Mucho se habla
de conjeturas y expectativas sobre lo que puede pasar el año próximo en
materia económica pero poco se dice sobre las realidades concretas del
endeudamiento público frente al 2015.
El gobierno
Kirchner no suministra información acerca del monto y composición de la
Deuda del Estado. La última dada a conocer por el Ministerio de Economía
(MECON) corresponde al 31.12.2013.
Esto es, que ha
transcurrido todo el año sin que se tenga información sobre la
evolución del endeudamiento durante el ejercicio 2014.
Con el
agravante que el Presupuesto - aprobado a fines del 2013 - fue
inmediatamente alterado, apenas iniciado este año, cambiando los
supuestos macro-económicos básicos (devaluación, inflación, crecimiento
económico, etc.) sin que el Congreso hiciera nada por intervenir y
dejando que el Ejecutivo decidiera unilateralmente en el manejo de las
Finanzas Públicas vía Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y uso de
Poderes Especiales.
La
administración K no cumple así con una normativa presupuestaria lógica,
legal y conocida ni con su deber de confeccionar y difundir - en tiempo y
forma - los informes trimestrales de Deuda Pública.
Ni siquiera
cumple con dar mínimos datos actualizados o resumidos sobre el total de
dicha deuda a través de comunicados oficiales, pese a que se trata de
novedades que forzosamente se monitorean a diario.
Este
comportamiento restrictivo deliberado priva de información clave para
los análisis económico-financieros y favorece la continuidad del
tratamiento secreto de la Deuda Pública.
Es parte de
la política institucional de ocultamiento de las cuestiones de fondo y
de las informaciones básicas relativas a la Deuda por parte del gobierno (que no suministra los datos), de la oposición (que no se los reclama) y de la prensa (que cumple en no “levantar la perdiz” sobre lo que está verdaderamente ocurriendo en materia de endeudamiento fiscal).
Si no se tienen
datos actualizados y en firme del 2014 menos se tendrán sobre las
reales perspectivas del 2015, cuyas cifras dependen no sólo del perfil
de vencimientos de arrastre sino también – y muy especialmente - de las
continuas modificaciones y/o agregados que se están produciendo.
¿CUÁNTO DEBE LA ARGENTINA?
Según los
números del MECON al 31.12.2013 la Deuda Pública en cabeza del Estado
Central – es decir, sin Provincias/Municipios, Banco Central (BCRA),
Deuda Pública Indirecta (Empresas del Estado, Organismos Nacionales y
Fondos Fiduciarios) y Juicios contra el Estado con sentencia en firme –
sumaba 214.400 MD (Millones de Dólares, con redondeo): 202.600 MD de
Deuda Performing o con cumplimiento en el pago de intereses y 11.800 MD
de Deuda en default (incumplimiento), computada por el gobierno con los
Holdouts (los bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna
2005-2010).
Estas cifras, sin embargo, son muy engañosas e incompletas:
a)
Porque toman como base un stock de deuda bajo el falso supuesto que el
mismo se va cancelando anualmente a medida que caen los vencimientos
cuando ello no es cierto porque la totalidad de dichos importes se
renueva a su vencimiento y además se toma nueva deuda pública, de modo
que el saldo de deuda no baja y los importes, en consecuencia, no son
decrecientes sino incrementales.
b)
Porque los datos se refieren sólo a la Deuda Oficial por Capital y no
incluyen la suma de Intereses a pagar, que según el propio MECON sería
de 72.400 MD[1] para todo el período de deuda activa – hoy hasta el 2046
- siendo obvio que este concepto no debiera omitirse porque cuando se
tiene una deuda la misma incluye principal más intereses.
c)
Porque en esos totales de deuda no se incluyen las obligaciones por
pago de cupones PBI, que son deuda en firme – no contingente – y suman
aproximadamente otros 15.000 MD.
Esto significa
entonces que, tomando los propios datos del MECON al fin de 2013, el
Gobierno Central debía a esa fecha unos 301.800 MD (214.400 + 72.400
+15.000) y no los 202.600 MD que aduce para los cálculos oficiales,
debido a que allí se toma solamente la Deuda Performing.
¿CUÁNTO AUMENTÓ LA DEUDA EN EL 2014?
Este dato –
conforme lo dicho antes acerca de la falta de información oficial – es
un interrogante, pero puede inferirse tomando dos puntos de referencia:
la deuda prevista en el Presupuesto y la deuda extraordinaria asumida
durante el año.
- El
Presupuesto original 2014 contenía una previsión de nueva deuda pública
por 12.700 MD, producto de la diferencia entre 44.300 MD de vencimientos
de capital durante el ejercicio y 57.000 MD de nuevo endeudamiento
público, que comprende la refinanciación total de las deudas que vencen
en el período.
