Los restos de Rudolf Hess, han sido exhumados del cementerio en el  que se encontraba enterrado y serán lanzados al mar con el objetivo de  evitar que su tumba sea visitada, según informa este jueves el diario  ‘Sueddeustche Zeitung’.
Hess habiendo estado preso durante casi  toda la IIGM, es decir, ningún crimen puede atribuírsele más que el  haber sido miembro del NSDAP, fue juzgado en Nuremberg, siendo condenado  a cadena perpetua el 1 de octubre de 1946.
Tras 46 años de  encierro y habiendo sido el único preso de la prisión de Spandau durante  más de 20 años, Hess, apareció muerto en 1987, a los 93 años de edad,  en circunstancias no del todo claras –la versión oficial fue suicidio–.  La autopsia determinó que había muerto por estrangulamiento, afirmando  que se trataba de un suicidio. La familia dudó de la tesis oficial y  encargó una segunda autopsia, que determinó que su muerte fue por  asfixia y no por suspensión.
Rudolf Hess estaba enterrado en el  cementerio de Wunsiedel, en el noreste de Baviera, de donde se sacaron  sus restos en la madrugada de este miércoles, como los ladrones, a  escondidas, y más tarde serán tirados al mar.
Desconocemos si esta  fechoría cuenta con la probación de la familia, pero sea como fuere, es  una actitud totalmente deleznable por parte de los miembros de los  sistemas de gobierno actuales que se autoproclaman demócratas, justos y  respetuosos con las diferencias.
Fte.: Azul Mahon
Fte.: Azul Mahon
 

 
1 comentario:
Así, cruzado de brazos, y con la mirada punzante y acusadora, condena a los "moishes", que solo se revuelcan en el resentimiento.
El los acusa (a los judíos) porque no soportan otro nacionalismo que el propio, y son intolerantes con los demás.
Rosalía
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