El movimiento islamista palestino Hamas, que controla la franja de Gaza, acusó hoy al "lobby judío" en Estados Unidos de ser responsable de la crisis financiera en ese país.
El portavoz de Hamas, Fawzi Barhum, afirmó en un comunicado que los problemas del sistema financiero estadounidense se explican por "la mala gestión administrativa y financiera y un mal sistema bancario instalado y controlado por el lobby judío".
El presidente estadounidense George W. Bush y su administración "inyectaron miles de millones de dólares para salvar la situación" silenciando el hecho de que "el que instaló el sistema bancario y financiero estadounidense y lo controla es el lobby judío", añadió.
Según él, ese grupo "controla también las elecciones estadounidenses y define la política extranjera de toda nueva administración, de manera que pueda controlar el dinero estadounidense, el gobierno y la economía, para que Estados Unidos se convierta en arma del lobby y su instrumento de dominación en el mundo entero".
El portavoz se pregunta "si el presidente Bush hará una investigación y dirá francamente a su pueblo que el lobby judío es directamente responsable de ese desastre".
Hamas acusa frecuentemente a Estados Unidos de alinearse de manera sistemática con Israel en el conflicto con los palestinos por la influencia del "lobby judío" norteamericano. El movimiento islamista tomó violentamente el control de Gaza en junio de 2007 sacando de ahí las fuerzas fieles al presidente palestino Mahmud Abas.
La Liga Antidifamación (ADL, según sus siglas en inglés) estadounidense afirmó el jueves que la crisis financiera provocó un fuerte aumento de mensajes antisemitas difundidos en foros, blogs y otros sitios internet.
"Los mensajes atacan a los judíos en general, algunos los acusan de controlar al gobierno y las finanzas, de formar parte del 'orden judío mundial', y por lo tanto responsables de la crisis económica", afirmó la ADL, una de las más importantes organizaciones de lucha contra el antisemitismo y el racismo.
El mecanismo por el cual el Lobby Sionista derriba imperios después de esquilmarlos se ha repetido una y otra vez en la historia.
Un ejemplo es el de los Schutzjude: Banqueros por tradición y La Caída del Califato Islámico de Turquía
La historia comienza con la f am ilia de los banqueros de la corte del Gran Duque de Württemberg y el agente del Príncipe Lówestein-Wertheim. El cabeza de esta f am ilia era el schutzjude Moses Hirsch. Schutzjude significa un judío protegido por el gobernante. El siglo XIX fue testigo del definitivo abandono de todas las inhibiciones con respecto a la banca usurera en su c am ino hacia el poder político. El hijo de Moses, Jacob, compró un título feudal y con ello la liberación de las restricciones anti-usura que aún quedaban y eran aplicables a los judíos.
En 1835, el hijo Joel creó uno de los primeros bancos hipotecarios en el que los Rothschilds6 eran accionistas mayoritarios. El hermano Joseph fue nombrado por Ludwig I banquero de la corte en Munich, un puesto incuestionable incluso después del establecimiento del Bavarian Suite Bank. Uno de los hijos de Joseph fue Maurice de Hirsch, nacido en 1831: Su madre pertenecía a la f am ilia de los Wertheimer, banqueros de Frankfurt. Maurice hizo su aprendizaje en la banca de los Bischoffsheim y Goldschmidt. En 1855 se casó con Clara, hija de Bischoffsheim y de madre Goldschmidt. Esta casa dió vida a algunos de los principales bancos de Bélgica y Francia. El suegro de Hirsch era consejero de finanzas de Leopoldo, Rey de Bélgica, administraba los fondos del Partido Liberal y trabajaba en el Ministerio de Hacienda. Su hijo Max se casó con la hija de los Rothschilds de Frankfurt y dirigía su propio banco ll am ado GoldschmidtRothschi ld. El banco atendía básic am ente una sola cuenta, la de Maurice de Hirsch.
En 1858 Hirsch adoptó la nacionalidad belga. Participó en varias empresas financieras con el aventurero Lagrand-Dumonceau, quien a su vez estaba intentando persuadir a los católicos más ricos para que ”cristianizaran” su capital en aventuras usureras de gran rendimiento. Lagrand-Dumonceau fue para los cristianos del siglo XIX lo que fueron los banqueros “islámicos” del siglo XX para los musulmanes. Pío IX le nombró Conde Pontificio. Posteriormente fué sentenciado en rebeldía a 15 años de trabajos forzados por fraude. Hirsch y Lagrand-Dumonceau encabezaron una serie de “joint-ventures” : Association Générale d’Assurances, Banque de Crédit Foncier et Industriel y en 1864 la International Land Credit Company.
En sus consejos de administració n se sentaban Lord Robert Cecil, más tarde nombrado Marqués de Salisbury y Primer Ministro Inglés, y los Ministros belgas de Economía, Justicia y Asuntos Exteriores.
A finales del siglo XIX, la International Land Credit Company y su dudosa entidad paterna, le Crédit Foncier, se encontraban en situación de colapso total.
Teniendo como marco estos antecedentes criminales y financieros, Hirsch comenzó a introducirse en ese mundo particular en el que la política se transforma en altas finanzas.
En 1868, Hirsch, con el apoyo Bischoffsheim, había conseguido la contrata de construcción del East Hungarian Railway en sociedad con el Anglo-Austrian Bank. Al tiempo que sus anteriores aventuras bancarias colapsaban en el desastre, Hirsch aparecía ahora como el autor de una empresa am biciosa: la de unir Viena con Est am bul, ciudades separadas por una distancia de más de 1.600 kms. A lo largo de los siguientes 20 años, esta gran empresa iba a dominar la vida de Hirsch con un auténtico torbellino de robos, engaños e intrigas.
El Orient Railway iba a unir Europa con la Osmaniyya islámica. Para hacer esto posible era preciso urdir un sistema financiero unificado que acompañara la vía férrea dado que el ancho de la misma debía unificarse a su paso por Austria, Hungría, Serbia y Turquía. Como el Sultán no era proclive a obedecer las órdenes de los banqueros fue necesario calificarlo de corrupto, intransigente y lo que es aún más importante, retrógado y anti-moderno por su resistencia no sólo a la vía férrea sino t am bién a sus mecanismos financieros.
En 1861, la organización de los Péreire Brothers, Credit Mobilier, fundó el Imperial Ottoman Bank. Casi de inmediato, los Rothschilds, los Péreire Brothers y el incontenible Langrand-Dumonceau comenzaron a planear los c am inos del ferrocarril hacia Est am bul.
En 1867, el Sultán Abdalaziz y el Gran Visir Puad Pasha visitaron Viena y el 31 de mayo de 1868 concedieron a la Asociación Langrand-Dumonceau la contrata del Orient Railway. El 12 de abril de 1869 la Asociación perdió el contrato por incomparecencia. Cinco días más tarde, Hirsch arrebataba la contrata tras un acuerdo con el Ministro de Obras Públicas, Da’ud Pasha, acuerdo sellado con el ‘Fermán’ Imperial del 7 de octubre de 1869.
Los serbios presionaron a Viena para que el ferrocarril pasase por Belgrado, pero tanto la Osmaniyya como los austro-húngaros querían que lo hiciera a través de Bosnia.
Su trazado partía de Est am bul para pasar por Edirna, Plovdiv, Sofía, atravesar Serbia y luego dirigirse a Bosnia y Sarajevo antes de unirse a la Südbahn Austríaca.
La empresa concesionaria responsable de la construcción y el funcion am iento debería recibir de La Sublime Puerta 7 un subsidio anual de 14.000 francos ( 560 Libras ) por cada kilómetro completado y durante la duración de la concesión; y una renta anual de 8.000 francos ( 320 Libras ) por kilómetro de la compañía responsable del funcion am iento, un total que representaba el 10% del costo estimado de la construcción por kilómetro.
