miércoles, 10 de febrero de 2016

MACRI: NUEVO PAGADOR SERIAL



El presidente Mauricio Macri, tal como lo había adelantado antes de las elecciones,está firmemente dispuesto a cumplir con el fallo judicial del juez yanqui Thomas Griesa, que obligó a la Argentina a pagar 1.330 millones de dólares a los denominados, con toda propiedad, Fondos Buitres.
Recordemos que estos especuladores financieros, que en el idioma de los piratas se conocen con el delicado nombre de holdouts, adquirieron sus títulos de deuda a  un monto irrisorio cuando nuestro país se encontraba en default, y luego no aceptaron la reestructuración de dicha deuda con la expectativa de cobrarlos a valor nominal mediante presiones políticas.
Pues bien, el nuevo gobierno –que llegó al poder prometiendo cambiar- acaba de ofrecerles a estos delincuentes  tenedores de bonos el pago de lo que reclaman, con un módico descuento del 25 %; lo que de todas formas les significaría una ganancia exorbitante.
Por supuesto que desde el Fondo Monetario Internacional bajaron anticipadamente las felicitaciones; alabandola decisión del gobierno títere de ocupación que padecemos, y pronosticando que dicho pago calmará la voracidad de los buitres; con lo cual nuestro país podrá acceder nuevamente al mercado financiero internacional, es decir podrá seguir endeudándose.
No vamos a gastar demasiada tinta en condenar el proceder de estos componentes del Poder Internacional del Dinero, ni vamos a rasgarnos las vestiduras por la codicia sin límites de los bonistas o las artimañas seculares de los usureros. Sabido es que, en las relaciones entre los Estados, los poderosos siempre tratan de imponer su voluntad a los débiles y sacar provecho de ello.
Lo que creemos conveniente hacer aquí es hincapié sobre la conducta de quienes deberían defender los intereses nacionales y no lo hacen.
En primer lugar conviene que llamemos la atención sobre los gobernantes cipayos que puestos al servicio de intereses foráneos han arruinado nuestro destino como nación; y sin que en ello haya excepciones, pues en esto están incluidos todos; tanto aquellos que contrajeron la fraudulenta deuda externa, como los gobiernos de la partidocracia, que la legitimaron y la pagaron.
En ese largo linaje de vendepatrias,el señor Macri ya tiene un lugar bien merecido. Es más, de lograr que los fondos buitres acepten su generosa oferta no dudamos en sostener que estará en condiciones de convertirse en el legítimo heredero del título de “Pagador Serial” que supo ostentar sin vergüenza alguna su predecesora Cristina Kirchner. Con lo que –mal que les pese a los seudo-nacionalistas y a los “malminoristas” ingenuos que lo votaron- estaría más que probado que entre uno y otro solo existen diferencias accidentales y de estilo.
Pero, además de estos operadores de la usura internacional, afiliados todos en el “partido de la deuda”, que lisa y llanamente cumplenórdenes de aquellos que les  allanaron el camino a los cargos que ostentan; hay otros sujetos con culpabilidad en este drama nacional. Nos referimos a la inmensa mayoría de los argentinos quepor comodidad o por estulticia no quieren ver la gravedad de vivir esclavizados a una deuda impagable.
Decimos esto porque lamentablementelos nacionalistas estamos casi en la soledad,en esto de indignarnos y repudiar a los pagadores seriales;mientras que el mismo pueblo argentino, que sufre las consecuencias de una política económica al servicio de los usureros, ese mismo pueblo acepta que tengamos que vivir endeudados, pagando y contrayendo deudas para seguir pagando.
Ya se ha dicho miles de veces cuales es la trampa del usurero, a saber, que a este no le conviene que el deudor termine de pagar su deuda, sino que contraiga más deuda de modo tal que no se libere nunca de la usura.
Al respecto los números confirman la aplicación de este axioma, en efecto, los argentinos hemos pagado miles de millones de dólares de la deuda pública, más de lo que debíamos, y sin embargo aún seguimos endeudados.
Considerando solamente que, cuando el gobierno de Nestor Kirchner hizo la reestructuración de la deuda en el 2005, el monto de lo adeudado era 152 mil millones; y que desde esa fecha al 2013 se pagó 173 mil millones, sin que se haya reducido la deuda original en un centavo, al contrario esta aumentó; con solo ver esto cualquiera debería darse cuenta que estamos sometidos a una esclavitud irreversible.
Sin embargo no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y el pueblo argentino no quiere ver; prefiere creer que contrayendo créditos en el exterior podrá solucionarse todos nuestros problemas y desarrollar al país. Esto, evidentemente no es cierto, porque no ha pasado. Es una mentira que se sostiene solo gracias a la predica constante en ese sentido que llevan a cabo los liberales, que nunca creyeron en nuestras capacidades, ni les importó la soberanía nacional; que nunca pensaron que fuéramos capaces de auto-determinarnos, ni que ello valiera la pena.
Pues bien, eso es lo que hay que revertir, ese es el pensamiento que hay que erradicar; por ello no debemos cansarnos en denunciar la estafa que constituye la deuda. Debemos sacudir los sentimientos patrióticos de los argentinos bien nacidos y crear la masa crítica que respalde un accionar nacionalista alternativo. De lo contrario nunca podremos recuperar a nuestra Patria de las garras de un Sistema de Dominación perverso que interrumpió su continuidad histórica. Ese es nuestro deber cristiano y  patriótico.

                                                               Edgardo Atilio Moreno

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