolución más importante de la historia. Objetivo: la destrucción del sistema más antiguo y rígido de clases/castas existente, el sistema de clases basado en el sexo –sistema fosilizado en el curso de miles de años y que presta a las funciones-tipo varón/hembra una falsa legitimidad y una permanencia aparente." (1976, p. 25)

Esta "destrucción" no pasaba sólo por el cuestionamiento de los roles y relaciones de poder "tradicionales" dentro del grupo familiar y su tipificación social, sino que había más: la propuesta del lesbianismo como acto revolucionario propio de las mujeres de izquierda. Este sector del feminismo es el ala radical "pos mayo del 68" del propio feminismo, hoy el ala más solapada, pero la más expuesta en aquel entonces. Algunos expertos lo han denominado "lesbianismo político". Algunas de sus exponentes más destacadas fueron Andrea Dworkin, Catharine MacKinnon, más recientemente Judith Butler. Pero esto no era ideológicamente del todo nuevo, sino que ya tuvo su antecedente en el pensamiento de Simone de Beauvoir en su famosa obra "El segundo sexo" en la Francia del existencialismo sartreano: "la mujer que se hace lesbiana porque rechaza la dominación masculina, saborea frecuentemente el gozo de reconocer en otra a la misma orgullosa amazona (...) una mujer que quiere gozar su feminidad en brazos femeninos, conoce también el orgullo de no obedecer a ningún amo". (2011, p. 360)
La historiadora del feminismo Alice Echols ha recogido numerosos testimonios de aquellos años, los cuales se resumen en: promoción de la subversión de los roles y valores tradicionales, así como un explícito anhelo de desestabilización de la familia tipo. (1989, p. XI) Cobra fuerza aquí para las feministas un lema altisonante del Mayo francés del 68: todo lo personal es político. Para estas miríadas militantes lo sexual es político. Las construcciones sociales son políticas.
Si la estructura de lazos a ser derribada es la que une en una cierta matriz de roles al hombre con la mujer bajo un modelo heterosexual, existe otra punta a ser atacada: la maternidad. Es que estos movimientos (como muy bien dice el antropólogo Marvin Harris), al ser el ala radical de la revolución sexual cultural, además de lo antedicho, se han encargado de producir todo un bagaje teórico en donde la maternidad es considerada como una pesada maldición impuesta por el patriarcado a las mujeres: si la mujer desea ser libre, si no logra lesbianizarse, al menos que rechace la maternidad como ideal. El embarazo es, para ellas, una deformación sobre el cuerpo impuesta por el patriarcado al servicio de la especie y los intereses de la civilización, y el feto es proclamado como un inquilino no deseado y hasta como un parásito biológico colocado por el patriarcado en el cuerpo de la mujer. La maternidad es considerada un estado de decadencia psicológica y física. (Harris, 2006, pp. 127 ss.) Shulamith Firestone hablaba de suprimir la niñez, es decir, el vínculo entre madre e hijo es el de una opresión mutuamente compartida, por lo tanto eliminémoslo. Liberar a la mujer implicará liberar al niño, dado que la opresión de la mujer está en la crianza y en sus funciones procreadoras. (1976, pp. 93 ss.) El corolario que se desprende de esto es la defensa del abortismo como postura ideológica en nombre de los derechos de la mujer. Como es de esperar, la mayoría de las mujeres no han adherido explícitamente a estos enunciados, pero ello no importa tanto de momento en que expresan una realidad que, aunque enunciada en otros términos mucho menos procaces, constituye la creciente tendencia de millones de mujeres que en Occidente renuncian a la maternidad en función de conservar un ideal de belleza corporal y un proyecto individual(ista) de vida. Adherir al espíritu de una época y sus enunciados va más allá del contenido explícito de los mismos; existe una dimensión colectiva y transindividual que captura las prácticas más allá del nombre en el que las mismas sean llevadas a cabo. Dice el propio Marvin Harris: "evidentemente sólo una pequeña minoría de las feministas mantiene estas posiciones extremas, pero a juzgar por la caída de las tasas de natalidad, el mensaje no ha caído en saco roto". (Harris, 2006, p. 128) Precisamente, ciertos grupos radicales como las Redstockings de New York tuvieron como consigna medular al abortismo, the issue of abortion, tal como le llamaban. (Echols, 1989, pp. 140 ss.) La mayoría de las mujeres no se atreven o no desean adherir a consignas tan radicales (y estas feministas lo saben, no son tontas) e insanas, pero ello no importa tanto, de momento en que el feminismo reformista, posteriormente a los 70, se desprenderá en sus raíces últimas, en una versión mucho más light y solapada, del propio feminismo radical, aspecto resaltado por la historiadora Alice Echols, pero con una diferencia de fondo: mientras el ala radical deseaba destruir el "sistema de clases" sexo-género, el reformismo feminista de izquierda apuntará a "revertir" el valor cultural del hombre. (1989, p. 6) Es decir: devaluar la masculinidad en lo cultural. Esto será un proceso histórico (por una vía o por la otra, la radical o la reformista liberal) de lo que Echols denomina female self-assertion. (1989, p. 14)
Un caso emblemático de cómo 'the issue of abortion' cobra ascenso es el caso de Canadá. En ese país apreciamos similares corrientes en los mismos años, defensoras de las mismas consignas: aborto libre y sexo libre sin compromisos. En 1968 cobró fuerza un movimiento feminista inicial salido de la Simon Fraser University, feminismo inspirado directamente en el 'new feminism' norteamericano, y cuyo núcleo fundacional estaba compuesto de activistas lesbianas veinteañeras y radicales. (Thomson, 2004, pp. 1-7) Esta corriente -que se extendió muy rápidamente a Vancouver y Ontario- tuvo una gran particularidad: su composición era auténticamente internacionalista, compuesta por estudiantes feministas provenientes no sólo de USA sino de Europa, especialmente Inglaterra. Entre sus fundadoras destacaron Margaret Benston, Andrea Lebowitz y Mary Cohen, estudiantes e intelectuales judías. Se presentaban a sí mismas como furious women. En 1970, bajo el lema The Women are coming! se grafiteó toda la ciudad de Ottawa, y, en palabras de la activista e historiadora Ann Thomson, se invadió el Parlamento y la Suprema Corte reclamando aborto libre, así como saboteando en los medios al Ministro Trudeau, difamándolo de cobarde y asesino ante la opinión pública internacional. (2004, pp. 51-61) Según dice la propia autora: 'We were very good at being very dramatic (...) and we did generate a fair amount of press'. (2004, p. 67)

