sábado, 12 de abril de 2014

CARTA SOBRE LA DESMALVINIZACION



Santiago del Estero, 08 de Abril de 2014.-

A la Señora Directora
Del Nivel Primario del Colegio San José
Lic. Lina Russe de Dip
SU DESPACHO

De mi mayor consideración:

“Islas Malvinas, tan lejos están…”

Comienzo con esta frase de mi autoría, por cuanto no puedo aún sacar de mi recuerdo de infancia, el inconfundible e interminable sonido de sirena del Diario El Liberal en aquella mañana gloriosa de un 02 de Abril de 1982. La noticia de la recuperación de las Islas Malvinas paralizó a todo el mundo. Desde aquel momento, nunca un hecho de esa trascendencia, llevo al pueblo argentino a volcarse espontáneamente a las calles festejando y legitimando en carne propia, su aprobación masiva a la reivindicación soberana de nuestras islas.
Inducido por una ideología progresista, que busca inculcar en la ciudadanía argentina el rechazo masivo a la Guerra de Malvinas, siendo el pueblo que la apoyo desde un comienzo, es harto suficiente en mi formación ciudadana y por sobre todo patriótica y nacionalista, que la Gesta del 02 de Abril (que llevo luego a una conflagración bélica de casi 45 días desde el 1º de Mayo hasta llegar a la rendición de nuestras tropas un 14 de Junio de 1982), debe ser recordada siempre con orgullo y dignidad, por cuanto la sangre derramada por nuestros soldados, tanto oficiales y suboficiales profesionales como soldados conscriptos (llamados despectivamente “Chicos de la Guerra”), merecen aunque sea, el reconocimiento  de la victoria moral de un pueblo agradecido por su máximo sacrificio,. Esto nunca se logrará si mostramos con figuras de siluetas humanas acurrucadas, desmoralizadas, donde nuestros pequeños ven a nuestros combatientes en soledad y tristes (ver fotocopia que se adjunta a la presente). ¡Esa es la imagen de soldado, que este Gobierno Nacional quiere que quede en la retina de todas las generaciones futuras!. Si pasaron penurias, que las hubo, es porque así lo exigieron las circunstancias. Y nuestros soldados, supieron sobreponerse por amor al deber reclamado.
Hubiese deseado que también este la imagen del Capitán de Fragata Pedro Giachino (primer caído en combate) quien con su valerosa actitud, se entrego a la metralla inglesa para tomar la casa del Gobernador de las Islas. O también del Teniente Roberto Estevez, que con dos balazos en su cuerpo sostenía una posición en Goose Green-Darwin hasta que un tercer tiro dio fin su heroico sacrificio.
Pero, para las Educación Nacional, es preferible que se promulgue el derrotismo y miserias humanas propia de cualquier conflicto bélico (no exclusivo de Malvinas) antes que sobresaltar el verdadero fin de este conflicto que es la defensa de nuestra Soberanía Nacional, que tras más de 150 años de reclamos diplomáticos desde 1833, nuestro país quiso dar una vuelta de timón al conflicto, siendo la recuperación de las Islas un claro signo de defensa territorial. La torpeza diplomática y el atroz grado de improvisación de nuestras fuerzas Armadas para sostener un guerra, nos llevó más allá de los destellantes actos de heroísmo de  nuestras fuerzas, a una humillante capitulación. Sin embargo, son los actos de arrojo y de entrega por la defensa de la Patria, de su territorio, de sus costumbres y religión, de su historia granjeada en el tronar de los cañones de Suipacha, Tucumán, Salta, San Lorenzo, Vuelta de Obligado y tantos otras batallas que llevaron a la conformación de la identidad de la Nación Argentina; destacándose la figuras como Belgrano, San Martín o Juan Manuel de Rosas entre otras, quienes supieron trasmitir la lucha, el orgullo y el deber de ser argentino al enfrentarse al enemigo extranjero.
No Señora Directora. No es así como se tiene que recordar a los soldados de Malvinas, tristes y abandonados. Si quiso Dios que sufrieran, es porque ante todo son Cristianos, y no hay Cristo sin Cruz, y del testimonio de ellos debemos como ciudadanos, forjar nuestra templanza nacional, siendo este un hermoso sentimiento de unión y de lucha, por los 649 soldados caídos en las gélidas aguas y/o montes de las islas, y que en la diestra de nuestro Señor Jesucristo, nos siguen guiando para que esta batalla al final la ganemos con honor y gloria. 
Si caemos en la confusión de políticas educativas que desmerecen el sacrificio humano, que no elevan la lucha justificada por un Derecho Soberano que aún subsiste, y que solo apunta a resaltar la miserias humanas como un escándalo y de ello una política de Estado, entonces somos cipayos o desmerecedores de la autentica victoria alcanzada no por las armas, sino por el ejemplo de los combatieron en el Atlántico Sur, al igual que los Patricios en la Reconquista de 1807, o el Guacho en la defensa del Alto Perú o del Granadero en Chacabuco o Maipú.
“Islas Malvinas, tan lejos están…”, no es una frase al azar. Más bien es el imaginario colectivo que las políticas gubernamentales, con un falso eslogan “Malvinas son Argentinas” quieren la recuperación de la soberanía pero con la culpa o la desgracia de una “aventura bélica”, y no como fue, una Gesta Heroica, de sacrificio personal, de pelear contra todas las injusticas propias de una guerra, pero con la templanza de un soldado de Dios y de la Patria.
La “Verdadera Memoria”, les cabe solo a ellos.





