lunes, 27 de agosto de 2012

UN LITERATO EN LA RED

 Entrevista a Marcelo di Marco: "Rebelde soy ahora" 

Entrevistamos al poeta, cuentista y ensayista argentino con motivo de la publicación de su primera novela, "Victoria entre las sombras", y la futura reedición del Taller de Corte y Corrección

Marcelo di Marco atiende a Río Negro en el estudio de su casa en el primer piso. Aquí funciona su reconocido taller de escritura. Sobre una mesa, hay dos monitores de computadora para poder leer mejor los textos. Marcelo es un gran fanático de las posibilidades que ofrece la escritura electrónica para el trabajo literario. También hay una biblioteca circulante de la que uno puede llevarse el libro que quiera con la condición de dejar uno a préstamo. Hay dos retratos de Edgar Allan Poe y, colgado en las paredes, un afiche de la presentación de su último libro, Victoria entre las sombras. Di Marco habla rápido y con vehemencia. Habla de manera políticamente incorrecta, dice con pasión lo que opina. Le gusta distinguir conceptos mientras explica. La diferencia de la estructura de la novela y el cuento. La diferencia entre hablar con vehemencia y hablar enojado. La diferencia entre ser pacifista y ser pacífico. Lo entrevistamos con motivo de la publicación de su primera novela, Victoria entre las sombras, y la futura reedición del Taller de Corte y Corrección, los dos editados por Sudamericana. Siempre es bueno aclarar algunos conceptos de literatura, y también ver cómo piensa un intelectual que antes se reconocía más bien progresista y hoy se ha convertido a un catolicismo militante.
¿Cuándo fue tu primer acercamiento con la escritura?
Cuando era muy chico, cuando leí al Edgar Allan Poe de Historias Extraordinarias, el primer libro que leí en mi vida. Tal fue el shock, que me dije: "Yo quiero que a la gente le pase lo mismo conmigo". Si yo pudiese tener un diez por ciento de la intensidad de un Edgar Allan Poe, me doy por satisfecho. Ese fue mi primer acercamiento. Ahí empecé a garabatear un primer cuento que me signó para siempre. Un cuento de terror. Cuento de un tipo que no lo sabía, pero descubre que es un hombre lobo. Eso lo hice a los doce años. Y bueno, después siempre seguí escribiendo la misma historia.
Hablando sobre su reciente novela, Victoria entre las sombras (Sudamericana Joven, 2011), usted empezó escribiendo poesía y narrativa corta... ¿Por qué decidió cambiar de género?
Bueno, tenía ganas de situarme en un terreno un poco más amplio que el del cuento y el poema. El cuento y el poema tienen características muy similares en cuanto a la estructura. Como me enseñaba Santiago Kovadloff, la diferencia entre el cuento y la poesía radica en la argumentación. La poesía no es argumentativa, pero sí lo es el cuento, desde luego. Ahora bien, ¿en qué se parecen? En el caso del cuento, un cúmulo de informaciones van cuajando hacia un final que llamamos desenlace. En el caso del poema, lo que se van sumando son imágenes y un estilo de respiración, rítmico, que también va cerrando. Y a ese cierre se lo llama remate. Los dos, tanto el cuento como el poema, son sumamente centrípetos. Van fluyendo hacia un centro y estallan en un solo hecho determinado. El gran poema tiene un solo impacto. Algo que Poe llegó a definir muy bien, le puso nombre: la unidad de efecto. Con la novela pasa todo lo contrario. Lejos de ser centrípeta, es centrífuga. Se va alejando cada vez más del centro. Hay una especie de desarrollo que se va dando, página tras página: desarrollo del tema, de elementos simbólicos, distintos motivos. Por supuesto que el cuento los tiene. Pero en el caso del cuento todos esos elementos, todo ese desarrollo, va a una implosión. El cuento cierra con un solo centro de gravedad. La novela tiene varios centros de gravedad. Hay en ella una temática que prevalece, pero la novela puede tener, y de hecho los tiene, distintos subtemas, distintas temáticas.
¿Distintos personajes también?
Las cosas que suceden en un cuento o en una novela dependen de los personajes que los llevan a cabo. Por ejemplo: para que pase esto (levanta un estuche de anteojos y lo suelta en la mesa), lo tuve que tirar yo desde arriba. Una acción de un personaje. La novela tiene mayor cantidad de desarrollo temático que el cuento, lanza como subtemas que se van esfumando en el aire hasta perderse en la lejanía, como las ramas de un árbol. Tenés que calcular que el tronco del árbol es el tema, el argumento central de la novela. Y todas las ramificaciones que pueden tener hasta la última hojita, esas van a ser justamente subtramas. ¿Y quiénes las llevan de la mano sino los personajes? En suma: el desarrollo argumental los crea a ellos, y ellos crean el desarrollo argumental.
¿Y en el caso de Victoria entre las sombras cómo fue?
Tal cual. La misma naturaleza de los hechos fueron trayendo más personajes. Yo arranqué con una narración absolutamente concentrada en dos personajes. La primera versión de Victoria entre las sombras, que no se publicó, se titulaba El club de los sin cara. Eran dos chicos, dos varones, que estaban encerrados en la casa de uno de ellos en Mar del Plata, aburridos y con ganas de hacer algo. Entonces deciden fundar un club, un club de chicos. El requisito para poder entrar y permanecer en él era portarse mal, pésimamente mal. La idea no era original: Robert Louis Stevenson, el autor de La isla del tesoro, ya había planteado eso en su propia biografía: había fundado un club de chicos que se portaran pésimamente mal; cuando más mal se portaban, más ascendiente tenían. Entonces, esos dos chicos que estaban encerrados, cuando salen a la calle empiezan a encontrarse con un montón de situaciones, traídas de la mano, como te decía recién, de otros personajes. Así es como se fue dando el marco que rodea al protagonista. Y algo de esa versión original quedó en Victoria entre las sombras.
¿Y usted lo piensa de antemano?