Tolerancia represiva: la cultura de la "corrección política".

Hemos visto algunos corolarios sociológicos y culturales de la doctrina de Marcuse y de la Escuela de Frankfurt. Otra de sus consecuencias es la llamada cultura de la "tolerancia represiva". Marcuse es -junto a Gramsci- el gran ideólogo del pasaje de una izquierda marxista a una izquierda liberal, la cual teje sus artificios desde la sociología de la familia a la industria del divertimento y del goce, pasando por la revolución sexual de los 70 y el neomarxismo cultural mediático. Este modelo, que aspira a ser el único válido a instalarse, es la matriz de la llamada izquierda progresista. Se trata de una versión precisamente unidimensional del pensamiento humano, la cual al descalificar de antemano otras posibles versiones, produce una clausura en la mentalidad de las nuevas generaciones hijas de la posmodernidad en las sociedades del capitalismo tardío. (véase: https://www.youtube.com/watch?v=zH0Fsh4OmJI)
Precisamente, la "tolerancia represiva" de Marcuse consiste en la promoción cultural de la descalificación de todo pensamiento no-alineado con este modelo. Esta tolerancia represiva, entonces, la cual no es otra cosa que la racionalización de la intolerancia para la batalla cultural del neomarxismo, es la aptitud que desde los años 70 impregna el discurso de las nuevas generaciones identificadas con "la izquierda", la cual pulula sobre todo en la cultura academicista de las universidades occidentales. Hoy, la tolerancia represiva se ha esparcido y se ha instalado mediáticamente, afianzando la hegemonía cultural de la izquierda neomarxista.
Todos los paquetes ideológicos que componen las políticas de la izquierda progresista, tras el vaciamiento ideológico de los años 90, han sido producidos en las principales Universidades e Institutos de USA, lo cual, sin dudas, nos debe llamar a la reflexión, y a la reivindicación del disenso. Las mismas Universidades que produjeron la doctrina neoliberal de Milton Friedman en los 70, son las que una década después comenzaron a fabricar for export los paquetes ideológicos de la izquierda progresista, entre los cuales resalta la "new gender politics" (la nueva política de género). ¿Una simple coincidencia? Creemos que no lo es.

