CRISIS DE DEUDA Y EMERGENCIA FINANCIERA.
Por Héctor GIULIANO (25.5.12). (*)
El agravamiento de la Crisis de Deuda Pública que sufre la Argentina está
determinando una serie de medidas de emergencia monetaria, cambiaria y
financiera por parte de la administración Kirchner.
Lo que sigue es un intento de comprender la lógica
convergente de esta batería de acciones gubernamentales, que – improvisadas o
no - están destinadas esencialmente a cumplir a ultranza con los servicios de la Deuda del Estado.
DEUDA Y FINANZAS PÚBLICAS.
El Estado tiene tres fuentes básicas de financiamiento que
son la Emisión
de Dinero, la
Recaudación Tributaria y la toma de Deuda Pública; con la
importante diferencia que esta última – la Deuda – conlleva el costo de los servicios de
Intereses y Capital.
Cuando el peso de estos servicios aumenta en forma
extraordinaria sobre el presupuesto nacional, los países deudores – como el
caso de la Argentina
– pierden la capacidad de repago de sus obligaciones y entonces las deudas entran
a ser refinanciadas permanentemente bajo un esquema de Deuda Perpetua.
El país – nuestro país – vive así refinanciando pasivos y
además tomando más deuda para cubrir los costos financieros crecientes de la
misma.
Pero para ello debe afrontar el pago de mayores servicios
por intereses y por renovación de las obligaciones.
La administración Kirchner, desde sus inicios, está
embarcada en una política de cumplir escrupulosamente con este esquema de pagos
y re-endeudamiento.
Pero hoy la magnitud y gravedad del perfil de vencimientos
de Capital e Intereses ha llevado nuevamente al país a una situación de Crisis
de Deuda, esto es, a un riesgo cierto de default o incumplimiento de sus
compromisos.
Esto es lo que ha determinado que el gobierno – en función
de su “vocación pagadora”[i]
– haya tenido que apelar a medidas extra-ordinarias en materia financiera.
Se verifica así la regla nefasta que, cuando se agravan las
crisis de Deuda no sólo se siguen tomando más deudas sino que, además, se
refuerzan las otras dos fuentes de financiamiento público – la emisión
monetaria y la recaudación fiscal – para ponerlas también al servicio de la Política de
Endeudamiento.
CUADRO DE SITUACIÓN.
La Argentina afronta actualmente
un serio problema en el perfil de vencimientos de su Deuda Pública, que en más
del 60 % del total está constituida por obligaciones en moneda extranjera.
Este año los vencimientos de Capital son del orden de los
40.100 MD[ii]
y está previsto por Presupuesto tomar nuevas deudas por 51.800 MD – producto de
refinanciación total de las obligaciones que vencen más asunción de deuda
adicional – lo que significa un aumento de 11.700 MD en el stock de la Deuda.
No es cierto que la Argentina se esté “des-endeudando”; por el
contrario, el endeudamiento viene creciendo a un ritmo de más de 10.000 MD por
año.
En estos importes no están comprendidos los pagos de
Intereses de la Deuda,
que forman parte del Gasto Corriente del Ejercicio y que representan este año
45.000 M$ (10.200 MD).
Las cifras, en realidad, son peores porque no toda la Deuda Pública por
Capital está registrada en las estadísticas oficiales: falta computar la Capitalización de
Intereses, la Indexación
de Deuda en Pesos ajustada por Inflación y las estimaciones de pago de los
Cupones ligados al PBI.
Tampoco están incluidos aquí los vencimientos de deuda
correspondientes a Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos
Fiduciarios, cuyo monto se desconoce pero es relevante: baste decir que según
el Presupuesto 2012 este año está autorizado tomar en este ámbito 28.000 MD. Se
trata de Deuda Pública Indirecta con aval del Estado.
Igualmente, tampoco se incluyen aquí la Deuda cuasi-fiscal del BCRA
(por Lebac/Nobac) ni la Deuda
consolidada de Provincias y Municipios. Ni la Deuda Contingente
por Juicios contra el Estado externos (CIADI y Holdouts) e internos (ANSES y
otros).[iii]
En todos los casos, las proyecciones de pago de Intereses
de la Deuda y
de vencimientos de Capital son fuertemente crecientes en los próximos años.
