sábado, 16 de marzo de 2013

EL CINE COMO SISTEMA DE CONTROL SOCIAL II



( CONTINUACIÓN)

LA DÉCADA DE LOS 70

En los años 70, el cine adquiere una fuerza enorme, con grandes avances en los efectos especiales y en las herramientas para comunicar sus mensajes. Cada vez la violencia es más explícita, se muestra cada vez a personajes más decadentes, el cine de terror se posiciona con fuerza, el sexo es cada vez más explícito y en definitiva se muestra un lado sombrío del ser humano (del nuevo hombre que desea el cine), eso si, junto a los héroes y galanes de siempre. Las relaciones sentimentales adquieren un tono más abierto, siempre impregnadas de un machismo muy presente, acompañado de una mujer en proceso de “liberación” que empieza a vulgarizarse en pro de una modernidad “cool” dónde lo irreverente es sinónimo de estar a la onda. Y evidentemente, todo lo presentado anteriormente se mantiene con igual o más fuerza. La ciencia ficción se perfecciona y se presentan títulos que marcarán un antes y un después en la mente del espectador. Algunos títulos podrían ser: El Padrino, Grease (dónde un cerebro hueco, machista, inculto, violento, inseguro, chulo e inmaduro, pero que baila muy bien, es el héroe de una princesita encantada de su amor), La Guerra de las Galaxias, Tiburón (enorme trabajo subconsciente), El exorcista (película clave en la modalidad del terror psicológico), Alien el octavo pasajero, Rocky (el gran sueño americano al alcance), Taxi Driver (arquetipo del hombre perturbado), La profecía, Alguien voló sobre el nido del cuco, El expreso de medianoche (los peligros de ir contracorriente), La naranja mecánica (apología a la violencia integral), Carrie, Mad Max (uno de los primeros Apocalipsis), El Cazador, La matanza de Texas, Chinatown, Star Trek, El imperio de los sentidos (mito pornográfico), y un sinfín más.

 LOS AÑOS 80

En los años 80, el cine se caracteriza por haber consolidado los arquetipos pasmosamente, la imagen está totalmente integrada en las conciencias, y ya existe un mundo virtual asentado en las mentes. Las películas cada vez basan más su potencial en la imagen estereotipada, en un gran paso del cine a nivel mundial. La figura del rebelde gana fuerza (ya presentada por James Dean y Marlon Brando con anterioridad), siempre un hombre marginado, decadente, autodestructivo, antisocial, alcohólico y fumador generalmente, agresivo, pero presentado siempre por los actores más deslumbrantes y siempre con un encanto sin igual, tanto para mujeres como para hombres. Claro está que este arquetipo de rebelde resulta ser el rebelde menos rebelde que puede existir, un rebelde que siempre acaba cediendo a la bondad moralista en su interior e integrándose de alguna manera a la comunidad siendo un ciudadano ejemplar, y si no, un rebelde sin “remedio” que contiene su encanto y gancho en su firmeza pero siempre pagando el alto precio de no ceder al establishment, mensaje potente donde quepa.

