Dr. Walther Beveraggi Allende |
A partir de hoy, todos los jueves de la semana subiremos un capitulo de la obra del economista nacionalista Dr Wlther Beveraggi Allende, llamada "Teoría Cualitativa de la Moneda", de manera que con su lectura sepamos que los remedios liberales que a partir de ahora se van a recetar, para tratar de sanear la economía y terminar con la inflación, no solo son perjudiciales a corto plazo por sumir en la miseria a la población, sino que a largo plazo concentran la economía cada vez en menos manos con las consecuencias politicas subsiguientes
Introducción de Ramón Bau
Homenaje a Walter Beveraggi
Nos permitimos un pequeño homenaje al mejor economista
alternativo que ha tenido nuestro mundo en los últimos años, Walter
Beveraggi, muerto este año 1993, cuya pérdida ha sido enorme.
Esta persona excepcional, a la que tuve el honor de ver y abrazar
en Madrid hace unos años, ha sido sin duda el que mejor ha planteado
una solución razonable y meditada, realista y presentable, al sistema
usurario que domina actualmente el mundo.
Nos permitimos por ello reproducir algunas de sus frases y sus
pensamientos:
" El marxismo es, fue y será un sistema quimérico
e impracticable, particularmente en lo tocante a la Planificación General
Económica, que es uno de sus presupuestos teórico- prácticos.
Pero al menos es un planteo sincero, aún en los aspectos más reñidos
con la ética. En cambio el Capitalismo Liberal, tan incompatible o más
que el marxismo con la ética, es susceptible de mimetizarse en la medida
necesaria para disimular convenientemente tal incompatibilidad, aun cuando en
la práctica sus resultados demuestren una y otra vez su intrínseca
perversidad. En virtud de esta condición, el Capitalismo Liberal podemos
calificarlo como el sistema farisaico por excelencia".
Todo el resumen de nuestras ideas vendría a decir que el
hombre, sin otro esfuerzo especial que el de producir usando los medios normales,
puede tener y debe tener lo necesario para su subsistencia digna (lo que incluye
lo necesario no sólo para comer sino para desarrollarse como persona,
pero que excluye el consumismo alocado moderno).
LA CRISIS DEL LIBERALISMO
ECONOMICO
La libertad económica permite al individuo hacer o dejar
de hacer -en el terreno económico- lo que virtualmente le plazca, con
la única limitación de no violentar los principios éticos
del orden natural, y entre ellos la libertad y derechos del prójimo.
Por consiguiente la libertad económica individual es dentro de nuestras
ideas un tema que debe ser respetado por todos, pero que -al mismo tiempo- debe
ser ejercido responsablemente para salvaguarda del orden natural y del bien
común.
El liberalismo económico en cambio, al consistir en un
sistema que ignora la Etica, aparenta defender la libertad económica
individual pero, en la realidad, al no reconocer limitaciones éticas
ni objetivos superiores, deja a un gran número de individuos a merced
del capricho o de las decisiones no sólo económicas de los que
han alcanzado (con buenas o malas artes) un poder económico dominante.
Por ello el liberalismo económico viene a la postre a ser la tumba de
las libertades económicas individuales.
Dos prescripciones básicas e irreductibles del Liberalismo
Económico son:
. El afán de lucro como motor esencial de la iniciativa
económica individual
. El 'dejar hacer, dejar pasar', o sea la plena libertad de hacer
por el individuo, sin restricciones morales de ningún tipo, y la libertad
de comerciar, también sin restricciones (fuera de las leyes, que se hacen
sin objetivo ético sino con objetivo económico sólo).
El afán de lucro o de ganancia es indudablemente un estímulo
material de primer orden para alentar la iniciativa privada, y lo apoyamos totalmente.
Pero al eliminar las limitaciones éticas, y al estar toda la sociedad
imbuida de esta falta de ética, se llega a que este aspecto positivo
se convierta en el aprovechamiento de cualquier oportunidad de negocio, por
más deleznable que sea, desde la prostitución a la prensa sensacionalista
o la droga.
Es cierto que los Estados han adoptado una especie de ética
antinatural que prohibe ciertas actividades consideradas nocivas y las castiga
legalmente. Pero esta 'moral' artificial se ha mostrado tan relajada y falta
de consistencia y base que no ha logrado calar entre la gente. Así se
ha llegado a considerar aceptable el consumo de droga o la pornografía,
la especulación, etc hasta tal punto que hoy nadie se fiaría de
la palabra de otro pues sabe que 'mentir en lo económico' no se considera
ya una falta de ética.
