"Los palestinos son animales que caminan sobre dos piernas"
Siempre bien
documentado, Rudi Barnet prosigue realizando una serie de comentarios
sobre Palestina, siempre con el mismo objetivo, «proporcionar una
“ayuda-memoria" a quienes, como yo, se oponen a toda forma de
adoctrinamiento y ponen al ser humano por encima de cualquier religión o
ideología». Tras examinar la cuestión de la limpieza étnica, Rudi
continúa su tarea y somete a Israel al test del apartheid. ¿Responde la
«única democracia de Oriente Próximo» a esos criterios?(IGA)
¡Apenas son personas, os lo digo!
Cuando en 1982, Menahem Begin (1) pronunció esta dura afirmación en la Knesset,
sus colegas diputados aplaudieron calurosamente la claridad de su
juicio. No estaba lejos entonces el primer ministro de mostrar así su
desprecio por los seres humanos originarios del país conquistado. Hacía
ya medio siglo que los líderes sionistas consideraban infrahumanos a los
palestinos.
Chaim Weizmann (2), el primer presidente de Israel,
no dudó, por ejemplo, en declarar «Los británicos nos han dicho que hay
allí algunos centenares de miles de negros sin ningún valor» (3).
Yizhak
Shamir (4), primer ministro, también proclamaba su alta consideración
por el ser humano, «Aplastaremos a los palestinos como a langostas,
aplastaremos sus cabezas contra las rocas y los muros» (5).
Por
su parte Ehud Barak advertía hace ya más de 10 años a la población
israelí de que «Los palestinos son como los cocodrilos, cuanta más carne
les dan, más quieren» (Jerusalem Post, 30 de agosto de 2000) (6).
El
gran rabino Yossef Obandia añadió su exhortación (12 de abril de 2001),
«Quiera el Divino Nombre derramar el castigo sobre las cabezas árabes,
que se pierda su simiente y sean aniquilados ¡Se prohibe tener piedad de
ellos! Debemos lanzarles misiles con alegría y exterminarlos. ¡Son
malos y están malditos!»
Otro rabino, Yitzhak Ginsburg, afirma que «La sangre judía y la sangre de los goys (no judíos) no es la misma», y que «matar no es un crimen si las víctimas no son judías» (7).
Sin
olvidar a Avigdor Lieberman (8), el ministro de Asuntos Exteriores que
en 2009 proponía aplicar en Gaza «Lo que hizo EE.UU. en Japón al final
de la Segunda Guerra Mundial», dicho de otra forma, lanzar una bomba
atómica. En cuanto a Eli Yishai, el ministro del Interior actual que
lleva adelante una auténtica cacería de inmigrantes africanos, declaró
en junio de 2012: «¡Utilizaré todos los medios para expulsar a los
extranjeros porque el dueño de Israel es el hombre blanco!» (9). ¿No os
recuerda nada ese discurso sobre la pureza de la raza?
Sería ilusorio creer que esa xenofobia se limita a ciertos líderes políticos o fanáticos religiosos.
Como revela una encuesta publicada en octubre de 2012 por el diario israelí Haaretz, el mal está instalado en todos los niveles del Estado (10).
El 42% rechaza vivir en el mismo edificio que los árabes israelíes y
no quiere que sus hijos vayan a la misma escuela que los chicos de
origen árabe.
El 33% quiere que el Estado prohiba por ley a los ciudadanos árabes votar en las elecciones legislativas.
El 69% se opone al derecho de voto de los palestinos si Israel se anexa la Cisjordania.
El 74% prefiere carreteras separadas para israelíes y palestinos en Cisjordania.
El 58% es consciente del régimen de apartheid con respecto a los árabes pero lo aprueba (11).
Nada
sorprendente si sabemos que desde el jardín de infancia el sistema
educativo israelí favorece la segregación e intenta convencer a los
ciudadanos de que pertenecen a un «pueblo elegido» víctima constante del
antisemitismo pero protegido por el «ejército más ético del mundo»
(12).