- A esta suma
autorizada hay que agregarle las deudas nuevas que no estaban
contempladas en el Presupuesto y que se sabe fueron contraídas hasta
ahora en la medida en que han tomado estado público durante el año: unos
700 MD de bonos emitidos para pago de laudos perdidos ante el CIADI,
11.000 MD por pago con bonos de indemnizaciones a Repsol por YPF (6.000
MD de Capital más 5.000 de Intereses) y unos 3.700 MD adicionales de
pago al Club de París (9.700 MD reconocidos contra 6.000 MD registrados
por el MECON). Es decir, que durante el 2014 el gobierno habría
incorporado hasta hoy deuda extraordinaria o no prevista por unos 15.400
MD.
No se toman
aquí en cuenta las nuevas deudas en pesos por Bonar 2016/2017 ni las
tomadas por Bonad 2016/2018 bajo modalidad dollar-linked porque se
supone que tales títulos estarían dentro de los totales autorizados por
el presupuesto.
Lo mismo que
los nuevos Bonar 2024 colocados en Diciembre – por 275 MD – si se los
considera incluidos en los topes de endeudamiento autorizados por el
Presupuesto.
En compensación
a estos incrementos de deuda habría que considerar – como ya pasó en
ejercicios anteriores – una reducción contable relevante por la deuda en
pesos que está expresada en dólares, como producto de la devaluación
ocurrida desde Enero y que pudiera estimarse en unos 11.400 MD.[2]
Ergo, tentativamente la suba del total de Deuda Pública podría haber llegado este año a unos 16.700 MD (12.700 + 15.400 – 11.400).
Reiterando que se trata de cálculos muy estimativos dada la falta de datos oficiales.
LOS VENCIMIENTOS DEL 2015.
Según el último
Informe de Deuda Pública del MECON - al 31.12.2013 - en el 2014 se
producirían vencimientos por 38.350 MD de Capital y 7.900 MD de
Intereses; en total, servicios de deuda por 46.250 MD.
Dentro de los
38.350 MD de Capital, 25.000 MD – que es mucho más de la mitad (el 65 %)
– eran Adelantos Transitorios (AT) del BCRA al Tesoro, que nunca se
pagan sino que se renuevan íntegramente al vencimiento.
Cabe observar,
sin embargo, que estas cifras fueron difundidas durante el corriente año
- muy a posteriori del envío del Proyecto de Ley de Presupuesto 2014,
que fuera ingresado a mediados de Setiembre del 2013 y aprobado por Ley
26.895 del 22.10.
Al 30.9.2013 –
una fecha también posterior a la remisión del proyecto de presupuesto -
el MECON daba vencimientos en el 2014 de 29.000 MD por Capital y 7.200
MD por Intereses. En total, servicios por 36.200 MD.
Y antes de
ello, al 30.6.2013 los datos para el 2014 eran todavía menores: 28.000
MD por Capital y 6.900 MD por Intereses. En total, 34.900 MD.
Esto prueba la
fuerte variación que se produce en la composición de la Deuda y sus
vencimientos a través de la propia información oficial del MECON; con el
agravante que todas estas cifras, a su vez, no son coincidentes con las
aprobadas en el Presupuesto 2014, pese a que los datos se elaboran en
la misma época.
La Ley de
Presupuesto aprobada para este año (2014) – como ya dijimos – prevé la
toma de nueva deuda por 57.000 MD, basándose en vencimientos o
amortizaciones de capital por 44.300 MD, lo que conlleva el aumento de
los 12.700 MD citado.
El importe de
los intereses a pagar según el Presupuesto 2014 – que, a diferencia de
los vencimientos de capital, no se refinancian sino que se abonan en
efectivo – era, a su vez, de 12.200 MD (casi el doble de los informes
del MECON).
Mostradas contra el Presupuesto 2015 este tipo de diferencias son mayores aún.
Para el año que
viene el último Informe del MECON (al 31.12.2013) daba vencimientos de
15.950 MD por Capital y 7.000 MD por Intereses – total 22.950 MD -
mientras que el Presupuesto aprobado por el Congreso reconoce ahora
Amortizaciones de Capital a su vencimiento por 53.600 MD (!) y
Endeudamiento de 71.300 MD, lo que da un aumento previsto de 17.700 MD
en el stock de deuda durante el 2015; y pago de Intereses por 10.200 MD.
Las cifras
consignadas en los informes del MECON al 30.9 y al 30.6.2013, peor aún,
daban 13.650/6.500 MD (total 20.150 MD) y 11.900/6.150 MD (total 18.050
MD) para Capital e Intereses, respectivamente.