DEUDA PÚBLICA Y MODELO K.
El denominado Modelo K descansaba en lo concreto sobre un
esquema de Superávits gemelos: Fiscal y Externo.
Pero este “modelo” ha terminado: hoy la Argentina tiene Déficit
Fiscal y un resultado negativo en su Balanza de Pagos.
El gobierno confunde a la Opinión Pública
mostrando un Superávit Primario pero el Resultado Financiero de su gestión es
deficitario. En 2011 el Déficit Fiscal fue de 30.700 M$ y en lo que va del
corriente año este saldo sigue siendo negativo.
A su vez, la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos fue
prácticamente neutra en 2011: sólo 17 MD a favor. Dentro de este resultado
pesaron especialmente las Rentas de Inversión por pago de Intereses (Débitos
por 5.100 MD y saldo neto de -3.400 MD) y por transferencias de
Utilidades/Dividendos (Débitos por 8.600 MD y saldo neto de -7.300 MD), lo que
dio así un saldo negativo de 10.800 MD por suma de ambos rubros.
En consecuencia, el resultado positivo de la Balanza Comercial
– 13.600 MD en 2011, producto de 84.300 MD de Exportaciones menos 70.700 MD de
Importaciones – quedó prácticamente neutralizado por el giro de los Servicios
Financieros (los 10.800 MD citados).
Dada la fuerte salida de divisas, el saldo de la Cuenta Capital/Financiera
fue negativo de 2.200 MD y la
Variación de Reservas Internacionales (RI) en el año resultó
de -6.100 MD.
Tal empeoramiento de los números en las cuentas nacionales
fiscales y externas frente al aumento de los servicios de Capital e Intereses
de la Deuda Pública
durante el corriente año fueron determinantes de las medidas de Emergencia
Financiera en curso adoptadas por el gobierno Kirchner.
DEUDA Y POLÍTICA MONETARIA.
Hoy la causa principal de la actual política de emisión de
dinero del Banco Central (BCRA) es atender el Gasto Público para el pago de las
deudas en pesos del Estado y sostener paralelamente el costo financiero de la
esterilización de moneda usada para comprar dólares, dólares que se prestan a la Tesorería para pagar
Deuda.
La administración Kirchner está aplicando para ello tres
vías de acción simultáneas.
- La primera vía de acción del BCRA es dar préstamos
directos en pesos al Ministerio de Economía para cubrir las erogaciones
presupuestarias; dinero éste que se origina por emisión de moneda sin respaldo.
Al 30.4.12 el monto de estos Adelantos Transitorios al
Gobierno Nacional era de unos 72.500 M$.
La reciente Ley 26.739 modificó el artículo 20 de la Carta Orgánica del
BCRA (CO BCRA) para posibilitar la duplicación de este tipo de préstamos de
corto plazo al Tesoro.
Se trata de importes que, en la práctica, constituyen una
suerte de stock constante para el Banco por concepto de créditos a corto plazo
(un año) ya que los mismos se renuevan permanentemente a sus fechas de
vencimiento.
- Una segunda vía ha sido despegar la relación cierta entre
Reservas y Base Monetaria (BM) para poder utilizar las divisas en su Política
de Pagos de la Deuda
Externa con Reservas.
La 26.739 modificó la Ley de Convertibilidad 23.928, que establecía el
respaldo total de la BM
con Reservas Internacionales (RI) y faculta ahora directamente al Directorio del
Banco para fijar el nivel de las Reservas excedentes a la cobertura de la BM o Reservas de Libre
Disponibilidad (RLD), que se utilizan para pagar Deuda Externa del Tesoro.
El BCRA no ha informado el criterio que usa para determinar
los nuevos niveles de RLD ni el monto en valor absoluto fijado para las mismas,
de modo que se ignora así el grado de respaldo real con que ha quedado el peso
argentino en términos de moneda extranjera (básicamente, en dólares).
Pese a esta seria insuficiencia el Banco sigue girando al
Gobierno divisas que están comprendidas en ese cálculo de RLD, aunque – como
decimos - dicho cálculo no está explicado en su metodología ni informado en su
monto disponible.