La ciencia-ficción y el terror siguen su progreso ascendente, tanto en medios como en cantidad. Estados Unidos se promociona aberrantemente como un país liberal, como una tierra de sueños y aventuras, la imaginería presentada en esta época es de una fuerza sin igual, los arquetipos americanos calarán hondo en la psique del ser humano bombardeado por la increíble fantasía y atractivo de las barras y las estrellas. La chulería se presenta como algo atractivo y moderno, como una característica primordial del nuevo hombre, aunque claro está, para mantener la balanza continua habiendo héroes y galanes. Se afianza la figura del poli duro, un tipo atormentado por duras vivencias, que se abre paso en la vida a través de la irreverencia, el estar de vuelta de todo, y una superioridad incontestable, siempre vestida de humildad (falsa), un humor irresistiblemente atractivo, y unas cualidades físicas cercanas a una maquina. El sexo sigue su asentamiento como presencia absoluta, y la familia se comienza a exponer como una entidad frágil, dónde el progreso natural inevitablemente debe modificarla. La adolescencia es una faceta atacada sin escrúpulos, los chicos y chicas son un hervidero de hormonas que ceden irremediable y gustosamente a unos años “mágicos” de excesos, relaciones sexuales impulsivas, frenesí encantador y vidas al límite, siempre presentados como maleducados con sus padres y vendiendo la picaresaca, el interés y la capacidad por lograr el éxito como valores primordiales, además de presentar a la universidad como el templo del conocimiento y de manera pareja como el templo del placer y los sueños adolescentes. El adolescente estereotipo es guapo, deportista, listo (que no inteligente), atormentado, y con la cabeza llena de dudas absurdas presentadas como existenciales. La chica se limita a ser la animadora novia del quarterback, y su máxima aspiración es acceder a la universidad, sacarse la carrera, conseguir el trabajo soñado, y formar la familia con el guaperas de turno que no quiere dejar de ser rebelde por ella.

La influencia del militarismo se acentúa, ensalzando al héroe de guerra, y presentando dramas bélicos con toque humano y de un patriotismo exagerado. Se introduce la comedia alocada, que en medio de un absoluto disparate aprovecha el aparente ambiente inofensivo del humor para introducir mensajes e inculcar actitudes nada graciosas. La figura del psicópata se aposenta para no irse jamás. En definitiva, una época gloriosa para el cine, no tanto para el ser humano. Algunos títulos de los ochenta entre muchos otros son : Regreso al futuro, Terminator (título clave para la introducción del hombre-máquina), ET el extraterrestre (grabado en el subconciente de gran parte de la humanidad), La jungla de cristal (la amenaza terrorista asoma la cabeza, precisamente en un rascacielos), El club de los poetas muertos, Superdetective en Hollywood (otro macarra como héroe), Poltergeist (impacto psicológico donde los haya) , Blade Runner, El precio del poder, Platoon, Conan el bárbaro, Cocodrilo Dundee (el tonto de pueblo encantado de ser adoptado por la gran manzana), Memorias de África, La ley de la calle, Posesión Infernal, Starman (El New Age haciéndose hueco), La Rosa púrpura del Cairo, La historia interminable, El Imperio contraataca, La chaqueta metálica, la Mosca, las Amistades peligrosas, El cartero siempre llama dos veces, Tron, Robocop (la policía como bien supremo), El secreto de mi éxito (un joven a base de mentiras consigue el éxito en dos semanas), Commando (El heroísmo de los exmilitares americanos y su gran sentido del honor), Aterriza como puedas, Indiana Jones en busca del arca perdida, Dirty dancing (dogma del egoísmo y vacuidad en nombre del amor más otro rebelde nada rebelde) El sargento de hierro, Depredador, Bitelchus, Gremlins, Arma letal, Acorralado, Los cazafantasmas, Risky Business (Tom Cruise dando lecciones de como ser un adolescente ejemplar, timando a sus compañeros, engañando a sus padres, chuleando a una prostituta y conseguir ser un tipo exitoso), Nueve semanas y media (destrucción total de la honestidad entre hombre y mujer y substitución de amor por sexo), Akira (introducción de un horizonte futuro desesperanzador), Rocky IV (vergonzoso panfleto militarista patriótico), Top Gun (más de lo mismo), El chip prodigioso, Porky’s (Biblia de la adolescencia del nuevo hombre), Golpe en la pequeña China (estereotipo por excelencia del tipo duro cabezahueca encantador), …