Ahora bien, NO es necesario aludir a las actividades casi ilegales
para apreciar las lacras del capitalismo liberal, eso sería incluso normal.
No, la falta de ética intrínseca se nota en su operatoria normal:
la programación de la escasez crónica de bienes y servicios indispensables
para una vida digna de los seres humanos, como un recurso habitual del liberalismo
a fin de mantener el 'equilibrio' del sistema, destinado a la obtención
de precios 'rentables'.
Así junto a las actividades claramente inmorales como la
usura, especulación, monopolios disimulados, destrucción ecológica
y mercantilización de la inmoralidad, sobre ello está la propia
base: las restricciones a la producción incluso cuando hay necesidades
básicas de los seres humanos, poniendo delante de la 'rentabilidad' del
capital la necesidad lógica de bienes.
LA ESTABILIDAD DEL SISTEMA
LIBERAL
Evidentemente un sistema que se basa en la 'libre oferta y demanda',
no sólo de bienes y servicios sino también de factores contribuyentes
a su producción, un sistema que tiene como meta generalizada el 'afán
de lucro', presupone necesariamente un mecanismo tendente a compaginar o armonizar
la infinidad de elementos y entes productivos por una parte y la infinidad de
personas y consumidores.
Desde los tiempos en que Adam Smith atribuyó a la Economía
el carácter de Ciencia, surgió la necesidad de descubrir cual
es ese ordenador universal destinado a armonizar los innumerables ingredientes
participantes del proceso económico.
Desde entonces la teoría económica clásica
o 'liberal' se consideró satisfecha con la propuesta de Adam Smith en
su libro 'La Riqueza de las Naciones' de 1776, quien sostiene que una hipotética
mano invisible se encarga del 'ensamble' entre oferta y demanda tanto de bienes
y servicios como de factores productivos, llamando a esto MERCADO.
Se puede decir que esta concepción ilusoria se mantuvo
vigente hasta los años 30 de este siglo. Los ciclos económicos
que alternaban fases de depresión y prosperidad no alcanzaban a destruir
el mito liberal de la 'mano invisible ordenadora', y los remedios eran medidas
fiscales o monetarias.
Fue la severísima crisis mundial de 1929 y 1934 la que
dió por tierra el presunto automatismo milagroso de la 'mano invisible'
como ordenadora infalible de la actividad económica, en base al Libre
Juego irrestricto de las fuerzas del mercado. Lo que empezó como una
baja desastrosa de la Bolsa de New York siguió con la quiebra de miles
de empresas y llevó a una caida total de la producción y los precios.
Y de todo ello la consecuencia fueron millones de obreros en paro, creando un
desastre increible.
En 1934 ya se había tomado conciencia de lo utópico
de la 'mano invisible' automática de la oferta-demanda y las leyes del
mercado. Se vió que los remedios hasta la fecha usados para tratar sus
ciclos eran totalmente insuficientes, había por tanto que replantearse
el liberalismo capitalista, y a esta tarea se abocarón John Keynes y
toda una serie de economistas, que hasta nuestros días intentar ordenar
el liberalismo.
REMEDIOS KEYNESIANOS AL LIBERALISMO
ECONOMICO
Tras el colapso de la Gran Crisis del 34 el sistema liberal dejó
de tener confianza en el equilibrio automático del sistema, por lo que
casi todas las Universidades estudiaron este tema. El más lúcido
de los estudiosos de este tema fue John Keynes en su libro 'Teoría general
de la Ocupación, el Interés y el Dinero' de 1936, donde se profundizaba
en el análisis de la teoría económica clásica, proponiendo
remiendos de emergencia para acabar con la crisis.
La más importante de las propuesta de Keynes fueron los
remedios fiscales. En síntesis Keynes sostenía que la depresión
económica se debía invariablemente a una caida de la demanda global
en relación a la oferta de bienes y servicios (oferta global), que había
alcanzado niveles de gran prosperidad en los tramos de expansión. Y esta
merma de demanda desencadenaba una baja de precios y producción que,
en caso de persistir, llevaba a una acomulación de la depresión,
y a la crisis global.
