EL BATALLÓN ABERRANTE
Por: Guillermo Rojas
Ya en infinidad de ocasiones
hemos tratado la temática de la marginalidad y su relación con los gobiernos
tributarios del Sistema de Dominación. Al menos aquí en Argentina el denominado
marginalismo es el otro yo del
Sistema que por vía de la ideología de los derechos humanos y especialmente
durante este periodo del kirchnerismo ha llegado a ser uno de los pilares de la
ruptura o abolición del sentido común, o sea la marginalidad especialmente
moral ha sacado bajo el mismo, libreta de ciudadanía y bill de indemnidad.
Resulta algo que no puede ser cuestionado, criticado o su eclosión disparatada
y grotesca, no puede ser descalificada de ninguna manera, so capa de ser objeto
de la persecución primeramente mediática e
incluso penal. Se la promueve desde el Estado ocupado por gente
absolutamente corrompida en las ideas y conductas. Se trata de la creación de
un nuevo “sentido común”, que viene
gestándose desde la llegada al poder del alfonsinismo hace tres décadas y hoy
ya es aceptado como lo normal y hasta deseable por una enorme masa de personas.
Hace poco el mismo ministro de
Educación, que debería ser la salvaguarda de la disciplina escolar avaló, como
un triunfo de la democracia la toma
de colegios secundarios, en los que hoy nos enteramos, se realizaron todo tipo
de desmanes y delitos contra la propiedad. Concretamente el robo de elementos
de los establecimientos educativos. Nos anoticiamos por los diarios que pese a
los disparatados dichos del mencionado ministro, los alumnos que llevaran
adelante esas tomas recibirán 24 amonestaciones, lo que marca la magnitud del
dislate y que parece hecho a propósito pues ello reciclará las protestas y los
desmanes.
Desde el mismo estado se avala a
los aberrosexuales que adoptan criaturas: hoy pudimos ver en dulce montón
posando en una foto, kirchneristas y macristas
junto a dos flamantes padres “igualitarios” que adoptaran un bebe. Solo
aquellas parejas que han tratado de adoptar un niño saben el calvario de
trámites que han tenido que hacer. Lógicamente los invertidos en la “nueva
Argentina” son los únicos privilegiados
Digamos que estas son las perlas
del Sistema que a diario nos van acostumbrando al reinado desafiante de los
degenerados, los delincuentes y a las diversas justificaciones que suelen
esgrimir sus promotores gobernantes. Sinceramente hemos llegado a pensar que la
perversidad ya había logrado sus máximas expresiones. Pero nos equivocamos.
En efecto hay más. Pocos días atrás saltó a la popularidad un
denominado” Vatayon Militante” integrante de la estructura del kirchnerismo
cuya noble actividad era promover actos culturales con los presos comunes como
protagonistas, lo cual no estaría mal siempre que se hicieran dentro de las
cárceles donde esa gente tiene que estar por imperativo de la ley. Pero ya
sabemos cualquier cosa vinculada al kirchnerismo es una suerte de ameba viscosa
y repugnante cuya finalidad no es otra que la destrucción de la moral, el
derecho, la lógica y finalmente, como ya hemos dicho, el sentido común.
Así como estos amorfos nos han
acostumbrado a la delincuencia desbocada apodada inseguridad, también nos
quieren acostumbrar a que esa delincuencia no debe recibir castigo alguno por
que es víctima de la sociedad. Primero lo han verbalizado desde hace añares con
personajes como el ex terrorista Verbitzky
o el intragable gordo Arslanian como primeras espadas y hoy gracias a los
militantes de La Campora lo llevan a la práctica organizando actos político
partidistas disfrazados de culturales donde interviene gente tan connotada como
el baterista de Callejeros que quemara viva a su mujer y que se encuentra
condenado o el “barra” de River que matara a un rival en un sonado hecho de los
tantos protagonizados por esas bandas de desalmados.
Es la constante en la degradada ideología de
los Derechos Humanos: todos los derechos para el marginal, en este caso el
delincuente, mientras la víctima no cuenta y la justicia tampoco. Hay que
acostumbrar al vulgo de que vivimos en la anarquía, en el mundo del revés. Es el
anarco-progresismo
Lo más increíble, lo más
indignante, es el aval y la disculpa justificadora de la delincuencia, que por
ejemplo la verborragica que habita la Casa Rosada hiciera de la “noble
actividad” de los señores barras bravas diciendo en elogio de ellos
“En la cancha colgado de la
paraavalancha y con la bandera, nunca mirando el partido, porque (los barras)
no miran el partido. Arengan y arengan y arengan, la verdad mi respeto para
todos ellos. Porque la verdad que sentir pasión por algo, sentir pasión por un
club, es también, ¿sabés qué?, estar vivo”. Lógicamente que las víctimas de estos delincuentes no deben
opinar lo mismo, los que estén vivos se entiende.
Y para culminar: “La
violencia en el fútbol no debe circunscribirse a un grupito, además las cosas
más graves no pasan dentro de la cancha, sino afuera”. Deplorable. Ni El Abuelo o Diceo lo hubieran hecho mejor.
Si el sentido común es lo que la
gente piensa en general sobre un tema en
particular. Si es un acuerdo natural de las personas sobre que algo es razonable que se haga. O una creencia que la gente considera prudente
sobre un tema o situación, sin necesidad de que esa información esté comprobada
científicamente o que sea parte de un conocimiento esotérico; lo único
importante es que la gente lo tenga en común, el sistema lo está trastocando
desde hace como mínimo tres décadas. Si es razonable que los delincuentes
purguen una condena por sus crímenes, si es lo lógico que un niño tenga un
padre y una madre y no dos padres o dos madres, si es lo necesario que en la
sociedad haya quienes manden y quienes obedezcan, si lo normal es que se
proteja a la víctima y se castigue al victimario, este Régimen opresivo, hoy
con la conducción del kirchnerismo (podría ser de cualquier otro grupo porque
todos son lo mismo) no lo cree así y milita con su Batallón Aberrante en favor
de la destrucción de ese andamiaje que se suele denominar normalidad.
Para eso se ha descargado sobre
la sociedad una gigantesca montaña de excrementos, en la cima de la misma está
el kirchnerismo con sus banderas desplegadas a los cuatro vientos como los
andinistas orgullosos de haber hecho
cumbre
1 comentario:
Muy bueno como siempre camarada Guillermo. Siga escribiendo que hace mucho bien.
Joseantonio
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