Hoy INFOBAE ha vuelto a publicar una de sus
páginas en que contribuye a la mitología de un país liberal. Un país
desquiciado y donde sus ríos de tinta virtual tienen algo que ver. Hoy
nos trae la figura anciana y "venerable"
de Carlos Fayt, el casi centenario Ministro de la Corte Suprema de
Justicia. Se lo presenta como la elegancia, la coherencia, la madurez,
la corrección; el hombre de las instituciones, la voz autorizada, en
definitiva..., un prócer. Años y años vinculado al poder político,
ocupando cargos de enorme relevancia, con una indudable carga de
responsabilidad que sabe esquivar pese a su ancianidad. No por viejo se
es bueno: eso pueden creerlo los malos conservadores. Para los
nacionalistas, Carlos Fayt no es más que una pieza necesaria en la
maquinaria del Régimen perverso que tiene a la Nación atada. Es el
perfil de los inmaculados, de quienes en poco tiempo más pasarán a
integrar el panteón de los nuevos héroes, campeones de las
instituciones, las mismas que han sepultado a la Patria en la
indefensión, la inseguridad, la desarticulación económica, social y
cultural. Fayt se cree inimputable e INFOBAE lo presenta con vestiduras
blancas de pureza. Pero bajo una Argentina soberana Fayt tendría que
explicar entre otros asuntos por qué en el país no hay presos por
corrupción, por qué no funciona la justicia y por qué nos matan en la
calle o en nuestra casa. Para INFOBAE y los liberales, para los
socialistas y los radicales, Fayt podrá ser un prócer. Para el
nacionalismo no es más que el cómplice necesario de un homicidio: el de
una Argentina Grande y Soberana, que pudo ser y no fue. Pero que algún
día será, encontrará su destino y se liberará de sus ataduras.
Hernán Capizzano
Hernán Capizzano
1 comentario:
Es el culto a los viejos burgueses, a los tipos de salón. Esta actitud complaciente para con estos vinagres es típica de las señoras gordas que miran al gordo maraca de Lanata. Lo mismo que esos que idolatran a Cobos o al fiscal Campagnoli. Es una pavada olímpica pensar que un burócrata puede salvar a la Patria. A la Argentina se la arregla con agallas, no con modales afectados, poses, galanterías baratas y juegos de comité francés. No puede ser que se quiera combatir al Kakismo con los ejércitos de la República de los Afeminados, esos que laburan en las oficinas de Retiro y se emocionan pensando en Roca, Mitre y Alvear. Los gorilas nos llevaron a este zoológico del cual nos cuesta salir...
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