No, eso es imposible. No se piensa de antemano, se va haciendo. La misma estructura de la novela va proponiendo ese ritmo, el proceso que un héroe o un antihéroe van recorriendo a lo largo de toda la novela. La novela viene a ser una especie de símbolo de nuestro peregrinar por este mundo, entre luces y sombras. A un personaje le asignan determinada misión. La misión que tienen mis personajes, por ejemplo, es la de sobrevivir. Y si para sobrevivir hay que rajarse, ahí es donde se pone en acto lo que filosóficamente se conoce como misión. Una misión dada por uno mismo o por los dioses o por alguien. Fijate por ejemplo en Apocalypse Now, la gran película de Francis Ford Coppola. Es igual a Caperucita Roja. A Willard (Martin Sheen) le han dado unas tortitas para que le lleve a la abuelita (Marlon Brando), que vive cruzando el bosque… Y mientras tanto, para lograr eso, Willard debe cuidarse de los lobos. A Caperucita también le han dado la misión, no de ir a masacrar a su abuela, sino de llevarle las tortitas… y guarda con el lobo que te vas a encontrar. Y ese camino de iniciación del héroe tiene toda una serie de pasos. A su vez, va a encontrarse con personajes que lo ayudan o que se le oponen: ahí están los personajes secundarios. En toda novela pasa eso. Y, a lo largo de ese camino, el héroe va sufriendo pruebas de las cuales va a volver o destruido, como en el caso de Willard, o fortalecido, como en el caso de Tomás, el protagonista de Victoria entre las sombras. Por lo general, cuando vuelve el héroe, se hace conductor de su pueblo.
En su novela la aventura se encuentra muy presente, el valor, la solidaridad, el jugarse por el otro, la amistad. Parecen valores que hoy se fueron perdiendo o no se ven tanto en las obras literarias, ¿Por qué cree que sucedió eso?
Pienso que estamos asistiendo a lo que se llama teológicamente los signos de los tiempos. La gran disolución de la sociedad. Digamos, hay una especie de tendencia autodestructiva en el hombre moderno. Lo que Solzhenitsyn llamaba el "suicidio de occidente". Hace que precisamente todo en lo que estaba basada nuestra cultura sea despreciado, sea puesto en tela de juicio, contradicho y hasta odiado. El hecho de que en la Constitución Europea se extirpe cuidadosamente el nombre de Cristo, siendo la Iglesia la fundadora del occidente cristiano, valga la redundancia, es un signo apocalíptico. Siendo la Iglesia la que pudo preservar de la invasión bárbara los grandes tesoros de Grecia y Roma —esa imagen del monje copiando los antiguos manuscritos es totalmente real—. Todo ese enorme bagaje de cultura se ve dilapidado hoy por la sociedad moderna. El Poder Mundial está formando una sociedad absolutamente programada y estupidizada, una masa inclinada hacia la diversión y el placer a cualquier precio. Coincidiremos en que muy poco tiene que ver esa programación anticristiana con el jugarse con los amigos, con entregar la vida por una causa, con salir de alguna manera de la mediocridad ambiente para transformarse en un héroe, como se transforma Tomás en mi novela.
¿Tan malo le parece adonde vamos?
Es que hoy día el ser humano es ni mas ni menos que una especie de piltrafa: un tipo que no tiene Dios, no tiene Patria y no tiene Hogar. ¿Qué puede tener si no tiene eso, que es la base de todo? Un tipo bombardeado por la propaganda, por el consumismo, por las modas. Pero, también, un tipo que conserva dentro de sí esa esencia cristiana que fue fundante de la cultura y el sentido común; cultura que hoy yace bajo escombros, pero a la cual añoramos. Entonces, cuando una persona que ama la verdad encuentra a un héroe, en mayor o menor grado, lo sigue. En el hombre hay una tendencia gregaria, a nadie le gusta estar en minoría. A todo el mundo le gusta estar con la mayoría. Sin embargo, es en la minoría donde uno va a encontrar a estas personas que incluso podemos llamar "egregias". El egregio es el que salió de la grey. e-gregio, el que egresó. El que salió del rebaño. De la grey. Un tipo que ya no es el mismo zombi que todo el mundo. A ese, lo siguen naturalmente. Te voy a poner un ejemplo muy claro y cotidiano: ¿qué hace la gente cuando el guardavidas rescata a una persona que se había alejado de la costa?
Se juntan y aplauden.
Se juntan y aplauden, tal cual. Y ahí puede aparecer algún estúpido que diga: "¡Pero a este señor le pagan para hacer eso!". Y entonces ahí te das cuenta de que está esa certeza de que todo tiene un precio, todo es objeto de mercado. Pero la gente, cuando puede pensar con criterio, reconoce el valor como lo que es. Reconoce el valor, el coraje, la intrepidez.
En estos días se pasa por una fecha importante para el país porque se cumplen treinta años de la Guerra de Malvinas. Usted escribió el poema "1982". ¿Qué lectura hace sobre ese escrito hoy, 2 de abril de 2012?
Mira, es un poema duro. Lo escribí basándome en "Aullido", de Allen Ginsberg. Y en esa época este poema lo escribí muy cercanamente a la Guerra de Malvinas. Estaba todavía el gobierno militar en el poder. Ya faltaba muy poco para el advenimiento del alfonsinato. Y me acuerdo que era muy desesperante ver cómo se iban desarrollado las cosas en aquella época. Todos los movimientos de masas que hubo alrededor de Malvinas, y también después, con la desmalvinización, me pareció que podrían tratarse desde un lugar paródico. Yo en aquel momento no me imaginaba siquiera yendo a empuñar un fusil. Y en esa época ya era bastante grande, pero no pensaba como pienso hoy. Hoy en día, quizás ese poema no lo habría escrito. Estaría presentándome en las filas para ir a combatir. Esto te lo digo sin ninguna duda. En esa época no tenía la conciencia que hoy tengo.
¿Más rebelde era?
No, era al revés. Rebelde soy ahora, en tanto que lo que estoy diciendo puede escandalizar a más de un cultor de la corrección política. Antes no era rebelde, antes estaba en desacuerdo con la guerra. La rebeldía propia de la juventud, en esa época se encauzaba —y se encauza— contra el enemigo equivocado. Contra las cosas que no hay que rebelarse. Eras jovencito, y te enseñaban que había que rebelarse contra esos tres pilares que te mencioné recién: La familia, Dios y la Patria. Porque esos son los tres pilares que se necesita destruir para disgregar una sociedad por dentro, y dar paso a un gobierno internacionalista. Rebelde soy ahora, si vamos al caso. El Padre Sáenz, un santo sacerdote, proponía fomentarles la rebeldía a los chicos. ¿Pero la rebeldía ante qué? Y... ante la tinellización, ante la mediocridad, ante la antipatria. Así las formé yo a mis hijas: intelectuales militantes de puro cuño católico. Hoy en día, el subversivo es el católico. Hoy en día es subversivo ir a misa. Y no solamente ir a misa, sino comportarse como un cristiano. Buscar la santidad es un acto plenamente subversivo. Es al revés la cosa: antes no era rebelde. Me hacía el rebelde, sin saber que con mi grano de arena era funcional al Imperio y a sus estrategias tendientes a la disolución de las naciones.
Por Guillermo Flores
http://www.rionegro.com.ar/diario/entrevista-a-marcelo-di-marco-rebelde-soy-ahora-849187-9523-nota.aspx