Reivindicamos el disenso, un pensamiento de ruptura para las nuevas generaciones respecto a la hegemonía cultural de la izquierda neomarxista, la cual es el arma del Imperio para seducir a los pueblos de la periferia, atándolos de pies y manos a la supremacía de un cierto modelo económico y cultural a cambio de medidas y políticas liberal-progresistas seductoras con las que se compra la adhesión y la consciencia moral de la juventud.  

Fuentes en vídeo:

1) Carena, Lucas & Dávoli, Pablo. (2014) Acción psicológica e ingeniería social. (Programa nº1 de "La Brújula"). Canal TLV1. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Irn0Ofv50n4

2) Herbert Marcuse im Gespräch mit Ivo Frenzel und Willy Hochkeppel (entrevista alemana de 1976). Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v=C5PU0EASi_Q

3) Historia de la corrección política (breve documental sobre el neomarxismo cultural y la Frankfurt School). Parte 1:  https://www.youtube.com/watch?v=s_hkYG3MtQw&list=UUXKDtOBiZqJn1osXxFbJK8Q

Fuentes bibliográficas:

1) Beauvoir, Simone de. (2011) El segundo sexo. Buenos Aires: Debolsillo.


2) Echols, Alice. (1989) Daring to be bad. Radical Feminism in America, 1967-1975. Minneapolis: University of Minnesota Press.

3) Firestone, Shulamith. (1976) La dialéctica del sexo. En defensa de la revolución feminista. Barcelona: Kairós.


4) Foner, Eric. (2010) La historia de la libertad en EE.UU. Barcelona: Península.


5) Harris, Marvin. (2006) La cultura norteamericana contemporánea. Una visión antropológica. Madrid: Alianza.

6) Marcuse, Herbert. (1993) El hombre unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada. Barcelona: Planeta - De Agostini.

7) Marcuse, Herbert. (2002) Eros y civilización. Barcelona: Ariel.


9) Thomson, Ann. (2004) Winning choice on abortion. How British Columbian and Canadian feminists won the Battles of the 1970s and 1980s. Canada: Trafford Publishing.

jueves, 27 de noviembre de 2014

SIGUE LA CAMPAÑA CONTRA LA MALDITA REFORMA

Continuando con la Campaña “No a la Reforma del Código Penal”, salimos a la calle para charlar con los vecinos con el objeto de explicarle sobre esta modificación del código que amenaza con concretarse. Se repartieron una gran cantidad de folletos, hubo muchas consultas sobre el tema, muchas personas desconocen esta problemática que se avecina con respecto a esta reforma garantista.
Seguimos alertando a la ciudadanía con una militancia activa y constante.
Agradecemos al camarada Ezequiel, coordinador de GUIA, por darnos una mano repartiendo folletos a la par nuestra.
Agrupación Nacionalista Lacebrón Guzmán
Delegación Córdoba
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NACIONALISMO K


El hombre del mensajito es Gustavo Muñiz diputado chubutense del Frente para la Victoria, entongado con las mineras contaminantes, en este caso de Canadá que desean extraer el oro y llevarlo para fuera del pais, dejando como siempre el "culerio" de contaminados aquí. El que le bajaba instrucciones era Gaston Berardi directivo de Yamana Gold empresa canadiense del rubro, que quiere cambiar la redaccion del art 4 de esa ley. El diputado le dice que por reglamentación, (como siempre se hace) el Ejecutivo lo va a cambiar.
Esta madrugada, la Legislatura de Chubut aprobó un dictamen que abre la puerta a la explotación minera en las zonas donde los pobladores así lo acepten, a través de consultas vinculantes. La nueva norma generó fuertes protestas de los ambientalistas porque el texto fue sancionado a partir de lo que consideran una tergiversación del proyecto de iniciativa popular que ellos habían presentado..
Para un abogado de los grupos ambientalistas fue lo mismo  que si se legislara contra la trata de persona y en la misma ley se habilitara la instalación de prostíbulos
Recordemos este  "tongo" cuando los kirchnerias salgan a hablar contra el imperialismo y sus empresas multinacionales.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

¡¡¡FUERZA CAMARADAS!!!