La militarización de la educación
«Los
manuales escolares israelíes se corresponden con todas las categorías
del discurso racista tanto verbal como visual», ¿una acusación
antisemita? ¡No!, es la opinión de Nurit Peled-Elhanan, profesora
israelí especializada pedagogía de la Universidad hebraica de Jerusalén
(13).
En su último libro, Palestina en los manuales escolares israelíes: Ideología y Propaganda en la educación
(14), precisa que casi todos los temas contenidos en los programas de
enseñanza israelíes se hallan impregnados de un nacionalismo exacerbado
Ejemplos de la reglamentación a observar en una nueva guía para la
preparación de exámenes de educación cívica en las universidades
israelíes: «las chicas israelíes deben mantenerse lejos de los
palestinos, porque los jóvenes árabes constituyen una amenaza para
ellas» y «la relación entre jóvenes árabes y chicas judías constituye
una amenaza para la mayoría judía del país».
Un nuevo programa
«Derekh Erekh» (Camino de Valores) se va a poner en marcha en 2012 con
objeto de inculcar a los estudiantes el sentido del deber y la fidelidad
al Estado. Prioritariamente tiende a fortalecer los vínculos entre las
escuelas israelíes y el ejército.
«Los maestros están
comprometidos a lo largo de toda su vida», ha declarado el ministro de
Educación, Gideon Saar al presentar dicho programa
Para suavizar la mala imagen que da esta política pedagógica, las
oficinas de propaganda occidental publican diariamente artículos en los
que se muestran escandalizados por la militarización de los jóvenes
palestinos.
¿Cuál es la realidad?
Por falta de
dinero la UNRWA (ONU) ha renunciado a organizar en 2012 colonias de
vacaciones para los jóvenes de Gaza. Hamás ha tratado de subsanar esta
deficiencia y ha organizado campamentos que ofrecen ocupación a una
minoría de jóvenes y adolescentes.
Estos campamentos ciertamente
tienen algunos aspectos militaristas (especialmente ejercicios tipo
comando) y de formación política de resistencia a Israel y está presente
a través de eslóganes como «Una mano en la lapicera y la otra en el
fusil» o «Una mano estudia y la otra lucha contra Israel» (16).
Aunque
se halla limitada a algunos sitios de Gaza, esta iniciativa sin duda es
lamentable… pero no tiene ninguna envergadura en comparación con la
magnitud de la política militarista del Estado de Israel, más general y
mucho más peligrosa; en la formación de los niños israelíes las armas no
son de plástico… y las balas son auténticas.
…y la enseñanza del odio
El estudio de Nurit Peled-Elhanan muestra el verdadero lavado de cerebro que se practica en las escuelas israelíes (17).
Nunca
se presenta a los palestinos como seres humanos… sino como un
«problema», no se usa jamás la palabra «palestinos» y les presentan como
seres primitivos con prácticas tribales y arcaicas, siempre «hostiles,
agresores o terroristas».
La glorificación del régimen es
permanente: «Nadie puede comprender nuestra situación mejor que nosotros
mismos» es el principal argumento que explica a los alumnos por qué el
derecho internacional no puede aplicarse al Estado de Israel.
¿Cómo
es posible asombrarse de que con semejante pedagogía los jóvenes
soldados israelíes se comporten como domadores de bestias en los check point o de que los jóvenes colonos «cacen árabes» sin inmutarse y disparen contra los palestinos como en los alegres tiempos del Far West ?
El texto siguiente basta para tocar directamente esta realidad que estremece a todo humanista.
Zvi Ba rel, veterano periodista del diario Haaretz
lo describió tras el linchamiento de Jamal Julani en Jerusalén por una
banda de adolescentes israelíes, uno de los cuales declaro «podía morir,
me daba lo mismo puesto que era un árabe», mientras decenas de mirones y
policías contemplaban la escena sin reaccionar (18).
La literatura israelí que incita a odiar a los árabes es bastante anterior a la ocupación.