jueves, 23 de agosto de 2012

KIRCHNERISMO Y FASCISMO

NOS ENVIA LA SIGUIENTE NOTA EL Dr. ATILIO MORENO, DE FUERZA PATRIOTICA.

Lo voy a explicar como para que lo entienda desde un liberal, que abreva solo de las editoriales de “La Nación”; hasta un infradotado que mama solo a Tinelli: definir al kirchnerismo como fascismo es una tremenda burrada, o bien una artera chicana.
Las cosas se definen por género próximo y diferencia especifica. El género del fascismo es el nacionalismo y lo que lo especifica es el corporativismo organizado desde el Estado y en reemplazo del sistema representativo demoliberal.
El kirchenrismo no es ni nacionalismo, ni corporativismo, ni siquiera es una especie de ninguno del ellos, por que no antepone el bien de la Nación a los intereses particulares, ni propugna la desaparición de los partidos políticos.
El género próximo del kirchnerismo es el progresismo populista, que comparte con todos los neo marxistas y con todos los devotos de la Soberania Popular. Lo especifico de él es el culto al matrimonio K, y el latrocinio.
Si al kirchnerismo se le puede encontrar alguna nota en común con el fascismo ella es meramente accidental y se encuentra presente también en otros regimenes o ideologías del género al cual el kirchnerismo pertenece. Además no posee la bondad axiologica que opera como causa formal y final en el fascismo.
La confusión viene por que tanto liberales como marxistas se pusieron de acuerdo en que el mal absoluto es el fascismo y en que los únicos autorizados para definir que y quien es un fascista, son ellos mismos.
Por lo tanto en estos casos lo aconsejable es responder como lo hubiera hecho Ignacio Anzoátegui: “No señores, esos no son fascistas, fascista soy yo!

Edgardo Atilio Moreno

sábado, 18 de agosto de 2012

LO SOSPECHÉ DESDE UN PRINCIPIO

CINISMO IMPERIAL: Henry Kissinger admitió que los derechos humanos y la democracia son un pretexto utilizado por EE.UU. para lograr sus intereses



Shalom Henry!!
El ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, admitió que para Estados Unidos el tema de derechos humanos y el establecimiento de la democracia sirve para obtener sus propios intereses.
Washington sigue los asuntos de DD.HH. y el establecimiento de la democracia hasta que concuerden con sus intereses estratégicos en la región, consideró el político de origen germano en el periódico alemán de Handelsblatt.

Henry Kissinger, quien ejerció como canciller de EE.UU. durante la década 70, explicó que los nuevos líderes en los sistemas recién creados en Oriente Medio deben ser conscientes de que la cantidad de apoyo que les presta Washington, depende de la forma que suministren los intereses norteamericanos.

Asimismo, subrayó la importancia de cambiar el rol que juega Estados Unidos en diferentes países, especialmente en Oriente Medio, tras las revoluciones populares en naciones árabes y del norte de África.

Según el político, las autoridades del país norteamericano en esa importante región deben catalogar un moderado rol entre sus propios intereses estratégicos y objetivos morales que los destacan.

Apuntando la situación que vive Siria, aseguró que Damasco sufre de asuntos más complicados en comparación con Libia, Túnez, Egipto e Irak porque el problema no es el tema de la democracia sino es la cuestión de diferencias religiosas.

