martes, 31 de marzo de 2015

DROGA Y PROTECCIÓN EN EL PAIS DEL GARANTO ABOLICIONISMO

Marco Antonio Estrada Gonzalez (a) El Gordo Marcos dirige la "orga" desde la "prisión domiciliaria" en un  country
Además de sus pésimas condiciones de trabajo, una de las cosas que más les llamó la atención a los gendarmes traídos del interior del país para apostarse en los alrededores de la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, es que nunca recibían la orden de ingresar al interior del asentamiento. Y que sus tareas se limitaban a solucionar cuestiones menores, en general conflictos familiares. Jorge Rodríguez, un ex investigador del Ministerio de Seguridad que denunció a sus jefes por inacción, encontró una explicación: en la zona existe lo que bautizó como "Territorio Peruano Liberado", delimitado por las Avenidas Bonorino, Riestra, Cruz, Varela y el perímetro del club DAOM. Son 15 manzanas en las que imperan las órdenes y caprichos de Marco Antonio Estrada González, alias "El Gordo Marcos", uno de los narcos más poderosos del país.
Un breve repaso de la historia de Rodríguez: durante casi dos años y medio elaboró 215 informes en los que evaluó la penetración del narcotráfico en la Ciudad de Buenos y la complicidad policial. Entre otras cosas, reveló la presencia en la villa 1-11-14 de diez laboratorios en los que se producen clorhidrato de cocaína. Pese a que sus jefes y la Justicia estaban al tanto de sus hallazgos, el jueves pasado denunció en una conferencia de prensa que "nadie hizo absolutamente nada".
En esa presentación, el legislador porteño Gustavo Vera hizo una aclaración importante: "Hay un territorio liberado, que es algo peor que una zona liberada: es un Estado paralelo, con sus propias reglas y fuerzas armadas".
El 9 de marzo de 2011 Rodríguez le envió a la entonces ministra de Seguridad, Nilda Garré, su doceavo informe. Era la primera vez que daba cuenta de la existencia de un territorio liberado en la villa 1-11-14, aunque por ese entonces creía que se limitaba a seis cocinas de cocaína en tres manzanas del asentamiento. Lo describía así: "Se rigen por sus propios poderes y 'leyes', nadie ingresa en las mismas sin su autorización, tienen una estructura cuasi militar y operan ante la absoluta ausencia del Estado Nacional y del de la Ciudad". También detallaba: "Existen 'soldados' y también 'oficiales', buena parte de los cuales habrían pertenecido a (el grupo terrorista peruano) Sendero Luminoso". Aunque se caía de maduro, el reporte aclaraba: "Semejante Territorio Liberado requiere algún tipo de 'arreglo' pautado a un nivel mucho más alto que las comisarías".
Ya ese primer informe detallaba el resultado de una inspección al "último pasillo de la calle Riestra, unos 40 metros antes de llegar a Perito Moreno". Cuenta: "En varias de esas casas se pueden ver guardias de nacionalidad peruana en las terrazas y los techos armados con armas largas –fusiles FAL y posiblemente también AK 47, mas ametralladoras tipo las viejas Halcón- y a unos metros se encuentra la casa de 3 pisos de Marcos".
El 28 de febrero de 2012, Rodríguez se reunió con funcionarios policiales y del ministerio. "Recuerdo sus caras de asombro cuando mencioné que en el lugar había 300 'soldados' peruanos armados con FAL, AK 42 y AK 47 y que en los pasillos vi peruanos con Uzi y mini Uzi", comentó.
A Marcos, Rodríguez lo define como "el Jefe Supremo de toda la Villa, esto es, la persona que conduce y dirige todo, hasta los temas más nimios, en un modelo tal que hasta las bandas de paraguayos y bolivianos deben respetar lo que determina previamente".