La
serie de libros infantiles Danidin, de Shraga Gafni, se halla plagada
de ilustraciones y expresiones que marcan el camino al desarrollo del
odio a los árabes. La colección Mikraot Yisrael (Lectores israelíes),
que se ha utilizado en la enseñanza de miles de chicos israelíes, se
halla igualmente plagada de términos que incitan al odio.
Tenemos
personas que pasan su buen tiempo supervisando el contenido de las
obras escolares publicadas por la Autoridad Palestina. Pero no sentimos
la necesidad de listar todas las recetas destinadas a desarrollar el
odio contra los árabes con el que nos han alimentado y ha recorrido en
nosotros su propio camino.
De modo que entonces uno siente la
tentación de defender a esos criminales de Jerusalén cuyo «único
crimen», pensándolo bien, ha sido poner en práctica la pedagogía israelí
y su ethos de «muerte a los árabes» que les han enseñado.
Esta
mentalidad seguiría formando parte integral de la identidad nacional
judía-israelí aunque la ocupación acabase mañana mismo.
Y eso es
porque nuestro eslogan «Muerte a los árabes» no es el clásico cara a
cara frente a alguien que es diferente, tampoco se trata del infame lema
de la banda de lo que ellos llaman «represalias». Y tampoco es lo mismo
que la xenofobia o el temor a los musulmanes que se encuentra en el
racismo europeo.
En nuestro país el odio al árabe forma parte de
las manifestaciones de lealtad a su identidad que un ciudadano debe al
Estado. Un Israelí leal es el que dejaría morir a un árabe «porque es
árabe», y si alguno no actúa así seguro que es «porque se acuesta con
los árabes».
¿Que se puede responder a ese viejo patriota periodista?
Cuando
un sistema educativo conduce a los ciudadanos a linchar a otros
ciudadanos porque son físicamente diferentes sin suscitar ni protestas
ni condenas unánimes, es necesario reconocer que nos enfrentamos a un
sistema fascista.
Es inútil tratar de ponerse una venda en los
ojos, lo que sucede en Israel no es un racismo circunstancial o limitado
a una minoría, como puede suceder en la mayoría de los países
occidentales. Es el resultado de la aplicación metódica de una ideología
difundida por los líderes sionistas y es consustancial a todo el
sistema político y educativo (19).
Como testimonian las
observaciones de la socióloga Eva Illouz, profesora de sociología de la
Universidad hebraica de Jerusalén, ni siquiera las instituciones
judiciales escapan a esta xenofobia, «los árabes de Israel (un 20%) son
ciertamente ciudadanos, pero su ciudadanía es un simple trámite
administrativo, no una forma de participación activa en la cultura, la
política y la economía de Israel» (20).
¡Los sionistas rabínicos
deberían gritar como locos (21) constatando que la sociedad israelí se
halla actualmente gangrenada por« la bestia»!
Como
sabemos, la Ley Fundamental –Israel no tiene una Constitución que
establezca límites- proclama que se trata de un Estado judío.
La
nueva ley que Netanyahu y Lieberman quieren establecer obligará a que
todos los ciudadanos, laicos, cristianos o musulmanes, juren lealtad a
la identidad judía del Estado… ¡Bajo pena de expulsión! ¡Teocracia
casada con democracia! Unión del gato con el ratón, ¿no?
Por
fortuna se han levantado muchas voces contra ese proyecto que
«definiéndose sobre bases étnicas o religiosas establece la
discriminación institucional entre los ciudadanos fundada en el origen o
la religión (…) El reconocimiento de Israel en tanto “Estado Judío”
tendería a fortalecer la pretensión de que Israel representase también a
los ciudadanos judíos de otros Estados y a convalidar por largo tiempo
diferentes tipos de discriminación para con ciudadanos israelíes no
reconocidos como “judíos”».
Se puede temer también que el
reconocimiento de Israel como Estado judío otorgue bases internacionales
legales de un régimen de apartheid, en el caso en que Israel continúe
su política de colonización de toda la Cisjordania , negando sus
derechos nacionales al pueblo palestino (22).