Al final, concluyó que de momento Washington se enfrenta una gran contradicción en Siria, de un lado debe perseguir sus propios intereses estratégicos en la región que sea posible a través de debilitar a Irán y alejarlo de Damasco; y por otro lado quiere mostrar que persigue elevados objetivos humanitarios como salvar y establecer la democracia.

martes, 14 de agosto de 2012

LA VERDADERA UNIDAD

Durante los festejos del 9 de julio, en Tucumán, la presidente Cristina Fernández convocó una vez más a los argentinos a la “unidad nacional”.
Sus dichos causaron –como era de esperar- el repudio de la derecha liberal que le achaca al kirchnerismo el haber recurrido permanentemente a las divisiones y a la confrontación para construir su poder. Su llamado a la concordia y a la unidad entonces –concluye esta gente-, suena a cinismo y a hipocresía.
Y es cierto, este gobierno que cuenta entre sus funcionarios a reconocidos miembros de organizaciones armadas que actuaron en contra de la Nación, y que permanentemente atiza el odio y la venganza, no tiene ninguna autoridad moral para hablar de “unidad nacional”, ni puede hacerlo con sinceridad.
  No hay dudas que sus dichos solo tienen por miras neutralizar los argumentos de la pseudo oposición y mantener la parodia del “patriotismo” con la que encubren sus latrocinios.
Sin embargo, hay en este tema algo mucho mas profundo que lo percibido por los liberales, pues la cuestión de la unidad nacional va más allá de la perversidad de este gobierno e involucra una cuestión existencial.
En efecto, el problema de los argentinos es que no nos hemos congregado en torno a una empresa en común, coherente con nuestro ser nacional, desde la derrota de Caseros.
No ha habido desde entonces, en quienes gobernaron este país –más allá del partido al que pertenezcan- una comprensión de la verdadera identidad de esta Nación, ni una aceptación del destino común al que hemos sido llamados; y esto es gravísimo pues sin esos requisitos no puede haber jamás verdadera unidad nacional. Ya lo decía José Antonio Primo de Rivera, una nación, más allá de las particularidades que la componen, es una “unidad de destino en la universal”.
Ahora bien, para saber quienes somos y cual es nuestra misión tenemos que tener en claro nuestros orígenes. De esta cuestión se ocuparon tempranamente tanto el nacionalismo como el revisionismo histórico; y al respecto no hay dudas de que la Argentina –más allá de los componentes indígenas y de los aportes inmigracionales- proviene de una matriz hispano católica que con sus valores y cosmovisión determinó de una vez y para siempre la esencia de su Ser Nacional.
Por lo tanto, este origen y esta identidad nos comprometen de modo irrenunciable con una misión histórica, cual es la de ser parte activa de la cristiandad hispánica; con personalidad propia y soberana pero con el mismo fin: el de plasmar el mandato evangélico y conformar una sociedad como Dios manda.
La unidad nacional entonces solo se puede construir a partir de la aceptación de nuestros orígenes auténticos, y siendo fieles con esa empresa nacional heredada.
Una prueba de la confusión existente al respecto es el significado que se da en nuestra historia a los hechos de Mayo de 1810, ya que se ha querido ver en dicha fecha los orígenes de nuestra nación, cuando ellos se remontan a más de dos siglos antes.
Inclusive es a partir de entonces –aunque si se quiere aun antes- que nos hemos visto expuestos a un lamentable proceso de disolución nacional; proceso que se frenó momentáneamente cuando llegó al poder el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, hombre grande y providencial, sin el cual nuestra Patria se hubiera desintegrado territorialmente en numeroso estados insignificantes, o directamente habría sido absorbida por los países vecinos.
Luego vinieron los liberales e impusieron una unidad nacional falsa en torno a un proyecto antinacional que se diseñó conforme a los intereses británicos; y que en nuestro país solo beneficio a la oligarquía nativa.
En realidad se trató de la unidad de la oligarquía frente a los restos derrotados de la nación argentina, y de espalda a sus verdaderas tradiciones.
Y así llegamos al actual estado de cosas en donde se ha hecho de la infidelidad a nuestra misión histórica, y de la disolución nacional, un sistema de gobierno. Sistema inicuo que potencia a todos aquellos elementos que atentan contra la Unidad Nacional, a saber: la partidocracia, el indigenismo, la lucha de clases, y el sometimiento al imperialismo internacional del dinero.
De modo pues que todo nuestro devenir político –salvo momentos excepcionales- estuvo dirigido a la disolución espiritual de la nación, al desmembramiento territorial, y a la ruina del patrimonio económico. Por ello, hablar de unidad nacional, sea que lo haga el gobierno o la seudo oposición liberal, cuando se niega y traiciona las notas constitutivas de la nacionalidad es pura perfidia e impostura.

