Si en el Renacimiento Nebrija pudo decir a Isabel la Católica que la lengua era la compañera del Imperio, ahora podemos decir que quien controla el lenguaje impone el Discurso Cultural Dominante mecesario para el control ideológico de la sociedad:
Y por ello se produce la manipulación del lenguaje. La Babel de nuestro tiempo no está en la confusión de lenguas, sino en la confusión de conceptos; y esta confusión es mucho más dañina que aquélla.
Aquélla se resuelve con los traductores políglotas, los diccionarios, y actualmente, con los programas informáticos, pero la confusión ideológica requiere de un esfuerzo de la voluntad primero, y de la inteligencia, después, a fin de que sea posible entendernos.
Una de las confusiones ideológicas a que nos referimos, y que hoy constituye un lugar común, surge del empleo de una misma palabra para expresar conceptos distintos y aún antagónicos. En este sentido hay palabras que no son unívocas, sino equívocas, porque son portadoras no de un solo mensaje, sino de mensajes contradictorios.
Tal ocurre, por ejemplo con vocablos tan usuales como Iglesia, paz, libertad, democracia, monarquía, etc..
La segunda de las confusiones consiste en el enredo voluntario entre palabras homófonas, que suenan parecido, pero antitéticas, que suponen conceptos o juicios opuestos.
Así ocurre con unidad y uniformidad(1), social y socialista(2), libertad y liberalismo(3), pacíficos y pacifistas(4), comunidad y comunismo, etc...
Un tercer grupo de confusiones es entre palabras diferentes que encierran conceptos diferentes, incluso opuestos, y que, en principio, sería complicado confundir si no se promoviera esa confusión de forma deliberada.
Por ejemplo la que se produce entre patriotismo y nacionalismo, propiedad privada y capitalismo.
Mantegamos también la alerta en otros campos del lenguaje si no queremos hacernos complices de algunos de los males que padecemos, como el apoyo que de forma inadvertida dan muchos medios a los separatismos cuando, por ejemplo, dan el nombre de grupo parlamentario con el gentilicio de la región a la representación política del partido secesionista, cuando éstos no representan ni la quinta parte de los votos emitidos y la cuarta parte de sus representantes en Cortes(5).
Por último también se produce una manipulación del lenguaje transformando palabras, que en principio debieran ser neutras e incluso encerrar conceptos positivos, para satanizarlas, como p.e. integrista (el que mantiene integro el contenido), radical (el que va a la raíz del asunto), etc...
Y lo peor es que estos tipos de confusiones, que son potenciadas por los media del Sistema están logrando tomar carta de naturaleza en la sociedad y son aceptadas entre las personas e instituciones que son afectadas por estas manipulaciones, sin que se reaccione en muchas ocasiones.
(1) Así la "unidad", unión armónica de partes homogéneas que forman un todo indivisible, por ejemplo,que constituye una familia, donde cada individuo, tiene vida propia, actividades diferentes etc, pero está vinculado por el amor, no debe confundirse con la "uniformidad", forzada y anuladora, por ejemplo de una prisión, donde todos realizan las mismas actividades, llevan el mismo atuendo y mantienen el mismo regimen horario, pero donde la tensión se palpa en el ambiente.
Es la misma diferencia que podemos ver entre la unión espiritual que se respiraba en la España del siglo de oro, donde, a pesar de aduanas interiores, diferentes legislaciones locales, etc, prevalecia la unidad fruto de la creencia de una misión común, frente a la uniformidad de la España de las autonomías donde la "homologación" a Europa, el "discurso cultural dominante", etc... crea una sociedad monótona y dirigida y donde el "pensamiento único" impone su tiranía.
(2) Otra confusión deliberada se produce entre los conceptos "social", lo que afecta a la comunidad, y se preocupa de sus condiciones laborales, sanitarias, asistenciales y de bienestar, etc... y "socialismo".
Como resultado del éxito de esta confusión mucha gente, asumiento el engaño incautamente, se asombra de que bajo gobiernos socialistas las empresas financieras crezcan escandalosamete, mientras la legislación laboral crea los contratos basura y el desempleo se dispara, cuando la pauperización social esta dentro de la naturaleza del socialismo y es necesaria para que este se autojustifique.
(3) La "libertad" auténtica no es un fin, sino un medio para la conquista del bien personal y del bien común porque es la Verdad la que nos hace libres.
El "liberalismo", sin embargo, basado en el relativismo filosófico, es la inseguridad juridica y la tiranía económica, es el darwinismo social y la dictadura del número en las urnas frente a la persona individual.
(4) Distinguiendo entre "pacíficos" y "pacifistas", entre los que quieren la paz, como fruto de la justicia y los, que en el mejor de los casos, renuncian irresponsablemente a bienes superiores por una falsa paz, entendida solo como ausencia de guerra, y los que organizados por organizaciones oscuras, no son otra cosa que quintacolumnistas de potencias o ideologías y que desarman moralmente a la sociedad para que pueda ser sometida más facilmente a regímenes tiránicos.
Foto: uno de los modos de establecer el Liberalismo
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