En muchos de estos Textos Alternativos he ido 
denunciando la vergonzosa degeneración de ex nazis y otras hierbas 
ex-fascistas hacia la derecha, y sus alianzas con sionistas, chusmas 
diversas, matones y gentuza de la peor especie. En toda Europa los 
partidos llamados ‘populistas’ suelen ser solo derechistas, apoyan el 
mercado y el capitalismo, eso cuando no son además sionistas. Los 
intelectuales que antes era identitarios y etnicistas ahora son dóciles 
derechistas con discursos muy intelectualistas y poco comprometidos, 
pero eso sí, claramente anti fascistas y sufren una total amnesia de su 
pasado ‘no correcto’.
Pero no creamos que esa corrupción y degradación pasa 
solo entre los medios de ‘alternativa nacional’ y de ex fascistas con 
miedo o arrepentidos. En las izquierdas ha sido aun peor, la extrema 
izquierda se ha convertido en palanganeros del sistema hasta puntos que 
nadie hubiera creído oyéndoles hace 50 años. Desde estudiantes rebeldes 
del 68 convertidos ahora en Ministros de Educación hasta peludos 
anti-burgueses que son ahora figurines del ocio burgués repletos de 
drogas y rock anunciando coca-cola, pasando por los que antes alababan a
 la URSS o Rumania y ahora dirigen, alaban o financian el movimiento 
Gay-homosexual.
Uno de los temas más curiosos es ver a esos ex 
comunistas que ahora apoyan, cuando no dirigen, el ‘Orgullo Gay’, esos 
alcaldes progresistas que ahora financian al movimiento homosexual o 
transexual, cuando antes eran comunistas que leían a Marx y Engels, 
cuando no a Lenin (Pablo Iglesias blandiendo una bandera con el retrato 
de Lenin, por ejemplo).
Pocos saben que Marx y Engels concebían la 
homosexualidad como una degeneración producto de la sociedad capitalista
 que habría de ser erradicada gracias al socialismo.
Marx tras leer el libro de Karl Boruttau ‘Sobre la 
libertad de conciencia’, calificó al autor de «maricón estúpido». Y 
Engels dedicó a la homosexualidad epítetos como «abominable», 
«despreciable», «degradante» y «extremadamente contra natura».
Y sus seguidores Lenin o Stalin siguieron sus palabras,
 la homosexualidad estaba condenada con varios años de vacaciones en 
Siberia (art. 121 del Código Penal de la URSS). La doctrina oficial 
soviética sobre la homosexualidad consistió en considerarla 
contrarrevolucionaria y producto de la decadencia capitalista.
Muchos ideólogos oficiales comunistas relacionaban la 
homosexualidad con el sadismo característico de los fascistas, mientras 
que Máximo Gorky, en un artículo titulado «Humanismo proletario», 
explicó que la Unión Soviética estaba obligada a perseguir a los 
homosexuales para proteger a la juventud de su influencia corruptora. Y 
propuso esta medida: «Exterminemos a todos los homosexuales y el 
fascismo desaparecerá».
Los comunistas de antes en Francia, por ejemplo, no se 
quedaron atrás. Daniel Guérin, dirigente comunista considerado hoy el 
padre del movimiento homosexualista francés declaró: «No hace tantos 
años que declararse revolucionario y homosexual eran cosas 
incompatibles».
Por lo que se refiere a la Cuba de Fidel Castro, 
bastaría con recordar las palabras de Reinaldo Arenas sobre el hecho de 
que, poco después de la revolución, «comenzó la persecución [a los 
homosexuales] y se abrieron los campos de concentración». Lo supo por 
experiencia propia.
En la Gaceta de la Fundación José Antonio se relataba esta experiencia:
“Precisamente de Cuba regresó el oscarizado fotógrafo 
Néstor Almendros, previamente emigrado de la isla antillana junto con su
 familia, distinguida por su militancia izquierdista. En la biografía 
que puede encontrarse en internet se cuenta que, opuesto al nuevo 
régimen comunista, se marchó a París. Pero en medio hay una escala que 
se oculta sospechosamente. Instalado en la Barcelona franquista de 1962,
 conoció los locales de ambiente homosexual que frecuentaban Jaime Gil 
de Biedma y Terenci Moix. En su autobiografía ‘Extraño en el paraíso’, 
este último recordó una trifulca entre Almendros y Biedma, que le llamó 
«gusano» por haber abandonado el paraíso castrista.
– “Coge a todas estas locas y llévatelas a Cuba 
–respondió Almendros señalando a los danzantes enfundados en marabúes–. 
¿Crees que te dejarán montar una bacanal como ésta? Al primer plumazo os
 meten a todos en un campo de regeneración”.
Así es, el comunismo no gustaba nada de decadencias 
sexuales, cuando era aun algo de obreros, pero ahora que está lleno de 
decadentes, progresistas drogados, rockeros alcoholizados, intelectuales
 homosexuales e inmigrantes de costumbres africanas, la izquierda es una
 casa de ‘locas’, carne de Siberia en el comunismo de antes.
Y es que el sistema no cambia solo las ‘ideas’ sino la 
forma de vida, el estilo, la seriedad y la forma de ser. Por eso extrema
 derecha, derecha, centro, izquierda y extrema izquierda son el mismo 
estilo de vida, la decadencia y la falta de estilo total.
Y por eso nosotros los Nacionalsocialistas de verdad 
repugnamos de esos fachas de vida decadente, junto a los se acercan a 
las ideas del sistema, y aceptan sus formas para ‘obtener votos’. El NS 
es el enemigo total del sistema, no solo de sus ideas sino de su forma 
de ser y vivir.
http://filosofiadisidente.blogspot.com.ar/
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