miércoles, 18 de marzo de 2020

REFLEXIÓN EN TIEMPO DE PESTE


Sea virtual o real, biológica, cultural, mediática o política, lo cierto es que la peste esta sobre nosotros y no se avisara su final. A veces es útil una reflexión al respecto.


"La devastación final del mundo blanco europeo.
Occidente está a la deriva. El sistema occidental colapsa, para volver a imponer luego el mismo sistema recargado.
Sólo los pueblos de trabajadores y soldados, con una fuerte cohesión étnico cultural, pueden sobrevivir a una guerra del tipo que sea.
Nuestro enemigo es interno: es la gente con la que compartimos la vida diariamente, los que se dicen nuestros amigos, nuestros compañeros, muchas veces nuestros parientes más cercanos.
En situaciones críticas, queda claro que "mi hermano es quien sangra conmigo en la trinchera".
Pase lo que pase, quede en pie quien quede en pie, una cosa queda clarísma: hay que cerrarse sobre sí mismos. Militarizar la mentalidad y el espíritu. Ayudar al que sea consciente y esté comprometido con sobrevivir y ayudar a morir al inconsciente individualista.
Europa quedará devastada. América blanca es una proyección de Europa en sangre y cultura. El mundo blanco quedará devastado, más devastado que antes de la pandemia.
El dinero y el poder mundial se servirá de los chinos o de los yankis, o de ambos a la vez para imponer el final de nuestra raza, como la única raza capaz de darle forma humana y digna al mundo.
Se echan la culpa los unos a los otros, yo creo que han sido todos los que se echan la culpa entre sí. Cosas como las que están ocurriendo siempre se negocian arriba de todo.
Esto es parte de un largo proceso de devastación del mundo blanco europeo. O parimos la bestia blanca de Nietzsche, o dejamos de existir. El margen es mínimo, pero nunca se sabe. Aunque es sólo  si nuestra voluntad y nuestros dioses resucitan."
Juan Pablo Vitali.

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