De esta manera, la
BM ha dejado de tener un respaldo cierto en reservas del
BCRA.
El levantamiento de tal restricción Reservas-BM libera legalmente
al BCRA de limitaciones para poder aumentar la masa de dinero en la Economía y, a la vez, para
aumentar los giros de reservas al Tesoro para pagar Deuda Externa.
DEUDA Y BCRA.
Una tercera vía de acción en materia monetaria, que se
deriva de la anterior – el levantamiento de las restricciones de emisión de
dinero - y que se le mantiene abierta al Directorio del BCRA, es la facultad discrecional
de colocar Deuda Cuasi-Fiscal por Letras y Notas (Lebac/Nobac).
Tal facultad le permite al BCRA tomar este tipo de
obligaciones de Corto y muy Mediano Plazo a los fines de absorber o esterilizar
el dinero emitido; precisamente dinero que fue impreso para comprar dólares,
dólares que pasan a integrar las Reservas y que se usan para ser prestados al
Tesoro para pagar Deuda Externa del Estado.
Ergo, las reservas que se prestan al Gobierno para pagar
Deuda Externa – préstamos en moneda extranjera contra Letras de la Tesorería a 10 años de
plazo - son divisas compradas con Deuda que fue asumida por el BCRA a través de
Lebac/Nobac; de modo que este tipo de endeudamiento, en principio, aumenta en
función de la compra de reservas internacionales.
O sea, que existe una correlación entre compra de Reservas,
aumento de la emisión monetaria y aumento de la Deuda Cuasi-fiscal
del BCRA.
Como gran parte de estas reservas – las RLD – se prestan al
Gobierno para pagar Deuda Externa, el BCRA se queda entonces con Letras de
Tesorería en el Activo (que son Títulos Públicos de dudoso cumplimiento) y simultáneamente
con una masa creciente de Deudas por Lebac/Nobac en el Pasivo (que son, en
cambio, de cumplimiento cierto y que implican altos costos de intereses).
El stock de la deuda por Lebac/Nobac era de 111.600 M$ al
30.4 - equivalente a unos 25.300 MD – devenga una Tasa de Interés promedio del
13 % anual (14.500 M$ ≡ 3.300 MD por año) y tales obligaciones se renuevan
continuamente en forma semanal pactándolas con un grupo acotado de grandes
bancos (locales y extranjeros) que operan en la Argentina.
Esta práctica del BCRA mantiene retirada de la circulación
una cantidad de dinero equivalente a la mitad de la BM – que al 30.4 era de 222.900
M$ - remunerando a los bancos prestamistas por tales sumas, que dejan de
prestarse a la actividad económica productiva del país.
De hecho, sobre una masa monetaria total de 335.000 M$, las
2/3 partes están en la BM y 1/3 está retenido por
Lebac/Nobac del Banco Central.
La existencia de este altísimo stock de Letras y Notas del
BCRA – que subsidia fondos ociosos de los bancos – determina el elevado “piso”
de las Tasas de Interés de plaza y se transmite así al Sistema de Precios a
través del Costo Financiero de las Empresas, que es el peor “costo invisible”
dentro de la actividad económica y es también el principal factor de Inflación
en la Argentina.
DEUDA E INFLACIÓN.
Dada la gravedad creciente de la Inflación Argentina
el gobierno Kirchner, desde principios de 2007 modificó la metodología del
INDEC en relación al Índice de Precios al Consumidor (IPC o Inflación
Minorista) y, por extensión, al de sus coeficientes derivados o conexos (como
Pobreza/Indigencia y aumento del PBI).
Este procedimiento le permitiría así al gobierno tratar de
ocultar el aumento real de los precios y, a la vez, licuar parte de la Deuda Pública en
Pesos que se ajusta por Inflación (bonos indexados por CER), que al 30.9.11
(último dato disponible) era equivalente a 37.500 MD.
En la actualidad se estima que la Inflación Real en la Argentina es de un 22 %
anual (entre 20 y 25 %) – según Índice de Precios Congreso, estimaciones de
Consultoras Privadas y Direcciones Estadísticas de Provincias – mientras que la Inflación Oficial
es del orden de un 10 %.
