
 
 Ya en otras entradas de éste blog hemos enunciado nuestra opinión en relación al gobernnte  Ruso y a su real inclinación política diciendo que la misma tiene elementos positivos y otros francamente contradictorios. Dada la polémica que se ha instalado, preferimos guiarnos al respecto por aquellos que conocen el tema, despegandonos tanto de un excesivo e inocente  optimismo , que ve en Putin un restaurador de la Cristiandad, como de aquellos que con razonamiento anacrónico siguen pensando que se trata de un comunista encubierto basándose en general en el pasado del personaje y en conjeturas y deducciones propias. Dejamos bien en claro, que creemos que esta polémica solamente pretende dejar al pensamiento político nacionalista anclado en el mero anticomunismo, funcional a la derecha que estratégicamente sigue una linea pro EEUU. Subimos este articulo por que está escrito por alguien que vive actualmente y desde hace décadas en Rusia y tiene un conocimiento de primera mano sobre el tema. Dado que en anteriores entradas sobre el tópico que nos ocupa, se han posteado opiniones carentes de argumentos y en ciertos casos ofensivas e insultantes ponemos en conocimiento de los lectores que en tanto las que se viertan en el futuro no tengan argumentaciones concreta y solo se basen en descalificaciones y obsesiones de los opinantes, no serán publicadas.
ECLIPSE DE LA RAZÓN "K"
 Respuesta a Nicolás Kasanzew
He recibido de mis compatriotas de Argentina el artículo de Nicolás Kasanzew 
“Un eclipse de razón”,
 donde el autor trata de descalificar la opinión del padre Alfredo 
Sáenz, apelando a métodos que lindan con la ofensa personal. Lo he 
comentado en el blog de 
Que no te lo cuenten. Más tarde vi el 
video de la conferencia donde Kasanzew vuelve al ataque contra el padre Sáenz utilizando 
slogans
 panfletarios en lugar de argumentos e incluso esgrimiendo datos 
totalmente falsos como los que describiré más abajo. Por esto he 
decidido darle forma de artículo a mis comentarios. Este tema comienza a
 preocuparme porque veo que mucha gente de la comunidad rusa en 
Argentina no responde a semejante atropello a la historia y a los buenos
 modales. Y más aún, 
me deja totalmente perplejo el 
hecho de que el señor Nicolás Kasanzew sea aceptado como profesor de 
historia rusa en el colegio Ruso Scout de Olivos, al que yo he 
concurrido en mi niñez en Buenos Aires. ¿Acaso los padres de los alumnos
 están de acuerdo con que una persona que no conoce la realidad rusa 
contamine las mentes de sus hijos con fantasías e ideas completamente 
subjetivas, simplistas y superficiales?
 
Soy argentino, al igual que Kasanzew, y descendiente de rusos blancos. A diferencia de él, sin embargo, vivo en Rusia ya hace 25 años y sé lo que ocurre en este país.
Vaya aquí, entones, la lista de algunas “inexactitudes” -quiero creer involuntarias- que hallo en su relato:
1) DIOS
Afirma Kasanzew que en Rusia está prohibido escribir la palabra Dios con mayúscula; lo cual 
no es cierto. Todo lo contrario; bastaría con “googlear” la traducción de esta cita para darse cuenta de ello: (cfr. 
http://www.gramota.ru/forum/klass/109512/).
 
2) SÍMBOLOS SOVIÉTICOS
Personalmente no me gustan la hoz y el 
martillo, ni la estrella roja, pero es forzoso reconocer que bajo estos 
símbolos el pueblo ruso venció en la guerra más grande que conoció la 
historia de la humanidad. No había otros símbolos. La estrella roja 
estaba en los uniformes, en las banderas y estandartes, en los 
documentos y las condecoraciones. ¿Debemos ahora tirar todo a la basura?
 En este aspecto de los símbolos, Kasanzew omite decir que en la nueva 
Rusia de Putin ha sido confirmada por ley federal como bandera nacional 
la tricolor (blanca, azul y roja) y el escudo oficial es el águila 
bicéfala, que habían sido propuestos por un decreto de Yeltsin en 1991. 
