El portal Minuto Uno informó en el día de la fecha (https://www.minutouno.com /notas/3057291-segun-un-informe-eeuu-los-tripulantes-murieron-sin-dolor) que el diario francés Le Monde publicó datos de un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU., (ONI), que asegura que los 44 marineros a bordo del submarino, que desaparecieron del radar el 15 de noviembre de 2017, murieron instantáneamente y "sin dolor".
No se trata de una noticia reciente ni agrega
nada nuevo. Ya fue publicada el 10 de diciembre pasado por La Nación (http://www.lanacion.com.ar/2090019-un-informe-revela-que-el-submarino-colapso
-en-menos-de-un-segundo), lo
que hace inexplicable que se la difunda como si se tratara de una nueva
información.
No es otra cosa que “las conclusiones
de un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos, que
analizó la señal acústica detectada el 15 de noviembre por la Organización del
Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares y determinó que el submarino sufrió
un colapso letal, que liberó una energía similar a una explosión de 5700 kilos
de TNT, a 380 metros de profundidad. El informe, al que tuvo acceso LA NACION, fue elaborado por el
analista acústico Bruce Rule y arriesga la tesis de que los 44 tripulantes
murieron en forma instantánea, sin saber probablemente lo que pasaba”.
En
consecuencia, no habiéndose encontrado el submarino después de casi dos meses
de búsqueda, se mantienen como válidas la totalidad de las hipótesis que fueran
publicadas por Patria Argentina en el artículo mencionado y que se reproducen a
continuación.
Es decir, es tan
válido sostener que fue San Juan fue hundido por un ataque externo, como que
tuvo un accidente de origen interno.
El
suscripto considera que la hipótesis más probable, hasta tanto no se demuestre
fehacientemente lo contrario, es que el ARA San Juan fue hundido por un ataque
exterior y no por un accidente interno que produjo una inexplicable
“implosión”.
Los
fundamentos de esta hipótesis se basan, entre otras, en las siguientes
informaciones:
1.
Provenientes de
Carlos Belgrano, ciudadano argentino (¿nacionalizado norteamericano?) residente
en Estados Unidos y que en el pasado se dice que habría estado relacionado
laboralmente a agencias de inteligencia norteamericanas. En dos correos
electrónicos (alarosadatodos@gmail.com)
dirigidos a varios destinatarios afirma:
a.
El
23 de noviembre de 2017, 12:59 Hs. – a 8 días de la desaparición de la nave- en
el que consta:
“Toma la suficiente consistencia, el hecho bélico, reportado por
agencias noticiosas rusas y su secuela que, nuestro buque fue impactado por dos misiles, disparados por un caza
ingles a trescientas millas náuticas al sudeste de Puerto Argentino, el último
viernes (aparentemente estaría equivocado respecto a la fecha), hora local 11.
“Como hemos anticipado, el
presidente Macricio fue informado de ese acto y declaración de guerra
abierta por parte de estos deleznables piratas, en esa fecha y a las 14 hs.”
“Incapacitado como lo está, por su abundante ausencia de
expertiz para timonear una crisis de proporciones inimaginables, el mismo día, se comunicó personalmente con Trump, quien
le aconsejo que manejara la hipótesis de un siniestro no beligerante, como así
lo hizo, convocando la ayuda internacional, para taponar la verdad”.
Resulta evidente
que desde el primer momento de la desaparición del ARA San Juan el Gobierno de
Macri y la Armada comenzaron a inducir a la población que las causas eran
debidas al mal estado y/o mal mantenimiento del sistema de baterías (ver
artículo) y producción de hidrógeno que habría explotado. Descartaron
de entrada la posibilidad de un ataque externo por falta absoluta de
evidencias. Tampoco las tenían respecto a la cuestión de las baterías y mucho
menos que – habiéndose generado una avería de ese tipo – fuera lo
suficientemente grave como para que el submarino termine hundido.
b. El 5 de diciembre de 2017, 5:51, escribió:
“Según confirmaron recién todas las Agencias Rusas de
Información, la del epígrafe, es la exacta localización de nuestro
sumergible.
“A menos de doscientas millas náuticas al sur suroeste de las
Islas Malvinas y a un profundidad menor a los 180 metros (modifica la dirección y la distancia del correo anterior).
“Los satélites,
tanto los de Cape Cod y Hawaii de la Nasa, como los de la base ex soviética de
Kamchatka y la china de Manchuria, detectaron esa exacta localización casi al
mismo tiempo, hace mas de quince días atrás.
“Pero las
informantes son renuentes a comentar si todos o algunos de los detectores, informaron
al Gobierno Argentino de la ubicación
real del hundimiento, aunque me inclino a inferir asertivamente, al menos
por parte de Moscu.