En 1870 Hirsch estableció su propia compañía operativa. Eligió como socio al banquero francés Paulin Talabot, presidente de la Société Générale de París, y al conde Kinsky, miembro fundador del Anglo-Austrian Bank.
A causa de este enorme proyecto internacional y las intrigas concomitantes, actuando en paralelo a las de empresas similares todas ellas relacionadas entre sí, y a causa t am bién de todos los productos financieros de las entidades bancarias conectadas, muy pronto las ciudades de Londres, París y Bruselas estaban inundadas con Bonos Turcos comercializados con descuentos sustanciosos. Una de las tácticas de supervivencia utilizadas por Hirsch fue la emisión de bonos de lotería a bajo interés, 3%, dos puntos por debajo del interés normal otomano, cancelables a la par en un período de 99 años. Había un sorteo cada dos meses en el que los billetes premiados ganaban cerca de 600.000 francos ( 24.000 Libras ).
Hirsch, ll am ado ahora Barón Türkenhirsch, creó t am bién un sindicato de seguros presidido por la Société Générale. La Sublime Puerta en Est am bul emitió para Hirsch 1.980.000 bonos, de valor nominal 400 francos, puestos en su haber a 128,50 francos, un poco más del 32% por encima de la par. En marzo de 1870, Hirsch vendió a su sindicato la primera serie de 750.000 bonos a 155 francos; éstos a su vez fueron ofrecidos al público al precio de 180 francos. Todo esto ocurría durante lo que fue calificado de “oleada de inversiones internacionales” , uno de esos misteriosos auges producidos por las ll am adas fuerzas de mercado.
A pesar de que los bonos pretendían pasar como obligaciones, su única garantía era la promesa, por parte de la Sublime Puerta , de pagar a la compañía constructora una subvención anual de 28 millones de francos (algo más de £1.500.000) durante un período de 99 años.
En septiembre de 1872, los 1.230..000 bonos restantes fueron ofrecidos al precio de 150 francos al sindicato y 170 al público. Pero fue entonces cuando sobrevino el “Krach” de 1873. Con la “Türkenlose” ( la Quiebra Turca ), la mitad de los bonos se quedó sin vender y el precio descendió de 183 a 115 francos. Hirsch, por supuesto, salió de todo ello aún más rico; algo f am iliar hoy día: el personaje que incrementa su fortuna a costa de la ruina de los demás. Como contratista, Hirsch tenía £14 millones en sus manos por la construcción y un beneficio por la Türkenlose de £2 millones. Las incesantes intrigas, y no estoy hablando de conspiración sino simplemente de la imparable serie de protocolos y contratos relacionados con la construcción de la vía férrea, involucraban al Sultán, al Gran Visir, Al Pasha, a su sucesor el Gran Visir Mahmud Nedim Pasha y a Ralph Anstruther, Conde del East Hungarian Railway. Los proyectos técnicos propios de la modernidad, lejos de consistir de módulos concretos, físicos ejecutados de forma racional, se convirtieron simplemente en licencias para llevar a cabo el movimiento de números sin nacionalidad, sin especie concreta, abstractos y codificados, que bajo la denominación de monedas aparecían en documentos de papel ll am ados acciones y bonos.
El prést am o turco de 1855 circuló por Europa sin conexión tangible con la Sublime Puerta ; flotó, abstracto y am enazante, entre Sir Edward H am ilton del British Treasury y los Rothschilds, emisores, de este pretendido “prést am o”.
A lo largo del siglo XIX y hasta la Depresión del año 1873, La Sublime Puerta fue alentada a pedir prést am os para cubrir el déficit y el pago de intereses.
En 1875, Mahmud se vió obligado a declarar una moratoria sobre los £200 millones adeudados por la Sublime Puerta.
El siguiente paso para los poderes occidentales fue declarar a Turquía en bancarrota y nombrar una comisión internacional que representara a los poseedores de bonos extranjeros. Turquía, separada de toda forma de financiación externa, se vió obligada a exigir impuestos injustos sobre sus gentes. Los serbios iniciaron la revuelta. Los Grandes Poderes comenzaron a dictar condiciones. Midhat Pasha fue ll am ado de nuevo al gobierno que condujo a la abdicación de Abdalaziz en mayo de 1876 y que en su momento flanqueó el c am ino que, a través del desgraciado Murad, nos lleva a la importante figura de Abdalh am id.
La muerte del Califa, el destierro de Midhat Pasha, la guerra con Serbia, las muy conocidas e injust am ente ll am adas ‘Atrocidades Búlgaras”, de las que nadie cuenta los actos criminales cometidos por los rebeldes, todo ello tuvo como fuerza motriz la manipulación de dichos prést am os mágicos, bonos y nuevas emisiones procedentes de los pretendidos Bancos Nacionales o Imperiales, ninguno de los cuales podía hacer alarde de poseer un capital fundacional, en riqueza real, que perteneciese al país del que obtenía su nombre. La “finanza internacional” consistía pues de un capital no-existente “entre” naciones, poseído en gran parte por un puñado de f am ilias que c am biaban su nacionalidad y adquirían sus títulos con impresionante, aunque desvergonzada facilidad.
Bosnia y Herzegovina fueron entregadas a la administració n austriaca aunque todavía ondeara la bandera Osmanli. La vía férrea seguía inacabada. La mitad del comercio marítimo turco pasó a ser controlado por Inglaterra.
En esos momentos Hirsch traslada su centro de operaciones de París a Viena y adopta la ciudadanía austriaca.
La historia comienza con la f am ilia de los banqueros de la corte del Gran Duque de Württemberg y el agente del Príncipe Lówestein-Wertheim. El cabeza de esta f am ilia era el schutzjude Moses Hirsch. Schutzjude significa un judío protegido por el gobernante. El siglo XIX fue testigo del definitivo abandono de todas las inhibiciones con respecto a la banca usurera en su c am ino hacia el poder político. El hijo de Moses, Jacob, compró un título feudal y con ello la liberación de las restricciones anti-usura que aún quedaban y eran aplicables a los judíos.
En 1835, el hijo Joel creó uno de los primeros bancos hipotecarios en el que los Rothschilds6 eran accionistas mayoritarios. El hermano Joseph fue nombrado por Ludwig I banquero de la corte en Munich, un puesto incuestionable incluso después del establecimiento del Bavarian Suite Bank. Uno de los hijos de Joseph fue Maurice de Hirsch, nacido en 1831: Su madre pertenecía a la f am ilia de los Wertheimer, banqueros de Frankfurt. Maurice hizo su aprendizaje en la banca de los Bischoffsheim y Goldschmidt. En 1855 se casó con Clara, hija de Bischoffsheim y de madre Goldschmidt. Esta casa dió vida a algunos de los principales bancos de Bélgica y Francia. El suegro de Hirsch era consejero de finanzas de Leopoldo, Rey de Bélgica, administraba los fondos del Partido Liberal y trabajaba en el Ministerio de Hacienda. Su hijo Max se casó con la hija de los Rothschilds de Frankfurt y dirigía su propio banco ll am ado GoldschmidtRothschi ld. El banco atendía básic am ente una sola cuenta, la de Maurice de Hirsch.
En 1858 Hirsch adoptó la nacionalidad belga. Participó en varias empresas financieras con el aventurero Lagrand-Dumonceau, quien a su vez estaba intentando persuadir a los católicos más ricos para que ”cristianizaran” su capital en aventuras usureras de gran rendimiento. Lagrand-Dumonceau fue para los cristianos del siglo XIX lo que fueron los banqueros “islámicos” del siglo XX para los musulmanes. Pío IX le nombró Conde Pontificio. Posteriormente fué sentenciado en rebeldía a 15 años de trabajos forzados por fraude. Hirsch y Lagrand-Dumonceau encabezaron una serie de “joint-ventures” : Association Générale d’Assurances, Banque de Crédit Foncier et Industriel y en 1864 la International Land Credit Company.