También ha sido cambiado el himno instrumental de la época de Yeltsin 
por la melodía tradicional de la época soviética, pero agregada la letra de Sergey Mijalkov,
 en cuyo texto se habla de Dios, de la Rusia Santa, de la unión de los 
pueblos y la tradición. A su vez, el texto no hace referencia a ninguno 
de los clásicos principios soviéticos, comunistas y marxistas. Cabe 
destacar que la melodía del himno fue compuesta, durante la etapa 
soviética, por un profeso cristiano, Alexander Alexandrov, quien fuera 
director del coro de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú.
Con escarapelas de estas cintas los rusos festejan el día de la Victoria todos los 9 de mayo.
La hoz y el martillo en el logotipo 
comercial de Aeroflot prácticamente no se ven por su escaso tamaño. 
Además, a partir del 2010, la bandera tricolor rusa es la principal 
imagen del emblema nuevo de la empresa. Decir que Putin está rehabilitando la hoz y el martillo es afirmar una falsedad. 
3) IGLESIA ORTODOXA 
Después de la caída del régimen soviético
 muchas organizaciones no tenían cómo mantenerse, pues durante décadas 
habían sido solventadas por el Estado. En razón de esto, el gobierno de 
Yeltsin comenzó a conceder licencias comerciales para que muchas de 
ellas pudieran encontrar una manera de autofinanciarse. La Sociedad de 
combatientes en Afganistán, el Gremio de Deportistas y la Iglesia 
Ortodoxa recibieron licencias para la importación de alcohol y tabaco. 
Con Putin en el poder estas licencias fueron anuladas. 
Afirmar 
que el obispo Cirilo recibió preferencias por haber sido agente de la 
KGB, es falso, porque no hay ninguna prueba de esto[1]. 
4) ECONOMÍA
A partir del gobierno de Putin, en lugar 
de importar granos Rusia se ha convertido en gran exportadora de los 
mismos. En ella se radicaron todas las automotrices más importantes: 
Renault en Moscú y Samara, Volvo y Volkswagen en Kaluga, Kía y BMW en 
Kaliningrado, Toyota y Ford en San Petersburgo, etc. Se creó un marco 
legal para la hipoteca y los créditos. Se establecieron bancos 
extranjeros. La construcción de viviendas crece. Decir que el pueblo sigue viviendo en la pobreza soviética es faltar a la verdad. La economía rusa está inserta en la economía mundial.
5) SAN VLADIMIRO
Es verdad que San Vladimiro vivió y murió
 (1015) antes del cisma entre Roma y Bizancio. Sin embargo, olvida 
Nicolás Kasanzew que comenzó a ser venerado y fue canonizado mucho más 
tarde, primero en Oriente (1263) y luego en Occidente. Basilio -con este
 nombre fue bautizado Vladimiro- no fue beatificado en vida, ni al 
momento de su muerte. Por tanto, 
tiene razón el Padre Sáenz. Es incomprensible la irritación de Kasanzew (puede confrontarse esto aquí: 
http://www.preguntasantoral.es/2012/07/san-vladimir-de-kiev/).
 
6) PUTIN, ¿SOLO PALABRAS?
La alocución más importante de Vladimir 
Putin es la de 2008 en Munich, cuando denunció en la cara a los jerarcas
 de Occidente la 
injusticia de un mundo unipolar (ver aquí: 
https://www.youtube.com/watch?v=ZlY5aZfOgPA).
 Puso sobre aviso a todos y después vinieron los hechos concretos: la 
defensa de Osetia del Sur y Abjazia ante la invasión Georgiana, el 
plebiscito y reunificación en Crimea, la creación de un proceso de paz 
en la guerra civil de Ucrania y la intervención de la aviación rusa en 
el conflicto en Siria bombardeando al ejército del ISIS. Respecto de 
esto último, los aviones rusos tienen base y centro de comando en la 
ciudad de Latakia, Siria, y no están comandados desde Israel, como dice 
Kasanzew. Basta con ver el informe de más de cien periodistas que han 
visitado esta base hace pocos días atrás (aquí 
https://www.youtube.com/watch?v=s_KWsdRzk2c).
