Cambio climático, energía nuclear y el desastre de Nazca
Diálogo con el Dr. Patrick Moore, fundador de Greenpeace
El fundador
de la entidad se alejó hace 9 años señalando "un fuerte giro a la
izquierda" y que se había convertido en "una organización cuya agenda
era extremista y políticamente influenciada".
La habrá visto y
recontra visto ya, pero vuelva el lector a posar la mirada en la imagen
que acompaña esta nota. El 7 de diciembre por la noche, activistas de
la fundamentalista organización Greenpeace dejaban un mensaje en la zona
de las líneas y geoglifos de Nasca (Perú): "¡Tiempo de cambios! El
futuro es renovable". El daño, según las autoridades peruanas es
irreparable. Las disculpas del grupo medioambiental -que lamentablemente
contó entre sus organizadores con el director de Greenpeace Argentina,
Mauro Fernández-, no fueron suficientes para el gobierno del Perú. La
agresión de Greenpeace contra el patrimonio cultural del pueblo
latinoamericano y de la humanidad toda se realizó en paralelo a la
cumbre climática COP-20 de Lima. Importan un comino a esta organización
los pueblos de América Latina, el futuro de la humanidad y,
paradójicamente, la ecología. Nada más oportuno para analizar el
presente nefasto de Greenpeace que entrevistando a uno de sus
fundadores, el Dr. Patrick Moore.
¡EXTREMISTAS Y DE ULTRAIZQUIERDA!
Líder en el campo ambientalista internacional por más de 40 años,
Moore es cofundador de Greenpeace, habiéndose desempeñado durante nueve
años como su Presidente para Canadá y siete años como su Director a
nivel internacional. Fue asimismo pieza clave en la mayoría de las
campañas que convirtieron a Greenpeace en la organización de activistas
ambientalistas más grande del mundo. Sin embargo, algo sucedió que
motivó su alejamiento. En efecto, años atrás, el prestigioso ecologista
se despachó con una nota donde justificaba su renuncia por considerar
que Greenpeace no sólo había "dado un fuerte giro a la izquierda" sino
que además se había convertido en "una organización cuya agenda era
extremista y políticamente influenciada". Le pedimos que nos profundice
sus graves aseveraciones: "A mediados de 1980, cuando la guerra fría
estaba llegando a su fin, mucha gente del movimiento por la paz aterrizó
en el movimiento ambientalista, trayendo con ellos su pensamiento de
izquierda, antiestadounidense... Pero la única manera de continuar en
una postura confrontativa y anti-establishment, era adoptar políticas
cada vez más extremas, hasta finalmente abandonar por completo la
ciencia y la lógica con las políticas de tolerancia cero. Las posiciones
del movimiento ambientalista sobre la energía nuclear y la modificación
genética reflejan esta línea dura de tolerancia cero...".
EL DILEMA DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES.
No es algo de todos los días conversar con uno de los fundadores de
Greenpeace y encontrarlo batallando del lado de los combustibles fósiles
y, como veremos más adelante, de la energía nuclear. El Dr. Moore nos
explica sus motivos: "El 88% de la energía mundial proviene de los
combustibles fósiles. Los combustibles fósiles representan alrededor del
98% de la energía del transporte. ¿Cómo llevaremos la comida a las
tiendas sin petróleo? ¿Cómo harán los agricultores para cosechar sus
cultivos? ¿Retrocederemos hasta tener al 80% de la población empleada en
el cultivo de alimentos? Greenpeace dice que debemos 'terminar con
nuestra adicción a los combustibles fósiles' a la vez que ataca una
plataforma petrolera rusa sobre un bote con motor diesel. Sólo puedo
suponer que tienen un deseo de muerte colectivo para la especie humana.
'Cero emisiones' significa cero personas, o retroceder al menos 10.000
años, antes de que empezaran a despejarse los bosques para la
agricultura". A propósito de la aberración de Nasca y del mensaje de
Greenpeace, le consultamos a Moore cómo reemplazar los combustibles
fósiles. Esto nos dijo: "sería posible... si los 'verdes' dejaran de
oponerse a la energía hidroeléctrica y a la energía nuclear, que ya
representan casi el 30% de la electricidad mundial. Pero se oponen a
ambas y sólo apoyan la energía eólica y la solar que considero
'tecnologías destructoras de riqueza' porque son demasiado caras y no
funcionan la mayoría de las veces. Cada vez que subvencionamos un parque
eólico o solar debemos construir una capacidad equivalente de
generación eléctrica mediante una tecnología confiable".