En sus consejos de administració n se sentaban Lord Robert Cecil, más tarde nombrado Marqués de Salisbury y Primer Ministro Inglés, y los Ministros belgas de Economía, Justicia y Asuntos Exteriores.
A finales del siglo XIX, la International Land Credit Company y su dudosa entidad paterna, le Crédit Foncier, se encontraban en situación de colapso total.
Teniendo como marco estos antecedentes criminales y financieros, Hirsch comenzó a introducirse en ese mundo particular en el que la política se transforma en altas finanzas.
En 1868, Hirsch, con el apoyo Bischoffsheim, había conseguido la contrata de construcción del East Hungarian Railway en sociedad con el Anglo-Austrian Bank. Al tiempo que sus anteriores aventuras bancarias colapsaban en el desastre, Hirsch aparecía ahora como el autor de una empresa am biciosa: la de unir Viena con Est am bul, ciudades separadas por una distancia de más de 1.600 kms. A lo largo de los siguientes 20 años, esta gran empresa iba a dominar la vida de Hirsch con un auténtico torbellino de robos, engaños e intrigas.
El Orient Railway iba a unir Europa con la Osmaniyya islámica. Para hacer esto posible era preciso urdir un sistema financiero unificado que acompañara la vía férrea dado que el ancho de la misma debía unificarse a su paso por Austria, Hungría, Serbia y Turquía. Como el Sultán no era proclive a obedecer las órdenes de los banqueros fue necesario calificarlo de corrupto, intransigente y lo que es aún más importante, retrógado y anti-moderno por su resistencia no sólo a la vía férrea sino t am bién a sus mecanismos financieros.
En 1861, la organización de los Péreire Brothers, Credit Mobilier, fundó el Imperial Ottoman Bank. Casi de inmediato, los Rothschilds, los Péreire Brothers y el incontenible Langrand-Dumonceau comenzaron a planear los c am inos del ferrocarril hacia Est am bul.
En 1867, el Sultán Abdalaziz y el Gran Visir Puad Pasha visitaron Viena y el 31 de mayo de 1868 concedieron a la Asociación Langrand-Dumonceau la contrata del Orient Railway. El 12 de abril de 1869 la Asociación perdió el contrato por incomparecencia. Cinco días más tarde, Hirsch arrebataba la contrata tras un acuerdo con el Ministro de Obras Públicas, Da’ud Pasha, acuerdo sellado con el ‘Fermán’ Imperial del 7 de octubre de 1869.
Los serbios presionaron a Viena para que el ferrocarril pasase por Belgrado, pero tanto la Osmaniyya como los austro-húngaros querían que lo hiciera a través de Bosnia.
Su trazado partía de Est am bul para pasar por Edirna, Plovdiv, Sofía, atravesar Serbia y luego dirigirse a Bosnia y Sarajevo antes de unirse a la Südbahn Austríaca.
La empresa concesionaria responsable de la construcción y el funcion am iento debería recibir de La Sublime Puerta 7 un subsidio anual de 14.000 francos ( 560 Libras ) por cada kilómetro completado y durante la duración de la concesión; y una renta anual de 8.000 francos ( 320 Libras ) por kilómetro de la compañía responsable del funcion am iento, un total que representaba el 10% del costo estimado de la construcción por kilómetro.
En 1870 Hirsch estableció su propia compañía operativa. Eligió como socio al banquero francés Paulin Talabot, presidente de la Société Générale de París, y al conde Kinsky, miembro fundador del Anglo-Austrian Bank.
A causa de este enorme proyecto internacional y las intrigas concomitantes, actuando en paralelo a las de empresas similares todas ellas relacionadas entre sí, y a causa t am bién de todos los productos financieros de las entidades bancarias conectadas, muy pronto las ciudades de Londres, París y Bruselas estaban inundadas con Bonos Turcos comercializados con descuentos sustanciosos. Una de las tácticas de supervivencia utilizadas por Hirsch fue la emisión de bonos de lotería a bajo interés, 3%, dos puntos por debajo del interés normal otomano, cancelables a la par en un período de 99 años. Había un sorteo cada dos meses en el que los billetes premiados ganaban cerca de 600.000 francos ( 24.000 Libras ).
Hirsch, ll am ado ahora Barón Türkenhirsch, creó t am bién un sindicato de seguros presidido por la Société Générale. La Sublime Puerta en Est am bul emitió para Hirsch 1.980.000 bonos, de valor nominal 400 francos, puestos en su haber a 128,50 francos, un poco más del 32% por encima de la par. En marzo de 1870, Hirsch vendió a su sindicato la primera serie de 750.000 bonos a 155 francos; éstos a su vez fueron ofrecidos al público al precio de 180 francos. Todo esto ocurría durante lo que fue calificado de “oleada de inversiones internacionales” , uno de esos misteriosos auges producidos por las ll am adas fuerzas de mercado.
A pesar de que los bonos pretendían pasar como obligaciones, su única garantía era la promesa, por parte de la Sublime Puerta , de pagar a la compañía constructora una subvención anual de 28 millones de francos (algo más de £1.500.000) durante un período de 99 años.
En septiembre de 1872, los 1.230..000 bonos restantes fueron ofrecidos al precio de 150 francos al sindicato y 170 al público. Pero fue entonces cuando sobrevino el “Krach” de 1873. Con la “Türkenlose” ( la Quiebra Turca ), la mitad de los bonos se quedó sin vender y el precio descendió de 183 a 115 francos. Hirsch, por supuesto, salió de todo ello aún más rico; algo f am iliar hoy día: el personaje que incrementa su fortuna a costa de la ruina de los demás. Como contratista, Hirsch tenía £14 millones en sus manos por la construcción y un beneficio por la Türkenlose de £2 millones. Las incesantes intrigas, y no estoy hablando de conspiración sino simplemente de la imparable serie de protocolos y contratos relacionados con la construcción de la vía férrea, involucraban al Sultán, al Gran Visir, Al Pasha, a su sucesor el Gran Visir Mahmud Nedim Pasha y a Ralph Anstruther, Conde del East Hungarian Railway. Los proyectos técnicos propios de la modernidad, lejos de consistir de módulos concretos, físicos ejecutados de forma racional, se convirtieron simplemente en licencias para llevar a cabo el movimiento de números sin nacionalidad, sin especie concreta, abstractos y codificados, que bajo la denominación de monedas aparecían en documentos de papel ll am ados acciones y bonos.
El prést am o turco de 1855 circuló por Europa sin conexión tangible con la Sublime Puerta ; flotó, abstracto y am enazante, entre Sir Edward H am ilton del British Treasury y los Rothschilds, emisores, de este pretendido “prést am o”.
A lo largo del siglo XIX y hasta la Depresión del año 1873, La Sublime Puerta fue alentada a pedir prést am os para cubrir el déficit y el pago de intereses.
En 1875, Mahmud se vió obligado a declarar una moratoria sobre los £200 millones adeudados por la Sublime Puerta.
El siguiente paso para los poderes occidentales fue declarar a Turquía en bancarrota y nombrar una comisión internacional que representara a los poseedores de bonos extranjeros. Turquía, separada de toda forma de financiación externa, se vió obligada a exigir impuestos injustos sobre sus gentes. Los serbios iniciaron la revuelta. Los Grandes Poderes comenzaron a dictar condiciones. Midhat Pasha fue ll am ado de nuevo al gobierno que condujo a la abdicación de Abdalaziz en mayo de 1876 y que en su momento flanqueó el c am ino que, a través del desgraciado Murad, nos lleva a la importante figura de Abdalh am id.
