jueves, 7 de octubre de 2010

EL PROGRESISTA

pareja de progresistas
Por: Guillermo Rojas


Reflexionando en referencia a la nota anterior y a la presente, me queda decir que tanto el burgués como el personaje que vamos a pintar en este breve escrito se caracterizan por lo mismo: el materialismo. El primero un materialismo practico, el otro mas bien filosófico, llevado al terreno de la ideología. Por que el progresista es el ideólogo por excelencia. No ve la realidad dada sino   que cree que la construye en especial mediante las palabras, el relato. Ya lo sabemos no importa que el relato sea verdad o no, lo que importa es que pueda ser creíble por los desavisados. El se mueve en ese mundo: materialismo, constructivismo  una pizca de marxismo y chamuyo mediatizador le dan el tenor correcto.
Podemos definirlo también por lo que ama o dice amar: ama la democracia como primera diosa del panteón a pesar de actuar como intolerante con aquellos que no piensan como él. Ama los derechos humanos como un nuevo decálogo revelado por la ONU. En esto no hay diferencia con el burgués. Lo único que el burgués no se gasta mucho por parecer altruista,  cree el libreto si, pero quiere la platita para disfrutarla y a otra cosa.
El progresista es vergonzante con el tema de ganar plata y si la gana es culposo en disfrutarla, pero la disfruta igual, no se crea, a pesar de tratar siempre de representar el papel de pauperofilo, con una sensibilidad que “nos interpela” y especialmente con los marginados y marginales.
Los seres del universo revolucionario marcuciano son sus preferidos, para los que entiende que existen nuevos derechos que ellos deben exigir, derecho a ser diferente (léase manfloro o lesbiana) derecho a decidir (léase derecho a matar al propio hijo engendrado o al propio familiar enfermo terminal.
Curte la versión ideológica de los derechos humanos que según el “se ejercen contra el poder” o sea que el delincuente tendrá derechos humanos contra el Estado que quiere ponerlo a la sombra cuando roba o asesina, lo mismo que el terrorista que “lucha” del lado del “campo popular”(léase zurdo para ser mas simple).
Lógicamente las victimas de la delincuencia y el terrorismo carecen de derechos de ninguna naturaleza y menos derechos cuanta mas plata tengan o aparenten tener por que para el progresista, a pesar de decirse "defensor de la vida" el valor de esa vida es inversamente proporcional dinero  del damnificado. Si ganó plata por algo será (frase que dice detestar): habrá sido aliado de la Dictadura, será corrupto, será un exhibicionista de sus riquezas y  discriminador de los pobres.
Para el es simple desplazar la culpa y la responsabilidad del victimario a la victima o a toda la sociedad en su conjunto. Rechaza la responsabilidad, la ve como algo exigente y represivo. Otro caballito de batalla la anti represión, que trata de difundir desde la escuela…la educación no represiva que ha terminado por destruir desde la base de la pirámide el principio de autoridad, con lo que la sociedad se convertirá en una masa amorfa sin armazón ni esqueleto
Podemos caracterizarlo por lo que odia o dice odiar: odia al capitalismo pero justifica con argumentos que le caros al izquierdismo intelectual,  la aplicación de sus políticas, como la de control de la natalidad y el aborto convirtiéndola en un derecho a conquistar para la sociedad civil. Odia al colonialismo pero gracias a los progresistas y a sus presiones basadas en la ideología de los  derechos humanos y la mentira de los 30.0000 desaparecidos, el colonialismo hace lo que quiere en Malvinas o sea robar nuestros recursos, pues no tenemos FFAA con que impedirlo.
Desfilaba con pancartas pidiendo no abonar, la deuda externa pero aplaudió el pago de 10.000 millones de dólares nada menos que al FMI y quiere seguir pagando con las  reservas del BCRA…se trata de “pagos patrióticos” si los hace un progre como ellos, si los hace  quien consideran la “derecha” siempre es una entrega vergonzosa del trabajo de los argentinos.
Pero el primer y más absoluto odio es para el fascismo cuya caracterización es tan disparatada como la que tiene el burgués del mismo. Para el primero fascistas son tanto Mussolini como Fidel Castro. Para el progresista fascismo es todo aquello que no sea de izquierda desde Hitler a Macri, todo es terreno de holocaustos y cámaras de gas.
Ni que hablar de la Iglesia: está en la gloria deleitándose y difundiendo lo de los curas pedofilos o fornicadores. Para el la única Iglesia que considera digna es la que se aliara antaño con el castrismo guerrillero a la que suele llamar de los pobres. o para decirlo con lenguaje anarco, para él la unica Iglesia que ilumina es la que arde, aunque no lo diga abiertamente para no quedar como lo que es un autoritario del antiautoritarismo.
El progresista es un personaje urbano un miembro de las clases semicultas como dice Juan José Sebrelli. Dice amar la vida y teme  terriblemente a la muerte por que no cree en nada. La muerte es el final y la vida en definitiva es sin sentido.Tumba y olvido.
Podríamos hacer una caricatura del progresista tipo en base a la conocida canción de León Gieco llamada “Los Salieri de Charly”

Queremos ya un presidente joven
que ame la vida que enfrente la muerte
La tuya , la mía , de un perro , de un gato ,
de un árbol de toda la gente
Compramos el Pagina , leemos a Galeano
cantamos con la Negra , escuchamos Víctor Jara


El progresista es un personaje que se cree el muchachito de la película, ha pasado 30 años diciéndonos que es lo bueno y que es lo malo, que tenemos que pensar y que no podemos pensar, quienes son los réprobos y quienes los elegidos, ha declamado, pontificado sobre todo lo humano y lo divino, en gran parte por  él esta como está la sociedad , es hora que para el bien de la Argentina lo mandemos definitivamente a freír churros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días. Muy cierto todo, pienso empero que le ha faltado identificar al autor de la "patada inicial" de toda esta porquería en los últimos tiempos de nuestra historia, el execrable Alfonso el Pequeño que buenas las estará pasando en las calderas del subsuelo. Él y no otro, eructando el veneno mamado de sus parientes republicanos españoles, instaló en nuestra sociedad común aquella estupidez acerca del fascismo ¿se acuerda de lo de "enano fascista"?-, que antes era patrimonio exclusivo de algunos grupitos de "intelebtuales" universi-otarios que en fin de cuentas, no le hacían ningún daño a nadie porque esas gentes normalmente tienen tanta llegada a la masa como las ecuaciones de contracción de Lorenz. Pero el Alfón-Cínico difundió su bazofia por todas partes y hoy hasta bañarse es ser fascista, en fin.
Un saludo.