COLONIAJE "EÓLICO Y SOLAR".
Le contamos a Moore que, unas semanas atrás, entrevistamos al Director
Científico de Greenpeace para el Reino Unido, Doug Parr, a quien le
preguntamos si existían estudios serios de factibilidad en relación a
alcanzar una matriz 100 renovable en el mediano plazo. El Dr. Parr nos
brindó el ejemplo del informe de la PricewaterhouseCoopers (¡notable
referencia!) titulado "100% Electricidad Renovable. Una hoja de ruta al
2050 para Europa y África del Norte". El insólito trabajo propone una
Unión Europea 100% renovable pero a través de la conversión de África
del Norte en una zona 100% renovable. ¿Quién proveerá esa tecnología?
¿Necesita el pueblo africano de energías eólica y solar, socialmente
excluyentes, más caras, más ineficientes y menos confiables? Y lo más
importante: ¿se trata de una nueva oleada colonialista bajo un ropaje
ecologista? El fundador de Greenpeace no dejó margen de duda. "Europa
parece haber decidido que África debe permanecer en estado de pobreza.
Europa niega a África las tecnologías energéticas de que dispone y
también la amenaza con sanciones en caso de que adopte la biotecnología
para su agricultura. Europa muestra el colmo de la arrogancia.
He escuchado decir a europeos ricos y educados que los africanos,
asiáticos y latinoamericanos no 'deben cometer los mismos errores que
nosotros'. Y no ven la hipocresía que implica el hecho de seguir con su
elevado estilo de vida mientras exigen a otros que permanezcan en la
pobreza. No hacen ningún esfuerzo por 'corregir sus errores'. Me
disgusta mucho esta actitud. Es condescendiente y, como usted dice,
colonial.
¿EL FUTURO ES RENOVABLE?. Lo dramático del ecologismo imperialista (ver nuestra columna del miércoles pasado "Cambio climático, independencia y soberanía")
no es su incondicional promoción de las energías eólica y solar, sino
su enfermizo rechazo a la energía nuclear. Moore opina al respecto: "Es
lamentable que nuestra impresión de la tecnología nuclear se haya basado
originalmente en la invención y el uso de la bomba atómica. Incluso yo,
con una buena educación científica, me opuse a la energía nuclear en
mis primeros años como ecologista. Cometí el error, como casi todo el
mundo en el movimiento ambientalista de los años 70 y 80, de confundir
la energía nuclear con las armas nucleares, como si todo lo que tuviera
relación con lo nuclear y la radiación fuera siniestro. En cambio,
debería haber relacionado la energía nuclear con la medicina nuclear,
que utiliza la radiación para tratar y diagnosticar a millones de
personas cada año y que es una rama muy importante de la medicina. Al
igual que la medicina nuclear, la energía nuclear es una tecnología de
uso pacífico y beneficioso".
EL IMPERIALISMO ENERGÉTICO DE GREENPEACE.
Mientras Greenpeace atentaba contra nuestro patrimonio cultural, el ex
vicepresidente de EE.UU. y consultor energético Al Gore defendía a
rajatabla, durante su ponencia en la cumbre COP-20 de Lima, un futuro
100% renovables: "El Perú es uno de los cuatro países de América Latina
que no sólo ha implementado plantas eólicas en su territorio, sino que
también prevé la instalación de paneles solares en 500.000 viviendas de
su serranía". ¡Por favor! Perú no necesita de energías renovables social
e industrialmente excluyentes, así como tecnológicamente dependientes
de Europa y EE.UU., sino de un acceso masivo a la electricidad para toda
su población, por cierto, un objetivo únicamente realizable si su
matriz energética se basa en los combustibles fósiles más baratos y
confiables. Dijo Al Gore también que los glaciares peruanos se derriten
por el calentamiento global y que eso perjudicará al pueblo peruano.
¡Qué visite junto a Greenpeace la ciudad de Cerro de Pasco, devastada
por la depredación de la minería aurífera y sus multinacionales! En fin,
tocó esta vez a las líneas y geoglifos de Nasca; aquello fue
gravísimo, pero nada comparado con las consecuencias que tendrá para el
pueblo latinoamericano (como para todos los pueblos oprimidos del mundo)
que la agenda energética de Greenpeace -que es la del imperialismo,
tanto en sus versiones de derecha como de ultraizquierda- termine
imponiéndose políticamente en las próximas y decisivas cumbres
climáticas.
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Fuente:http://jr-elrenegau.blogspot.com.ar/
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