La muerte del Califa, el destierro de Midhat Pasha, la guerra con Serbia, las muy conocidas e injust am ente ll am adas ‘Atrocidades Búlgaras”, de las que nadie cuenta los actos criminales cometidos por los rebeldes, todo ello tuvo como fuerza motriz la manipulación de dichos prést am os mágicos, bonos y nuevas emisiones procedentes de los pretendidos Bancos Nacionales o Imperiales, ninguno de los cuales podía hacer alarde de poseer un capital fundacional, en riqueza real, que perteneciese al país del que obtenía su nombre. La “finanza internacional” consistía pues de un capital no-existente “entre” naciones, poseído en gran parte por un puñado de f am ilias que c am biaban su nacionalidad y adquirían sus títulos con impresionante, aunque desvergonzada facilidad.
Bosnia y Herzegovina fueron entregadas a la administració n austriaca aunque todavía ondeara la bandera Osmanli. La vía férrea seguía inacabada. La mitad del comercio marítimo turco pasó a ser controlado por Inglaterra.
En esos momentos Hirsch traslada su centro de operaciones de París a Viena y adopta la ciudadanía austriaca.
En 1881 Hirsch seguía tr am ando la finalización del ferrocarril. Esta vez trató de conectar el Austrian State Railway con la Banque de París et des Pays Bas que había aparecido tras una fusión entre los Bischoffsheim y los Goldschmidt. Este banco estaba dirigido por el cuñado de Hirsch, Heinrich B am berger. Pero los tr am os finales de la vía férrea aún no estaban terminados. Unos asociados del Ottoman Bank, para nada Ottomano recuérdese, fueron ll am ados a capítulo y, muy a pesar de Hirsch, la vía férrea fue finalmente terminada. Para entonces, la Ottoman Debt Commission controlaba ya toda la riqueza de la Sublime Puerta.
El precio a pagar por reducir la duración del viaje entre Viena y Est am bul de siete días a cuarenta horas fue la inevitable destrucción del Califato islámico.
Terminada la aventura, Hirsch tuvo que desconectarse de todo ello y tras una larga negociación, logró salir airoso. Hirsch recibió el Gran Cordón de la Orden Osmanli , y esto a pesar de que los habitantes de Est am bul afirmasen que el Sultán odiaba a Hirsch y quería su cabeza. Hirsch logró endosar su parte del Orient Railway a un grupo comandado por el Deutsche Bank. Este banco había sido co-fundado por Ludwig B am berger cuyo hermano Heinrich, casado con la hermana de Hirsch, era presidente del Parisbas.Los nuevos sucesores en la empresa planeaban llevar el tren hasta Bagdad. Se trataba por supuesto de un tren conquistador, propulsado por trozos de papel ll am ados monedas y bonos.
Weizmann, primer presidente de Israel, mencionó en cierta ocasión que en eh hogar de su f am ilia en Pinsk había colgados cuatro retratos: Maimónides, Chejov, el Muro de las L am entaciones y el Barón de Hirsch.
Mientras Hirsch se dedicaba a destruir activ am ente eh tejido de la Osmanliyya hasta el punto de convertirse en prototipo del nuevo líder y gobernante, la élite del poder había encontrado otra base clave dentro del Califato: Egipto. Debe recordarse que la abstracta “entidad nacional” era el tema de las actividades internacionalistas. Los puntos sometidos a la rapiña de riqueza eran numerosos; eh instrumento siempre eh mismo: la banca; su élite: unas pocas f am ilias vinculadas por cas am ientos mutuos y carentes de cualquier tipo de fidelidad nacional.
Otro de estos depredadores era Ernest Casseh. Los intereses de Cassel eran muy variados. Pertenecía al consejo de administració n de los Bancos de Shanghai y Hong Kong. Junto con Rothschild formaba parte de la Maxim Gun Company, constituída en 1844. Entró en sociedad con los Vickers, fabricantes de armas. Tras un prést am o a Uruguay se trasladó a Escandinavia. Asociado con Prederick Warburg, yerno de Jacob Schiff, constituyó la Grángesberg Oxelósund Traffic Company con un capital de £995.000. Sin embargo, su principal fuente de riqueza iba a ser Egipto. Bajo el mandato del Jedive Ismail, las dos terceras partes de los ingresos del país se destinaban al pago de la deuda. Eh joven Casseh, trabajando para nuestros am igos Bischoffsheim y Goldschmidt, hizo un prést am o al Jedive Ismail de £7 millones ah 7% para desarrollar la industria azucarera.
El precio a pagar por reducir la duración del viaje entre Viena y Est am bul de siete días a cuarenta horas fue la inevitable destrucción del Califato islámico.
Terminada la aventura, Hirsch tuvo que desconectarse de todo ello y tras una larga negociación, logró salir airoso. Hirsch recibió el Gran Cordón de la Orden Osmanli , y esto a pesar de que los habitantes de Est am bul afirmasen que el Sultán odiaba a Hirsch y quería su cabeza. Hirsch logró endosar su parte del Orient Railway a un grupo comandado por el Deutsche Bank. Este banco había sido co-fundado por Ludwig B am berger cuyo hermano Heinrich, casado con la hermana de Hirsch, era presidente del Parisbas.Los nuevos sucesores en la empresa planeaban llevar el tren hasta Bagdad. Se trataba por supuesto de un tren conquistador, propulsado por trozos de papel ll am ados monedas y bonos.
Weizmann, primer presidente de Israel, mencionó en cierta ocasión que en eh hogar de su f am ilia en Pinsk había colgados cuatro retratos: Maimónides, Chejov, el Muro de las L am entaciones y el Barón de Hirsch.
Mientras Hirsch se dedicaba a destruir activ am ente eh tejido de la Osmanliyya hasta el punto de convertirse en prototipo del nuevo líder y gobernante, la élite del poder había encontrado otra base clave dentro del Califato: Egipto. Debe recordarse que la abstracta “entidad nacional” era el tema de las actividades internacionalistas. Los puntos sometidos a la rapiña de riqueza eran numerosos; eh instrumento siempre eh mismo: la banca; su élite: unas pocas f am ilias vinculadas por cas am ientos mutuos y carentes de cualquier tipo de fidelidad nacional.
Otro de estos depredadores era Ernest Casseh. Los intereses de Cassel eran muy variados. Pertenecía al consejo de administració n de los Bancos de Shanghai y Hong Kong. Junto con Rothschild formaba parte de la Maxim Gun Company, constituída en 1844. Entró en sociedad con los Vickers, fabricantes de armas. Tras un prést am o a Uruguay se trasladó a Escandinavia. Asociado con Prederick Warburg, yerno de Jacob Schiff, constituyó la Grángesberg Oxelósund Traffic Company con un capital de £995.000. Sin embargo, su principal fuente de riqueza iba a ser Egipto. Bajo el mandato del Jedive Ismail, las dos terceras partes de los ingresos del país se destinaban al pago de la deuda. Eh joven Casseh, trabajando para nuestros am igos Bischoffsheim y Goldschmidt, hizo un prést am o al Jedive Ismail de £7 millones ah 7% para desarrollar la industria azucarera.
En 1873, el sindicato de Bischoffsheim logró los derechos de concesión de un prést am o al Estado de £32 millones, t am bién ah 7%, absorbiendo con un solo movimiento eh resto de los ingresos, no avalados, del país. El Jedive se vió obligado a vender su parte del Canal de Suez al Gobierno Británico por £4 millones además de tomar prestados otros £8 millones del Anglo Egyptian Bank.
