Según el presupuesto enviado al
Congreso, solo en intereses, el gobierno amarillo pagará 406 mil
millones de pesos durante el 2018. Unos 1.100 millones por día o 46
millones de pesos por hora. De esta manera, los servicios de la deuda,
será el principal gasto de la administración central que se llevará 28
pesos por cada 100 presupuestados. La cifra no contempla el pago de
capital ni de todos los intereses que se deben pagar que pasaran a ser
parte del capital.
Por Héctor Giuliano* – 20-10-2017
La última información oficial disponible
del ministerio de Finanzas, a cargo de Luis Caputo, muestra que el
saldo de la Deuda Pública al 31 de marzo de 2017 es de 298.000 millones de dólares.
Ésta es sólo la deuda en cabeza del
Estado Central. Es decir, no figuran aquí las deudas de provincias,
municipios, empresas del Estado, organismos nacionales, fondos
fiduciarios, ni juicios contra el Estado con sentencia firme.
Ello significa que la actual
administración –como todas las anteriores– mantiene en secreto los
montos totales de la Deuda Pública Nacional y no presenta demostración
alguna de la capacidad de repago sobre dichas deudas, que siguen
creciendo en forma extraordinaria.
Repasando, la administración del presidente Mauricio Macri heredó del kirchnerismo un stock de Deuda de 254.000 millones de dólares. Esta deuda –pese al discurso del desendeudamiento K–
se incrementó unos 100.000 millones durante sus 12 años de gestión dado
que la había recibido en 151.000 millones de dólares a mediados del
2003.
El nuevo gobierno Macri aumentó la Deuda
en unos 35.000 millones de dólares en el 2016. Y tiene previsto por
presupuesto un aumento adicional de la misma en más de 38.000 millones este año 2017 y propone para el Ejercicio 2018, según el presupuesto, otro aumento de unos 47.000 millones. En total 120.000 millones de dólares de nueva deuda, en 3 años, más de la que tomó el kirchnerismo durante su larga década de gestión.
Además la estructura de la Deuda Macri
empeora no sólo el quantum de las obligaciones (casi 300.000 millones de
dólares) sino también en su composición, debido a la proporción
creciente de Deuda Externa sobre Deuda Total (más del 35 %), las mayores
tasas de interés (del orden de un 6-7 % anual), la menor vida promedio
(7,2 años) y el monto rápido y fuertemente creciente de los intereses a
pagar.
De esta manera, conforme al Presupuesto
2018 enviado al Congreso, el año que viene le caen al gobierno central
vencimientos de capital por 66.600 millones de dólares
que – siguiendo la regla histórica general– no se amortiza en forma neta
sino que se cancela tomando nuevas deudas por un valor de 113.000 millones, o sea, con el aumento adicional citado de los 47.000 millones durante el próximo ejercicio.
Esto significa que durante el 2018 el
ministro de finanzas Caputo estará firmando emisiones de Deuda del
Estado a un promedio de 6.000 millones de pesos por día.
Ver ¡Deuda a máxima velocidad! y ningún político sabe como frenar
A la par, mientras estos vencimientos de
capital se refinancian íntegramente, los intereses se pagan y son parte
del llamado Gasto Público Corriente alcanzando los 406.000 millones de pesos (21.000 millones de dólares).
Son un promedio diario de 1.100 de pesos por día. El equivalente de financiar un hospital público pero que se destinan a cubrir servicios de la deuda financiera del Estado.
Con el agravante que no todos estos
intereses se pagan sino que un 30 % de los mismos no se puede pagar y se
capitalizan. Entonces, por anatocismo, que es el interés devengado y no
pagado que se transforma en capital, devenga nuevos intereses.
Por eso el anatocismo es el sinónimo de
la usura. Dado que cuando un deudor –como la Argentina de hoy– no
devuelve un centavo de capital ni puede abonar la totalidad de los
intereses de su deuda, quiere decir que ese deudor – el gobierno Macri –
se encuentra en una crisis de Deuda en estado crítico.
Ver Deuda a 100 años: desfalco de U$S 5.000 millones e interés del 11 % anual
Por esta razón, según el Presupuesto
2018 enviado al Congreso, los Intereses son el principal rubro neto del
Gasto Público donde 28 de cada 100 $ que gasta la Administración Central –casi una tercera parte– se destinan al pago de estos servicios y, como dijimos, no todos se abonan.
Ergo, los intereses son el principal
rubro del gasto del Estado y, consecuentemente, el principal factor
determinante del Déficit Fiscal. Ante o cual, la única respuesta de la
administración Macri frente a este macro-problema de la deuda es seguir
tomando más Deuda como lo dijo luego de las elecciones. Sin esta
política institucional de gobernar con deuda la administración Macri
perdería automáticamente tanto su estabilidad financiera como su
estabilidad política.
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