 Ahora, con los atentados de París, el resto de los líderes mundiales se
 acoplarán con hechos a lo que Putin ya estaba haciendo desde hace 
tiempo. 
Hechos contra el ISIS, no palabras como Obama. 
7) PUTIN SOVIETIZA A RUSIA
Totalmente falso. Si hay un pueblo que 
conoce en carne propia lo que es un régimen comunista, ese es el pueblo 
ruso. El proyecto soviético de exportación ideológica ha terminado hace 
ya más de un cuarto de siglo, pero esto no quiere decir que Rusia no 
pueda tener su propia política exterior. 
Putin habla claro dentro y fuera de Rusia.
 Putin dio la orden de revisar si lo de 1917 fue una revolución o un 
golpe de estado, encomendando a jóvenes historiadores una evaluación 
profunda, profesional y objetiva. Putin reconoció la existencia de 
páginas sangrientas en la historia que todos los rusos deben conocer. 
(ver aquí: 
http://www.mk.ru/politics/2014/11/05/putin-revolyucii-1917-goda-nuzhno-dat-glubokuyu-obektivnuyu-professionalnuyu-ocenku.html). 
Putin ha abolido los festejos y el feriado del aniversario de la Revolución de Octubre. Las obras de Solyenitsyn son parte del programa obligatorio en las escuelas.
 Cada alumno debe saber lo que fue el Archipiélago de Gulag. Rusia 
vuelve a medir su grandeza a partir de sus diez siglos de historia 
cristiana y no sólo a partir de 1917, como era antes. Justamente por 
esto Putin es tan popular en Rusia y es visto por los pueblos de otros 
países como un pilar de los valores morales tradicionales. Putin hace 
mucho más de lo que habla. No necesita hacer demagogia. 
Sus 
opositores dentro y fuera de Rusia no tienen argumentos para oponerle y 
no les queda más que enrostrarle su pasado en la KGB y acusar al 
patriarca Cirilo de ser su agente. No hacen más que hacer 
ruido. Mientras tanto se siguen construyendo iglesias en Rusia, a pesar 
de que a algunos rusos autoexiliados en el exterior esto no les guste. 
Rusia es un país abierto y 
ya no necesitamos de sovietólogos para conocerlo.
 Ciudadanos de países como Chile, Brasil, Argentina, Venezuela o Turquía
 no necesitan visado para visitar Rusia e igualmente los rusos pueden 
viajar libremente a estos países. 
Kasanzew sigue repitiendo slogans de antaño,
 que ya no valen, pues Rusia ha cambiado. No es un país ideal, ya que 
hay mucho que hacer todavía para sacarse de encima el legado de la 
oligarquía soviética.
 
8) POR SUS FRUTOS LOS RECONOCERÉIS
Es justamente de lo que 
habla el padre Alfredo Sáenz, de los frutos de la nueva sociedad rusa. 
Hasta qué punto Putin es 100% cristiano o no, lo sabe su conciencia y 
Dios. 
Sólo podemos ver lo que ha hecho y lo que está 
haciendo para conciliar las diferencias en el mundo y en la sociedad 
rusa. Putin recibió como legado un país derrotado en la Guerra Fría, un 
pueblo con aversión a las promesas políticas, con 
odio a la ideología bolchevique,
 una sociedad prácticamente sin memoria histórica, un ejército no 
vencido pero en retirada desde Afganistán, una nación con millones de 
rusos viviendo fuera de las fronteras de la Federación Rusa. Con mucha 
delicadeza e inteligencia, paso a paso, a través de los años Putin ha 
rescatado desde la historia milenaria de Rusia los hechos más 
trascendentes para fomentar el orgullo nacional en las generaciones 
jóvenes. La reconstrucción de la Iglesia Ortodoxa es parte de este 
proceso. Al mismo tiempo, Putin reconoce los logros sociales de la época
 soviética. Y lo hace con el símbolo de la orden de San Jorge, como he 
dicho más arriba en este artículo
[2].
 Lo hace con la Olimpíada invernal en Sochi. Lo hace abriendo Rusia al 
mundo, radicando empresas extranjeras, ofreciendo mercados, trabajo, 
etc.