                                                Dr. Edgardo Atilio Moreno

Editorial revista Milo Nº 8

jueves, 9 de agosto de 2012

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 “¡Estamos rodeados!”
“¡No los dejemos escapar!”
Por qué hay que conmemorar la Reconquista y Defensa
de Buenos Aires
Porque a partir del rescate de la auténtica "memoria" y alrededor de ella, debe movilizarse la búsqueda de la "verdadera historia de la Patria".
Porque la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, derrotando al conquistador inglés, constituye el primer hecho histórico y fundacional del nacimiento de la nueva Nación que luego adoptará la identidad de Argentina.
 Porque tamaña epopeya no puede ser ignorada y borrada del alma colectiva, como lo es hoy y desde hace varias décadas, por la acción cómplice de la masonería,  de sus cipayos y de sus sirvientes nativos de turno.
Porque constituye el único punto referencia espiritual y moral de nuestra historia que se explica por sí mismo, sin necesidad de recurrir a argumentaciones adicionales, y sobre el cual se debe  movilizar y llamar a reunión a los mejores argentinos para  "Reconquistar la Patria" del espíritu entregador de los gobiernos de turno, de la impudicia, de la corrupción y de la inmoralidad de los perdularios que están en el poder o aspiran a ocuparlo; de la codicia de los enemigos de la Nación y, también - es justo y necesario decirlo - del olvido, del desinterés y de la indiferencia cómoda de los propios argentinos.
Por estas razones, una vez más - como lo hacemos sistemáticamente todos los años desde 1994- los Centros Cívicos Patrióticos, Patria Argentina y la Red Patriótica, asumimos la iniciativa de recordar y rendir homenaje a dicha Epopeya y a los hombres que encarnaron las gestas de 1806 y 1807, a sus muertos, heridos y combatientes.
Con ello pretendemos, con todos los argentinos que generosamente participen en esta humilde celebración, a unir nuestro homenaje histórico en una única oración de agradecimiento y de ruego a Dios, Nuestro Señor - y Señor de la Historia – y a su Santísima Madre, bajo las advocaciones de la Virgen de Luján, del Rosario de la Reconquista y Defensa, de la Merced y del Carmen, para que ese hecho histórico ejemplar se constituya en punto de referencia y en un jalón que auxilie y guie a los argentinos que aún batallan, a encontrar la unidad y el camino para la restauración de la Verdadera Tradición Histórica-Cultural y Religiosa de la Patria y para una Nueva y Definitiva Reconquista de la Nación Argentina para mayor Gloria de Dios.
Sabemos que las auténticas fuerzas de la tradición y del nacionalismo han sido arrasadas por sus propios errores, su debilidad, la defección de muchos y por las tentaciones populistas o liberales en que muchas veces fueron entrampados y que a nada condujeron.
Sabemos, también, que a ello contribuyeron - en un contexto de tremenda confusión - los vientos triunfantes del modernismo religioso y cultural; las perversas ideas liberales y marxistas; las prácticas disolventes de la masonería; las utopías progresistas, internacionalistas y mundialistas, y los espejismos de la Globalización, del Nuevo Orden y la pretensión de instaurar un Gobierno Mundial. Todas ellas no han sido otra cosa que emanaciones del perverso poder del imperialismo internacional del dinero, real entidad política-económica de alcance mundial, a pesar de que se niegue su existencia.
Por estas razones, nos dirigimos especialmente a aquellos argentinos que aún sobreviven, a los que no están quebrados ni quieren rendirse, a los que se niegan a entregarse, a los que mantienen alto el espíritu de sacrificio y voluntad de lucha, a los que no se venden ni se dejan comprar, y para todos los que son conscientes de que en esta hora aciaga para el mundo y, particularmente para la Patria, a que elevemos juntos nuestra oración.
No obstante los obstáculos, las dificultades, la falta de recursos y el miedo que inspira el “enemigo de Dios y de la humanidad”, es necesario seguir las palabras de San Pablo: “Tomad, por eso, la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar en pie”. Es preciso mantener firme la Fe en que ¡Para Dios nada es imposible! y ¡Quién como Dios!
Esa fue la situación y el sentir que vivió el General Santiago de Liniers, en la noche del 11 de agosto de 1806, cuando clandestinamente se presentó para orar en la  Iglesia del Convento de las Monjas Clarisas (de clausura), oportunidad en la que les pidió que rezaran durante toda la noche por el triunfo de la epopeya que emprendería al día siguiente. Humanamente la expulsión de los ingleses era una empresa imposible, dada la su gran superioridad militar y la no poca complicidad de algunos sectores nativos "resignados" o “colaboracionistas con el conquistador”.  Sólo la ayuda de Dios pudo hacer posible la Victoria.
Desde una perspectiva puramente humana, la ejemplaridad de Santiago de Liniers es el paradigma del hombre, del héroe y del verdadero católico, que necesariamente debe ser reivindicado, desagraviado e imitado, pese a que la masonería lo condenó al olvido eterno.
¡Que somos pocos! ¡Muy pocos! Es cierto.
Que se trata de una "quijotada". También puede ser, pero ya estamos curtidos - después de tantos años - de caminar al borde del ridículo por la causa de Reconquistar la Patria. Pero la diferencia es que hoy somos mucho más débiles que en 1806.
Todo eso es cierto. Además sabemos que ¡Estamos rodeados! pero, a pesar de ello, tenemos la obligación de no “¡Dejarlos escapar!”
Lunes 13 de agosto, 19.15 Hs.
Iglesia San Juan Bautista (Alsina y Piedras)