Los mecanismos de indexación de deudas están prohibidos en la Argentina por la Ley 23.928 de Convertibilidad
(artículo 10) pero esta restricción no se aplica a los casos de Deuda
Financiera en Bonos del Estado.
Sobre un total de Deuda en Pesos Indexada equivalente a 37.500
MD esto significa una actualización anual de 3.800 MD, que es menos de la mitad
de la cifra de incremento por año del Capital que correspondería si se tomara la Inflación Real.[iv]
El gobierno Kirchner logra de este modo atenuar el impacto
de la inflación sobre el valor Capital de los títulos públicos indexados pero
hoy en día lo hace con una ambivalencia: que el efecto de licuación beneficia y
afecta al propio Estado porque la gran mayoría de este tipo de bonos se
encuentra en manos de agencias del Sector Público, de modo que lo que se ahorra
la Tesorería
lo pierden por lucro cesante las Agencias del Estado tenedoras de esta Deuda
(que estaría mayoritariamente en poder de la ANSES).
DEUDA Y PRESIÓN TRIBUTARIA (PT).
La recaudación impositiva y previsional configura también
una vía de ingresos adicionales al Erario Público gracias a la Inflación de Precios.
La presión fiscal efectiva es la segunda fuente de
financiamiento del Estado que está hoy puesta al servicio de la recaudación de
dinero para el Fisco y del refuerzo a los
pagos de la Deuda.
Esta presión real se traduce aplicando la carga impositiva
sobre montos imponibles que se han venido incrementando por efecto de la
inflación a la vez que retrasando la actualización de las desgravaciones
correspondientes.
Es el caso de la incidencia generalizada del IVA, del
Impuesto al Cheque, del Mínimo no Imponible del Impuesto a las Ganancias, del
piso del Impuesto a los Bienes Personales o de la prohibición de Ajustes por
Inflación en el Balance de las Empresas.
Sin contar aquí los aumentos directos de bases, tasas o
alícuotas tributarias, como es el caso de las Retenciones a las exportaciones
agropecuarias o los revalúos de bienes durables que se trasladan a los
impuestos inmobiliarios provinciales y a las tasas de servicios municipales.
Porque el aumento de esta presión tributaria es concurrente
y potenciada a nivel Nación, Provincias y Municipios; y está determinada en
forma directa por la necesidad de sufragar el costo financiero del endeudamiento
público generalizado del Estado en todos sus niveles.
Se cumple así la regla que, en los tiempos de Crisis de
Deuda, la función de recaudación fiscal asume un papel clave porque deviene
necesario aumentar la presión tributaria, nominal y efectiva, para sostener los
mayores servicios de la
Deuda Pública.
El gobierno puede mostrar así un aumento relevante en su
recaudación pero gran parte de ese aumento no es producto de una gestión
tributaria normal o genuina sino producto del efecto inflacionario sobre los
valores imponibles.
Con la ventaja adicional para el Fisco que su erosión de
ingresos por el Efecto Olivera-Tanzi hoy en día se ve disminuida porque existe
un menor desfasaje entre el momento de devengamiento y el momento de percepción
de los impuestos.
De esta manera, por medio de la Inflación el Estado
licua parcialmente sus deudas en pesos mientras mejora comparativamente el
valor de sus ingresos tributarios en moneda nacional.
EL ROL DE LA DEUDA INTRA-ESTADO.
- La tercera vía de financiamiento público es la Deuda, deuda que en este
momento no se toma de los Mercados Internacionales de Capitales - salvo los
Organismos Multilaterales de Crédito (Banco Mundial, BID y CAF) – sino que se
ha venido asumiendo en gran escala con el propio Sector Estatal.
Este procedimiento consiste básicamente en tomar prestado
fondos de todos los entes oficiales que dispongan circunstancialmente de
excedentes de Caja, de agenciarse créditos provenientes de fondos administrados
por el Estado y/o de transferir al Fisco utilidades contables de los organismos
públicos
Las principales sumas de estos préstamos provienen del
Sistema Previsional – los fondos de los jubilados administrados por la ANSES – y del uso de las
Reservas Internacionales del Banco Central (RI BCRA); con la importante
aclaración que el Tesoro Nacional no tiene capacidad de repago demostrada para
responder a estas obligaciones.