 
Con Putin como viceintendente en 
Leningrado, a principios de los noventa, la capital de la Rusia 
Cristiana retomó su nombre histórico: San Petersburgo, a pesar de la 
resistencia de algunos ideólogos demócratas.
Putin habla de un mundo ruso, tal como 
existe un mundo de habla hispana, un mundo de habla inglesa. Existen 
rusos y descendientes de rusos en todas partes del mundo que debieron 
abandonar Rusia o la Unión Soviética a causa de las revoluciones, los 
disturbios y las guerras. La Rusia de Putin nos da la oportunidad a 
todos, cualquiera sea el bando del que venimos, de hacer las paces y 
disfrutar de su cultura y ciencias sin barreras políticas. Claro que 
cuando esto ocurra en mayor medida, periodistas como Kasanzew se 
quedarán sin letra y sin público.
9) ¿POR QUÉ PUTIN ES POPULAR EN OCCIDENTE? 
Putin no es ni quiere ser un restaurador cristiano.
 Putin simplemente es sólo un feligrés más de la Iglesia Católica 
Apostólica del culto Ortodoxo oriental, como millones de rusos. Supongo 
que no debe tener grandes diferencias de credo con sus hermanos 
cristianos de la Iglesia Católica Apostólica Romana (la palabra rusa ‘sobornaia’ se traduce como ‘católica’).
Sólo un ejemplo. No sé si está bien o 
está mal, pero en Rusia no está legalizado el matrimonio gay, no se 
realizan las marchas del “orgullo gay”, y hay una ley que prohíbe la 
propaganda homosexual en zonas donde concurren menores de edad. La homosexualidad en la Unión Soviética era un delito, en la Rusia actual ya no lo es.
 La pedofilia es un delito. Si estas normas sociales son apreciadas por 
feligreses de otros países, no quiere decir que Putin sea un nuevo 
líder, sólo significa que estamos descubriendo que ser ortodoxo en los 
principios puede ser una ventaja también en cuestiones políticas.
10) PUTIN Y LA FAMILIA IMPERIAL ROMANOV
Bajo la iniciativa de Putin, próximamente
 se dará sepultura con honores al resto de los integrantes de la familia
 del Zar Nicolás II. Se trata de su hijo Alexey y de su hija María, 
cuyos restos fueron descubiertos en 2007. Se están haciendo las pericias
 correspondientes cotejando con el ADN de los restos del Zar Alejandro 
III, precisamente para que la Iglesia Ortodoxa reconozca que todos los 
restos descubiertos pertenecen a la familia real (cfr. aquí: 
http://www.gazeta.ru/science/2015/10/26_a_7845851.shtml).
 
Cabe destacar que el zar Nicolás II y su 
familia fueron canonizados como santos de la Iglesia Ortodoxa recién en 
el año 2000, a pesar de que el informe del Santo Sínodo fue aprobado 
mucho antes, en 1996. ¿Por qué? Sólo después del retiro de Yeltsin en 
1999 y con Putin como presidente electo, la Familia Real fue canonizada.
 Fue en el mes de agosto del año 2000, cuando Putin había ejercido tan 
sólo tres meses de gobierno. Es evidente que Putin estaba a favor y pudo
 torcer la voluntad de los que estaban en contra de la canonización.
Por otra parte, en estos días se está 
llevando a cabo un plebiscito popular vía internet, en Moscú, para 
eliminar el nombre de uno de los asesinos materiales de la Familia Real,
 un tal Voikov, de la estación de metro Voikovskaya. Hay una tendencia de retirar nombres de héroes comunistas de plazas y calles. ¿Es esto, acaso, la bolchevización de la Rusia actual?
El 4 de junio era una fecha patriótica 
que se celebraba en la Rusia Imperial de los Romanov en conmemoración a 
la reconquista de Moscú ocupada por los polacos en el siglo XVII. 