Para ello Keynes propone incrementar el gasto público,
estatal, en los momentos de decaimiento de la demanda privada, aun cuando este
mayor gasto estatal provoque un déficit público grande a corto
plazo, ya que este déficit puede ser contrarrestado por un superavit
en los presupuestos fiscales en los momentos de prosperidad posteriores.
Otro economista, Alvin Hansen, perfeccionó esta estrategia
con la idea de orientar a infraestructuras el gasto del Estado, de forma que
promuevan el progreso posterior.
La aplicación de estas medidas permitió salir de
la crisis a los USA.
EL CRIMEN DEL MONETARISMO DE FRIEDMAN
Tras el periodo de guerra, la rehabilitación general llevó
a un periodo de gran producción, y con ella tendencias inflacionistas
cíclicas.
Tras este periodo de postguerra aparece Milton Friedman de la
Universidad de Chicago, decidido crítico de Keynes, que con un respaldo
total de la prensa de todo el mundo y de los poderes financieros mundialistas,
lanza su teoría Monetarista.
Según sus teorías la inflación es 'siempre
y en todo lugar' resultado de la excesiva creación de moneda, por cuyo
motivo Friedman promueve la restricción monetaria en términos
severísimos, acompañada del aumento enorme del interés
bancario. Esto ha sido el causante de la ruina y el hambre de millones de personas
desde entonces.
Esta estrategia promocionada desde luego por los banqueros internacionales
y apoyada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevaron al endeudamiento
masivo de la mayoría de los paises y ha significado la penuria más
absoluta de todos los paises casi sin excepción.
Pero no sólo fue terrible para los paises del Tercer Mundo,
a los que arruinó totalmente en la deuda, sino que provoca gravísimas
dificultades, deuda y paro en los paises industrializados.
En síntesis: con la excusa de evitar la inflación,
el monetarismo de Friedman ha promovido en todo el mundo la restricción
monetaria y crediticia. Como para Friedman el déficit presupuestario
es el causante principal de emisión de moneda, su eliminación
ha significado dejar al Estado sin medios para invertir, fuera de endeudarse
con la Banca. ¡Así USA es ahora el pais más endeudado del mundo!.
Para colmo su proposición de aumentar el interés bancario (teóricamente
para evitar la aparición de dinero crediticio inflacionista) ha llevado
a que los servicios de la deuda sean simplemente usurarios.
La situación actual es el mantenimiento de estas tesis
monetaristas: altos intereses, endeudamiento enorme y restricciones monetarias
como solución. La consecuencia es el paro y el empobrecimiento por la
deuda.
El monetarismo se ha opuesto furiosamente a los planes de reactivación
económica del Estado, a los que acusaba de inflacionistas. Y con ello
se ha ido llevando a otro mal peor: la deuda y el paro.
UNA SOLUCION NUEVA ECONOMICA
Los problemas económicos de la vida moderna han sido y
son creados por el hombre mismo, esencialmente por el acaparamiento de los recursos
productivos por unos pocos: por el marxismo mediante la dictadura y el capitalismo
mediante el monopolio del dinero.
Nos hemos podido al fin librar de la planificación centralizada
integral del marxismo, que significaba el acaparamiento total de todo por parte
de una burocracia obsesiva y tiránica.
Pero el capitalismo liberal es mucho más perverso en su
hipocresía.
El liberalismo por medio del monetarismo ha llevado a una situación
de 'crédito bancario escaso y caro' que lleva a la especulación
del dinero y la derrota del trabajo: el paro.
Lo primero que hay que hacer es definir que el objetivo único
y básico de la economía es el pleno empleo, o sea el servicio
al Hombre.
En el sistema liberal el desempleo depende de la 'tasa de interes',
según la cual el empresario invierte o no (y por tanto genera empleo).
De esa forma el interés del dinero marca el paro existente.
No importan los recursos técnicos o naturales, sino que
el liberalismo da el poder al dinero y su renumeración antes de nada.
El dinero de cualquier país vale poco o mucho, según
la cantidad de bienes y servicios que ese país es capaz de producir.