La administración Kirchner exhibe hoy que casi la mitad de la Deuda Pública está
contraída con entidades del propio Estado, fundamentalmente – como dijimos -
con el Fondo de Garantía del Sistema Jubilatorio de la ANSES y con el BCRA (a
través de Adelantos Transitorios en pesos al Gobierno y del préstamo de
Reservas Internacionales contra entrega de Letras de Tesorería).
Esta conducta ha llevado actualmente los montos de esta
Deuda Intra-Sector Público a niveles muy
elevados: más del 50 % de los fondos de la ANSES – que pasan los 200.000 M$ - están
prestados al Estado y las deudas contraídas por el Fisco con el BCRA son de 72.500
M$ (≡ 16.400 MD) por concepto de Adelantos Transitorios y de casi 33.000 MD por
Títulos Públicos entregados al Banco contra entrega de reservas).
En total, la
Tesorería le debe así al BCRA unos 49.300 MD: más que el
monto de las Reservas, que es de 47.800 MD, y casi tanto como la BM, que equivale a 50.500 MD.
El uso de este mecanismo de excepción de la Deuda Intra-Estado
se ha generalizado por parte del gobierno Kirchner a toda una serie de
organismos públicos: Banco Nación, Lotería/Casinos, AFIP, PAMI, Fondos
Fiduciarios, etc.
Esto configura un riesgo de “empapelamiento” del Sector
Público porque el Estado Argentino no tiene capacidad de pago para cumplir este
cúmulo de obligaciones que sigue contrayendo.
En la práctica, los fondos que esas distintas agencias
oficiales prestan al Tesoro se usan básicamente para pagar vencimientos de
Deuda con Organismos Financieros Internacionales (los citados Banco Mundial,
BID y CAF) y especialmente deudas con Acreedores Privados, de modo que el stock
total de la deuda pública no disminuye – al contrario, sigue creciendo - pero
cambia a la vez su composición o estructura.
Este procedimiento no es neutro desde el punto de vista
financiero fiscal porque de esta forma el Estado no sólo altera sus prioridades
de Gasto Público sino que se va descapitalizando y/o desfinanciando en su
conjunto ya que la mayoría de esos fondos no son propios sino de propiedad
ajena (caso de la ANSES)
o de asignaciones específicas (como el caso del BCRA y los Fondos Fiduciarios).
El problema es ahora más grave todavía porque el gobierno
Kirchner habría llegado ya al tope de su Deuda Intra-Estado y por eso ha forzado
su ampliación por medio de la modificación de la Ley de Convertibilidad y la Carta Orgánica del
BCRA tanto en materia de Adelantos Transitorios como de préstamos de Reservas.
DEUDA Y TIPO DE CAMBIO.
El problema de la Deuda Externa se ha venido agravando en los
últimos tiempos y repercutiendo en el panorama económico y comercial argentino
a través del Tipo de Cambio Real (Tipo de Cambio Nominal menos Inflación
Interna).
El ritmo actual de devaluación del Peso (un 10 %) es menos
de la mitad de la
Inflación Real (estimada entre 20-25 %).
La Inflación carcome el
Tipo de Cambio y eso equivale a una apreciación del Peso, por lo que estamos ante el doble problema de
Inflación con Retraso Cambiario.
Esta combinación es particularmente perjudicial para las
exportaciones nacionales porque reduce la competitividad por precio y afecta a
la vez la sustitución de importaciones ya que abarata la compra de productos
extranjeros.
Ello incluye el estímulo de otros rubros – entre los que
está el turismo hacia el exterior - que se ven subsidiados así por un tipo de
cambio barato.
Pero el atraso cambiario tiene una explicación financiera:
posibilitar mayores pagos de servicios de la Deuda Externa.
El retraso cambiario mantenido hasta el presente por el
gobierno Kirchner es un pre-requisito de los pagos en moneda extranjera porque
de esta forma la recaudación fiscal y las tenencias en pesos tienen más valor
de cambio para el giro de divisas.