Algunos camaradas de GUIA en Cordoba en el acto del 20 de noviembre
De a poco, buscando denominadores comunes y con el mas importante cual es el patriotismo y la camaradería, se va conformando una incipiente unidad del nacionalismo, con respeto de las diferencias e individualidades. Se dará desde lo mas chico a lo mas grande. Siempre con la idea de que sin unión jamas tendremos fuerzas para oponer al Sistema. Empezamos por las fechas que nos reunen a todos los Nacionalistas, para luego ir a trabajar sobre ideas comunes y una lucha también común. 
 Así se va perfilado con distinción propia, encuadrando especialmente a los jóvenes  la Plataforma 20 de Noviembre, integrada por la Agrupacion Nacionalista J. L. Guzmán, la Juventud del Partido Popular de la Reconstrucción y el Movimiento Bastión en  Buenos Aires En Córdoba GUIA integrada por Lacebron Guzmán (Córdoba), La Passaponti (Córdoba), Asociación Belgrano, 20 de Noviembre, Identidad Argentina y Trazo Fino. Son estas dos coaliciones las que el  día de la Soberanía realizaron los actos de Buenos Aires (cuyo vídeo subiremos a la brevedad) y Córdoba, en esta ultima ciudad ayudando a la iniciativa de la Fundacion 20 de Noviembre. Esperanzados, tenemos fe  que estos frentes prosperen por el bien del Nacionalismo y de la Patria

Formación de los camaradas de la Plataforma 20 de Noviembre antes de iniciarse el acto del 22

martes, 25 de noviembre de 2014

ABORTO Y CAPITALISMO

 EL ABORTO ES NECESARIO
 
Por: Juan Manuel  De Prada
 
Y aún me atrevería a decir que indispensable para el sistema: lo necesita como control de daños último para sostener sus cimientos, para mantener en pie su edificio de iniquidad. Adam Smith ya intuyó que cuanto mayor fuese su prole, más imperiosamente reclamaría el trabajador una subida de su salario, pero sería Thomas Malthus quien defendiese sin ambages que el mejor modo de evitar que los trabajadores tuviesen demasiados hijos era mantenerlos en la pobreza. David Ricardo, más brutalmente todavía, llegó a formular la conocida como «ley de bronce de los salarios», según la cual los salarios tienden «de forma natural» (nótese el sarcasmo) hacia un nivel mínimo que se corresponde con las necesidades de subsistencia de los trabajadores; cualquier incremento de los salarios por encima de este nivel –proseguía David Ricardo– provoca que las familias tengan un número mayor de hijos. Aunque el economicismo clásico no se atrevió a recomendar la anticoncepción como recurso para lograr que los salarios tiendan «de forma natural» hacia su nivel mínimo, es evidente que la idea planea sobre sus teorías como la sombra de un ave carroñera.
Será el movimiento eugenésico el que finalmente se atreva a formular la ecuación, que Margaret Sanger resume en una frase azufrosa: «Lo más misericordioso que una familia humilde puede hacer por uno de sus miembros más pequeños es matarlo». Pero al movimiento eugenésico, financiado por Rockefeller y otros plutócratas de la época, le cayó encima el sambenito del nazismo; y tras la Segunda Guerra Mundial el sistema decidió que, si deseaba conseguir que los trabajadores tuvieran pocos hijos para poder pagarles salarios birriosos, tendría que recurrir a otra retórica menos expeditiva. La encontró en la llamada «liberación sexual», aquella religión profetizada por Chesterton que a la vez que exalta la lujuria prohíbe la fecundidad. Se trataba de inculcar en los trabajadores a los que previamente habían arrebatado todos sus derechos laborales (derecho a un salario digno, derecho a un trabajo estable, derecho a formar una familia, derecho a permanecer en su tierra, derecho a alimentar y educar a sus hijos) la creencia psicopática de que el derecho a follar sin tener hijos era mucho más importante. No hizo falta sino fomentar la inmoralidad y revolver a la mujer contra su propia naturaleza para lograr aquel prodigio de iniquidad: al fin el sueño patrocinado por Rockefeller se había hecho realidad de modo insospechado, con los trabajadores convertidos en cipayos cretinizados que se creían más libres que nunca por poder follar sin tener hijos, mientras «de forma natural» se les remuneraba con salarios ínfimos.
La víspera de la manifestación contra el aborto se hacían públicos unos datos escalofriantes que nos indican que un tercio de los asalariados españoles cobran poco más de seiscientos euros al mes. Y esta situación ignominiosa se hace mucho más habitual entre los trabajadores en edad de procrear: un 86% de los jóvenes menores de 18 años, un 75% de los que cuentan entre 18 y 25 años y un 38% de los que se hallan entre los 26 y los 35. Para que esos jóvenes no se revuelvan contra el sistema, hay que evitar que procreen; y para evitar que procreen, amén de la religión profetizada por Chesterton, es preciso el control de daños del aborto. Por eso todos los gobernantes al servicio del sistema mantendrán el aborto; y por eso cualquier político que quiera de veras plantar batalla al aborto (y con el concepto prostituido de libertad sobre el que se funda) deberá empezar por restablecer la justicia social, con salarios dignos que cubran las necesidades del trabajador y de su familia. Todo lo demás es arar en el mar.