lunes, 6 de agosto de 2012

NO FALTAR


ACTUALIDAD


EL BATALLÓN ABERRANTE
Por: Guillermo Rojas

Ya en infinidad de ocasiones hemos tratado la temática de la marginalidad y su relación con los gobiernos tributarios del Sistema de Dominación. Al menos aquí en Argentina el denominado marginalismo es el otro yo del Sistema que por vía de la ideología de los derechos humanos y especialmente durante este periodo del kirchnerismo ha llegado a ser uno de los pilares de la ruptura o abolición del sentido común, o sea la marginalidad especialmente moral ha sacado bajo el mismo, libreta de ciudadanía y bill de indemnidad. Resulta algo que no puede ser cuestionado, criticado o su eclosión disparatada y grotesca, no puede ser descalificada de ninguna manera, so capa de ser objeto de la persecución primeramente mediática e  incluso penal. Se la promueve desde el Estado ocupado por gente absolutamente corrompida en las ideas y conductas. Se trata de la creación de un nuevo “sentido  común”, que viene gestándose desde la llegada al poder del alfonsinismo hace tres décadas y hoy ya es aceptado como lo normal y hasta deseable por una enorme masa de personas.
Hace poco el mismo ministro de Educación, que debería ser la salvaguarda de la disciplina escolar avaló, como un triunfo de la democracia la toma de colegios secundarios, en los que hoy nos enteramos, se realizaron todo tipo de desmanes y delitos contra la propiedad. Concretamente el robo de elementos de los establecimientos educativos. Nos anoticiamos por los diarios que pese a los disparatados dichos del mencionado ministro, los alumnos que llevaran adelante esas tomas recibirán 24 amonestaciones, lo que marca la magnitud del dislate y que parece hecho a propósito pues ello reciclará las protestas y los desmanes.
Desde el mismo estado se avala a los aberrosexuales que adoptan criaturas: hoy pudimos ver en dulce montón posando en una foto, kirchneristas y macristas  junto a dos flamantes padres “igualitarios” que adoptaran un bebe. Solo aquellas parejas que han tratado de adoptar un niño saben el calvario de trámites que han tenido que hacer. Lógicamente los invertidos en la “nueva Argentina” son los únicos privilegiados
Digamos que estas son las perlas del Sistema que a diario nos van acostumbrando al reinado desafiante de los degenerados, los delincuentes y a las diversas justificaciones que suelen esgrimir sus promotores gobernantes. Sinceramente hemos llegado a pensar que la perversidad ya había logrado sus máximas expresiones. Pero nos equivocamos.
En efecto hay más. Pocos días atrás saltó a la popularidad un denominado” Vatayon Militante” integrante de la estructura del kirchnerismo cuya noble actividad era promover actos culturales con los presos comunes como protagonistas, lo cual no estaría mal siempre que se hicieran dentro de las cárceles donde esa gente tiene que estar por imperativo de la ley. Pero ya sabemos cualquier cosa vinculada al kirchnerismo es una suerte de ameba viscosa y repugnante cuya finalidad no es otra que la destrucción de la moral, el derecho, la lógica y finalmente, como ya hemos dicho, el sentido común.
Así como estos amorfos nos han acostumbrado a la delincuencia desbocada apodada inseguridad, también nos quieren acostumbrar a que esa delincuencia no debe recibir castigo alguno por que es víctima de la sociedad. Primero lo han verbalizado desde hace añares con personajes como  el ex terrorista Verbitzky o el intragable gordo Arslanian como primeras espadas y hoy gracias a los militantes de La Campora lo llevan a la práctica organizando actos político partidistas disfrazados de culturales donde interviene gente tan connotada como el baterista de Callejeros que quemara viva a su mujer y que se encuentra condenado o el “barra” de River que matara a un rival en un sonado hecho de los tantos protagonizados por esas bandas de desalmados.
 Es la constante en la degradada ideología de los Derechos Humanos: todos los derechos para el marginal, en este caso el delincuente, mientras la víctima no cuenta y la justicia tampoco. Hay que acostumbrar al vulgo de que vivimos en la anarquía, en el mundo del revés. Es el anarco-progresismo
Lo más increíble, lo más indignante, es el aval y la disculpa justificadora de la delincuencia, que por ejemplo la verborragica que habita la Casa Rosada hiciera de la “noble actividad” de los señores barras bravas diciendo en elogio de ellos   
En la cancha colgado de la paraavalancha y con la bandera, nunca mirando el partido, porque (los barras) no miran el partido. Arengan y arengan y arengan, la verdad mi respeto para todos ellos. Porque la verdad que sentir pasión por algo, sentir pasión por un club, es también, ¿sabés qué?, estar vivo”. Lógicamente que las víctimas de estos delincuentes no deben opinar lo mismo, los que estén vivos se entiende.
Y para culminar: La violencia en el fútbol no debe circunscribirse a un grupito, además las cosas más graves no pasan dentro de la cancha, sino afuera”. Deplorable. Ni El Abuelo o Diceo lo hubieran hecho mejor.
Si el sentido común es lo que la gente piensa en  general sobre un tema en particular. Si es un acuerdo natural de las personas sobre que  algo es razonable que se haga. O  una creencia que la gente considera prudente sobre un tema o situación, sin necesidad de que esa información esté comprobada científicamente o que sea parte de un conocimiento esotérico; lo único importante es que la gente lo tenga en común, el sistema lo está trastocando desde hace como mínimo tres décadas. Si es razonable que los delincuentes purguen una condena por sus crímenes, si es lo lógico que un niño tenga un padre y una madre y no dos padres o dos madres, si es lo necesario que en la sociedad haya quienes manden y quienes obedezcan, si lo normal es que se proteja a la víctima y se castigue al victimario, este Régimen opresivo, hoy con la conducción del kirchnerismo (podría ser de cualquier otro grupo porque todos son lo mismo) no lo cree así y milita con su Batallón Aberrante  en favor de la destrucción de ese andamiaje que se suele denominar normalidad.
Para eso se ha descargado sobre la sociedad una gigantesca montaña de excrementos, en la cima de la misma está el kirchnerismo con sus banderas desplegadas a los cuatro vientos como los andinistas  orgullosos de haber hecho cumbre

viernes, 3 de agosto de 2012

LA MATRIZ DEL INDIGENISMO

 Reportaje al Cda. Tincho Sanchez Ance realizado por el Centro Nacionalista de Santiago del Estero


Ernesto Damian Danchez Ance es coordinador del Centro Ayohuma por el Dogma Nacionalista de Beveraggi Allende, ademas es co-fundador de la agrupación nacionalista "La Barbarie". Como estudioso de la lengua quechua estuvo nueve veces en viajes de estudio en Bolivia y el Peru. Por otra parte se desempeña como guía de turismo y excursiones educativas en Tucuman.
En una charla con periodistas de "Milo" respondió un breve cuestionario acerca del por que del indigenismo, la relación de los indígenas con la Iglesia Católica, sus conexiones políticas, la confusión en que han caído algunos y el europeismo de Evo Morales, entre otras cuestiones.
A continuación, la entrevista.

