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| Ingleses: allá reprimen y aquí financian el incendio...¿Por que será? | 
Mientras el gobierno ingles financia aquí en Argentina el caos cultural, la degradación moral  (liberalización de la droga), la permisividad con el delito (llamado garantismo penal) y "la no criminalización de la protesta social", mediante gruesos aportes  al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), estrechamente  vinculado al progresismo y suerte de central general en esa materia, en su país parece que no cree ni aplica en lo mas mínimo lo que recomienda y promueve aquí, como lo demuestra este articulo de La Nación. Una prueba mas de lo que es la disolución con argumentos marxistas, impulsada para beneficio del  Poder Mundial capitalista.
"LONDRES.- ¿Varios meses de prisión por el robo de dos  conos de helado? ¿Cárcel por saquear un par de botellas de agua mineral  de un supermercado? ¿Cuatro años tras las rejas por convocar a unos  disturbios... que finalmente nunca ocurrieron?             
Las sentencias son duras. Desproporcionadas. Para muchos,  hasta ridículas y, lo que es peor, contraproducentes. Son penas,  además, que no están siendo establecidas por un régimen dictatorial,  sino en un país que se considera la cuna de la democracia.
La severidad con la que están actuando algunos jueces  británicos contra los detenidos por los graves disturbios de la semana  pasada en Gran Bretaña ha dado pie a una polémica sin precedente en el  país, donde, pese a las críticas, el gobierno conservador defendió ayer  los fallos, al señalar que son una necesaria medida disuasoria.
El primer ministro David Cameron, de hecho, fue el que  marcó el rumbo por seguir tras la ola de violencia que dejó cinco  muertos y varias casas ardiendo, en su intervención ante el Parlamento  la semana pasada, cuando advirtió que los  jóvenes vándalos no serían  tratados con benevolencia. "Quien tiene edad para cometer delitos  también tiene edad para ser castigado por ello", había dicho Cameron,  para luego agregar: "Todo el que haya sido violento debe ir a la  cárcel".
Varios juristas se mostraron ya entonces asombrados por  lo que parecía ser una violación de la participación de poderes. Y ayer  se difundieron incluso informaciones de que los tribunales londinenses  recibieron indicaciones pertinentes de una instancia judicial superior.
Según la nueva directriz, que fue comunicada por Novello  Noades, el juez principal de la corte distrital de Camberwell, en el sur  de Londres, los jueces no tienen que atenerse al reglamento normal para  el Código Penal en relación con disturbios.
"Las sentencias deben asustar", reconoció públicamente el  juez Elgan Edwards, en Cheshire, tras dictaminar una pena que, sin  duda, aterró a varios: cuatro años de cárcel para Jordan Blackshaw y  Perry Sutcliffe-Keenan, dos jóvenes de 20 y 22 años, que convocaron a  disturbios a través de Facebook, pese a que éstos nunca se concretaron.
En medio del caos, Blackshaw creó un evento en esa red  social titulado "Destruir la ciudad de Northwich" (noroeste de  Inglaterra), mientras que Sutcliffe-Keenan abrió una página titulada  "Organicemos un motín",  incitando a la violencia en Warrington  (noroeste). Ambos llamamientos carecieron de seguimiento.
Otros casos que suscitaron gran controversia en el país  fueron los de Anderson Fernandes, de 22 años, que por robar dos conos de  helado enfrenta una pena de varios meses en prisión, o el de Nicolas  Robinson, de 23, que fue sentenciado a seis meses tras las rejas por  robar dos botellas de agua mineral de un supermercado, por un valor de  cuatro euros.
También fueron fuertemente criticados por activistas y  parlamentarios los casos de Ursula Nevin, una madre de dos chicas con  residencia en Manchester que fue sentenciada a cinco meses de prisión  por aceptar de una amiga unos pantalones que habían sido robados de un  centro comercial, y el de un joven de 26 años que fue condenado a 18  meses de cárcel por tener en su auto un televisor robado.
Las sentencias "deberían ser justicia de restauración y  no una venganza por lo ocurrido", dijo el parlamentario liberal  demócrata Tom Barke, para quien muchos de los sentenciados habrían  recibido penas diferentes si hubieran cometido el mismo delito días  antes de los disturbios.
"Encerrar a gente joven puede convertir a saqueadores de  ocasión en criminales serios", advirtió, por su parte, Vicki  Helyar-Cardwell, presidenta de la alianza Justicia para los  Delincuentes.
En la misma línea se expresó el ex presidente de la  Asociación de Juristas británicos Paul Mendelle, que declaró a la BBC  que si los sentenciados cumplen penas demasiado largas en prisión  "podrían terminar perdiendo sus trabajos y empleos, y creando así un  mayor problema social".
En tanto, el abogado John Cooper, experto criminalista,  sostuvo que las sentencias no sólo "son una exageración", sino que  crearán una ola de apelaciones en las cortes.
Pese a las críticas, incluso de sus propios aliados en el  gobierno, los liberal demócratas, Cameron defendió ayer la imposición  de penas severas.
"Los tribunales están enviando un mensaje de dureza, y  creo que es bueno que puedan hacer eso. Lo que pasó en nuestras calles  fue espantoso, y la justicia debe dejar bien en claro que no será  tolerado", afirmó el premier.
También el ministro para las Comunidades, el conservador  Eric Pickles, sostuvo que los severos fallos demostrarán que hay  consecuencias serias para quienes participan de disturbios. "Hay que  entender que esta gente creyó que cometer delitos no les traería  consecuencias. No vamos a permitir que la sociedad tenga miedo por su  seguridad pública en sus propias casas", destacó.
Más de 2800 personas han sido arrestadas en conexión con  los saqueos, incendios y destrozos ocurridos entre el 6 y 9 de agosto  pasado en Londres y otras ciudades británicas, que se iniciaron tras una  protesta en el barrio de Tottenham en reclamo  por la muerte de un  joven negro a manos de la policía.
Hasta ayer, ya habían pasado por los tribunales  británicos 1277 sospechosos, de los cuales un 64% permanece bajo  custodia policial, un porcentaje que en tiempos normales apenas llega al  10%.
En este aspecto, la política de mano dura de Cameron  causa también un problema práctico, ya que gran parte de las cárceles  británicas están sobrepobladas, y la justicia trabaja ya al límite, con  jornadas de 24 horas.
Ayer, por otro lado, el príncipe Carlos y su esposa,  Camilla, interrumpieron sus vacaciones veraniegas para expresar en  persona su solidaridad a varias de las familias que perdieron su hogar  en los incendios en Tottenham. También visitaron la sede del comando  policial en Londres.
Penas "disuasivas"
- Jordan Blackshaw y Perry Sutcliffe-Keenan: pese a no haber participado activamente en los disturbios, ambos fueron condenados a cuatro años de prisión por haber incitado en la red social Facebook a actos de violencia, que finalmente no llegaron a producirse.
- Anderson Fernandes: por robar dos conos de helado, este joven de 22 años enfrenta una pena de varios meses en prisión.
- Nicolas Robinson: fue sentenciado a seis meses tras las rejas por robar dos botellas de agua mineral de un supermercado, por un valor de 4 euros.
- Ursula Nevin: madre de dos niñas, fue sentenciada a cinco meses de prisión por aceptar de una amiga unos pantalones que habían sido robados de un centro comercial durante los saqueos.
Agencias EFE, AFP, AP y ANSA."
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