En esa misma época el Sultán tuvo que incumplir el pago de sus deudas. El Jedive hizo lo mismo, vaciando con ello las reservas del Anglo-Egyptian Bank. Los franceses entraron entonces en juego. Establecieron la Caisse de la Dette Publique y expropiaron la mitad de los ingresos del país, £10 millones, para entregárselos a los propietarios de los bonos franceses. Al Jedive por su parte no le quedó más salida que tomar prestado de los griegos alejandrinos y de los judíos a un interés del 30%.
Desde el punto de vista político, el Sultán se vio obligado a deponer al Jedive para poner en su lugar a su hijo Tawfiq.. Es entonces cuando los Rothschilds entran en juego poniendo en marcha su propia versión de la “operación rescate”. Emitieron como prést am o £8,5 millones de Bonos Hipotecarios de Dominio al 5%, en Londres y París. Esta medida devastó a la mayor parte de la gente, a la que se le dio la orden de economizar. Arabi Pasha, un nacionalista, tomó el control de la situación con un golpe de estado. Y con ello tenemos el modelo primario de la constante respuesta árabe y turca a la tr am pa usurera: derroc am iento seguido de cese y posterior golpe de estado. En este esquema, y una vez asentada la polvareda, los acreedores pueden entonces imponer al nuevo dirigente las condiciones económicas para su supervivencia o, en caso de no aceptar, desembarazarse a su vez de él. El pretendido modelo democrático no es más que ésto: una perfecta impostura gubern am ental enc am inada a mantener a las masas en el estado de esclavitud. Aún hoy, cien años más tarde, eh motín, el terrorismo y el golpe de estado, siguen siendo utilizados, junto con las elecciones, para asegurar que se les va a seguir pagando a los banqueros.
Según eh pro-egipcio Scawen Blunt, el Ministro de Finanzas de la asociación Anglo-Francesa, Charles Wilson, depuesto por Ismail, se entrevistó con los Rothschihds de París para avisarles del inminente rechazo de la deuda. Estos a su vez, “desesperados por sus millones”, tal y como dijo Blunt, acudieron a Bismark. Este am enazó con intervenir. El Sultán depuso a Ismail y Arabi fue despedido. Pero antes de que Arabi pudiera ser desactivado, había comenzado a fortificar la ciudad de Alejandría, en cuyo puerto las armadas Francesa e Inglesa estaban ancladas. Por esta razón las tropas mandadas por Sir Garnet Wolseley fueron enviadas a tierra, donde ganaron la batalla de Telel-Kebir. El paso siguiente fue enviar a Egipto como agente británico y Cónsul General al Mayor Evelyn Baring, hijo de Lord Revelstoke y miembro de la Banca Judeo-Lituana Baring. La tarea primordial de este individuo era encontrar el c am ino para hacer que los ul am a’ egipcios rescindieran el fatwa que denunciaba a la banca como sistema usurero. Por fin Baring encontró a su hombre: Muh am mad Abdu, el discípulo masón del activista iraní conocido como al-Afghani. Así pues y ya desde sus inicios, el ll am ado Isl am modernista formaba parte de una estrategia planeada para hacer posible eh sistema de dominio feudal bancario ejercido por estos pocos y poderosos oligarcas. Eh prést am o “rescate” de 1885 fue emitido en Londres y París por los Rothschihds y por un importe de £9.424.000.
En 1892 la recompensa de Baring llegó en la forma de título nobiliario. Firmando ya como Lord Cromer comenzó a desmantelar el poder del comercio regl am entado según la shari’ah, base y fund am ento del Isl am , para reemplazar su norma con la abierta aceptación del sistema usurero propio del capitalismo a su más alto nivel y que era a su vez ll am ado en Europa la “modernidad”.
En Omdurman, los ingleses aplastaron al ejército islámico del Mahdi con la ayuda de Cassel; la victoria se consiguió gracias a las 44 am etralladoras Vickers Maxim que mataron a 10.000 hombres del Mahdi frente a las 500 bajas de los ingleses. Egipto pagó la operación. A continuación Cromer designó a Cassel para financiar el proyecto de la presa de Asuán. Éste asumía plena responsabilidad con respecto a los contratistas. Los egipcios pagarían una vez terminada la obra, con los beneficios generados por la presa que estaban calculados en unos £2 millones anuales. Churchill calificó esta operación como la mejor inversión de la historia. Cassel consiguió la adquisición de los Daira Sanieh Estates, que suponían la quinta parte de todas las tierras de cultivo de Egipto. Poniendo medio millón al contado y el otro medio a pagar en diez años, Cassel obtuvo los Daira Estates en una subasta hecha por un judío sefardita, Rafael Suares. Seis años más tarde, las acciones nominativas de esta sociedad limitada con valor de £1 se cotizaban a £108 y con un valor de realización de más de 13 millones de libras esterlinas. Con el apoyo del contrato de los Daira Sanieh, Cassel obtuvo un decreto que le autorizaba a establecer el National Bank of Egypt. Con un capital inicial de un millón de libras esterlinas, medio aportado por el propio Cassel, el Banco fue establecido. Seis de los consejeros eran banqueros judíos locales y entre el resto, traídos por Casseh, figuraban Carl Meyer, un recién llegado proveniente de los Rothschild, y Vicent Cailhard, un pariente de Disraehi que había servido 14 años como comisario en la Administració n de la Deuda Pública Otomana. El comisario gubern am ental escogido por Cassel para el Nationah Bank fue Victor Harari, antiguo Director General de las Cuentas del Estado, en calidad de Ministro Egipcio de Finanzas, uno de los pocos judíos investido con los títulos de Pasha y de Caballero.
Bajo la dirección de Cromer, apellidado Baring, recordemos, el National Bank creó el Agricultural Bank of Egypt.. Pasados tres años, las acciones nominales de £5 habían subido a £800.
El control bancario de Egipto a manos de Cassel, había puesto fuera del país a Francia y al Ottoman Bank. Para compensar a Francia de esta pérdida, parte de la Entente Cordial fue la cesión de Marruecos como supuesto protectorado.
Así pues, la lenta parcelación y división de la Umma del Isl am , polític am ente definida por Occidente como el Imperio Otomano, en entidades bancarias nacionales, se consiguió mediante la colaboración judeo—cnistiana en la que se involucraron todos los grandes poderes europeos. Fue así como el gobierno británico pidió a Cassel, como parte de los protocolos de la nueva Entente Cordial, que acordara un prést am o para el gobierno marroquí. Cassel insistió en que era él quien controlaba los fondos. Y así fue como surgió el Banco Nacional de Marruecos. Como premio a sus resultados, Cassel recibió la Legión de Honor, un título de caballero y una concesión territorial de más de 100.000 acres en Marruecos.
En 1888, la Siemens , miembro del Deutsche Bank, había conseguido una concesión de las Anatolian Raihways para construir una línea férrea desde Haidar Pasha, en la costa asiática de Est am bul, hasta Ankara y de Eskishehr a Konya.
En esa misma época el Sultán tuvo que incumplir el pago de sus deudas. El Jedive hizo lo mismo, vaciando con ello las reservas del Anglo-Egyptian Bank. Los franceses entraron entonces en juego. Establecieron la Caisse de la Dette Publique y expropiaron la mitad de los ingresos del país, £10 millones, para entregárselos a los propietarios de los bonos franceses. Al Jedive por su parte no le quedó más salida que tomar prestado de los griegos alejandrinos y de los judíos a un interés del 30%.