¿Nos podrías explicar que es el indigenismo?
Explicar qué es el Indigenismo, desde una óptica política, no es tarea sencilla, ya que el Indigenismo no es una doctrina, sino un movimiento en el que encontrarás gente de los más variados orígenes y seguramente con distintos intereses.
No hay que confundir tampoco Indigenismo Político con Indigenismo Cultural. Una cosa es el interés intelectual por las culturas indígenas. A los interesados en esos aspectos, que van desde lo artístico a lo idiomático, pasando por lo gastronómico, arquitectónico, etc., les cabe perfectamente el calificativo de indigenistas. Pero generalmente se cae en el error de meter a todos en la misma bolsa, cuando en realidad el interés cultural, no necesariamente tiene porqué, obligadamente, ir de la mano con el Indigenismo Político.
En el caso del Indigenismo Político, las cosas no son “o blanco o negro”. Hay muchísimos matices que no existen en cualquier grupo político con una doctrina o si queremos ser mas contundentes, un dogma.
Se trata de un complejo entramado en el que encontrarás a teóricos como Ramiro Reynaga, quien tiene un profundo rechazo hacia el Marxismo. Y en una posición distinta hay gente como Evo Morales, muy influenciado por la Izquierda. Ambos en Bolivia.
En el Perú te das con los hermanos Humala, hijos del ideólogo indigenista Isaac Humala. Los Humala son ex militares acusados de violación de Derechos Humanos en la época de la guerra contra Sendero Luminoso.
Y en lo que es Argentina, la “indigenista” de moda es Milagro Salas, una oportunista que no sabe qué es la verdadera cultura indígena y que saca muy buenos réditos al ser una activista del Kirchnerismo.
Con estos cuatro escasos ejemplos te das una idea de cuan complejo es entender y explicar qué es el Indigenismo. En realidad, yo lo sintetizo con una sola frase: “existen tantos indigenismos como indigenistas hayan”. Y para complicar aún mas el panorama te diré que muchos de los indigenistas carecen de pureza racial, están muy bien vinculados políticamente y son profesionales universitarios. No cualquier indiecito humilde que trabaja en su minifundio de sol a sol con su yunta de bueyes en el ámbito de una economía de subsistencia, acullicando y hablando como lengua madre el Quechua puede ser indigenista. Los indigenistas son, en muchos casos, gente de un nivel social e intelectual considerable.
Si la aceptación de nuestro origen hispano-católico no implica un rechazo a los valores positivos de las culturas aborígenes, ¿por que entonces el indigenismo es tan virulento en sus ataques a la Iglesia y a la cultura occidental que nos trajeron los españoles?
El odio de la mayoría de los indigenistas hacia el Catolicismo radica en que muchos de ellos tienen una formación ideológica o intelectual de Izquierda o directamente marxista. Que quede bien en claro. El odio al Catolicismo está en los indigenistas. No son los indígenas quienes  rechazan nuestra Religión, ya que éstos son muy creyentes. La mayoría de indios y mestizos son tan católicos como aquellos que van a Misa a cualquier parroquia que vos puedas frecuentar. Seguramente que se trata de un Cristianismo sincretizado y sin conocimiento de la Doctrina. Pero es gente muy creyente, como lo he podido comprobar por ejemplo en la localidad de Písac, a donde he asistido varias veces a la Misa en Quechua.
La gran mayoría de quienes a ella acuden son mestizos o indios. Sea cual fuere las características étnicas de los feligreses, se trata de gente que tiene un bagaje cultural con una notable ascendencia indígena. Se trata del auténtico elemento etnocultural indohispano en el que, en el ámbito familiar y comunitario, no resulta difícil imaginarse que prevalece, en muchos aspectos, lo indígena sobre lo hispano.
Un detalle que me gustaría resaltar. Si bien el indígena y el mestizo, en general gente pobre, no tienen rechazo a la Religión Católica ni al “tata cura”, que aún hoy sigue siendo de gran prestigio en el ámbito comunal, sí tienen rechazo hacia los funcionarios españoles en las colonias, y a los patrones de haciendas. Y los entiendo. Hablando cierta vez con un peruano campesino, mestizo, con un considerable nivel cultural, me decía que era imposible que el campesino del Ande peruano no sintiera rechazo hacia los patrones, descendientes de los blancos de la época colonial, ya que muchos campesinos de edad, llegaron a ver cómo sus abuelos eran castigados a latigazos por el patrón sin ningún tipo de inconvenientes. Inclusive hasta había casos de derecho de pernada. O sea que, el no cumplimiento de las Leyes de Indias por parte de los funcionarios, más el trato inhumano de los españoles hacia el indio, dan lugar a rebeliones como las de Tupaq Amaru II y de Tupaq Katari. Y ya en el siglo XX, el mal trato de los criollos hacia los indios que servían en sus haciendas, y las condiciones de pobreza, dan lugar a la aparición de grupos de Izquierda que, en lugares como el Cusco, siempre tuvieron gran aceptación. Mas ello no significa que la población se haya “ateizado”. Por el contrario. Sus Patrones, el “Taytacha” Temblores y la “Mamacha” del Carmen siguen siendo motivo de veneración, igual que en la época de la colonia. Y me temo que a raíz de esa devoción, los marxistas con discurso indigenista se expresan contra la Iglesia como institución, mas nó contra la devoción religiosa de los pueblos.
¿Por que los grupos marxistas se relacionan con el indigenismo siendo que el marxismo no coincide con las culturas indígenas?
En realidad, yo no creo que el marxismo se relacione con el Indigenismo como el Fascismo puede relacionarse con el Nacional Socialismo o el Peronismo con grupos nacionalistas. Creo que muchos de los denominados indigenistas, antes que indigenistas, son marxistas o bien izquierdistas que conocen lo que son las culturas nativas y tienen su actividad proselitista en esos ámbitos adecuándola a las coyunturas locales. Cuando digo que conocen lo que es la cultura nativa, puede ser no sólo por herencia cultural, sino a través de profundos estudios de Psicología Social, de Antropología, o de cualquier disciplina.
