Por: Javier Lindemboim *
El análisis de las informaciones actuales del INDEC tiene las conocidas limitaciones derivadas del hecho de haber dinamitado la credibilidad de las cifras que proporciona.
En cuanto a la distribución del ingreso es bueno saber que el 10% más pobre absorbe, según el informe de ayer, apenas el 1,5% del ingreso total. Ese porcentaje es bastante parecido al registrado en el Gran Buenos Aires en 2006.
La referencia al GBA se debe a que de esa área puede observarse cuáles eran los valores compatibles en distintos momentos del pasado. Así, por ejemplo, ese valor era algo mayor en mayo de 2003 y casi idéntico en octubre de 2002. También es llamativo que ese valor es más bajo que cualquiera de los datos observables en el GBA en la década del noventa, período respecto del cual nadie podría decir que se trataba del mejor momento para los trabajadores.
Ni hablemos de la denostada década del 80, cuando (salvo en mayo de 1989) ese porcentaje superó bastante el 2%, que no es nada extraordinario pues estamos hablando del 10% (más pobre) de la población, pero que igualmente sirve para contrastar contra el actual 1,5%. De manera que, aún no cuestionando los resultados (que las universidades parecen no estar dispuestas a suscribir), hay mucha tela para cortar y no para festejar (aunque estemos de cumpleaños).
* Director del CEPED investigador del Conicet.
Foto:Mientras en Olivos festejan...
Info: Critica Digital
En cuanto a la distribución del ingreso es bueno saber que el 10% más pobre absorbe, según el informe de ayer, apenas el 1,5% del ingreso total. Ese porcentaje es bastante parecido al registrado en el Gran Buenos Aires en 2006.
La referencia al GBA se debe a que de esa área puede observarse cuáles eran los valores compatibles en distintos momentos del pasado. Así, por ejemplo, ese valor era algo mayor en mayo de 2003 y casi idéntico en octubre de 2002. También es llamativo que ese valor es más bajo que cualquiera de los datos observables en el GBA en la década del noventa, período respecto del cual nadie podría decir que se trataba del mejor momento para los trabajadores.
Ni hablemos de la denostada década del 80, cuando (salvo en mayo de 1989) ese porcentaje superó bastante el 2%, que no es nada extraordinario pues estamos hablando del 10% (más pobre) de la población, pero que igualmente sirve para contrastar contra el actual 1,5%. De manera que, aún no cuestionando los resultados (que las universidades parecen no estar dispuestas a suscribir), hay mucha tela para cortar y no para festejar (aunque estemos de cumpleaños).
* Director del CEPED investigador del Conicet.
Foto:Mientras en Olivos festejan...
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