Desde el punto de vista político, el Sultán se vio obligado a deponer al Jedive para poner en su lugar a su hijo Tawfiq.. Es entonces cuando los Rothschilds entran en juego poniendo en marcha su propia versión de la “operación rescate”. Emitieron como prést am o £8,5 millones de Bonos Hipotecarios de Dominio al 5%, en Londres y París. Esta medida devastó a la mayor parte de la gente, a la que se le dio la orden de economizar. Arabi Pasha, un nacionalista, tomó el control de la situación con un golpe de estado. Y con ello tenemos el modelo primario de la constante respuesta árabe y turca a la tr am pa usurera: derroc am iento seguido de cese y posterior golpe de estado. En este esquema, y una vez asentada la polvareda, los acreedores pueden entonces imponer al nuevo dirigente las condiciones económicas para su supervivencia o, en caso de no aceptar, desembarazarse a su vez de él. El pretendido modelo democrático no es más que ésto: una perfecta impostura gubern am ental enc am inada a mantener a las masas en el estado de esclavitud. Aún hoy, cien años más tarde, eh motín, el terrorismo y el golpe de estado, siguen siendo utilizados, junto con las elecciones, para asegurar que se les va a seguir pagando a los banqueros.
Según eh pro-egipcio Scawen Blunt, el Ministro de Finanzas de la asociación Anglo-Francesa, Charles Wilson, depuesto por Ismail, se entrevistó con los Rothschihds de París para avisarles del inminente rechazo de la deuda. Estos a su vez, “desesperados por sus millones”, tal y como dijo Blunt, acudieron a Bismark. Este am enazó con intervenir. El Sultán depuso a Ismail y Arabi fue despedido. Pero antes de que Arabi pudiera ser desactivado, había comenzado a fortificar la ciudad de Alejandría, en cuyo puerto las armadas Francesa e Inglesa estaban ancladas. Por esta razón las tropas mandadas por Sir Garnet Wolseley fueron enviadas a tierra, donde ganaron la batalla de Telel-Kebir. El paso siguiente fue enviar a Egipto como agente británico y Cónsul General al Mayor Evelyn Baring, hijo de Lord Revelstoke y miembro de la Banca Judeo-Lituana Baring. La tarea primordial de este individuo era encontrar el c am ino para hacer que los ul am a’ egipcios rescindieran el fatwa que denunciaba a la banca como sistema usurero. Por fin Baring encontró a su hombre: Muh am mad Abdu, el discípulo masón del activista iraní conocido como al-Afghani. Así pues y ya desde sus inicios, el ll am ado Isl am modernista formaba parte de una estrategia planeada para hacer posible eh sistema de dominio feudal bancario ejercido por estos pocos y poderosos oligarcas. Eh prést am o “rescate” de 1885 fue emitido en Londres y París por los Rothschihds y por un importe de £9.424.000.
En 1892 la recompensa de Baring llegó en la forma de título nobiliario. Firmando ya como Lord Cromer comenzó a desmantelar el poder del comercio regl am entado según la shari’ah, base y fund am ento del Isl am , para reemplazar su norma con la abierta aceptación del sistema usurero propio del capitalismo a su más alto nivel y que era a su vez ll am ado en Europa la “modernidad”.
En Omdurman, los ingleses aplastaron al ejército islámico del Mahdi con la ayuda de Cassel; la victoria se consiguió gracias a las 44 am etralladoras Vickers Maxim que mataron a 10.000 hombres del Mahdi frente a las 500 bajas de los ingleses. Egipto pagó la operación. A continuación Cromer designó a Cassel para financiar el proyecto de la presa de Asuán. Éste asumía plena responsabilidad con respecto a los contratistas. Los egipcios pagarían una vez terminada la obra, con los beneficios generados por la presa que estaban calculados en unos £2 millones anuales. Churchill calificó esta operación como la mejor inversión de la historia. Cassel consiguió la adquisición de los Daira Sanieh Estates, que suponían la quinta parte de todas las tierras de cultivo de Egipto. Poniendo medio millón al contado y el otro medio a pagar en diez años, Cassel obtuvo los Daira Estates en una subasta hecha por un judío sefardita, Rafael Suares. Seis años más tarde, las acciones nominativas de esta sociedad limitada con valor de £1 se cotizaban a £108 y con un valor de realización de más de 13 millones de libras esterlinas. Con el apoyo del contrato de los Daira Sanieh, Cassel obtuvo un decreto que le autorizaba a establecer el National Bank of Egypt. Con un capital inicial de un millón de libras esterlinas, medio aportado por el propio Cassel, el Banco fue establecido. Seis de los consejeros eran banqueros judíos locales y entre el resto, traídos por Casseh, figuraban Carl Meyer, un recién llegado proveniente de los Rothschild, y Vicent Cailhard, un pariente de Disraehi que había servido 14 años como comisario en la Administració n de la Deuda Pública Otomana. El comisario gubern am ental escogido por Cassel para el Nationah Bank fue Victor Harari, antiguo Director General de las Cuentas del Estado, en calidad de Ministro Egipcio de Finanzas, uno de los pocos judíos investido con los títulos de Pasha y de Caballero.
Bajo la dirección de Cromer, apellidado Baring, recordemos, el National Bank creó el Agricultural Bank of Egypt.. Pasados tres años, las acciones nominales de £5 habían subido a £800.
El control bancario de Egipto a manos de Cassel, había puesto fuera del país a Francia y al Ottoman Bank. Para compensar a Francia de esta pérdida, parte de la Entente Cordial fue la cesión de Marruecos como supuesto protectorado.
Así pues, la lenta parcelación y división de la Umma del Isl am , polític am ente definida por Occidente como el Imperio Otomano, en entidades bancarias nacionales, se consiguió mediante la colaboración judeo—cnistiana en la que se involucraron todos los grandes poderes europeos. Fue así como el gobierno británico pidió a Cassel, como parte de los protocolos de la nueva Entente Cordial, que acordara un prést am o para el gobierno marroquí. Cassel insistió en que era él quien controlaba los fondos. Y así fue como surgió el Banco Nacional de Marruecos. Como premio a sus resultados, Cassel recibió la Legión de Honor, un título de caballero y una concesión territorial de más de 100.000 acres en Marruecos.
En 1888, la Siemens , miembro del Deutsche Bank, había conseguido una concesión de las Anatolian Raihways para construir una línea férrea desde Haidar Pasha, en la costa asiática de Est am bul, hasta Ankara y de Eskishehr a Konya.
En el año 1896, Siemens planeaba extender la línea férrea hasta Bagdad y Basora. Con este fin, el Kaiser Wilhehm hizo una visita de estado a Est am bul y luego a Jerusalén y Damasco en el año 1898.
Durante esta visita, el Kaiser Wilhelm saludó al Califa como gobernante de 300 millones de musulmanes. En D am asco depositó una corona de laurel en la tumba de Salahuddin.
Durante esta visita, el Kaiser Wilhelm saludó al Califa como gobernante de 300 millones de musulmanes. En D am asco depositó una corona de laurel en la tumba de Salahuddin.
En 1899 Abdalh am id firmó el Fermán con el que se autorizaba el Imperial Otoman Baghdad Raihway. De nuevo surgen los mismos personajes que parecen querer propiciar los intereses “nacionales”: Francia, Alemania, Inglaterra. Pero por supuesto, eh verdadero asunto es si los prést am os o los contratos están en manos de los Rothschilds, de los Cassel o en las de sus primos “franceses”.
1907. Eh Kaiser Wihhelm insiste en que la concesión del Baghdad Railway quede en manos alemanas. Un año más tarde es cuando tiene lugar la rebelión de los Jóvenes Turcos contra el Sultán.. Una de las quejas esgrimidas por estos agitadores eran las garantías concedidas por La Sublime Puerta al ferrocarril cuando la paga del ejército sufría serios atrasos. Sin embargo, el verdadero fermento que iba a sacudir ah Califato no era este primer plano de motín militar personalista, sino las mucho más resonantes estratagemas de una guerra interbancaria entablada entre un pequeño grupo de f am ilias vinculadas entre sí por mutuos matrimonios, f am ilias que querían que los beneficios llegaran a sus propios cofres en vez de a los de sus primos.