Los marxistas o bien los izquierdistas son muy hábiles para hacer entrismo. Lo hicieron con el Peronismo, que era lo mas antimarxista que podía existir. Lo hicieron en la Iglesia, en la que muchos curas y fieles, si no son marxistas sí son de Izquierda. Lo hicieron en todos los ámbitos. Por ejemplo, el FRIP, germen del PRT – ERP, a comienzos de lo década de 1960, emitía en Santiago del Estero Comunicados en Quichua. No solo eso. Redactaban en un Quichua no necesariamente puro ni estilizado, pero sí, bastante esmerado.
Los marxistas no tienen mayores problemas para intentar penetrar en comunidades que tienen preocupaciones sociales totalmente justificadas. No les fue siempre bien en sus intentos, tal como les sucedió en el Perú, en que varias veces los comuneros los enfrentaron armas en manos, o como en Tucumán, mas precisamente en Santa Lucía, en donde el pueblo empobrecido por el cierre de su ingenio, prácticamente les daba la espalda, y algunas veces delatábalos.
Aún así, recién en los últimos años la Izquierda ha llegado al poder en países con mayoría indígena como Bolivia. Todo ello resultado de las pésimas gestiones de gobierno de gente de raza blanca de tendencia neoliberal.
Daré mi opinión: si los blancos hubieran gobernado con una postura antiimperialista y con sentido de justicia social, hoy, en Bolivia, Evo Morales seguiría siendo un dirigente sindical y nada más. La Izquierda que usa el folklore indígena tiene su apogeo por culpa de los malos gobernantes de raza blanca, blancos que siguen en el poder, ya que el vicepresidente de Evo Morales, García Linera, es blanco. Y hay que decirlo… Evo Morales, mas allá de su raza, de su origen campesino, de los ch’ullus, los sweaters de lana de llama y de la coca, piensa y razona como occidental.
En Santiago del Estero, muchas personas por el simple hecho de conocer algunas palabras en quichua han sido consideradas como miembros de los llamados pueblos originarios; esto nos lleva a preguntarle si todos que se hacen llamar indígenas lo son en realidad.
En 1999, creo que fue en ese año, tuve oportunidad de asistir a una conferencia de Soledad Pereyra en la Universidad Tecnológica de Tucumán. Vino acompañada por el hijo de Jorge Washington Abalos. Soledad Pereyra, quien se hace llamar “Sapallitan” Pereyra, en este país en el que todo está “patas para arriba” es una referente del pueblo supuestamente tonocoté de Santiago. Si vos observas sus rasgos faciales es una mujer netamente criolla. Recuerdo que habló tantas incoherencias, mezclando cosas de la cultura andina con la chaco santiagueña, que le doy la razón a Jorge Alderetes, de la Asociación de Investigadores en Lengua Quichua, quien dice: “Cuando a Solita Pereyra le preguntan acerca de las creencias religiosas de su pueblo, hace una gran ensalada con términos quechuas:  “la Madre Tierra ... nos permite dejar nuestra huella sobre la faz del “Kai Pacha“ (este mundo), y nos recibe cuando nos vamos, al “Úray Pacha”, abajo, para renacer después y subir y trascender nuestro ”Uqurunanchys” que es nuestro yo, nuestro espíritu, al “Anaj Pacha””. No sólo los conceptos son ajenos a la región, sino también frases como “uku runa”. Para completar la ensalada, incluye a la Pachamama andina, el Taniku (un dios prehispánico de Salavina), y a la Mayup Maman (una mujer rubia con cola de pez semejante a las sirenas de la mitología europea)”.
Si analizamos el tema identitario desde lo idiomático, he de decirte que se puede hablar en Quichua, pero eso no significa, ni por cerca, ser indígena. Del mismo modo que, por el solo hecho de hablar en Castellano, nosotros no podemos decir que somos españoles.
Además, el Quichua a Santiago del Estero, recién ingresa con la llegada de los españoles, quienes catequizaron precisamente en Quichua a los nativos de la región. Quienes impusieron el Quichua en lo que hoy es Santiago fueron los sacerdotes católicos. Veo dificultoso que hayan sido los Incas, ya que no tenemos demasiados motivos para pensar en un efectivo dominio político ni militar incaico en lo que hoy es Santiago, muy a diferencia de lo que es el resto del Noroeste Argentino.
No conozco Santiago del Estero a fondo. Pero por los muchos contactos que tuve con quichuahablantes de tu provincia, o sea los shalacos, puedo decirte que se trata de mestizos y criollos. No puedo, bajo ninguna circunstancia, decir que los quichuahablantes de Santiago, sean decididamente indígenas. Es mas…tengo entendido que muchos quichuabablantes en Santiago son de origen árabe. Todo lo contrario sucede con los quechuahablantes de Bolivia y Perú, que tienen, por lo general los que radican en zonas rurales, una pureza racial mucho mas definida. Inclusive en esos países hay aun quechuahablantes monolingües, lo que realmente dudo que suceda hoy por hoy en Santiago.
¿Que relación tienen con el gobierno estos grupos, y que buscan?
Hay indigenistas que están a la diestra del poder, como ser Milagros Salas. Su relación con el Kirchnerismo es harto divulgada, de modo que hablar al respecto sería redundante. Te citaré un dirigente menos conocido: Eduardo Nieva, “cacique” de la comunidad pretendidamente indígena de Amaicha del Valle quien, personalmente, admite estar relacionado con Jorge Taiana.
Contestar tu pregunta sobre cuales son sus objetivos, tampoco es fácil porque te vas a encontrar con los mas variados tipos de intereses. Sin embargo, lo que más me preocupa, es el espíritu separatista, secesionista y balcanizador de muchos grupos de pretendidos indígenas como los autodenominados mapuches. Una verdadera amenaza para la integridad territorial de los estado de Argentina y Chile.
http://nacsgo.blogspot.com.ar/2012/08/la-matriz-del-indigenismo.html