Algunas particularidades de este régimen pretendidamente democrático.
- El documento de identidad israelí incluye datos diferentes según se sea árabe o judío.
- Solo el casamiento religioso judío tiene valor de Estado Civil (el que se celebra según otra religión solo se «reconoce»).
-
La población de los territorios «anexados» en 1967 no tiene
nacionalidad y los civiles no judíos pueden ser «juzgados» por
tribunales militares.
- La discriminación étnica en la contratación laboral es general para los 1,2 millones de palestinos de nacionalidad israelí.
-
Justicia discriminatoria, Un israelí-palestino se hallará
sistemáticamente condenado a una sentencia más grave que un ciudadano
catalogado como judío (23).
- Las tierras ancestrales de los
beduinos del Negev les han sido confiscadas. Israel los ha establecido
en una pequeña región, el triángulo de Siyag (Beersheva, Dimona, Arad) y
los ha confinado en aldeas (24).
- Solamente un 2% de las
tierras pueden ser compradas por israelíes-palestinos, ya que una ley
autoriza a la agencia judía a oponerse a la venta a los no judíos, etc.
(25).
¿Apartheid? ¿Pero de qué hablan?
Todas estas
prácticas discriminatorias y de servidumbre más bien pertenecen a un
régimen autoritario que a lo que entendemos por democracia, ¿no? ¿Cómo
se puede tolerar a este Estado lo que condenamos en otros y hallaríamos
inaceptable en nuestro propios país?
Como escribe el israelí
Amnon Be’eri-Sulitzeanu, director adjunto de «Abraham Fund Initiatives»:
«En 2010 la segregación de los judíos y los árabes en Israel es casi
absoluta. Para quienes vivimos aquí, es algo normal (26).
El
«Tribunal Russell para Palestina» (Ciudad del Cabo, noviembre de 2011),
que reunió a renombrados juristas internacionales para juzgar si existe o
no un régimen de apartheid en Israel y en los territorios palestinos
ocupados, llegó a la conclusión de que «Israel somete al pueblo
palestino a un régimen institucionalizado de dominación considerado
apartheid por el derecho internacional». Este régimen discriminatorio se
manifiesta bajo intensidades y formas variables en relación con las
distintas categorías de palestinos según sus lugares de residencia.
Los
ciudadanos palestinos de Israel aunque tienen derecho a voto no forman
parte de la nación judía según el derecho israelí, están privados de las
ventajas que derivan de la nacionalidad judía y se hallan sometidos a
una sistemática discriminación en cuanto a una vasta gama de los
reconocidos derechos del hombre, etc. (27).
Si todavía dudásemos
de la existencia del apartheid no hay más que escuchar a Bentzi
Gopstein, presidente de la asociación Lehava, que ha lanzado una campaña
de shock para sensibilizar a los padres israelíes sobre los peligros de
los matrimonios mixtos: «Hay que poner en guardia a los padres sobre
los peligros de enviar a sus hijas al servicio militar con los árabes o
dejarlas trabajar junto a ellos (…) Trabajar con los árabes genera un
verdadero riesgo de asimilación y por eso alentamos el trabajo judío.
Continuamos la tradición de Ben Gurion y estamos decididos a dar apoyo a
los que solo contratan a los judíos» (28).
…un tal André Breivik mató a 77 jóvenes noruegos que según él habían cometido el error de preconizar la asimilación.
Como
estigmatizaba una vez más el informe de «Human Rights Watch» de
diciembre de 2010: «Los palestinos son víctimas de discriminaciones
sistemáticas debido a su raza y origen étnico y nacional, a consecuencia
de lo cual se les priva de electricidad, agua, escuelas o carreteras
mientras los colonos judíos a su alrededor disfrutan de todos los
servicios públicos.
Aún otras discriminaciones
-
Encarcelamiento, ilegal según el Derecho Internacional y la ley israelí,
de chicos de 14 años acusados de arrojar piedras (29).
