Independientemente de lo que se pueda decir o sospechar de esa gente o de la influencia- tanto en los cárteles del crimen organizado como en las autodefensas- de sectas masónicas, lo real es que una comunidad en una situación límite donde el Estado no existe o como en este caso es aliado de la delincuencia, no puede cruzarse de brazos y ver morir a sus miembros a manos de los delincuentes como si fuera algo normal y lógico.
Ignoramos cual será la deriva de este tema en México y nos preguntamos si llegado el momento-que no esta lejano- habrá valor como para hacer lo mismo aquí.
2 comentarios:
y tendremos que hacerlo , por todos nosotros ¡
comencemos ya antes que sea tarde
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