Ismael Godoy
Muchos acusan al nacionalismo argentino
de ser un movimiento “nazi”,”procesista”, de ultra derechista y reaccionario,
y de cuanta fabula se les ocurra. Es así porque no entienden nuestra mística, nuestra filosofía y nuestro proyecto político, la mística de nuestro
movimiento, la mística que hace a
nuestra identidad.
El Nacionalismo, parte de la
premisa Dios, Patria y hogar... una triada que tiene una lógica centrada en la
exaltación de la comunidad por sobre el individuo y la de amar a Dios sobre
todas las cosas. De la entregar la vida
por el prójimo (Este es mi mandamiento, que se amen unos a otros, como yo los
he amado. Nadie puede tener más amor, que quien entrega su vida por sus
amigos. Jn 15,12-13) Formamos parte de
un todo, pues somos familia, Nación y somos hijos de un Dios vivo. Esto es
nuestra identidad primordial
¿A que nos referimos cuando hablamos de
identidad? La identidad (del Lat. identĭtas, -ātis) expresa en su raíz
etimológica la cualidad de idéntico, de
parecerse. La identidad es aquello que nos da la pauta para compararnos con
otros y definirnos. Nos da la conciencia que una persona es ella misma y
distinta a las demás. Pues somos nosotros en base a las semejanzas y las
diferencias con nuestros pares. Pero uno centra su identidad, no solo en su
singularidad, sino en la concatenación de esa identidad con la de sus
congéneres y progenitores. Y forma una identidad grupal que es el estado
de conciencia, más o menos explícito de
un grupo domde se identifican unos con otros. Tal sentimiento de pertenencia o
comunión emerge de una cierta unidad de intereses o condiciones y se afianza en
un movimiento reflexivo del yo al otro. En síntesis la identidad de un grupo es
la sumatoria de las identidades individuales de ese grupo. Pero en esta identidad grupal, debe destacarse el rasgo
histórico y social-cultural del grupo. Pues como la identidad individual se
forma a partir de la relación con los demás, y esta va cambiando conforme
cambia la realidad ya que la identidad es una realidad activa en continua
transformación, es variables a lo largo del tiempo. Aquí entra en juego la
variable histórica y sociocultural. Pues un grupo reconoce su antigüedad,
reconoce además valores que le son propios, reconocen una cultura que ha ido
heredando de sus antecesores, reconocen características que les son propias por
haberlas adquirido, por haberlas definidos. Reconoce aquellas cosas adquiridas por
tradición o sea entregadas de mano en mano a través del tiempo de nuestros
padres.
Comenzando
así lo primero de nuestra triada, el hogar. Hogar que primeramente se
entiende como la familia de uno, sus padres, tíos, hermanos, primos, hijos, sobrinos, en resumen, lo que uno
podría llamar su sangre, su casa. Pero
ese hogar es más aun, uno se siente en familia entre verdaderos amigos, con los
que comparte alegrías y tristezas con quienes enfrenta el mundo día a día, con
los que uno establece una relación fraterna y de camaradería. Hogar ya no es
solo las cuatro paredes y el techo donde vive, no se limita a terreno donde
está la casa, hogar comienza a ser el territorio donde uno se mueve, donde
vive, lucha diariamente. Aquí esta lo segundo de la triada, hogar es ahora su
tierra y la de los demás tierra donde está su comunidad, todos aquellos que
comparten su territorio, pero que además comparte su lengua, sus costumbres, su
historia, su cultura, su tradición. Y el individuo comprende ya que hogar tiene
otra frontera superadora, hogar es la nación, nación de la cual forma parte.
Paria, el solar de nuestros padres... Nación que además se reconoce unida no
solo por el territorio, su cultura o la historia. La nación se siente unida en
la relación al que llámanos creador, se
siente hija del mismo, la nación se reconoce a si misma hija de Dios, y por
ende entiende que todos somos hermanos, que todos somos familia y que tenemos
un destino natural y sobrenatural...