C.P.N. Enrique F. Marañón
DNI: 24.578.626


3 comentarios:

hugo1 dijo...

¡Qué lástima!
Mezclar tan puros y válidos conceptos de verdadero patriotismo, que compartimos todos los argentinos bien nacidos, con absurdas y tontas justificaciones por la ineptitud de nuestras FFAA.
Éstas sólo sabían desempeñarse como "guardia pretoriana"; no sabían defender la Patria, que es en definitiva su finalidad.
No hay verdades tan absolutas que involucren, con justicia, a todo los hombres por igual, cuando hablamos de una Institución.
Y en las FFAA, había (...y en aquellos momentos!) Patriotas de la talla de un Seineldían, valiente, sincero, noble y superior, por donde lo miremos; y un Galtieri, por ejemplo, que no sólo carecía de todas esas virtudes, sino que ostentaba defectos que no lo hacía merecedor del uniforme de la Patria; ¡Ni por asomo!
A ambos, y por distintas circunstancias, obviamente, los conocí personalmente.
Creo que hay que separar "la paja del trigo", para ayudar, verdaderamente, a la CAUSA MALVINAS.
Ah!...y hay que sacarse la sotana... también.

Red Patriotica Argentina dijo...

Disculpame. Te decis y te desdecis.No niego que lasFFAA fueron usadas como policia regional, pero es una absoluta injusticia generalizar y decir que eran ineptas. Seineldin era comando y los comandos lucharon bravamente, como los pilotos que fueran elogiados hasta por el ministro de defensa ingles en pleno conflicto por su "destreza y bravura".por un lado generalizas y al final pedis separar la paja del trigo...en que quedamos...Ademas ver las cosas con criterio religioso no es tener puesta ninguna sotana, es simplemente tener fe, yo te respeto a vos si no la tenes,es cuestión tuya, respeta al que la tiene.

Anónimo dijo...

Mi amigo y camarada, el contador Marañon, escribió esta carta luego de presenciar el lastimoso acto del dos de abril, que se llevó a cabo en el colegio al que concurren sus hijos. Indignado habló con la directora y le entrego la carta. Mas allá de lo que pueda o no incidir esta carta en una mente ganada por el progresismo (como bien dice él) creo que gestos como este deben ser la respuesta mínima a cada acto que tergiverse la Gesta o que implique derrotismo y autodenigracion.
Atilio