NO A LA REFORMA GARANTISTA (Lacebron Cordoba)









Con una serie de pasacalles colgados en diferentes puntos de la ciudad, continuamos con la campaña contra la reforma del Código Penal impulsada desde Red Patriótica Argentina.
Por estos días vivimos la previa a esta reforma, con la media sanción del senado al nuevo Código Procesal Penal. Es por eso que debemos estar atentos a esta próxima jugada, alertando a la ciudadanía con una militancia activa, sobre la amenaza que representa esta filosofía del Garantismo abolicionista con la que se intenta imponer la reforma.
 
La Lacebron Cordoba

domingo, 23 de noviembre de 2014

ALGO HUELE A PODRIDO EN EN FRENTE NACIONAL FRANCÉS

No solo nosotros lo advertimos. El "verso" del eje Israel - Occidente contra la "barbarie islamista" es sin duda una trampa mas de los norteamericano y su lobby sionista para atraer el apoyo de los derechoides europeos- y los que sigan ese ejemplo- a su política de genocidio contra los Estados Árabes.

El próximo viernes, 28 de noviembre, el parlamento francés tiene que definirse en pro o en contra del reconocimiento del Estado palestino. La iniciativa ha partido del grupo socialista, lo que no ha impedido a la nieta del viejo Le Pen, Marion, posicionarse a favor del reconocimiento.
Sin embargo, no todo es una balsa de aceite en el partido de la llama azul/blanca/roja. Capitaneados por el reaccionario Gilbert Collard, un peso pesado del partido, los hay en las filas del FN abiertamente partidarios de votar en contra, acción que también secunda el eurodiputado Aymeric Chauprade.
Estos elementos derechoides del FN son partidarios de un "eje entre Israel y Occidente contra la amenaza del islamismo"; esto es, la consigna-trampa del Pentágono/OTAN, los mismos que, con la mano izquierda, son quienes han incendido Oriente Próximo, están armando a las bandas takfirís y siguen en abierta guerra contra Siria e Irán.
Marine y Marion tienen ahora mismo excelentes bazas para defenestrar políticamente a los "occidentalistas" del FN. O lo hacen ellas (y carisma, poder y legitimidad tienen toneladas y toneladas) o bien Collard, Chauprade y sus secuaces acabarán sirviendo a Washington, en bandeja de plata, las cabezas de las Le Pen.
Marine y Marion tienen una cita con la historia el día 28: o claudican en nombre de la golosina del poder o dan un puñetazo en la mesa y se reafirman en la línea en pro de la recuperación de la soberanía nacional. Muy pronto vamos a salir de dudas.
Fte.Patria Sindicalista