DÉCADA DE LOS 90

A partir de los 90, después del inmenso trabajo realizado en la década anterior, el público mundial ya es devoto de un supuesto arte que es realmente una religión. A partir de entonces, la cantidad de títulos y su distribución crece enormemente, a todos los rincones del planeta llegan los dioses de Hollywood, los actores, que son la cara visible de la maquinaria, los santos de la devoción al maravilloso mundo del cine, se convierten en referentes sociológicos y iconográficos que dibujan las tendencias de los jóvenes (y no tan jóvenes) de una manera cada vez más descarada. El cine pasa a ser un oráculo dónde aprender, una fuente de conocimiento, pues se da por sentado que son obras de arte destinadas a instruir y educar además de divertir y entretener. El cine se inmiscuye en cada una de las facetas de la vida, y se sienta en el altar de la sociedad. Los contenidos de las películas cada vez son más fantasiosos, llevando al espectador a argumentos y tramas cada vez más alejadas de su capacidad de comprensión, ampliando ese mundo virtual ya instaurado y llevándolo a nuevas dimensiones de moldeamiento. El New Age trabaja con fuerza, y la ciencia-ficción se fortalece cada vez más. A partir de aquí, la violencia ya está normalizada, por lo que se tiene que avanzar y llegar hasta límites extremos de violencia y sadismo para satisfacer al público ya acostumbrado a la violencia “común”. El mundo adolescente ya se trata de un modo decadente, dominado por las drogas, la falta total de respeto, y la perdida del horizonte. Aparece un nuevo rebelde, sobre todo para los más jóvenes, que es el adolescente marginal, de familia desarraigada. Se presenta un mundo en decadencia dónde sobreviven los mejores y más talentosos, en una lucha a la carrera en un mundo que va de mal en peor y dónde las circunstancias obligan a ser egoista. Se tratan temas históricos cargados de intenciones adoctrinadoras a base de manipulaciones y falsas o medias verdades. Y se empieza a mostrar a una mujer, ya prácticamente en igualdad aparente con los hombres, que para hacerlo ha tenido que parecerse a él y ganarle la partida en la competencia. El sexo, al igual que la violencia, adquiere una dimensión cada vez más depravada y menos humana. Se introducen conceptos tecnológicos y informáticos como nuevos principios elementales y se transmite la idea de la guerra como una verdad indiscutible e irremediable, además de necesaria.

Algunos de los títulos de esta década son : Pulp Fiction (sangre y perversión), Reservoir Dogs (más sangre y perversión), Braveheart (fascismo disfrazado de libertad), La lista de Schindler (manipulación mental absoluta), Forrest Gump, El silencio de los corderos (el lado oscuro que todo nuevo hombre debe tener), Bailando con lobos (falso moralismo), El último mohicano, Doce monos (un futuro quizá no tan fantasioso), American history X (la violencia como señal humana), La delgada línea roja, Matrix (sentando las bases del futuro falso despertar), Trainspotting (la decadencia de la juventud como señal inequívoca), Parque jurásico (Eugenesia maquillada), Seven,  American Beauty, El club de la lucha, El último boyscout, Thelma & Louise, Desafío total, Leaving las vegas (el alcoholismo y depravación como riesgos comunes), Titanic, El sexto sentido (Espiritualismo New Age adoctrinador), Salvar al soldado Ryan, El show de Truman (compañera de Matrix), Jerry Mcguire (la supervivencia del sueño americano en medio de un mundo sin sueños), Gattaca ( eugenesia en estado puro), Contact (panfleto new age de pies a cabeza) …

