sábado, 29 de mayo de 2010

COMBATE DE MANCHALA


La subversión había planeado para el 29 de mayo de 1975 un ataque al Puesto de Comando Táctico de Famaillá, que era el comando de las operaciones contra la subversión en el frente rural. Se había hecho una maqueta exacta, donde figuraba el Puesto de Comunicaciones, las habitaciones y baños de los jefes, el Lugar de Reunión Detenidos, es decir todo lo importante. Los subversivos contaban, según declaraciones posteriores del Capitán Armando, 117 hombres uniformados y 50 hombres de civil para las operaciones de apoyo.

Estos habrían de encontrar a unos 30 o 35 hombres para la defensa del Comando, puesto que las 2 secciones de comunicaciones estaban a lo largo de la ruta 301 y la Sección de Ingenieros 5 en tareas de acción cívica. Se había fijado el ataque para el día 28 de mayo casi al obscurecer, de manera tal que coincidiese con la fecha en que se celebra el día del Ejército.

Sin embargo, ese día, dos grupos de la Sección Ingenieros 5 habían aparcado material en la Escuela de Manchalá para completar el plan de acción cívica. Esta casualidad y el coraje individual de todos obraron una victoria increíble sobre la Compañía Ramón Rosa Gimenez que estaba apoyada por contingentes del ERP que concurrían desde Córdoba. Los 117 subversivos se habían atrincherado en Finca Sorteis, a 18 Kms. de Famaillá, apresando a los dueños y a los peones. Comieron, descansaron y hasta filmaron una película que luego de su triunfo distribuirían por el mundo.

De todos modos, las fuerzas legales contaban con información secreta sobre un plan del ERP, aunque no sabíamos dónde ni cómo se desarrollaría. Por eso, el Escuadrón de Gendarmería "Jesús María" llegó a la zona del Río Colorado y Santa Rosa de Leales donde esperábamos el ataque. El Escuadrón cumplió su labor y llegó a Río Colorado, donde un jefe del Ejército, mayor él, asumió el mando y tuvo como tarea rastrear la zona en vista de que algunos pobladores habían visto movimientos sospechosos. La información dada por un policía de la provincia el día 27, coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de Famaillá. Ante tamañas "casualidades" ordené que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca, Santa Rosa de Leales y todavía más al norte, si bien el 28 a la mañana una de las patrullas de ese Escuadrón pasó cerca de Finca Sorteis, no advirtió que la finca estaba ocupada. Eso dió pie a que el ERP levantara campamento y se pusiera en marcha para evitar un enfrentamiento prematuro que podría hacerle fracasar todo el plan.

La toma de Famaillá tenía varias fases: se fusilaría a todos los oficiales; se tomaría al comandante de la brigada para canjearlo; se licenciaría a los soldados previa toma del armamento; se liberaría a los detenidos, y se anunciaría al mundo la victoria.

Los subversivos avanzaron por la ruta de tierra 99, una ruta aledaña y casi abandonada. Allí hubo de toparse con 12 soldados y dos suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá.

La columna de transporte y logística del oponente estaba compuesta por un vehículo Ford F-100 que iba como vehículo punta y distanciado del mismo marchaban tres vehículos con las siguientes características: Camión Mercedes Benz 608, color verde claro de 4 toneladas, chapa B 487697, Camioneta Rastrojero Diésel, color verde claro con chapa T 023450; Camión Mercedes Benz 1114, color bordó de 4 toneladas, chapa B 1120144.

En los vehículos había distribuido aproximadamente 117 delincuentes subversivos.

Cuando el vehículo punta pasa frente a la Escuela de MANCHALA y ve al personal militar armado, y, creyendo que eran sorprendidos por un control militar, abren el fuego sobre los mismos, reaccionando inmediatamente la propia tropa con fuego de FAL que llena de impactos a la camioneta punta.

Dicho tiroteo hace que se detenga la columna que marchaba detrás, procediendo una parte de los delincuentes subversivos a rodear la Escuela. Al mismo tiempo, un camión de la brigada que de la Ruta nacional 38 se dirigía a la Escuela, transportando elementos logísticos, es atacado por el ERP desde el costado del camino. Ante esta aparición, el oponente que viajaba en los vehículos de transporte de la columna, abandona los mismos introduciéndose en los cañaverales, dejando variado material compuesto por armamentos, munición, equipos varios, documentación conteniendo un plan de ataque al Puesto de Comando Táctico y una maqueta del referido PCT.

La sorpresa fue grande, y el grupo guía, creyendo que el Ejército los había descubierto, contestó el fuego hiriendo a un soldado. Como la munición se consumía y los 14 hombres estaban cercados en la Escuela, un suboficial rompió el cerco y corrió 17 kms. hasta Famaillá donde encontró al oficial Jefe de la Sección de Ingenieros. Inmediatamente me relató a mí lo sucedido con una pequeña dotación de tres camionetas de mi custodia y tres jefes del comando nos lancemos hacia la Escuela cuando empezaba a caer la noche. Las luces de estos vehículos provocaron el desbande de los que cercaban a la Escuela.

Media hora más tarde, un contingente de la Fuerza de Tarea Fronterita llegaba a Manchalá donde se le dió la orden de perseguir junto al Escuadrón de Gendarmería, a los guerrilleros. Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero el mito de la guerrilla se había desvanecido. Abandonaron los camiones con todo el material disponible fugándose de la manera más vergonzosa (1). De la documentación secuestrada que nos permitió conocer toda la estructura de la organización; de la Compañía de Monte, obtuvimos los nombres de 400 personas y direcciones que eran cobatientes que figuraban en la estructura celular de apoyo y que no habían sido tocadas.

Implicancias

El costo en hombres y equipos que sufrió el ERP en el combate de Manchalá fue de tal dimensión que toda su capacidad quedó minada. Pero sobre todo fue el revés psicológico sufrido por los marxistas el que puede considerarse, dentro del hecho mismo, el de mayor trascendencia para el Ejército.

Enviado por el CDN Ayohuma (Tucuman)

Fuente: www.informatesalta.com.ar


Foto: La denominada Compañia de Monte "Ramón Rosa Gimenez" huyó abandonando armas y equipo, el descalabro fue total.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre los subversivos actuaron de manera cobarde, tanto para enfrentar como para huir
Pero, perdieron la guerra por ser tan putos y la gano la Patria
Viva la Patria! Muerte a los putos comunistas y la lacra que los acompaña

Red Patriotica Argentina dijo...

Hermano: como quisiera que fuera cierto eso de que los subversivos perdieron la guerra y la ganó la Patria. La realidad no es la que pintas, salvo que pienses que ganar la guerra significa vivir inmersos en este sistema putrefacto instituido por el capitalismo y los compañeros de los subversivos supuestamente derrotados que hoy gobiernan imponiendo su voluntad a los supuestos victoriosos y destruyendo a la Patria.
Ningun general vencedor es condenado a cadena perpetua por los vencidos. Creo que eso indica algo fundamental. Jorge

Anónimo dijo...

Estimados compatriotas: es bueno tener memoria. ¡¡ gracias

Anónimo dijo...

Estimados compatriotias: siempre es bueno tener memoria.gracias

Anónimo dijo...

Jorge, sos un amargo y boton! Seguro que sos peronista y de Boca!!!
Aunque es cierto lo que vos decis por lo menos esto no fue otra Cuba
Estoy de paso en Buenos Aires, sabes de alguna parrilla buena para ir a morfar?
Gracias!