Un Tipo de Cambio Bajo – Dólar barato – facilita el
cumplimiento de las obligaciones en moneda extranjera porque aprecia el peso
argentino y entonces la recaudación fiscal en moneda local permite comprar con
esos fondos más dólares destinados a atender tales compromisos.
Se trata de un caso típico de contraposición de prioridades
e intereses entre la
Economía Real o Productiva – caso del Agro y la Industria – a la que
conviene un tipo de cambio alto y la Economía Financiera
ligada a la Deuda
Externa, a la que conviene un tipo de cambio bajo, que
facilita el aumento de la cantidad y valor de las divisas que se giran al
exterior para el cumplimiento de los servicios de la Deuda.
Gracias a esta situación de rezago cambiario el BCRA puede comprar dólares más baratos, que después
se usan para el pago de la
Deuda Externa del Estado.
El reciente proceso de devaluación del real brasileño
habría sido uno de los detonantes que forzó al gobierno argentino a incrementar
relativamente el ritmo de sus mini-devaluaciones pero la relación de cambio del
peso sigue estando todavía muy por debajo de las necesidades económicas
locales.
Por eso, la administración Kirchner se encuentra hoy ante el
dilema de mantener un
Tipo de Cambio retrasado, o por lo menos oficialmente
frenado, para posibilitar el pago de Deuda Externa o acelerar el ritmo
devaluatorio del Peso facilitando el aumento de nuestras exportaciones y la
protección del mercado interno frente a las importaciones.
EL BALANCE DE DIVISAS.
La Política de Pago de
Deuda Externa con Reservas del BCRA viene determinando no sólo un problema
general de retraso cambiario sino también un desequilibrio en el stock de
divisas del Banco para atender todas las transferencias al exterior.
El BCRA ha pasado a ser una suerte de abastecedor
institucional de moneda extranjera para la Tesorería a los efectos que ésta pueda cubrir los
servicios de la Deuda
Externa Argentina.[v]
El Banco vive comprando dólares que por un lado ingresan a
las Reservas y por otro salen prestados al Gobierno para atender pagos de la Deuda.
Es como usar la “alcancía” del Estado para privilegiar el
pago de compromisos a Organismos Financieros Internacionales y, especialmente,
Acreedores Privados externos a costa de reponer las divisas que se van
gastando.
Como hemos visto más arriba, estas divisas se giran al
Tesoro contra entrega de Letras Intransferibles a 10 años que tienen muy
improbable cobrabilidad por parte del BCRA.
El Banco, entonces, está forzado a reponer los dólares que
salen de sus reservas, dólares que hoy compra a un tipo de cambio comparativamente
bajo debido a la oferta de exportadores que liquidan sus ventas y de capitales
financieros que ingresan al país para lucrar con el diferencial de tasas de
interés locales versus internacionales, aprovechando la relativa estabilidad
cambiaria y/o su previsibilidad devaluatoria.
Por otra parte, las operaciones internacionales en moneda
extranjera obviamente no están prohibidas, de modo que las mismas continúan
realizándose, aunque circunstancialmente no lo hacen en modo normal.
De hecho, el gobierno Kirchner, necesitado de divisas para
atender los pagos de Deuda Externa de este año[vi]
está apelando a todas las vías posibles para procurarse los dólares necesarios
para pagar deuda: corralito cambiario (que afecta principalmente al mercado
minorista, que no es relevante), trabas burocráticas a las importaciones, freno
transitorio al giro de Utilidades/Dividendos, etc.
Tales medidas tienen por objeto asegurar la disponibilidad
de una importante suma de divisas necesaria por parte del Gobierno para atender
los pagos de Deuda Externa y, a la vez, contener la suba del dólar para que no
se dispare el tipo de cambio financiero “oficial”, que es el que se toma como
moneda de cuenta.
El desdoblamiento fáctico del Mercado Cambiario, con una
brecha que se amplió en los últimos días a un 25-30 % y más entre Tipo de
Cambio Oficial y Paralelo, pudiera ser transitorio o tender a nivelarse en la
medida que los sectores financiero-bancarios entiendan que una fuerte
devaluación – más allá de las operaciones especulativas de coyuntura – no
convendría al negocio más importante y permanente del arbitraje entre Tipo de
Cambio y Tasas de Interés.