MAS SOBRE LA ODIOSA REFORMA



(ArgentinosAlerta.org) La filosofía del Garantismo abolicionista preside el Anteproyecto de Código Penal que el Gobierno ansía imponer aprovechando las hasta ahora disciplinadas mayorías. Si siguen manteniendo la obediencia debida parlamentaria anticonstitucional los legisladores nos harán tragar a carradas los eufemismos edulcorantes: “hay que adecuarse a la realidad”, “el sistema no ha dado su fruto”, “el delito se sigue produciendo”, “no hay que hacer el código penal del deber ser” sino el del “ser”. Así saldrá un Código Penal que agravará la inseguridad ciudadana. “A vosotros se atreve, argentinos//el orgullo del vil invasor” (estrofa del Himno Nacional Argentino completo).
El Garantismo abolicionista es un movimiento y una mentalidad que se pueden caracterizar por cuatro notas y por un efecto trágico.
Cuatro notas del garantismo abolicionista
1) Se presenta bajo la bandera de las garantías, algo que no sirve para identificar nada porque en el mundo jurídico nadie las niega; con lo que lo de “garantismo” resulta ser una artimaña.
2) Sostiene la ilegitimidad del sistema penal porque es irracional, anticonstitucional y violatorio de los derechos humanos. Por lo que propone como ideal que ve inalcanzable su desaparición, y como anhelo posible su debilitamiento. Para evitar papelonear exhibiéndose como destructores a secas proponen una serie de risibles “medidas substitutivas”. Por ejemplo, que los delincuentes pidan disculpas a las víctimas o estupideces trágicas semejantes.
Los medios para lograr la destrucción del sistema penal van:
  • desde la derogación de la prisión preventiva o de cualquier agravación de las penas por reincidencia,
  • hasta no encontrar nunca certezas para condena,
  • elegir el juicio oral y cualquier medio que lleve las causas a la prescripción,
  • “arreglar” como cuestiones económicas los juicios penales, y
  • cualquier otro método que a mano venga para suprimir las penas desprotegiendo las víctimas.
3) En general está integrado por miembros de la corporación académica, que imponen desde su hegemonía la injustificación del derecho penal como un dogma. Y de la decisiva corporación judicial, que conservan sus cargos, prebendas, exenciones de impuestos a las ganancias, privilegios y honores sociales, todo lo cual resulta medio aptísimo para alcanzar el objetivo. De tal modo que éste se alcanzaría por una verdadera implosión. El sistema debe destruirse desde adentro. El “plan de lucha” fue trazado en el libro Encuentro con las penas perdidas, que por algo no se reedita.
4) Contra lo que podría pensarse a primera vista, no asume la característica de movimiento o actitud pacificadora, amiga de consejos como “muchachos, perdonemos”, “no hagan olas”, “contengamos los impulsos”, “busquemos la paz”, “devolver bien por mal”, “unámonos los argentinos”, “desechemos la venganza y el odio”. No.
El movimiento se presenta como una cruzada liberadora contra la opresión de los poderes que, mediante el sistema penal, aherrojan a las grandes mayorías y son capaces de hacer explotar el mundo por el aire. Contra el “estado de policía”, un demonio que lucha contra el “estado de derecho”, para encarar la revolución liberadora en nombre de los derechos del hombre. Por eso no respeta ninguna garantía contra los militares o policías… Tiene cierta lógica, pues estos son como la quintaesencia de aquél. Pero tampoco respeta la vida de los chicos no nacidos.
Efecto del garantismo abolicionista
El Garantismo abolicionista es la principal causa de la impunidad, productora a su vez de inseguridad, considerado quizá el problema visible más acusado por los argentinos.
Los efectos del garantismo abolicionista han sido probados sólidamente desde el punto de vista iusfilosófico en el reciente libro titulado El Garantismo abolicionista de Héctor H. Hernández (MarcialPons, Madrid-Buenos Aires, 2013) y en el trabajo del mismo autor "Pero el garantismo abolicionista es manodurista sin garantías contra Los Dos Sectores", (revista Ethos, Buenos Aires, nro. 26).
Allí pueden encontrarse innumerables citas puntuales de los autores criticados. También se pueden ver las bases filosóficas que animan esa corriente y algunos pilares constructivos del solidarismo penal.