 SIGLO XXI HASTA LA ACTUALIDAD

En el siglo XXI, el cine parece preocuparse por un humanismo que se va perdiendo (y que el cine ha contribuido sobremanera en que así sea) buscando respuestas existenciales en medio de una vida cada vez más vacía. El espiritualismo se va fundiendo con la ciencia, y cada vez hay más argumentos que insisten en hallar un conocimiento perdido que nos defina. El cine parece volverse crítico con los poderes, y se inundan las salas de tramas de corrupciones políticas y supuestas verdades desenmascaradas. La misma decadencia que se ha ido instaurando a lo largo de las décadas se presenta ahora como una verdad terrible e indeseable a la que hay que encontrarle solución o alternativa. Se insiste en los descubrimientos sorprendentes, en avances científico-tecnológicos y en la presentación de un cambio de humanidad borroso pero inexorable. El New Age se aposenta con fuerza alejado de la fantasía y más cercano a la ciencia oficial, tanto que conceptos propios de esta corriente se convierten en verdades normales para muchos, y el elemento común utilizado por esta corriente es conseguir que el público se pregunte las bases de su realidad, que busque, dentro de esa realidad virtual ya insertada en su cerebro, nuevas respuestas a preguntas que necesita saber para dejar de ser ignorante. La tierra es un lugar en peligro, por culpa de los mismos hombres que la han maltratado, en este aspecto se trabaja mucho con el ecologismo como nueva moral del hombre para redimirse de sus malos actos para con su propio planeta que acelera su carrera hacia la catástrofe para lo cual el planeta entero debe tomar medidas. Se producen multitud de títulos catastrofistas, apocalípticos, y muchos de ellos, con respaldo militar y científico que aumentan su calado en las creencias populares.

El cine bélico pasa a ser sumamente realista, casi documental, ya no son aventuras bélicas, sinó realities militares de crudeza extrema dónde se busca la empatía del espectador con el sufrimiento, y dónde la guerra ya no es algo que vanagloriar (dentro de la tendencia de la concienciación y auto culpa), pero sí algo que afrontar como inevitable. El terrorismo internacional irrumpe con fuerza, no en vano, a inicios de siglo ocurre el fatídico 11-S surgiendo un nuevo arquetipo del mal encarnado en el “terrorista”. Invasión de películas dónde sanguinarios grupos terroristas desean aniquilar la libertad de las grandes naciones, sobre todo la norteamericana. Se hacen películas sobre el 11-S que no son más que obras sentimentalistas y sensacionalistas cargadas de manipulación y mensaje político tanto en su versión para devotos del sistema como para los supuestos “radicales” ansiosos de verdad, los dos casos son ejemplos de manipulación y traición a la verdad. A todo esto se le une una necesidad planetaria de unión de las naciones acompañada de un discurso político que lo vende como una necesidad histórica y social.

El cine de terror amplia su campo de acción y prácticamente cualquier género puede convertirse en película de terror. El terreno espiritualista y demoníaco domina este género, produciendo títulos de un horror ilimitado que inserta en los subconscientes el “mal” como realidad inequívoca en el mundo. El género zombie se desborda y expandiéndose fuera de su ámbito, pasando a introducirse en cualquier otro género.

Los héroes del siglo XXI parecen verse afectados por este ataque de conciencia y modelan su actitud siendo ante todo, moralistas, firmes, comprometidos y siempre, sobradamente preparados. El mismo nuevo galán, a su vez, es un hombre sensible, reconocedor de su debilidad y eso es lo que le hace fuerte.

La idea extraterrestre se extiende a multitud de títulos y variedad de presentaciones, es sin duda el concepto que progresa de una manera más acelerada; es presentada siempre como una posibilidad científica,  junto con la idea apocalíptica y catastrófica y acompañada de multitud de temores supuestamente fundados sobre epidemias, plagas y virus desconocidos e implacables.
El drama se tiñe de personajes que en medio de un panorama desalentador sacan sus fuerzas de donde no las hay para adaptarse y superar las dificultades, ya sean económicas, sociales, de salud, políticas, sentimentales… la cuestión es presentar a un ser humano que como forma de supervivencia debe adaptarse a cualquier situación, dando esta por sentada e infranqueable. En este tipo de películas, a dichos personajes se les otorgan rasgos morales y espirituales como las armas de su victoria ante la adversidad, una multitud de conceptos ligados al New Age y neo-espiritualismo que se van asentando en las mentes de las gentes cada vez normalizándolos y formalizándolos más.