Pero ello corresponde ya al plano de suposiciones que
exceden las posibilidades de este análisis.[vii]
Lo único que puede decirse en firme a este respecto es que,
en el actual contexto monetario, cambiario y financiero – merced a la política
oficial del gobierno Kirchner - no es casual que los Bancos sigan siendo el
Sector con mayor rentabilidad de la Economía.
RESERVAS Y DEUDA EXTERNA.
Hemos visto que los fuertes pagos de servicios derivados
del Perfil de Vencimientos de Capital e Intereses de la Deuda Pública en
general, y de la Deuda
Externa en particular, explican las medidas de emergencia
financiera que está adoptando la administración Kirchner para demostrar su
“vocación pagadora”.
De hecho, éste es el Gobierno Argentino que más pagos ha
venido efectuando sobre la Deuda
del Estado y uno de los que está usando más recursos extraordinarios para
mantener el cumplimiento de sus compromisos externos, independientemente de
todos los altibajos de relación con los acreedores (caso Holdouts, Club de
París, CIADI y otros).
Pero, por sobre todas las cosas, es quizás el Gobierno que
más lapidariamente ha dado por concluida toda investigación y/o revisión de la Ilegitimidad de la Deuda Pública que se
viene arrastrando desde la época del Proceso Militar y a través de todos los
gobiernos democráticos sucesores (excepto la efímera presidencia del Dr.
Rodríguez Saá).
La presidenta Cristina Kirchner fue contundente en su
discurso del 4.3.10 y conexos acerca de la aceptación del sistema de la Deuda, de su no
cuestionamiento y de su voluntad de cumplir al ultranza con los compromisos
derivados de la misma.
El problema es que los pagos que se vienen efectuando y los
vencimientos crecientes de servicios de esta Deuda están comprometiendo
seriamente su gestión de Gobierno y el manejo consecuente de las Finanzas
Públicas.
Y el empecinamiento en mantener esta posición no soluciona la Crisis de Deuda.
Hoy los tres ejes principales de la política de la
administración Kirchner parecen ser:
1. El uso de la Deuda Intra-Estado
como forma de traspaso o rescate de pasivos con terceros a costa de “empapelar”
al propio Estado con títulos sin capacidad de repago.
2. La utilización de Reservas Internacionales del BCRA – a
través del denominado Fondo Argentino de Desendeudamiento – para el pago a
Organismos Financieros Internacionales y Acreedores Privados.
3. El re-armado de una estrategia de vuelta a los Mercados
Internacionales de Capitales – después del fracaso del Megacanje
Kirchner-Lavagna de 2005 – a los fines de volver a endeudarse.
Serían, en el fondo, los lineamientos vigentes y previsibles
de una política económico-financiera que viene poniendo todas sus herramientas posibles
de gobierno en función del sistema de la Deuda Pública.-
Buenos Aires, 25.5.2012
(*) Otros trabajos recientes del autor:
YPF: Intervención sin Expropiación (24.4.12).
YPF: Utilidad Pública, Deuda o Salvataje? (23.4.12).
Deuda, Convertibilidad y Banco Central (31.3.12).
Pago de Deuda Externa con reservas del BCRA (21.3.12).
Los pagos de la Deuda Pública Argentina (6.2.12).
Deuda Pública y Déficit Fiscal 2011 (30.1.12).
La Deuda
Pública y el Presupuesto 2012 que aprobó el Congreso (26.12.11).
Deuda Pública y Discurso Presidencial (12.12.11).
Deuda Pública y Elecciones 2011 (7.10.11).
Deuda Pública y Presupuesto 2012 (22.9.11).
La Deuda
Pública no Registrada (31.7.11).
El aumento de la Deuda Pública 2011 (4.7.11).
Las vulnerabilidades del Banco Central (11.6.11).
El lavado de la Deuda Pública (7.6.11).
Un debilitamiento del Banco Central? (11.5.2011).
Archivo: GIULIANO 12 05 20 DP Y
EMERGENCIA
[i] La acertada expresión “pasión” o “vocación
pagadora” es del Dr. Salvador María Lozada.