Estas
disparidades de cifras constituyen algo así como una constante en
materia de informaciones sobre el perfil de vencimientos de la deuda
pública: los importes de vencimientos según los Informes de Deuda del
MECON son siempre mucho menores que los consignados como amortizaciones y
pago de intereses que se aprueban después por las leyes de Presupuesto
de la Nación.
LOS HOLDOUTS Y LA CLÁUSULAS RUFO/MFC.
El arreglo de
la cuestión de los holdouts – que se supone el gobierno empezará a
regularizar a partir del 2015, aunque en forma gradual – implica montos
totales de pago estimados entre 20 y 30.000 MD, contra la cifra de
11.800 MD que se computaba oficialmente a fines de 2013, es decir, más
del doble de las previsiones (y que el gobierno estima ahora en el orden
de los 15.000 MD).
No se trata de deudas que el gobierno haya cuestionado en su legitimidad
sino de obligaciones reconocidas por las cuales sólo ha interpuesto
sucesivos y hasta contradictorios argumentos para objetar el
cumplimiento del fallo del juez Griesa: básicamente, la discusión sobre
el bloqueo de pago a los bonistas como condición extorsiva del pago a
los holdouts.
Las
vulnerabilidades de fondo de la posición argentina frente a los
holdouts, empero, no están dadas sólo por estas exigencias “de
coyuntura” sino por la aceptación cuasi irrestricta de la prórroga de
jurisdicción ya realizada ante los tribunales extranjeros y la errónea
estrategia legal seguida por el gobierno Kirchner a través del estudio
Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, que desde los tiempos del Plan
Brady lleva la representación jurídica de la Argentina ante los
tribunales de Nueva York.
Habiendo esta
administración Kirchner reconocido la competencia de dichos tribunales
neoyorkinos y habiendo después apelado y perdido todas las instancias
legales posibles en los fueros estadounidenses, el gobierno CFK parece
haberse acordado algo tarde del hecho que los FB son malos, que ganan
sumas extraordinarias y que tienen capacidad de lobby.
Si
verdaderamente hubiera querido confrontar con inteligencia los reclamos
de los FB contra la Argentina, el gobierno tendría que haber objetado
debida y oportunamente la condición de los fondos especulativos como
tenedores no originales, debiera haber planteado que los eventuales
resarcimientos debían hacerse a valor de compra y no a valor nominal de
los títulos – dada la situación de emergencia que vivía el país – y,
consecuentemente, debería haber blanqueado en forma realista su
verdadera situación de insolvencia e iliquidez financiera, en vez de
proclamar supuestas mejoras sin precedentes en materia de política
económica nacional.
Así, el mismo
gobierno que se jactaba de haber alcanzado aparentes éxitos sin
precedentes de crecimiento de la economía en todos los órdenes era el
mismo que jugaba ante los holdouts el argumento del arrastre de la
Crisis del 2001 y la necesidad de mantenimiento de la Ley de Emergencia
Pública 25.561 (del 7.1.2002) con todas sus prórrogas hasta fin del 2015
(!).
Temprano o
tarde, era insostenible que los juicios iban a perderse y que las
acreencias reclamadas serían exigidas así a valor facial, sin atenuantes
para nuestro país.
Por eso
actualmente, tal como están las cosas, la aceptación del cumplimiento de
la sentencia Griesa y los pagos correspondientes son así sólo una
cuestión de tiempo ... de tiempo y de teatralización de los argumentos
acerca de cómo presentar los hechos ante la opinión pública.
A partir del
2015 la administración CFK va a tener que afrontar estas condiciones
desiguales sin mucho margen para la negociación.
Con el
agravante que aparte de esta masa de reclamos y juicios – las demandas
hoy existentes de los holdouts, las que se están sumando del resto de
los tenedores que no ingresaron en el Megacanje Kirchner-Lavagna y las
numerosas demandas pendientes ante el CIADI – hay que contemplar la
posibilidad de nuevos reclamos provenientes de los bonistas que ya
entraron en el canje.
Porque el
cumplimiento del fallo Griesa – aún presumiendo que se pague a los
Fondos Buitre (FB) y resto de acreedores una parte al contado y otra con
bonos - no exime al Estado Argentino de posibles reclamos por parte de
los bonistas que entraron en el Megacanje 2005-2010 debido a que el
gobierno Kirchner reconoció a esos bonistas, según las condiciones del
canje, las cláusulas RUFO (Derecho a futuras ofertas) y MFC (Acreedor
más favorecido), que lo dejan expuesto a reclamos de estos acreedores
frente a mayores cobros de los holdouts.
