A esta altura lo
fundamental es tener pensamiento crítico
y ver lo que pasa bajo el filtro de nuestro sentido común. Me refiero a la pandemia mediática y a la
consiguiente psicosis colectiva desatada desde los centros de poder mundial,
Desde que se inició
esta historieta de la infección del coronavirus toneladas de basura informativa
se ha descargado sobre la humanidad toda, tendiente a esparcir el temor y a
compeler a la obediencia borreguil a una masa acostumbrada a no usar el cerebro
y a que todas sus decisiones – desde la compra de una pasta para los dientes a
la elección de un presidente- pase por la maquina picadora de ideas de los
medios de comunicación, donde se nos dice que cosa es conveniente y que cosa no
lo es, por lo general apelando a los más bajos recursos de la psicología de
masas cuando no a las mentiras más viles.
No otra cosa ocurre con
este tema de la pandemia. a todas luces una operación de guerra bacteriológica sobre la que se montó una campaña gigantesca
de acción psicológica, ambas cosas
de factura netamente mundialista por
sus características, por los valores a los que apela y por los personajes que
la propagandizan, por los medios que se emplean para hacerla masiva y por los
objetivos que persigue.
Es una operación de
guerra bacteriológica pues el virus que la produce es un organismo de
laboratorio soltado en China sabe Dios por quienes. Dicho virus esta patentado
a nombre de laboratorios de occidente y modificado con aviesas intenciones de
que afecte a seres humanos. Desde China se expandió a varios países tanto
centrales como periféricos, comparativamente con otras afecciones con baja
mortalidad y baja morbilidad. Sin embargo la Organización Mundial de la Salud,
una agencia de la ONU copada por intereses de los laboratorios multinacionales
y grupos científico-políticos favorables a un gobierno mundial, la declaró pandemia y se desató la
histeria transnacional.
En medio de la
operación con los medios transmitiendo en cadena cualquier pensamiento
divergente en sentido contrario de lo que sostiene el discurso hegemónico, es
demonizado descalificado y ridiculizado por más científico que el mismo sea. Muy poco o casi nada se decía de las
curiosas anticipaciones que sectores interesados en la venta de vacunas, habían
hecho de esta pandemia, especialmente Bill Gates una de las figuras claves del
abortismo mundial con enormes inversiones en la industria farmacéutica.
La afección en si es una suerte de neumonía y su mortalidad es
muy alta en gente anciana con problemas
anteriores de salud (los que consumen y no producen), muy baja en las capas más jóvenes de la población (los
que están abocados a producir hoy) y prácticamente nula en los niños (los que
deben producir en el futuro). Un curioso
virus que tiende a limpiar la humanidad de sus “residuos”. Una suerte de
eugenesia de la cual nadie sería responsable para el caso de un futuro juicio
de Nuremberg.
Luego de las primeras y
alarmantes noticias desde los medios de comunicación propiedad en su mayoría de
multinacionales de la mentira y la manipulación y sostenedores de los valores e
ideas del mundialismo. apelando a los recursos propios de la Ventana Overton,
se dedicaron a sembrar el miedo y la histeria entre la población.
Los
gobiernos como el nuestro obediente cual perrito faldero a las ordenes
mundialistas declaro esta cuarentena cuyo único logro será destruir más lo que
queda de la economía real, mientras la lacra del sector financiero se llenara
los bolsillos más que nunca, disolver los lazos de cohesión social, sembrar la
desconfianza entre semejantes. La sospecha y la delación se convertirán en
norma
Algo similar ocurrirá a
nivel global, con el reseteo de un sistema financiero destructivo que lanzara
una nueva ola de endeudamiento planetario para paliar la crisis del parate
económico, para no hablar de las medidas de control social que tendremos que
bancarnos en adelante.
¿Que nos queda para
adelante? En caso de terminar pronto
este pandemónium, cosa que desconfió, enfrentaremos la realidad de un masivo
empobrecimiento de los argentinos. Morirán
mas de hambre que de coronavirus. A su vez una mayor y más abyecta dependencia
del país a los centros mundiales de poder, especialmente en el orden
financiero.
Contra esto es muy poco
lo que podemos hacer que no sea lo ya dicho de tamizar todo lo que nos llega
por el filtro del pensamiento crítico y del sentido común esclareciendo a la
mayor cantidad de gente que podamos y confiar en Dios que escribe derecho con
los renglones torcidos.
1 comentario:
Excelente comentario.
Con el mismo argumento de "cuidar la vida" de este controlavirus, se debería prohibir el transito de vehiculos ya que mueren entre 20 y 25 personas por dia en accidentes; claro, no habria camiones de transporte, no habría ambulancias, ni colectivos, ni movile spoliciales o bomberos, con lo que los 20-25 muertos al dia se convertirían en 100.
Lo mismo sudece acá, para evitar uno o dos muertes diarias por este circovirus, se producirán 50 diarias luego de la devastación de la economia.
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