- Ley de ausencia” que permite apropiarse de la casa de un no judío al que se ha obligado a huir.
- Privación de agua en territorios palestinos (70 litros diarios frente a 300 para los israelíes).
- Carreteras prohibidas a los no judíos.
- El ejemplo más conocido es el de la carretera 60 que corta Cisjordania en dos de norte a sur.
-
Restricciones de la circulación mediante humillantes controles (ya en
2008 según un informe israelí de B’Tselem, se habían censado 459
barreras y 66 check points en Cisjordania).
- «Filtrado» por la Seguridad Israelí (Shabak) de estudiantes árabes-israelíes para excluirlos de las universidades.
- Ley antiboycot de 2011 que prohibió toda libertad de expresión, aún no violenta contra la política israelí (31).
Y colaboraciones muy especiales
- Aún antes de la creación de Israel, los líderes sionistas colaboraron con el régimen nazi (32).
-
Luego el Estado de Israel no ha dejado de mantener apoyo activo a
varios regímenes conocidos por su autoritarismo y ha actuado en algunas
operaciones poco gloriosas para los Estados que las han perpetrado.
Otros ejemplos para recordar
- Colaboración
militar con el régimen racista de Suráfrica, especialmente en el
desarrollo de armas nucleares. Al recibir a John Worster (23), primer
ministro en el año 75, Yitzakh Rabin (24) brindaba «por los ideales
comunes de Israel y de Suráfrica, dos países que enfrentan una
brutalidad y una inestabilidad impulsadas desde el exterior».
- Colaboración del Mossad (35) en el asesinato de Ben Barka bajo la dictadura de Hassan (36).
- La visita de Shimon Peres (37) a Hassan luego del asesinato de Ben Barka.
-
Asesoramiento de la fundación de la Savak (policía política del Sha de
Irán) y apoyo técnico del Mossad a la formación de «interrogadores».
- Colaboración con varias dictaduras latinoamericanas (Pinochet en Chile, Stroessner en Paraguay…)
Estas
corrupciones y colaboraciones con poderes autoritarios se hallan
clasificadas en los archivos. No se han interrumpido jamás y se siguen
produciendo como lo testimonian, entre otros, Richard Wagman, presidente
honorario de la UJFP (Unión Judía Francesa por la Paz (38).
Sin
embargo es así como calificaron al sionismo unos treinta intelectuales
judíos, entre ellos Hanna Arendt y Albert Einstein, ciudadanos de los
EE.UU. en un célebre artículo del New York Times en 1948 (39).
Las
tres principales características del fascismo, nacionalismo,
autoritarismo y etnocentrismo, son característicos del actual régimen
israelí que preconiza un Estado «étnicamente puro».
La
declaración de Lieberman «vamos a hacer de Israel un Estado étnicamente
homogéneo» (40) no deja lugar a dudas sobre sus intenciones. Reivindica
implícitamente su derecho a oprimir a los árabes israelíes y a los
habitantes de los territorios ocupados, a practicar el apartheid y a
afirmar su elitismo de «pueblo elegido». Con esta perspectiva algunas
colonias israelíes organizan actividades que se parecen furiosamente a
los métodos de adoctrinamiento de la juventud de Mussolini. Solo les
faltan la camisa negra y el pañuelo azul.
Uno de los más
conocidos de esos centros es el Caliber3 (colonia de Gush Etzion en
Cisjordania ocupada) dirigido por antiguos militares. Luego de varios
años ofrece una «experiencia turística única y excitante», aprender a
disparar como verdaderos soldados, conocer las técnicas terroristas y
aprender a enfrentarlas (41).
Según el diario Yediot Ahranot,
centenares de turistas la mayor parte procedentes de los EE.UU., llegan
todos los años a Gusk Etzion para seguir cursos de matar palestinos en
cartones. Como declara uno de los dirigentes de Caliber3, «combinamos así los valores del sionismo con la excitación y el disfrute del tiro, que vuelve más significativa a esa actividad» (42).