Justamente, después de esta reconquista, llegó al poder en Rusia la 
dinastía Romanov (1612). La fecha era coincidente con la conmemoración 
religiosa del ícono De la Madre de Dios de la ciudad de Vladimir (3 de 
junio). Por supuesto, ambas festividades fueron anuladas y prohibidas 
por los bolcheviques ipso facto en 1917. Cuando Putin y su 
equipo de diputados leales, dejaron sin efecto el feriado y las 
festividades de la revolución bolchevique de octubre de 1917, que se 
festejaba todos los 7 de noviembre, casi automáticamente crearon un 
nuevo feriado para el día 4 de noviembre, Día de la Paz y el Acuerdo 
Nacional, en conmemoración a la reconquista de Moscú de 1612. Putin anuló un feriado socialista y puso un feriado de raíces nacionales. Y tuvo, por supuesto, el apoyo de la Iglesia. ¿Kasanzew no lo registró? Solzhenitsyn seguro que sí.
11) EL ABORTO EN RUSIA
Putin, en 2013, promulgó una ley que 
prohíbe la publicidad del aborto y obliga a una semana de silencio, para
 que la mujer tenga la oportunidad de arrepentirse. (ver aquí: 
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13221055). Ni Gorbachov ni Yeltsin hicieron algo al respecto.
 
Recordemos que el aborto fue legalizado por Lenin, pero prohibido por Stalin después de la guerra, por varios años.
12) PUTIN Y STALIN
Se ha abierto un museo de guerra en una 
aldea cercana a la ciudad de Rzhev y en él se puso un busto de Stalin, 
como comandante supremo que era. Simplemente porque Stalin había pasado 
una noche allí. Después de esto, comenzó a circular la falsa información
 por todo el mundo de que Putin está impulsando la construcción de 
monumentos a Stalin. El partido comunista KPRF hizo intentos de poner 
bustos por su cuenta en memoria de los 70 años de la Victoria en algunas
 ciudades del interior, pero esos actos fueron impedidos por el 
gobierno. Solo han podido poner 4 bustos en las sedes del partido, y una
 estatua en una granja colectiva, pero de ninguna manera en plazas 
públicas.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de
 los rusos entienden que la guerra fue ganada por la gesta del pueblo en
 los campos de batalla y no por el partido comunista y Stalin.
Cuando el periodista Alexey Benediktov le
 preguntó a Putin en 2013 si es correcto gobernar el país en el siglo 
XXI con el sistema del 
buen manager de Joseph Stalin, Putin 
contestó literalmente lo siguiente: “No creo que tengamos elementos de 
stalinismo. El stalinismo es el culto a la personalidad, es una masiva 
transgresión de las leyes, represiones y campos de concentración. Nada 
de eso tenemos en Rusia y espero nunca más tendremos. Simplemente, ahora
 tenemos una sociedad diferente y la misma nunca lo permitirá. Pero esto
 no quiere decir que debemos abstenernos del orden y de la disciplina. 
Significa que todos los ciudadanos de la Federación Rusa, 
independientemente de su rango, deben ser iguales ante la ley…” (cfr. 
http://www.mk.ru/politics/2013/04/25/847541-effektivnyiy-li-menedzher-stalin-i-kak-otlichit-zhen-ot-lyubovnits-stenogramma-pryamoy-linii-s-putinyim-chast-4.html).
 
12) PUTIN Y SOLZHENITSYN
Alexander Solzhenitsyn, laureado con el 
premio Nobel de Literatura en 1970 y expulsado de la URSS en la época de
 Brezhnev por sus obras contrarias al régimen soviético, nunca quiso 
recibir de manos de Gorbachov ni de Yeltsin premios o condecoración 
estatal alguna. No los consideraba patriotas leales a la Rusia 
Histórica. Con Putin fue diferente. En 2007 recibió de sus manos la 
Orden gubernamental de San Andrés y meses antes de morir, en 2008, 
declaró: “Con Putin, Rusia ha comenzado un lento y paulatino 
renacimiento”. Putin, en sus alocuciones, cita bastante a Solzhenitsyn y
 lo considera una autoridad moral para la sociedad rusa. (ver aquí: 
http://inosmi.ru/russia/20150211/226201491.html).