“Y creo que antes de la comunicación telefónica de Putin a
Macricio, la pasada semana.
“Posición real del Ara San Juan: -54ºS; 300ºE.”
2. Se presume que Rusia debe tener algún conocimiento respecto al hecho y de ahí su interés por verificar las causas reales que lo provocaron. Fue el Presidente Putín el que el que tomó la iniciativa de llamar a Macri – no lo contrario - y le ofreció la colaboración de Rusia para la búsqueda.
3. Por otro lado, se difundieron por las redes sociales por lo menos tres videos de origen anónimo y de locución con acento extranjero, que desarrollan la hipótesis del ataque externo al submarino San Juan por parte de Gran Bretaña y Chile. Por su estilo, podrían haber sido confeccionados por servicios de inteligencia extranjeros o nacionales, privados o estatales (inclusive con la participación activa de las empresas que intervinieron en la construcción y/o reconstrucción del submarino).
4. En general, desde mi apreciación personal, considero que el ARA San Juan:
·
Estaba participando de ejercicios
navales antisubmarinos explícitamente no autorizadas por el Congreso de la
Nación, con unidades de USA, Gran Bretaña y Chile, pero con la autorización
expresa del Presidente Macri, lo que
supone un grave problema institucional. Es impensable que la autorización haya
partido del Jefe del Estado Mayor de la Armada.
·
En una de las fases de dichos
ejercicios el submarino fue localizado y se le dispararon dos misiles desde
helicópteros o aeronaves de combate o torpedos desde otro submarino, todos
supuestamente inertes (de ejercicios). Podría haber un error en el tipo de
misil o torpedo disparado, los que suponiéndolos inertes eran realmente armas
activas, provocando con su impacto el hundimiento de la nave (fuego amigo).
·
También existiría la posibilidad
de que la CIA o el Pentágono haya facilitado a las aeronaves y naves
participantes de dispositivos de sonares experimentales que en su proceso de
detección se equivocaron en la identificación y consideraron que el ARA
San Juan era el blanco colocado como señuelo (y que simulaba un
submarino), cuando en realidad se trataba de un submarino real tripulado con
humanos.
·
Por otro lado, pensando mal y
atribuyéndole fines inconfesables, es también probable que el ARA
San Juan haya estado en el Área del Ejercicio Naval, con
conocimiento previo de las marinas de EE.UU., GB y Chile, y se haya
decidido probar un arma nueva sobre un sumergible real y tripulado por humanos
para apreciar los efectos.
·
La posibilidad del empleo de un
arma nueva, podría explica el interés de Rusia por participar de la búsqueda
y encontrar el ARA San Juan y así evaluar los efectos del accidente o ataque.
No es por caridad que los rusos todavía están en el Atlántico Sur; si la
hubiera, ello no descarta otras motivaciones – sobre la cual deben tener
información que podría afectar su interés nacional - para persistir en tan
costoso empeño.
Lo ocurrido
con el ARA San Juan, es hasta el momento todo muy sospechoso y
tremendamente oscuro, lo que se evidencia en la actitud esquiva del gobierno de
Macri hacia los familiares de los tripulantes fallecidos, hacia la Armada
Nacional y las Fuerzas Armadas en general.
La Fuerza
Aérea sin aviones ni bases. El Ejército Argentino sin ninguna
capacidad operacional para enfrentar cualquier amenaza que amenace su
integridad territorial y patrimonial, externa e interna. La Armada
Argentina con unas pocas naves y casi nula capacidad operacional para
enfrentar una amenaza proveniente del extenso litoral marítimo.
En síntesis, ninguna
de las tres Fuerzas Armadas, está en condiciones de recuperar su poder de
combate operativo en menos de 10 años; se trata de una situación kafkiana y
paradójico, en la que
las FF.AA. Argentinas son Fuerzas
Armadas desarmadas.
Es que la
Argentina es menos que una “republiqueta de opereta” (1). Carece
absolutamente de Poder Nacional y su clase dirigente y la sociedad entera baila
en la cubierta como en el Titanic, sin imaginarse que está a horas o meses de
chocar y de desparecer de la Historia Universal.
Que Dios se
apiade de los buenos y muy pocos argentinos que todavía superviven, en un mar
asfixiante de cipayos, entregadores, indiferentes y desinteresados del destino
de lo que debió ser una Nación.
Buenos Aires, 11 de enero de
2017
Santiago Roque
Alonso – Director de Patria Argentina
(1)
“La opereta es un género musical derivado
de la ópera que nace y se
desarrolla a lo largo del siglo XIX,
primero en París y después en Viena. Se
trata de un tipo de ópera musical, animado y anormal, cuya característica
fundamental consiste en contar con una trama inverosímil y disparatada”.(
https://es.wikipedia.org/wiki/Opereta)
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