El Ottoman Bank, o “Francia”, si uno es un historiador de la vieja escuela, y el Deutsche Bank, o “Alemania” en ese mismo caso, maniobraron para ocupar lugares de privilegio a la hora de construir eh ferrocarril. Los Jóvenes Turcos estaban dispuestos a recibir un prést am o “inglés”, esto es, un prést am o del Baring Bank. Cassel contraatacó con un adelanto de £1.5 millones sobre un cuantioso prést am o ya concertado con eh Ottoman Bank para el año siguiente. En ese mismo mes se anunciaba la formación del Nationah Bank of Turkey con un capital inicial de £3 millones, seguidos de otros £2 millones si se garantizaba la licencia para fundar un Banco Agrícola basado en el exitoso modelo aplicado por Cassel en Egipto.
Entre los consejeros del National Bank estaban Sir Ad am Bhock, administrador de la Deuda Pública Otomana y Presidente de la Cámara Inglesa de Comercio, varios líderes de los Jóvenes Turcos y Lord Revelstoke, quien debemos recordar, es uno de los Baring y uno de los directores del Barings Bank.
1907. Eh Kaiser Wihhelm insiste en que la concesión del Baghdad Railway quede en manos alemanas. Un año más tarde es cuando tiene lugar la rebelión de los Jóvenes Turcos contra el Sultán.. Una de las quejas esgrimidas por estos agitadores eran las garantías concedidas por La Sublime Puerta al ferrocarril cuando la paga del ejército sufría serios atrasos. Sin embargo, el verdadero fermento que iba a sacudir ah Califato no era este primer plano de motín militar personalista, sino las mucho más resonantes estratagemas de una guerra interbancaria entablada entre un pequeño grupo de f am ilias vinculadas entre sí por mutuos matrimonios, f am ilias que querían que los beneficios llegaran a sus propios cofres en vez de a los de sus primos.
El Ottoman Bank, o “Francia”, si uno es un historiador de la vieja escuela, y el Deutsche Bank, o “Alemania” en ese mismo caso, maniobraron para ocupar lugares de privilegio a la hora de construir eh ferrocarril. Los Jóvenes Turcos estaban dispuestos a recibir un prést am o “inglés”, esto es, un prést am o del Baring Bank. Cassel contraatacó con un adelanto de £1.5 millones sobre un cuantioso prést am o ya concertado con eh Ottoman Bank para el año siguiente. En ese mismo mes se anunciaba la formación del Nationah Bank of Turkey con un capital inicial de £3 millones, seguidos de otros £2 millones si se garantizaba la licencia para fundar un Banco Agrícola basado en el exitoso modelo aplicado por Cassel en Egipto.
Entre los consejeros del National Bank estaban Sir Ad am Bhock, administrador de la Deuda Pública Otomana y Presidente de la Cámara Inglesa de Comercio, varios líderes de los Jóvenes Turcos y Lord Revelstoke, quien debemos recordar, es uno de los Baring y uno de los directores del Barings Bank.
Este fue uno de los últimos actos de Abdalh am id: la firma el 5 de abril de 1908 del Fermiln que legalizaba el National Bank de Ernest Cassel. Esto fue lo que puso en movimiento las revoluciones y contra-revoluciones que condujeron a la abdicación del Califa Abdelh am id en favor de su hermano, prisionero en palacio. Mientras tanto, el prést am o de £1 millón al municipio de Est am bul atestiguaba la entrada en acción del National Bank. La Banque de Sahonique y los brokers ingleses judíos, Keyser, lucharon por el privilegio de este prést am o.
Para entonces, la despiadada codicia de los banqueros ya tenía práctic am ente asegurada la imposibilidad de una reanimación civil en la Osmaniyya.
En 1911, eh Deutsche Bank había asegurado como proyecto propio el Baghdad Raihway. La Sublime Puerta firmó en marzo.. Mientras tanto Djavid Bay cocinaba las deudas de la Puerta. Buscó un nuevo prést am o del, así ll am ado, Ottoman Bank. El Ministro de Asuntos Exteriores francés insistió en tener al tesoro estatal Otomano como colateral además de la plena secesión del Maghrib en favor de Francia. El gobierno francés no tenía la menor idea de la existencia de un protocolo secreto entre el Ottoman Bank y el Deutsche Bank por el que uno aseguraba al otro eh 30% de participación en todo proyecto turco. Djavid Bey consiguió finalmente un prést am o de £6 millones ah que seguiría otro en 1911 de £5 millones concedido por eh Crédit Mobilier. Esto a su vez, puso a los poderes europeos, es decir a las f am ilias banqueras, unos contra otros.
El ll am ado Comité para la Unión y el Progreso había dejado exhausta la riqueza de la nación, reemplazándola con el sistema deudor-usurero que iba a paralizar definitiv am ente al Estado. “Francia”, como seguimos terc am ente imaginando, había conseguido la contrata para construir una nueva red de carreteras. Alemania se alzó con el control del ejército. Los ingleses estaban renovando la flota. Un inspector general británico dirigía eh Servicio de Aduanas. Y mientras todos discutían sobre las condiciones del crédito del Crédit Mobilier, la Puerta anunció que el Deutsche Bank había formado un consorcio para otorgar un prést am o de £11 millones teniendo como colateral los ingresos de las aduanas de Est am bul. Para contrarrestar esta acción Cassel propuso la fusión del Ottoman y el Nationah Bank, pero había llegado demasiado tarde.
Las últimas maquinaciones de Cassel se concentraron en la ll am ada Turkish Petroleum Company. En un océano infestado de tiburones, tales como la Royah Dutch Shell, Guhbenkian, eh Deutsche Bank o la Angho-Persian Oil , Cassel luchó por conseguir su tajada del petróleo de Mesopot am ia. Pero al verse en situación de inferioridad, Cassel abandonó.
Para entonces, la despiadada codicia de los banqueros ya tenía práctic am ente asegurada la imposibilidad de una reanimación civil en la Osmaniyya.
En 1911, eh Deutsche Bank había asegurado como proyecto propio el Baghdad Raihway. La Sublime Puerta firmó en marzo.. Mientras tanto Djavid Bay cocinaba las deudas de la Puerta. Buscó un nuevo prést am o del, así ll am ado, Ottoman Bank. El Ministro de Asuntos Exteriores francés insistió en tener al tesoro estatal Otomano como colateral además de la plena secesión del Maghrib en favor de Francia. El gobierno francés no tenía la menor idea de la existencia de un protocolo secreto entre el Ottoman Bank y el Deutsche Bank por el que uno aseguraba al otro eh 30% de participación en todo proyecto turco. Djavid Bey consiguió finalmente un prést am o de £6 millones ah que seguiría otro en 1911 de £5 millones concedido por eh Crédit Mobilier. Esto a su vez, puso a los poderes europeos, es decir a las f am ilias banqueras, unos contra otros.
El ll am ado Comité para la Unión y el Progreso había dejado exhausta la riqueza de la nación, reemplazándola con el sistema deudor-usurero que iba a paralizar definitiv am ente al Estado. “Francia”, como seguimos terc am ente imaginando, había conseguido la contrata para construir una nueva red de carreteras. Alemania se alzó con el control del ejército. Los ingleses estaban renovando la flota. Un inspector general británico dirigía eh Servicio de Aduanas. Y mientras todos discutían sobre las condiciones del crédito del Crédit Mobilier, la Puerta anunció que el Deutsche Bank había formado un consorcio para otorgar un prést am o de £11 millones teniendo como colateral los ingresos de las aduanas de Est am bul. Para contrarrestar esta acción Cassel propuso la fusión del Ottoman y el Nationah Bank, pero había llegado demasiado tarde.
