sábado, 23 de julio de 2011

EL PRECIO DE LA VIDA

Hay que repetir sin cesar, cual es el precio de la vida.
Es el instrumento admirable, puesto en nuestras manos para forjar la voluntad, pare educar nuestra conciencia, para construir una obra de razón y de corazón.
La vida no es tristeza, sino alegría hecha carne.
Alegría de ser útil.
Alegría de dominar lo que podría empequeñecernos.
Alegría de actuar y de entregarse.
Alegría de amar todo lo que vibra, espíritu o materia, porque todo, engarzado en una vida recta, eleva y aligera en lugar de pesar sobre nosotros.
Tenemos que amar la vida.
A veces, en las horas de cansancio y de hastío, llegamos a dudar de ella.
Debemos dominarnos, reaccionar.
Son muchos los hombres viles. Pero junto a ellos, junto a esos cuya bajeza es una blasfemia de vida, existen otros: Todos aquellos, los que vemos y los que no vemos, que no son así y que, por no serlo, salvan al mundo y al honor de vivir.

León Degrelle

1 comentario:

Carlitos, Avellaneda dijo...

Leon Degrelle, un Catolico con muchos huevos, con casi cuarenta años tenia los mayores reconocimientos en el campo de batalla
Un tipo que luchaba por la igualdad en todas las clases sociales
Dios quisiera que tuvieramos otro Degrelle, hoy en dia!!!