 Solzhenitsyn conservó su lucidez mental hasta los últimos días de su 
vida y estaba informado de todo lo que pasaba en Rusia. Solzhenitsyn fue
 prisionero de los campos de concentración de Stalin, fue reprimido y 
perseguido por la KGB, pero esto no le impidió reconocer en un ex agente
 de los servicios de espionaje, o sea, en la persona de Putin, a un 
patriota y creyente como él mismo. Si alguien piensa que Alexander 
Isaievich Solzhenitsyn era ingenuo, simplemente no conoce su obra.
 
13) ORGULLO NACIONAL RUSO
Con la caída de la Unión Soviética, el 
orgullo histórico de la gran Revolución de Octubre de 1917, 
prácticamente, se desvaneció. Apelar al legado histórico zarista 
imperial sería algo totalmente fuera de lugar, porque no hay Zar ni 
nobleza. No hay un pasado ideológico pacifista sobre el cual sentar los 
principios de una nueva Unión Nacional. Por esto es que Putin se aferra a
 la gran gesta popular de la Gran Guerra Patriótica de 1941-1945 para 
hacer entender a la sociedad y a las generaciones futuras que sí hay un 
pasado común, que es indiscutible y nacional. Bien es sabido que el 
régimen nazi había comenzado una guerra de aniquilación del pueblo ruso 
para conquistar el espacio vital que necesitaba el pueblo alemán en el 
oeste de Europa de acuerdo a la teoría de Adolf Hitler. Se habla de 
28.000.000 de rusos muertos durante la guerra. Era un tema tabú en la 
URSS, pues desenmascaraba la inoperancia de los altos mandos comunistas.
 Y después de la paradas-desfiles militares de 1945 y 1947 no se 
conmemoró nunca más el Día de la Victoria por vergüenza y miedo al odio 
popular. Basta imaginar la cantidad de heridos, lisiados y huérfanos 
volcados a las calles, todos juntos, en un día que debía ser festivo. 
Los veteranos de guerra celebraban ese día en sus casas, así de triste. 
El gobierno soviético ocultaba a la población el rol preponderante que 
había tenido la Iglesia Ortodoxa Rusa en los años de la guerra. Recién 
con la caída de Khruschev, el desfile militar vuelvió en el vigésimo 
aniversario en 1965 y fue día feriado nuevamente. Tras la caída del 
comunismo en 1991, se realizó nuevamente un desfile militar en 1995 y a 
partir de 2008 la parada-desfile se realiza con armamentos. El gobierno 
ruso actual no lleva la carga de la responsabilidad y la vergüenza de 
los 28 millones de muertos y entiende la fiesta de la Gran Victoria como
 elemento de consolidación y unidad de la Nación Rusa. Anteriormente, 
fue una tibia festividad soviética. Ahora, es la Fiesta Patria de todos 
los rusos, con respeto y admiración a los caídos y a los veteranos y con
 alegría popular y familiar en las calles. Y lo que es muy importante, 
con los colores de la orden de San Jorge, que son los mismos colores de 
1812 cuando la victoria sobre Napoleón. Ahora está oficialmente 
reconocido el rol que ha tenido la Iglesia en la gesta popular para 
sobrevivir al exterminio nazi. Como ilustración, recomiendo ver la 
película rusa ‘El cura’ (Поп) con la actuación magistral de Sergey 
Makovetsky, basada en hechos reales.
14) LOS RUSOS BLANCOS EN EL EXILIO
Este es un tema delicado, pero hay que 
abordarlo para tener un panorama completo y entender la raíz fundamental
 de la discordia que hoy vemos entre los rusos exiliados. Justamente es 
esta discordia la que comienza a afectar a personas que abordan el tema 
Rusia, como por ejemplo el padre Alfredo Sáenz, que es atacado por 
Kasanzew. Haré un relato breve.
