Santiago del Estero, 08
de Abril de 2014.-
A la Señora Directora
Del Nivel Primario del Colegio San José
Lic. Lina Russe de Dip
SU DESPACHO
De mi mayor consideración:
“Islas Malvinas, tan lejos están…”
Comienzo con
esta frase de mi autoría, por cuanto no puedo aún sacar de mi recuerdo de
infancia, el inconfundible e interminable sonido de sirena del Diario El
Liberal en aquella mañana gloriosa de un 02 de Abril de 1982. La noticia de la
recuperación de las Islas Malvinas paralizó a todo el mundo. Desde aquel
momento, nunca un hecho de esa trascendencia, llevo al pueblo argentino a volcarse
espontáneamente a las calles festejando y legitimando en carne propia, su
aprobación masiva a la reivindicación soberana de nuestras islas.
Inducido por
una ideología progresista, que busca inculcar en la ciudadanía argentina el
rechazo masivo a la Guerra de Malvinas, siendo el pueblo que la apoyo desde un
comienzo, es harto suficiente en mi formación ciudadana y por sobre todo
patriótica y nacionalista, que la Gesta del 02 de Abril (que llevo luego a una
conflagración bélica de casi 45 días desde el 1º de Mayo hasta llegar a la
rendición de nuestras tropas un 14 de Junio de 1982), debe ser recordada
siempre con orgullo y dignidad, por cuanto la sangre derramada por nuestros
soldados, tanto oficiales y suboficiales profesionales como soldados conscriptos
(llamados despectivamente “Chicos de la Guerra”), merecen aunque sea, el
reconocimiento de la victoria moral de
un pueblo agradecido por su máximo sacrificio,. Esto nunca se logrará si
mostramos con figuras de siluetas humanas acurrucadas, desmoralizadas, donde
nuestros pequeños ven a nuestros combatientes en soledad y tristes (ver
fotocopia que se adjunta a la presente). ¡Esa es la imagen de soldado, que este
Gobierno Nacional quiere que quede en la retina de todas las generaciones
futuras!. Si pasaron penurias, que las hubo, es porque así lo exigieron las
circunstancias. Y nuestros soldados, supieron sobreponerse por amor al deber
reclamado.
Hubiese deseado
que también este la imagen del Capitán de Fragata Pedro Giachino (primer caído
en combate) quien con su valerosa actitud, se entrego a la metralla inglesa
para tomar la casa del Gobernador de las Islas. O también del Teniente Roberto
Estevez, que con dos balazos en su cuerpo sostenía una posición en Goose
Green-Darwin hasta que un tercer tiro dio fin su heroico sacrificio.
Pero, para las
Educación Nacional, es preferible que se promulgue el derrotismo y miserias
humanas propia de cualquier conflicto bélico (no exclusivo de Malvinas) antes
que sobresaltar el verdadero fin de este conflicto que es la defensa de nuestra
Soberanía Nacional, que tras más de 150 años de reclamos diplomáticos desde
1833, nuestro país quiso dar una vuelta de timón al conflicto, siendo la
recuperación de las Islas un claro signo de defensa territorial. La torpeza
diplomática y el atroz grado de improvisación de nuestras fuerzas Armadas para
sostener un guerra, nos llevó más allá de los destellantes actos de heroísmo
de nuestras fuerzas, a una humillante
capitulación. Sin embargo, son los actos de arrojo y de entrega por la defensa
de la Patria, de su territorio, de sus costumbres y religión, de su historia granjeada
en el tronar de los cañones de Suipacha, Tucumán, Salta, San Lorenzo, Vuelta de
Obligado y tantos otras batallas que llevaron a la conformación de la identidad
de la Nación Argentina; destacándose la figuras como Belgrano, San Martín o
Juan Manuel de Rosas entre otras, quienes supieron trasmitir la lucha, el orgullo
y el deber de ser argentino al enfrentarse al enemigo extranjero.