[iii] Aquí debe agregarse la incidencia de la Deuda Externa
Privada, que pesa también sobre la demanda de dólares. Al 30.9.11 – última
información disponible del BCRA – el stock de esta deuda era de 66.100 MD (el
94 % corresponde a Empresas y el 6 % a Bancos); y su vida promedio es de sólo
1.6 años. Estas cifras corresponden a Deuda Financiera, no Económica ni comercial.
[iv] Estos importes – lo mismo que la Capitalización de
Intereses y los Cupones ligados al PBI – el Ministerio de Economía no los
computa en el stock de Deuda Pública. Es, como se mencionó al comienzo del
artículo, Deuda no Registrada.
[v] El análisis de los Balances del BCRA
demuestra que no existen verdaderas RLD. Al 30.4.12 las Reservas
Internacionales eran de 47.800 MD pero si a ellas le restamos los Depósitos en
Moneda Extranjera por 6.900 MD, la deuda por Lebac/Nobac por 25.300 y Otros
Pasivos (la gran mayoría, préstamos de divisas de otros Bancos Centrales) por
4.500 MD, tendríamos que las Reservas Netas quedarían reducidas a 11.000 MD;
sin contar el respaldo de la BM
(50.500 MD).
Quien desee
profundizar este tema del BCRA puede consultar los Informes mensuales del Dr.
Carlos Ragonesi, de la
Fundación Buenos Aires XXI, en el sitio Web http://www.buenosaires-xxi.org/
[vi] Se estima que el Gobierno necesita por lo
menos unos 8 a
9.000 MD para cubrir los compromisos faltantes en moneda extranjera este año,
correspondiendo los principales vencimientos al Boden 2012 – por unos 2.500 MD
– en Agosto y entre 3.000 y 6.000 MD a fin de año por Cupones vinculados al
PBI.
Javier
Llorens, de Córdoba, precisa que el monto de estas Unidades Ligadas al Producto
(ULPBI) que vencen en Diciembre próximo, sumando el 5 % que se paga a los
tenedores de bonos y el 5 % comprometido de recompras, llegaría a unos 10.300
MD.
[vii] Entre las distintas explicaciones concretas,
en lo inmediato, uno de los disparadores ciertos del actual problema cambiario
argentino – como se viene observando y como ya ha sido dicho en este trabajo – sería
la devaluación en curso del Real brasileño así como, en menor medida, la
revaluación del Dólar contra el Euro.
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mi pregunta es ¿porqué no evitar que la ologarquía gire sus utilidades hacia el exterior, lo cual es el contenido de la tan y famosa mentada "fuga de capitales", no entiendo porque la mayoría de los "analistas" se calla este "detalle, ya que estoy cansado de leer a los garcas escribir en La Nación -como comentaristas- que el dinero es de ellos y no tienen ninguna obligación -de ninguna clase- de invertir el dinero en el país, y la consecuencia es la misma desde la "generación del ´80" tenemos un puñado de gracas ricos y un país donde las mayorias llegan ajustados a fin de mes, y nos tenemos que bancar que los garcas nos paseen en la cara todos los años los autos lujoso que logran comprar con lo que la tierra de este generoso país les da, y mientras tanto ellos siguen despreciando al resto de los argentinos y soñando -ellos- ser ciudadanos yankees o británicos ¿porque no se expropian las tierras que la mayoría de ellos tienen gracias a Roca? o que se les obligue a invertir en el país y dejen de mandar el dinero afuera, una de dos...
Los K no quieren impedir que los "garcas" saquen la guita del pais...lo unico que los mueve es pagar la deuda externa de la que tienen vencimientos de 12 mil millones. Es mas ellos como la clase politica son tan garcas como los garcas a los que te referis. Seguramente que van a ahorar en pesos la guita que se roban.
Con referencia a la expropiacion de las tierras que obtuvieran con Roca, no se a que tierras te referis, por que las que obtuvieron con Roca francamente la rentabilidad que obtienen de ellas debe ser bastante exigua habida cuenta de donde se encuentran las mismas. Te recomendaria ver bien la cuestión de la tenencia de la tierra en Argentina. Vas a ver que los que mas tierras rentables tienen son poolls internacionales, muchos de ellos amigos del gobierno y de la clase politica a la que financian profusamente.
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