Las últimas maquinaciones de Cassel se concentraron en la ll am ada Turkish Petroleum Company. En un océano infestado de tiburones, tales como la Royah Dutch Shell, Guhbenkian, eh Deutsche Bank o la Angho-Persian Oil , Cassel luchó por conseguir su tajada del petróleo de Mesopot am ia. Pero al verse en situación de inferioridad, Cassel abandonó.
1914 vio a un Cassel que abandonaba la explotación de Turquía, consciente de la imposibilidad de obtener más beneficos a no ser que ocurriera algún nuevo desastre. Cuando Cassel murió, dijo: “En este mundo tuve todo lo que no quise y nada de lo que realmente quería”. (ALLFREY: Edward VlIy su corte Judía) . Su hija, Edwina, se casó con Lord Mountbatten. Uno de sus muchos adulterios fue el affaire que tuvo con Nehru, que propició en la Partición el favoritismo de la India hinduista por encima de los musulmanes, además de la esclavitud para Cachemira.
Todos los métodos e instituciones bancarias que se apropiaron de la enorme riqueza del estado Osmani, han continuado su ávido progreso hasta finales de este siglo XX. Sólo que hoy, en la fase correspondiente a nuestros días, estas mismas familias pueden ser observadas chupando la sangre de la Unión Europea , Rusia e incluso América, víctima final del banquero, puesto que la banca, como el cáncer, acaba por destruir el organismo que actúa de anfitrión.
Todos los métodos e instituciones bancarias que se apropiaron de la enorme riqueza del estado Osmani, han continuado su ávido progreso hasta finales de este siglo XX. Sólo que hoy, en la fase correspondiente a nuestros días, estas mismas familias pueden ser observadas chupando la sangre de la Unión Europea , Rusia e incluso América, víctima final del banquero, puesto que la banca, como el cáncer, acaba por destruir el organismo que actúa de anfitrión.
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3 comentarios:
Es consabido el resabio (valga expresión!) que las guerras masivas han sido en gran parte creadas por la soberbia de muchos judíos manipuladores sea desde que destruyeron la Madre Rusia Cristiana Ortodoxa (por judíos críados y malcríados en WallStreet) como los propios que viven en Wallstreet y los parias Israelitas.
Habría que cuestionar por otro lado que actuan también como vaso regulador y termómetro ante las bestialidades árabes y desde luego la amenza China.
Si éste mundo ha progresado es por evidentemente presencia Cristiana y Occidental, otrora sería la barbarie Asiática y Semita/Árabe.
¿acaso olvidamos que México tenemos un Judío Sionista, casualmente agora más rico que Bill Gates un año y luego alterna con éste al otro!? Sí, el Judío de Slim y su pseudo casta empresarial, medio dedo meñique de frente y medio gramo de cerebro empresarial...¿cómo compararlo con un genio creador cuándo Slim solo ha corrompido y benficiadose al robarle a la Nación Mexicana y ahora en Francia, USA, SurAmérica!?
Mas evidencia! Marcelo Ebrard, Judío, ahora rige como rojillo la Capital D.F., ¿cómo es que Slim lo apoya y dió la espalda a Calderón? ¿acaso por que Calderón representa lo más correcto (aunque política y militarmente tibio aún)? ¿por qué Calderón es Cristiano?
Los Judíos son como la humedad, desafortunadamente, aunque muchos de ellos buenos y nobles, por natura y cultura, no solo Shutzejuden... Hundejuden...
Mexicanos! Mucho Cuidado con Marcelo Ebrard! Es un Judío Sionista! y
para aquellos que no saben de lo que hablo - Busquen en Internet el
termino: Los Protocolos de Sion. Cuidado! Esta plebe de Parasitos
Judíos solo están buscando apoderarse del control económico del Mundo.
Marcelo Ebrard es un proyecto siniestramente orquestado desde las
tinieblas mas obscuras del Sionismo en Israel, para apoderarse de México
en beneficio de esta plebe, y su carrera Política - antes y ahora - esta
impulsada y financiada por intereses Judíos. No se dejen engañar
Mexicanos! Marcelo Ebrard No es de Izquierda ni de Derecha, Nunca fue
del PRI ni tampoco es ahora del PRD, y solo responde a intereses Judíos.
A lo único que se dedica Marcelo Ebrard desde, las trincheras del
Gobierno de la Ciudad, es a beneficiar los intereses económicos de
empresarios Judíos en México. Todas las Licitaciones de Obras en el
Distrito Federal terminaron en Empresas Propiedad de Judíos - Como las
obras de construcción del segundo piso de Periférico - Licitaciones
favorecidas por el por supuesto!. La misma historia con lo de la pintura
púrpura dorada de los Taxis - contrato de exclusividad a Judíos, y lo
mismo con las tarjetas de circulación con chip - también concedidas a
Judíos - y tantos otros de sus inventos para favorecer a la plaga de
Judíos en México - Los cuales a su vez, se dedican a cerrar círculos
para controlar la economía de México!
Su compadre, Manuel Mondragon Kalb, otro Parásito Judío Sionista, Jefe
de la Policía Capitalina, solo esta pintado para salvaguardar la
seguridad de la plebe de Judíos - y los demás, que se defiendan de la
Delincuencia como puedan. Ademas, Mondragon Kalb, se la pasa también
favoreciendo a Judíos - ofreciendo a estos concesiones de exclusividad
para la venta de productos, servicios y asesorías a la SSP. A ver si nos
muestran el proceso de esas licitaciones y la comparativa con productos
Nacionales y de otros Países - maldito Kalb Perro!
Solo imaginarse lo que le depara a México si el Parásito Judío Sionista
de Marcelo Ebrard llega a Presidente de México. Supongo hasta le va a
quitar el águila a la Bandera Nacional y colocar a cambio la estrella
mamona de David.
No crean en las encuestas favoreciendo a Marcelo Ebrard en los
Noticieros de Televisa - porque esta controlada por Intereses Judíos, y
no lo digo solo por la Dama que le sembraron al tigrillo pendejo, ni
porque los Noticieros de dicha empresa están plagados de comentaristas
Judíos - desde tiempos de la Dictadura de Zabludovsky hasta sus
engendros como la tal Adela Micha y tantos más - Disfrazando las
Noticias entre líneas en favor del Sionismo e Israel, y que decir del
espacio destinado a la supuesta Iglesia Universal - que solo es una
farsa para infiltrar el Judaísmo a las masas en México y recaudar
borregos para sus fines. Los Judíos controlan mas del 90% de los Medios
a Nivel Mundial, y el aperrarse de los medios de comunicación es uno de
sus intereses primarios al parasitar otras Naciones.
Por cierto; Mony de Swaan - a cargo de la COFETEL, también es otro Judío
Sionista cuya misión única es bloquear a Telmex para que no entre al
"Triple Play" ofreciendo servicios de Televisión - para beneficiar a
empresas de Judíos como Cablevision.
A México lo que le urge es una Depuración de Judíos en los Medios de
comunicación, así como también en el ámbito Empresarial y Político.
Ustedes No tienen la menor idea de los resultados Catastróficos que le
deparan a México, sí esta Plebe de Parasitos Judíos continúan creciendo
y cerrando círculos.
Mis comentarios no tienen nada que ver con Racismo o Religión, sino con
la voracidad insaciable del Sionismo, y cabe mencionar, que la Razón
Principal de Hitler, para contrarrestar (no de persecución) a los
Judíos, que se estaban chupando materialmente a toda Europa en esas
épocas - No fue la Raza, como nos lo presentan los medios de
comunicación controlados por Judíos a Nivel Mundial, sino fue en
respuesta a "Los Protocolos de Sion" el cual es el plan magistral de los
Judíos para apoderarse del control del Mundo.
Las ratas, las cucarachas y los Judíos son todos Plagas y están
presentes en los Cinco Continentes.
El Lobezno ;-)
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