En las relaciones, las circunstancias definen el fin que justifica los medios. Ahora se presentan a un hombre y una mujer distanciados de manera natural, trabajando por romper una distáncia que existe por sí misma, y que va unida al estado decadente de la sociedad. Todos creen en el amor más o menos, pero la dureza de la vida les aparta de ello. Unos lo aceptan adaptándose a esta situación, y otros luchan hasta la muerte por un amor que parece no tener ya cabida sin sufrimiento. Se inundan las pantallas de comedias románticas con toques dramáticos. Todas ellas destinadas a presentar a las relaciones como un complicadísimo mundo donde las confusiones, las dudas, las mentiras, la resignación, la sumisión, y las actitudes postizas son esencia en las mismas, y que la realidad es que el hombre y la mujer deben sacrificar su libertad y naturaleza para estar en pareja.
Una relación es la aniquilación de todo aquello que es verdadero en cada uno, pero en cambio al estar en una relación se crea una nueva realidad, que anula a las dos partes pero crea una nueva. Por cierto, una nueva que lo que hace es adaptar ese tándem a un sistema  que les premia por ello. Así mismo, se aposenta la idea de la infidelidad legítima, la promiscuidad aceptada, y el reconocimiento del hombre y la mujer como un pozo de miserias que renuncian a un amor puro para aceptar el amor del nuevo hombre como una realidad “evolutiva”. El egoísmo compartido y los intereses comunes como nexo de unión entre dos personas. En el cine, para este entonces, engañar y mentir ya es algo inherente al ser humano, está en sus “genes”, ya no es nada “malo” porque es inevitable y forma parte de su naturaleza intrínseca. Una relación de pareja se convierte en algo sumamente parecido a un contrato laboral, pero vestido por unos minúsculos restos de un amor del pasado que sostienen esa balanza de los nuevos tiempos y la adaptación a ellos. La soledad se explica como una característica inamovible del ser humano, incluso como buena y signo de madurez e integridad; en un mundo de mentiras es mejor estar sólo que mal acompañado, y la manera de paliar esa soledad es a través de relaciones superficiales como satélites de ese eje de soledad. Tanto el hombre como la mujer se presentan como solteros mayoritariamente, demasiado ocupados en sus carreras laborales y/o académicas, y en el caso de presentarse matrimonios, estos son víctimas de unas crisis inevitables que o acaban por desmantelarlos liberando a las dos partes en felicidad, o uniéndolos en una resignación positiva pero enmascarando una tristeza y fracaso subliminales para los más “antisistema” y de éxito humano para los más “pro-sistema”.

El cine juvenil y adolescente presenta a unos chicos y chicas que tienen como altar el sexo, acompañado de drogas, irreverencia, falta de respeto, delirio, egoísmo, estupidez, vanidad, perdida de identidad, desenfreno, y dramas, donde la soledad y la unión a través de la ya estandarizada familia rota o en desintegración, junto con la costumbre de vivir en un mundo decadente, hace que éstos encuentren modos de adaptarse a esa decadencia. El sexo ya es un ingrediente presente en todos y cada uno de los géneros, se podría decir que es un género por sí miso que los incluye a todos, y cada vez más separado del amor. Los héroes están acompañados de heroínas sumamente atractivas y letales, siempre adheridas a un conocimiento tecnológico superior como signo de identidad progresista. Los hombres y mujeres referentes, son adictos a la moda, siguen la vanguardia de la dietética y cuidan su imagen y cuerpo como el altar del ser humano, y esto va acompañado de la nueva sabiduría: la tecnología avanzada, la informática, el espiritualismo moderno, la genética, y una filosofía nueva presentada como antiquísima pero que no es mas que una tergiversación y alteración de todos los valores y saberes tradicionales. Se atacan todas las religiones (especialmente la cristiana), y aparecen súbitamente tradiciones milenarias que dan respuestas a preguntas existenciales con un discurso encantador y mágico cargado de amor y paz universal como escudo y bandera, insinuando la necesidad planetaria de un código ético y espiritual nuevo que nos salve de la destrucción.