Testimonios de Nurit Peled-Elhanan (43)
(Extractos de un discurso del 9 de junio de 2012) (45)
«25
proyectos de leyes racistas se han presentado este año, se sancionaron
10 leyes racistas y apenas un puñado de judíos ha salido a las calles.
Más de 300 personas encarceladas sin un juicio previo iniciaron una
huelga de hambre total durante más de dos meses y también en este caso
solo un puñado de judíos salió a la calle. Miles de chicos no van a la
escuela en Jerusalén Oriental porque la ley de ciudadanía racista los
convierte en ciudadanos de ninguna parte y nadie sale a protestar. La
separación de las familias, la expulsión de habitantes, la confiscación
de tierras, los chicos sacados de la cama y cruelmente interrogados, las
familias expulsadas de sus casas y arrojadas a la calle, los granjeros
torturados por brutos con kipá que actúan bajo la protección del
ejército y a las órdenes del gobierno, y solo unos pocos salen a las
calles.
He aquí la culminación del éxito del movimiento sionista.
El
Estado de Israel que ha sido declarado oficialmente como un Estado de
apartheid se distingue por lo que siempre ha sido el método más típico y
más logrado del racismo: la clasificación de los seres humanos.
Los tres monitos
Todos
los testimonios y los análisis lo demuestran: Israel es un Estado
gangrenado por el racismo que practica una política de apartheid contra
los ciudadanos de origen palestino.
Naturalmente los medios
sionistas occidentales más derechistas tratan de ocultar esta
nauseabunda realidad «solo son una minoría» o «una gran parte de los
estadounidenses también lo son, como lo son también todos los pueblos
del mundo», o tratan de desviar la crítica hacia otra etnia, «y qué
decir de la suerte que los árabes reservan a sus minorías étnicas o
religiosas». Otros medios igualmente sionistas acusan a los partidos
israelíes de derecha de ser los únicos responsables de esta deriva,
siempre minimizándola y excluyendo totalmente denunciar al régimen.
Por
otra parte también se comprueba la apatía de muchas organizaciones
occidentales partidarias de la paz. Si éstas se organizaran se
producirían muchas manifestaciones voluntarias contra el racismo y el
antisemitismo. Pero no se pueden mantener estas iniciativas de acusar
claramente al régimen de Israel por propagar doctrinas racistas y
prácticas segregacionistas, no está en primera línea de sus actividades.
Es igualmente desolador ver ofuscarse a ciertos progresistas de
la cultura judía cuando se aborda el tema del racismo que impregna el
movimiento sionista desde los años 30 hasta la creación del Estado de
Israel y la política de limpieza étnica siempre en vigor.
Es
difícil admitir que el racismo está tan profundamente arraigado en la
sociedad civil israelí que la convierte en cómplice de las prácticas
xenófobas de sus dirigentes.
Notas
(1) De origen
bielorruso, emigró a Palestina en 1943. En 1946, como jefe del Irgun,
coordinó el atentado del hotel King David (29 muertos), primer ministro
de Israel de 1977 a 1983.
(2) Bielorruso, emigró a Inglaterra
(súbdito británico hasta 1910). Cabeza de la Organización Sionista
Mundial en 1920. Se instaló en Palestina en 1937.
(3) Citado por Arthur Rupin (The Central Zionist Archives in Jerusalem , Office of Arthur Ruppin (S55), Personal papers (A107).
(4)
Nacido en Bielorrusia (su nombre original era Yezernistky) colaboró con
el régimen nazi y fue responsable de la muerte de muchos civiles y de
Bernadotte, mediador de la ONU.
(5) Discurso a los colonos, citado en el New York Times del 1 de abril de 1988.
(6)
General del ejército y primer ministro entre 1991 y 2001, principal
responsable del crecimiento de las colonias en Cisjordania.
(7) Jerusalem Post, 19 de junio de 1989.