La opinión
generalizada supone que nuestro país no tendría problemas en burlar el
cumplimiento de estas cláusulas habiendo logrado dilatar cualquier
reconocimiento a los FB después del 31.12 de este año, en que vence la
cláusula RUFO.
Sin embargo, la
Argentina no queda exenta de sufrir la demanda de algún bonista díscolo
que reclame el cumplimiento de la cláusula del Acreedor más favorecido
por el hecho de obrar el gobierno Kirchner de mala fe al dilatar
cualquier arreglo con los FB y los holdouts en general para el 2015.
Y todo esto,
siempre que se soslaye un problema existente más grave aún y que es de
carácter general, en cuanto a la no prescripción de la cláusula RUFO -
según lo sostenido por Javier Llorens[3] - dado que la vigencia de esta
cláusula no caería a favor de la Argentina porque el problema no deriva
de las condiciones del prospecto de colocación de títulos sino de la
prohibición de mejora hecha a través de la Ley cerrojo 26.017 y conexas.
EL ROL DE LA DEUDA INTRA-ESTADO.
Durante 10
años de administración K el país ha vivido pagando deuda externa
mientras tomaba más deuda y preparaba su retorno al Mercado
Internacional de Capitales.
La
presidenta se jacta y protesta ante los acreedores externos de haberles
pagado 190.000 MD (cifra sobre la cual no se conoce desagregado
explicativo alguno) durante la “década ganada”, pero ocurre que ahora la Argentina debe más que antes.
Después del
Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 el stock oficial de la Deuda Pública
era de unos 150.000 MD por capital y hoy – como hemos visto – es de
214.400 MD (saldo a fin de 2013) más deudas adicionales contraídas
durante este año, que no bajarían de los 16.000 MD (según lo visto más
arriba).
Las deudas que
se han venido contrayendo y que se van a contraer en el futuro próximo
no tienen capacidad de pago demostrada: son obligaciones que se toman
con la sola esperanza de poder volver a refinanciarlas a su vencimiento.
Son una
forma reiterada de Lavado de Deuda: obligaciones que arrastran sucesivas
irregularidades de contracción, refinanciamiento y falta de solvencia
fiscal, pero que se perpetúan por la complicidad de gobiernos de turno y
clase política en la no investigación de esas deudas.
Durante toda la
gestión K la principal tarea del gobierno en materia de endeudamiento
fue pagar privilegiadamente a los acreedores externos – sin
cuestionamiento alguno – traspasándole las obligaciones impagables a los organismos del propio Estado, fundamentalmente ANSES (que administra la plata de los jubilados), BCRA (que administra las divisas del país) y Banco Nación (BNA, que es la principal entidad crediticia nacional).
Hoy el gobierno
y todo el establishment financiero, con el acompañamiento de la mayoría
de la clase política y los grandes medios de formación de la opinión
pública, repiten a coro que la Argentina se está des-endeudando,
refiriéndose así sólo al hecho que la mayoría de la deuda impagable ha
sido traspasada al propio Estado y, por ende, al Pueblo Argentino
(traspasada a pérdida, porque es deuda que no tiene capacidad de
repago).
Todos ponderan que ahora el gobierno tiene menor deuda externa con acreedores privados del país pero
nadie dice media palabra sobre el hecho que la Deuda Pública ha venido
aumentando a pasos acelerados y que sus proyecciones son más crecientes
todavía.
Nadie plantea
el gran interrogante sin respuesta de quién, cómo y cuándo pagará toda
esta cuantiosa Deuda intra-Estado generada por el gobierno Kirchner para
privilegiar el pago de Deuda Externa con Terceros.
Peor aún, todos
callan en forma cómplice frente a la maniobra en curso por parte del
gobierno de ir licuando esa deuda intra-Estado vía inflación y
sub-indexación de las obligaciones en pesos.
Nadie menciona
el costo de esa Deuda Interna que agrava el desfinanciamiento del
Sistema Previsional, la descapitalización del BCRA y la distorsión del
Sistema Crediticio Argentino por culpa del pago de la Deuda Externa.
Con el
agravante y la paradoja que todo este sacrificio fiscal está puesto al
servicio del objetivo del fracasado Megacanje Kirchner-Lavagna y de la
actual Hoja de Ruta Boudou, que es normalizar la crisis de los holdouts y
arreglar con el Club de París para volver al Mercado Externo de
Capitales para tomar más deuda.
Es el tradicional camino señalado por el Partido de la Deuda, que propone dejar de emitir dinero sin respaldo para seguir emitiendo deuda sin capacidad de repago.
Fuente:
forodeudalp.blogspot.com.ar
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