El dominio de Marcos es absoluto. Y Rodríguez dio un ejemplo para dimensionarlo: "Los días que dijo desde la cárcel que no se vendían sustancias, nadie vendió absolutamente nada (en realidad hubo un paraguayo que salió a vender y le volaron la cabeza)".
El primer informe de Rodríguez también explicaba cómo se imparte justicia: "'Primero te hablan muy duramente, lueguito te meten un tiro en una pierna, mas luego si tu no entiendes te matan con un tiro en tu pecho y otro en tu cabeza', grafica una de nuestras fuentes también peruana. A veces la pena de muerte se extiende hacia familiares del 'condenado', conforme el nivel de 'traición' o si el mismo los participó de información que pueda comprometer a la Organización".
Más: "Aparentemente han torturado y asesinado niños en más de una oportunidad, para hacer hablar y confesar a sus padres o simplemente como una forma de venganza y de escarmiento para terceros. La organización impera lisa y llanamente con el terror en estado puro, eso se lo hacen sentir a todas las personas que viven en el entorno de sus dominios y, además, ante la más mínima duda directamente matan para evitarse otro tipo de problemas".
Sin embargo, no todo parece sangre y horror. Según explica Rodríguez, "paralelamente –y muy perversamente- tienen una política tipo Robin Hood: suelen solucionarle infinidad de problemas a los vecinos y a muchos les pagan sus viajes a Perú para que visiten a sus familiares".
En las avenidas que delimitan el Territorio Liberado operan lo que los narcos llaman "encargados", que son vendedores minoristas de nacionalidad argentina, boliviana, paraguaya y peruana, que reciben la droga a las 8 de la mañana y rinden cuenta al anochecer.
Ingresar al territorio es más difícil: una constante son los "bloqueos tanto de empalizadas como de bloques de cemento o escombros para imposibilitar el ingreso de vehículos, como así también nuevas construcciones que vuelven a los pasillos mucho más estrechos". También hay "toldos extendidos de un lado al otro de los pasillos y calles, como también techos de las casas prolongados hacia los mismos, que sin duda fueron realizados para dificultar la obtención aérea de muestras fotográficas".

En el séptimo informe 171 de octubre de 2012, uno de los más extensos, Rodríguez brindó con gran detalle lo que sucede en las once calles identificadas dentro del Territorio Peruano Liberado. Por ejemplo, cuenta sobre "el sector de Riestra": "Presenta una gran actividad de venta de sustancias muchas veces disimuladas desde las decenas de comercios establecidos en el lugar –tales como el supermercado Cristo Rey y la ferretería- y muy especialmente a partir de remiseros que dicen operar en forma independiente, pero que están muy vinculados a los narcos o directamente operan en forma cautiva de los mismos. Los 3 cyber que se ubican en el lugar también pertenecerían a la organización Estrada González. Las ventas se siguen realizando durante las 24 horas del día". Y agrega: "Cuando detengo la marcha de mis vehículos en este sector se me siguen acercando los vendedores a ofrecerme sus productos".
En su primer informe, Rodríguez explicó los códigos que hay que conocer para poder comprar droga. "Pueden observarse 'soldados' peruanos -también llamados 'perros'- en distintos retenes, que suelen preguntar '¿qué onda causa?' y a veces en vez de 'causa' utilizan la palabra 'papu' ('causa' es un peruanismo bastante lumpen que significa algo así como 'ladrón' o 'el que roba con uno', en tanto 'papu' tiene que ver con 'papá' o 'papi'). La respuesta correcta a esas preguntas debería ser 'alto' o 'bajo', que significan cocaína o paco, lo cual opera como una especie de contraseña", explica.
Más adelante, el mismo reporte precisa: "A los compradores los 'soldados' hacen levantarle la remera o el buzo para ver que no porten armas -en general no suelen palpar al visitante salvo que les resulte muy sospechoso, como ha ocurrido conmigo- y se puede entrar caminando o en motos, en cuyo caso permiten de a una persona solamente, a marcha muy lenta y frenando en cada retén". Y añade: "En caso de llevar mochilas los compradores, los 'soldados' suelen revisarlas minuciosamente, ya que les preocupa sobremanera que puedan ser filmados. Por ese motivo suelen además exigir que se guarden los teléfonos celulares".

Rodríguez trabajó hasta junio de 2013 en el Ministerio de Seguridad. Para ese entonces la organización González Estrada había crecido. En un informe producido luego, cuando ya era parte de la Fundación La Alameda, describió con total exactitud el número de manzana y de casa de 204 "objetivos narcos".
A La Alameda llegó cuando la fundación que dirige Gustavo Vera denunció que el Barrio Illia, una zona de monoblocks dentro de la villa 1-11-14, había sido "copado por los narcos".
Según el relato del legislador porteño, los narcos de Flores "ya controlan el correo postal, la instalación de televisión por cable y acorralaron a los gendarmes en los destacamentos".
Lo más curioso es que pese a ser devoto del Señor de los Milagros y el Cristo Moreno, Marcos impidió allí se instale una capilla que se iba a construir en un terreno que compró en su momento el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.
Fte. INFOBAE

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