Si un país tiene pocas unidades monetarias (dinero) y muchos bienes o
servicios, el dinero valdrá mucho. Esto es conforme a la sencilla fórmula
P=M/Q=1/V (P= nivel de Precio, M=Cantidad de Moneda emitida, Q=cantidad productos,
V=valor de una moneda). Y el valor de una moneda es el inverso del nivel de
precio, o sea más valdrá una monda cuanto más bajo sea
el nivel de precios.
Hasta la década de los años 30 se consideraba que
el valor de la moneda dependía de la cantidad de metales preciosos (oro,
plata, etc) que tenía el emisor, y por tanto el 'papel moneda' estaba
'respaldado' por las reservas de metales.
Pero esta ficción ridícula ya ha terminado, y hoy
día ya no tiene sentido hablar del 'patrón oro'.
Ninguna moneda es hoy intercambiable por oro o plata, que se han
convertido solo en una mercancía más. Hoy el dinero es fiduciario,
o sea basado en la Fe o confianza en el estado que lo respalda.
En este entorno es evidente que el valor de la moneda que se emita
depende del DESTINO que esa moneda tenga al ser creada. Si el destino es productivo,
la moneda no tendrá solo el valor que ya tenía en las unidades
preexistentes sino que puede tener incluso más, si el resultado productivo
supera al del valor de la moneda precedente.
O sea si Q (cantidad de productos y servicios) crece más
que lo que haya crecido M para producir ese Q, P (nivel de precio) baja, y por
tanto sube el 'valor de la moneda', o sea lo contrario a un estado inflacionario.
Con este sencillo párrafo se plantea la base de la Teoría
Cualitativa de la Moneda de Walter Beveraggi, que es la base de un planteamiento
realmente distinto de la Economía.
TEORIA CUALITATIVA DE LA MONEDA
El dogma liberal se ha basado siempre en la teoría cuantitativa.
Para ella el valor de la moneda es homogéneo e igual en toda nueva emisión,
y por tanto sea cual sea el destino de la creación de moneda, siempre
esta creación favorece la inflación. Por ello la teoría
de Friedman tiende sistemáticamente a restringir el crédito y
controlar por tanto la 'expansión' de la economía.
Para la teoría cualitativa de la moneda sostiene que el
nivel de precios P no depende tanto de la cantidad de moneda M como de la calidad
del uso de la nueva creación de moneda. De forma que si se genera moneda
con fines productivos no solo no es inflacionaria esta nueva moneda sino incluso
puede ir contra la inflación.
Esta diferencia tiene repercusiones enormes en todo el proceso
económico. Frente a la restricción del crédito, los altos
intereses y consecuentemente el nivel del paro alto ligado al nivel alto del
interés del dinero (dificultades a la inversión), la aplicación
cualitativa de la moneda indica que crear dinero por parte del Estado (dar créditos
baratos) es precisamente la mejor cura para la recesión y el paro SI
ESE CREDITO SE ASIGNA CUALITATIVAMENTE A PROCESOS PRODUCTIVOS.
Todo ello no solo lleva a controlar el paro y reactivar la economía,
sino también a abaratar el dinero evitando las deudas inmensas del Estado.
Y solo exige una cosa: que el dinero favorezca las actividades productivas.
Los problemas por los cuales el mundialismo liberal se niega a
aplicar estas fáciles conclusiones son básicamente:
- Abaratar el crédito va contra los intereses de la finanza mundial. Si los Estados generan dinero no lo piden a la Banca mundial y no se endeudan, con lo que la finanza pierde el control político de los Estados.
- La clase política está interesada en usar el dinero en gastos electoralistas, en gastos públicos 'no productivos'.
- El derroche y la malversación de fondos públicos hace que el uso del dinero creado por el Estado en factores realmente productivos (orientándolos a la empresa privada) vaya contra el deseo político de las partidocracias de gastarlo en paliar el déficit público generado por el malgasto, la corrupción y la mala administración.
- La teoría liberal de que no se puede favorecer un sector frente a otro (horror al intervencionismo estatal político) domina las mentes de los economistas oficiales.
Sirvan estas líneas de despedida emocionada al gran amigo
y economista Walter Beveraggi. En paz descanse.
2 comentarios:
Camarada Guillermo: Excelente iniciativa. Puedo hacer algun aporte paralelo a este trabajo?.
Gracias.
Enrique Marañon
Sera muy bien venido es lo que necesitamos Cda. Enrique .Peguele pa delante. Esperamos ansiosos esa colaboración.
Publicar un comentario