Con la salida del Ejército Blanco de 
Rusia -una vez perdida la guerra civil en 1920 y 1921-, conjuntamente se
 exilió un grupo de sacerdotes ortodoxos que con la bendición del jefe 
de la Iglesia Ortodoxa, quien se encontraba entonces preso en Moscú en 
manos de los bolcheviques, crearon la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio
 (IORE). Su orden era conservar la pureza del cristianismo ruso hasta 
tanto Rusia no fuera liberada del comunismo. Cuando comenzó la Segunda 
Guerra Mundial y con la invasión nazi a Rusia, los rusos blancos 
exiliados, sobre todo los militares, tuvieron la opción de guerrear 
contra el ejército soviético para tratar de liberar a Rusia del 
comunismo. Muchos así lo hicieron y tomaron posiciones de parte del 
bando alemán y fueron bendecidos por la IORE para la Guerra Santa contra
 el bolchevismo ateo. Una minoría de los oficiales blancos hizo todo lo 
contrario. Por ejemplo, uno de los comandantes del ejército blanco, el 
general Denikin, quien abiertamente desde Francia alentaba al bando 
contrario, o sea al soviético, hizo donaciones monetarias al ejército 
rojo por considerar que este ejército era la parte rusa del conflicto, y
 él no podía romper su juramento de oficial de servir a Rusia.
Algunos pocos rusos y rusas formaron 
parte de la resistencia francesa. Una parte de la juventud trató de 
“simpatizar” con el lado alemán para aprovecharse de él y entrar al 
territorio ruso con una prédica anticomunista y provocar, de esta 
manera, una insurrección. Los servicios alemanes usaron a muchos de 
estos rusos, más los que desertaban del frente soviético, para crear 
organizaciones armadas rusas en Alemania prometiéndoles que juntos 
liberarían a Rusia del comunismo. Esto al final de cuentas fue un engaño
 de parte de los nazis. Desgraciadamente, algunos rusos perecieron 
heroicamente peleando del lado alemán, convencidos de que lo hacían por 
la Santa Rusia. La gran tragedia, es que sacerdotes ortodoxos estaban en
 ambos bandos. Por un lado, los de la IORE y por el otro, sus colegas 
del Patriarcado de Moscú (PM) reprimidos por Stalin y liberados por el 
mismo Stalin de sus campos de concentración con la misión de dar aliento
 espiritual a la población y abrir las iglesias que los mismos 
bolcheviques habían clausurado pocos años antes. El final y resultado de
 la guerra en 1945 lo conocemos todos y hace ya 70 años que es historia.
 De la vencida Alemania y sus alrededores, los emigrantes rusos blancos 
siguieron su marcha. Algunos, como mis abuelos, recalaron en Argentina. 
Donde la mayoría de la población es cristiana. Un país que nos dio la 
oportunidad de erigir nuestras iglesias ortodoxas con total libertad y 
sin condicionamientos. Las mismas son jurisdicción del IORE. ¿Qué pasó 
después? Esto es lo más interesante. Lo que sucedió es que el tiempo 
pasó inexorablemente y el mismo tiempo -quizás con la ayuda de nuestras 
oraciones- se ocupó de destruir por dentro el régimen comunista en 
Rusia. En 1991 la Unión Soviética se desmoronó. Pasó muy de golpe y 
ningún ruso blanco estaba preparado para tal acontecimiento. ¿Qué 
ocurrió luego? Ante la desaparición del gobierno ateo y comunista en 
Rusia, la IORE y el Patriarcado de Moscú comenzaron a intercambiar 
delegaciones y a fraternizar como corresponde a dos iglesias cristianas.
 Y llegó el momento en que decidieron reconocerse mutuamente como 
organizaciones independientes pero hermanas. Esto ocurrió en Moscú en el
 año 2006. Se encontraron los dos Patriarcas y firmaron el documento de 
reconocimiento mutuo, quedando el Patriarca de Moscú, con mayor 
jerarquía que su colega del IORE y como jefe espiritual de ambas 
iglesias. En este acto, se encontraba el presidente Vladimir Putin. 
Veníamos bien. Pero a partir de ese momento, aunque ya se venía 
perfilando un par de años antes, se produjo un cisma dentro de la IORE: 
una parte de los sacerdotes y de la feligresía no reconocieron la 
hermandad con el PM y abandonaron las filas del IORE, creando varias 
organizaciones disidentes. Estos disidentes acusaron a la IORE de 
venderse al PM, a Putin de ser KGB, al PM de ser KGB también, de no 
haber limpiado sus filas y de no haber hecho mea culpa por haber servido
 en el pasado al régimen comunista. Cabe aclarar que el IORE, por lo que
 yo sé, tampoco hizo mea culpa de sus simpatías con el régimen nazi. 