Entre la multitud de títulos de esta prolífica década encontramos:

X men, Erin brockovich (mujer contra corporaciones corruptas), El bar coyote (marcando tendencias juveniles), El sexto día (eugenesia a más no poder), Lo que la verdad esconde, Los otros (espiritualismo de moda), Una mente maravillosa, Inteligencia artificial (futuro con extraterrestres en el horizonte), El diario de Bridget Jones, Harry Potter (la magia del corporativismo infantil y juvenil), Moulin Rouge, Black Hawk derribado, A todo gas (el machote y el coche), Training day, Lara Croft, Una rubia muy legal (se guay y tonta y tendrás éxito), Mulholland drive (realidad y sueño fundiéndose en medio de la perversión), Spy Game, K-Pax (ET entre nosotros), Evolution (el horizonte ET a la vista), La bruja de Blair (nueva técnica de terror psicológico), Batalla final: La Tierra, Skulls sociedad secreta (poniendo de moda el futuro boom iluminati), El señor de los anillos, Minority report (el futuro con una policía tecnológicamente super avanzada), La cosa más dulce (aberrante agresión a los valores), Daño colateral  padre de familia yankee contra terroristas sanguinarios), 28 dias después (plaga zombie), Lost in traslation (la soledad del hombre moderno y sus encantos), El cazador de sueños (más ET’s), El Núcleo (la ciencia y el Gobierno intentando salvar al mundo), Dos policías rebeldes (dos macarras nada rebeldes), Transformers (ejército, aliens y mezcla de símbolos), Señales (ET’s y los crop circles), La pasión de Cristo (reescribiendo la historia),  Yo Robot (la máquina iguala al hombre), 21 gramos (decadencia de la sociedad), Resident Evil, El amanecer de los muertos, Ice Age (panfleto greenpeace), El exorcismo de Emily Rose (caso presentado como real de posesión), Sr y Sra Smith (cómo ser un asesino a sueldo, egoísta, insensible y cruel puede ser lo más), Misteriosa obsesión (Aliens camuflados en el gobierno), Closer (las relaciones sentimentales como nido de mentiras), El código Da Vinci, World Trade Center  el 11-S para incautos), United 93 (el 11-S para incautos “radicales”), El diablo se viste de Prada (moda, competencia, materialismo y éxito profesional), V de Vendetta (futuro panfleto para revoluciones árabes y 15-M), Miami Vice, The Ring, Una verdad incómoda (propaganda del Climagate), La búsqueda, Soy leyenda (apocalipsis y zombies) Señales del futuro (quizá la más descarada propaganda New Age hasta el momento), Rec, Avatar (adoctrinamiento moralista ecologista y militar), Zombieland, Paranormal activity (terror psicológico afinado), 2012 (campaña política del apocalipsis Maya), The Box (Extraterrestres examinando el comportamiento humano), Infectados, Ágora (otra vez reescribiendo la historia), Distrito 9 (extraterrestres conviviendo con humanos normalmente), Anticristo, Millenium (reforzando el feminismo de Estado), Slumdog Millonaire (autoayuda humilde), Skyline (invasión devastadora de ET’S  en la tierra), La Red Social (cómo cualquiera con talento y esfuerzo puede crear algo como facebook), Saw, Buried, Origen (alterando la realidad), Crepúsculo (la nueva tendencia adolescente, y no tan adolescente), El libro de Eli (apocalipsis y nueva religión), Shuter Island (con el bisturí en los cerebros), The Road, La cuarta fase (supuesto hecho real dónde los futuros exitosos Anunnakis raptan a hombres), Contagio (plaga mundial controlada por la OMS), Super 8 (aliens y secretos militares), Resacón en Las Vegas (depravación al límite en formato inocente), Invasión a la tierra (marines contra ET’S), El Rito (el vaticano desvelando casos de posesión), Destino oculto (el hombre guiado por un poder en la cúspide en todos sus movimientos), Cisne Negro (la oscura y laberíntica psique del ser humano moderno).