sábado, 22 de noviembre de 2014

DIA DE LA SOBERANIA EN CORDOBA

Acto por el Día de la Soberanía Nacional

En el día de la fecha, militantes de la Agrupación Lacebrón Guzmán, Córdoba, junto a miembros de la coalición de agrupaciones GUIA estuvimos presentes en el acto organizado desde la Fundación 20 de Noviembre, por el Día de la Soberanía Nacional.
Rodeados de un espíritu patriótico, se vivió una jornada en profunda conmemoración a la gesta inolvidable de la Vuelta de Obligado.
Agrupación Nacionalista Lacebrón Guzmán 
Delegación Córdoba





miércoles, 19 de noviembre de 2014

HOMENAJE A NUESTROS HEROES


El sábado 22 de noviembre el nacionalismo sale a conmemorar la gloriosa gesta de la Vuelta de Obligado.

Día que nuestras tropas defendieron nuestros ríos de la agresión anglofrancesa.

16 hs. frente al monumento al Brigadier don Juan Manuel de Rosas, en la Plaza Seeber de Palermo (Libertador y Av Sarmiento).

Los esperamos a todos.

Plataforma 20 de Noviembre - Argentina Soberana

Agrupación Nacionalista Lacebron Guzman
Juventud Nacional Ppr
Movimiento Bastión

domingo, 16 de noviembre de 2014

BIOGRAFIA SOBRE ONESIMO

Nadie hasta el momento había estudiado con gran profundidad la figura del vallisoletano Onésimo Redondo, dirigente del nacional-sindicalismo español y fundador de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica. Ante esta falta de información sobre su persona, Matteo Tomasoni, un italiano de 32 años, vio en Redondo, «padre fundador de la Falange, la figura idónea para realizar la tesis doctoral» tras la concesión de una beca de Doctorado. «Uno de mis profesores de la Universidad de Bolonia me introdujo en la figura de Onésimo Redondo, vi que existía una gran falta de información y cuando me concedieron la beca me decidí a rellenar el hueco existente ya que estaba interesado en el estudio del falangismo y Onésimo Redondo es una figura clave en este terreno», explicaba el joven.
Onésimo Redondo Ortega. Vida, obra y pensamiento de un sindicalista nacional (1905-1936)’ es el título de su tesis que le ha llevado cinco años de duro trabajo durante los que ha conseguido plasmar otra visión del que fue conocido como ‘Caudillo de Castilla’ ya que «hasta el momento las publicaciones existentes estaban hechas por personas cercanas a la Falange, lo que se conocía de su figura había sido utilizado en su momento como propaganda por el propio Régimen», afirmaba Tomasoni que añadía que «se trata de un personaje desconocido incluso en su propio entorno (Valladolid) pero la pasión por su tierra siempre fue enorme y la importancia que tiene y tuvo para esta también lo es».
El investigador italiano explicaba que la profundidad con la que ha podido abordar la figura de Redondo «ha sido gracias al hallazgo de un archivo personal inédito». Toda la información recopilada por Tomasoni le ha posibilitado «descubrir una imagen más humanizada de Onésimo Redondo como padre de familia, un hecho que no se da en otros líderes como Primo de Rivera», aseveraba.
El director de esta tesis, el catedrático Ricardo Martín de la Guardia, se mostró muy «satisfecho con el resultado del trabajo de tanto tiempo» con el que reconoció haber «aprendido mucho».
«Las investigaciones y esfuerzos de Matteo Tomasoni me han devuelto el interés por el estudio de la figura de Onésimo Redondo», añadió el catedrático tras «agradecer» que el investigador italiano le hubiese «escogido para acompañarle en este trayecto» en el que lo más complicado para Tomasoni ha sido «escribir la tesis en castellano y encontrar las fuentes adecuadas ya que había muy poca biografía», concluyó.
Fte: Patria Sindicalista