(8)
De origen moldavo (Evick Lvovitch Liberman), llegó a Israel en 1978 y
fue fundador y dirigente de un partido de extrema derecha
(9) En una entrevista del diario Maariv del 3 de junio de 2012.
(10) Resultados de una encuesta para «Yisraela Goldblum Fund» (Gidéon Lévy en Haaretz, 23 de octubre de 2012.
(11) Los organismos sionistas hicieron todo lo posible para desacreditar a Haaretz (ver JSS News del 31 de octubre de 2012.
(12) Ver el video israelí Un sábado en el Museo
(13)
Hija de un general y madre de un adolescente de 14 años muerta en un
atentado suicida palestino. Premio Sajarov 2001 y una de las promotoras
del Tribunal Russell para Palestina
(14) Palestine in Israeli School Books: Ideology and Propaganda in Education , Library of Modern Middle East Studies, 2012.
(15) Exposición «New Profile», UPJB 30 de septiembre de 2012.
(16) «Las lindas colonias de vacaciones de Hamás», en (JForum, 9 de agosto de 2012.
(17) Por el contrario nada de racismo en los manuales escolares financiados por la Unión Europea para los chicos palestinos.
(18) http://www.haaretz.com/opinion/a-good-jew-hates-arabs-1.459832?block=true, «Israel sacudido por un linchamiento», Helene Sallon, Le Monde, 31 de agosto de 2012.
(19) Palestine in Israeli School Books, Nurit Peled-Elhanan, profesora de la Universidad hebraica de Jerusalén.
(20) «Israel: justicia o tribalismo», Le Monde, 4 de noviembre de 2012.
(21) «El mundo acusa a Israel y a los israelíes de no regirse por normas morales universales», www.europe-israel.org" ;
(22) Pascal Lederer «Otra voz judía, http://uavj.free.fr/UAVJtxt47.htm
(23) Ver el caso, Haaretz
12 de julio de 2007, del asesinato de Hussam Rawidi cuyo asesino ha
recibido un liviano castigo «Si el asesino hubiera sido árabe y la
víctima judía, habría sido condenado a prisión perpetua. Solo en los
tribunales israelíes la vida de un árabe no vale más de 5.000 shekels, Yariv Oppenheimer, Peace Now.
(24)
El Plan «Prawer» (del nombre Ehud Prawer, director de la División de
Políticas de Planificación de Benjamin Netanyahu) que prevé el
desplazamiento forzoso de 70.000 ciudadanos beduinos de su tierra
ancestral y la destrucción de 35 aldeas que Israel ha decidido declarar
«ilegales».
(25) The Inequality Report, Katie Hesketh, Adalah, marzo 2011.
(26) Haaretz, 20 de octubre de 2010.
(27) Los textos completos y la documentación pueden encontrarse en varios sitios de la web del Tribunal Russell para Palestina, http://www.france-palestine.org/
(28) Entrevista en Israel Magazine, 22 de julio de 2012.
(29) Informe de B’tselem de julio 2011
(30) Informe «Children in military custody», junio 2012, Foreign & Commonwealth Office, Gran Bretaña.
(31)
«Mañana se prohibirán los llamados a terminar con la ocupación o en
favor de la fraternidad entre judíos y árabes», Gideon Levy, Haaretz.
(32) Leer «Memento; El genocidio nazi no es mi problema».
(33) Jefe local de una organización africana pro nazi. Fue hecho prisionero por los británicos durante la guerra del 40/45.
(34)
General y primer ministro asesinado en 1973 por un extremista sionista.
Responsable de la masacre de 250 civiles y la expulsión de 19.000
habitantes de Lida en 1948 «Palestine 1948», Yoav Gelber. Conjuntamente
con Shimon Peres y Yasser Arafat… Premios Nobel de la Paz 1994.
(35)
Agencia de informaciones de la CIA de los EE.UU. directamente
dependiente del Ministro. Responsable de gran cantidad de asesinatos y
de actos terroristas.
rCR
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