No está de más recordar, pensando en el principio del cine como laboratorio, que los elementos introducidos en décadas anteriores se mantienen, sólo que en dosis más reducidas, dejando paso a las temáticas preponderantes. Es decir, que en ésta década, siguen habiendo héroes clásicos, galanes clásicos y princesas del amor, pero ya son presentados como un bonito recuerdo de un pasado que equilibra la balanza en el total dominado por la inevitable decadencia humana. También continúan las comedias delirantes y transgresoras de todo lo existente y los superhéroes en una ascensión imparable año tras año destinados a infantilizar, llenar de fantasía y refugio del dolor a la mente supuestamente adulta.

Y antes de entrar en materia de los contenidos preparados para ser introducidos a partir de este año, hagamos una pequeña parada y miremos atrás. Teniendo en cuenta que la exposición se ha hecho por décadas para poder ordenar un poco la presentación, y que el proceso del laboratorio del cine sigue su propia dinámica y agenda respecto a los años, si observamos desde el inicio la evolución de las temáticas conceptos y formas presentadas en el cine y el cambio progresivo del ser humano y su sociedad paralelamente, veremos claramente que los elementos más comunes son la degradación, la desorientación mental y sentimental, la perversión de los valores, el aislamiento respecto a sus semejantes, el egoísmo legitimizado, el miedo como herramienta imprescindible para sobrevivir y la concienciación de la amenaza de destrucción y autodestrucción, al fin y al cabo la aniquilación de los factores humanos positivos que  colaboran con todo lo relacionado con el amor en cualquiera de sus formas y vaciarlo de todo para poder rellenarlo a placer con algo  que el ser humano acabará demandando convencido de necesitarlo. Claro está, reflexionando sobre el anterior concepto expuesto de la “moda”, uno podrá creer que el cine se adapta a lo que el hombre le enseña, y no al revés. Así pues, eso será un posicionamiento que diga: “El hombre es libre y evoluciona de manera natural, y el cine refleja esa evolución mostrando los cambios paulatinos con ingredientes de fantasía para dar espectáculo y entretener”. Bien, si después de observar honesta y atentamente nuestra sociedad, su “evolución”, a nosotros mismos, y a todo lo que nos rodea en su expresión histórica y actual, se continúa pensando eso, poco más podemos decir. También remarcar, que se han añadido varios títulos a cada época con pequeñas observaciones, al igual que se hará en lo que está por venir, no como añadido cuantitativo, sino como herramienta para poder ver un gota gota en su totalidad y facilitar la visión de ese gota a gota de manera integral y así poder identificar las proporciones de los elementos utilizados. Sin olvidar que cada año, sobre todo a partir de los 90, se realizan cientos de títulos, lo cual es imposible exponer aquí, y para lo cual se debería escribir un libro (iniciativa que sería muy interesante) diseccionando los títulos detalladamente por épocas y cogiendo un número de películas significativo de cada etapa y analizarlas profundamente, con lo que las conclusiones serían mucho más contundentes y precisas.

(CONTINUARÁ)

1 comentario:

Pablo dijo...

Muy bueno el artículo, pero cuando habla de las películas del siglo XXI le pifia en un par de cosas. Hay varias películas que menciona que están basadas en obras anteriores, de otras décadas. Por ejemplo, Resident Evil y Tomb Raider están basadas en videojuegos de mediados de los '90, el Señor de los Anillos en un libro todavía más viejo. K-Pax es un plagio de la película argentina Hombre mirando al sudeste, X-men tiene sus orígenes en un cómic de los '60.

Lo que caracteriza a las películas del siglo XXI a mi entender es lo catastrófico, el fin del mundo debido a las más diversas causas (2012, El día después de mañana, etc.).