No Señora
Directora. No es así como se tiene que recordar a los soldados de Malvinas,
tristes y abandonados. Si quiso Dios que sufrieran, es porque ante todo son
Cristianos, y no hay Cristo sin Cruz, y del testimonio de ellos debemos como
ciudadanos, forjar nuestra templanza nacional, siendo este un hermoso
sentimiento de unión y de lucha, por los 649 soldados caídos en las gélidas
aguas y/o montes de las islas, y que en la diestra de nuestro Señor Jesucristo,
nos siguen guiando para que esta batalla al final la ganemos con honor y
gloria.
Si caemos en la
confusión de políticas educativas que desmerecen el sacrificio humano, que no
elevan la lucha justificada por un Derecho Soberano que aún subsiste, y que solo
apunta a resaltar la miserias humanas como un escándalo y de ello una política
de Estado, entonces somos cipayos o desmerecedores de la autentica victoria
alcanzada no por las armas, sino por el ejemplo de los combatieron en el
Atlántico Sur, al igual que los Patricios en la Reconquista de 1807, o el
Guacho en la defensa del Alto Perú o del Granadero en Chacabuco o Maipú.
“Islas
Malvinas, tan lejos están…”, no es una frase al azar. Más bien es el imaginario
colectivo que las políticas gubernamentales, con un falso eslogan “Malvinas son
Argentinas” quieren la recuperación de la soberanía pero con la culpa o la
desgracia de una “aventura bélica”, y no como fue, una Gesta Heroica, de sacrificio personal, de pelear contra todas
las injusticas propias de una guerra, pero con la templanza de un soldado de
Dios y de la Patria.
La “Verdadera
Memoria”, les cabe solo a ellos.
C.P.N.
Enrique F. Marañón
DNI:
24.578.626
3 comentarios:
¡Qué lástima!
Mezclar tan puros y válidos conceptos de verdadero patriotismo, que compartimos todos los argentinos bien nacidos, con absurdas y tontas justificaciones por la ineptitud de nuestras FFAA.
Éstas sólo sabían desempeñarse como "guardia pretoriana"; no sabían defender la Patria, que es en definitiva su finalidad.
No hay verdades tan absolutas que involucren, con justicia, a todo los hombres por igual, cuando hablamos de una Institución.
Y en las FFAA, había (...y en aquellos momentos!) Patriotas de la talla de un Seineldían, valiente, sincero, noble y superior, por donde lo miremos; y un Galtieri, por ejemplo, que no sólo carecía de todas esas virtudes, sino que ostentaba defectos que no lo hacía merecedor del uniforme de la Patria; ¡Ni por asomo!
A ambos, y por distintas circunstancias, obviamente, los conocí personalmente.
Creo que hay que separar "la paja del trigo", para ayudar, verdaderamente, a la CAUSA MALVINAS.
Ah!...y hay que sacarse la sotana... también.
Disculpame. Te decis y te desdecis.No niego que lasFFAA fueron usadas como policia regional, pero es una absoluta injusticia generalizar y decir que eran ineptas. Seineldin era comando y los comandos lucharon bravamente, como los pilotos que fueran elogiados hasta por el ministro de defensa ingles en pleno conflicto por su "destreza y bravura".por un lado generalizas y al final pedis separar la paja del trigo...en que quedamos...Ademas ver las cosas con criterio religioso no es tener puesta ninguna sotana, es simplemente tener fe, yo te respeto a vos si no la tenes,es cuestión tuya, respeta al que la tiene.
Mi amigo y camarada, el contador Marañon, escribió esta carta luego de presenciar el lastimoso acto del dos de abril, que se llevó a cabo en el colegio al que concurren sus hijos. Indignado habló con la directora y le entrego la carta. Mas allá de lo que pueda o no incidir esta carta en una mente ganada por el progresismo (como bien dice él) creo que gestos como este deben ser la respuesta mínima a cada acto que tergiverse la Gesta o que implique derrotismo y autodenigracion.
Atilio
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