Estos disidentes pronosticaban, temerosos, que la PM se iba a quedar con
 los edificios y el patrimonio de las iglesias del IORE, lo cual no 
ocurrió. El IORE y el PM siguen coexistiendo pero con patrimonio y 
autoridades separadas. Por ejemplo, en Buenos Aires tenemos dos obispos 
ortodoxos: uno del IORE y otro del PM, quienes tienen entre sí buenas 
relaciones. Los que quedaron en malas relaciones con ambas iglesias 
fueron los disidentes. Yo no los justifico ni los acuso porque es la 
conciencia de cada persona la que manda. Pero, hay que decirlo para no 
faltar a la verdad: justamente estos disidentes no quieren que nunca 
nadie diga cosas buenas de Putin ni del Patriarcado de Moscú (PM). 
Además he advertido, que estos disidentes aprovechan cualquier cita u 
oportunidad, venga de donde venga, para criticar a Putin y al Patriarca 
Cirilo.  Sospecho que Kasanzew debe ser uno de ellos.
BALANCE FINAL
¿Qué nos queda después de esta breve 
excursión en la historia? Primero: Rusia sobrevivió como país a pesar 
del experimento bolchevique y la invasión nazi. Segundo: el festejo de 
la Victoria el 9 de mayo es verdadero y auténticamente ruso porque tiene
 28 millones de mártires gracias a los cuales sobrevivió el país que hoy
 sigue llamándose Rusia. Tercero: sobrevivió la Iglesia Católica 
Apostólica Ortodoxa también gracias a sus mártires en ambos lados del 
frente de guerra. Cuarto: hoy en día la Iglesia Rusa, por primera vez en
 su historia desde el cesaropapismo de Pedro Romanov, el Grande, y 
Ekaterina II que la subordinaba al poder del Emperador de turno 
(principios del siglo XVIII), puede y tiene ahora la oportunidad única 
de despegarse del poder político y ser lo que debe ser: el poder moral 
de la Nación Rusa. Con total independencia y autonomía. Nunca más 
ministros del Zar o comisarios políticos deben gobernarla. Esta es la 
enseñanza que nos deja esta historia.
Para terminar: entiendo que se pueda 
estar en contra de Putin y del Patriarca Cirilo, pero esto no da derecho
 a tergiversar datos y omitir o contar a medias las razones de todo un 
pueblo y estar en contra de su Iglesia, a menos que se sufra un eclipse 
de razón.
Sergio Mamontoff
Moscú, 17 de noviembre de 2015
En calidad de post scriptum para los rusos blancos: Soy
 uno de ustedes y puedo decirlo. ¿Seguiremos ignorando a los millones 
mártires que dieron sus vidas, soldados y curas salidos de los campos de
 concentración, simplemente porque llevaban puesta en su ropa una 
estrella roja o una hoz y un martillo? ¿Seguiremos ignorando la 
oportunidad de aferrarnos a los colores de San Jorge para ser parte del 
orgullo de nuestra etnia y festejar el 9 de mayo el día de la Victoria? 
 ¿Tenemos una posición definida y fundamentada o lo nuestro es solo una 
pose malhumorada? Vivir permanentemente en oposición es muy cómodo pero 
ya no nos honra. Rusia cambió. ¿Nosotros no nos adaptaremos a los 
cambios?
[1]
 Un detalle más que demuestra el no conocimiento de la realidad rusa por
 parte de Kazansew. El KVAS (que Kasansew menciona) es una bebida 
popular rusa que se elabora en forma casera en base a fermentaciones de 
pan tostado. Esta bebida tiene alcohol. Puede llegar a 3 o 4 grados. Es 
decir, como una cerveza liviana.
 
[2]
 La cinta de San Jorge, de franjas color negro y naranja o amarillo, es 
la escarapela que usan los rusos en festividades patrióticas sobre todo 
en el Día de la Victoria
 http://quenotelacuenten.com/2015/12/12/putin-saenz-y-kasansew-la-opinion-de-otro-ruso-blanco/