Esta es la última frontera de la identidad, la instancia superadora universal,
la que une todo y de la cual parte toda esencia primordial, aquello que es la
fuente y la causa, el principio y el fin... Ser Nacionalista es amar esta
triada, es amar a Dios, a su pueblo, a su familia, a la Patria aquel solar
paterno al que estamos indisolublemente unidos
Y el nacionalismo argentino
comprende esto. Aquel que se llame nacionalista argentino, es Católico o a
veces sin saberlo, sin tener exacta conciencia siente y piensa como tal,
defiende la fe, se instruye en ella, lee las escrituras, reza, respeta la
iglesia y la tradición, conoce la doctrina, y se preocupa por aprenderla, es
piadoso, caritativo, y sigue las enseñanzas de Jesucristo. Sigue el ejemplo de
los Apóstoles, de los Santos y la Virgen María, de quienes aprende como ser
buen cristiano... Aquel que se llame Nacionalista argentino, conoce la historia
de su país, conoce el ideal de sus verdaderos próceres, estudia sus raíces y
las defiende, se siente orgulloso de ellas, de su tradición, de sus valores.
Identifica fácilmente quien peleo por su nación desinteresadamente y quien no a
lo largo de la historia. Reconoce quien es el responsable de los males de la
nación en, el pasado, y lucha por mejorar la situación en la que se encuentra
la patria... Aquel que se llame nacionalista argentino, ayuda a sus amigos
desinteresadamente, los defiende, los apoya en las malas situaciones, comparte
con ellos sus alegrías y tristezas, los hace parte de su familia. Procura ser
buen padre, ser buen hijo, ser buen hermano. Educa a sus hijos con los mismos
valores que fue educado, respeta a sus mayores y aprende de ellos, se pone al
lado de sus pares para avanzar con ellos en la justa lid... Aquel que se llame
nacionalista argentino por sobre todas las cosas ama. Ama a Dios, ama a su
Nación, ama su familia, ama a sus amigos, ama a sus camaradas, ama su cultura,
ama su tradición, ama de verdad, ama y no odia, ama porque es hijo de Dios.
El nacionalista especialmente ama
a su Patria con un amor esclarecido sabiendo que la enaltece y que la denigra,
La ama sabiendo que los sistemas para su gobierno no son perfectos por ser
humanos, pero sabe bien cuál es el más conveniente y conforme el Orden Natural.
Y aquel que ama entrega la vida
por amor, pues sabe que, esto es la mayor prueba. Se levanta a la mañana con el
objetivo de acercase un paso más a este ideal de amor, y por esto no baja los
brazos, trata de emendar sus errores, de sacrificarse, de mejorar día a día, de
aprender. No es el que se queda inmóvil mientras ve que
todo lo que ama es destruido, es aquel
que toma la iniciativa y se pone primero en la línea para defenderlo.
Ni el nacionalismo ni los verdaderos
nacionalistas son racistas ni antisemitas,
pues como católico el nacionalista conoce la tradición judía, , no odia al
judío, y entiende también la diferencia
entre el judío convertido y aquel que sostiene que Cristo es un impostor. El
nacionalista argentino es anti sionista,
sabe muy bien quien es el enemigo opresor, es antimasónico, sabe muy bien quien es el
culpable del mal. El nacionalista argentino no es” procesista y de ultra
derecha”, es antiliberal, y además es
antimarxista, no se deja engañar por la
lógica bipolar que es una antigualla... Pues sabe muy bien que es necesario extirpar el sistema con sus dos “polos”,
del seno de las naciones...
Sabe que debemos ir a otro Sistema,
un sistema de representación real de la sociedad, de justicia social y de
defensa de lo nuestro, querido por Dios y necesario para las familias y para la
Nación. Un sistema que realce los valores propios de la Argentina. Aquellos que
hicieron de la misma La Patria que libero a medio continente siguiendo a San
Martin y Belgrano y que defendió contra las pretensiones extranjeras don Juan
Manuel en Obligado. La Patria que dejó
en la turbera de Malvinas a sus hijos más valientes y que allí esperan a que
volvamos a imitarlos
1 comentario:
Lo felicito por su articulo, Camarada Ismael
Un abrazo grande!!
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