PARA LA IMPUNIDAD Y DESTRUCCION DEL DERECHO PENAL Y LA POLICIA
Por: Guillermo Rojas
Por pedido de un camarada, me puse a leer sobre el tema del abolicionismo penal, tendencia que no solo ha destruído esa rama del Derecho en Argentina, sino que ha sido la causante de miles de muertes perfectamente evitables de compatriotas, muchas de ellas hoy impunes, desde que se empezó a llevar a la práctica allá por la época del difunto Raul Alfonsín, hoy venerado por la gilada dada su paternidad de la democracia
Puede decirse que todo el recorrido temporal de la Patria Progresista esta jalonado por un auge espantoso de la delincuencia, cuyas causas ya hemos analizado en varias oportunidades tanto desde Patria Argentina como desde la página de la Red Patriótica.
Ya habíamos dicho que el sistema imperante hoy en nuestro pais crea delincuentes desde lo económico y cultural (capitalismo y destrucción de valores) y al mismo tiempo tiene un aparato intelectual de justificación de esa delincuencia y del crimen mediante la cultura de la no represión (progresismo, abolicionismo conocido tambien como garantismo penal o ideología de los Derechos Humanos).
De esa manera provee al caos social permanente, a la confusión, al miedo, a la estigmatización y segregación, a la lucha de todos contra todos. La mejor forma de evitar la resistencia real contra la expoliación permanente de nuestros recursos realizada mediante la maquinaria del sistema y manteniendo al corrompido status cuo político-cultural: Si entre hermanos pelean los devoran los de ajuera.
Pude acceder a una serie de artículos y escritos del abolicionismo, donde se marca claramente que la tarea de éste es la destrucción o deconstrucción del Derecho Penal y especialmente de la pena como retribución a la comisión de delitos. La carcel no sirve para nada de nada, según lo afirma nuestro inefable ministro de la Corte Zaffaroni y el organismo que más ha hecho para destruir el Derecho penal y justificar a la delincuencia común (el terrorismo de antaño, el aborto y la contranatura sexual): El CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales)
La pena es autoritaria y genera más violencia, sostienen ellos. Incluso el lenguaje del derecho penal es generador de violencia represiva.
Esta gente no nació de un repollo, tiene padres jurídico-ideológicos y maestros filosóficos. Porque el denominado garantismo es una ideología, en el sentido que Marx le daba a la misma o sea una percepción falsa de la realidad.
El más caracterizado representante de esta escuela, sino el más importante, es (era por que falleció este año), como siempre sucede, un desconocido para el común de la gente: Luck Hulsman un antiguo profesor holandés de derecho, emergente de la resistencia contra los nazis y titular de varias cátedras en diferentes universidades extranjeras.
Este holandés, que sería una suerte de papá de Zaffaroni y abuelito de los pibes chorros, afirma que el derecho penal no resuelve los problemas emanados de la delincuencia sino que los agrava por su alta carga de autoritarismo.
Como todo progresista ve el mundo y la realidad con la óptica del delincuente o sea aplica lo que se da en llamar "dialéctica negativa" conforme lo teorizado por nuestros ya conocidos Adorno y Horkjeimer y le agrega a ello las elucubraciones demenciales del constructivismo social del tipo de la Escuela de Palo Alto (California).
En resumidas cuentas, afirma que la realidad se cambia con las palabras, con el discurso, por ello hay que designar de otra manera los instrumentos del derecho penal para que no generen autoritarismo y dejen de ser represivos y violentos. Se trata de lo mismo que siguen los cultores de la temática de género que afirman que la identidad sexual es un constructo social basado en un texto discursivo determinado. (1)
Mientras nosotros podemos decir que en principio fue el verbo (como acción) los progresistas interpretan el verbo como mera palabra, para decirlo grosso modo.
Este teórico holandés se despacha con un a frase de antología: “En términos de derechos humanos se sabe que el individuo es libre y que está mal poner a la gente en prisión; está mal calificar a la gente como si fuera ‘mala’.” (2)
Lógicamente el personaje no presenta alternativa alguna a la cárcel, solo una vaga elaboración sobre suplantar el Derecho Penal (autoritario) por el Derecho Civil, donde ofensor y ofendido fueran partes. Por supuesto, esa afirmación es un disparate desde una perspectiva moral y éica pues no es igual el asesino que la víctima, aunque a eso tiende la mencionada elaboración.
Según se dice, este personaje es el inventor o teórico de la probatio y el inspirador de las pulseritas que tantos robos y muertes han costado.
Volviendo al tema del discurso nos dice claramente desde un enfoque constructivista: que hay que “cambiar el lenguaje de la Universidad, que es donde se ‘fabrican’ las palabras que luego fundamentan la creación de instituciones como la justicia penal y la cárcel”. (3). O sea que la cárcel es fundamentada por el lenguaje. No existe una realidad que determine su necesidad. Es el problema de todos estos progresistas: la realidad.
Para finalizar con esta crónica del disparate con barníz intelectual, este catedrático decia al diario citado“Del mismo modo que existen movimientos contra la discriminación racial o contra la discriminación de homosexuales, existe un movimiento que avanza hacia el abolicionismo del sistema penal y de la cárcel.” Aquí hace más de 25 años que lo sufrimos.
Lo que se sabe poco es que el "método holandés", ademas de haber destruido la justicia en lo Penal, es también utilizado aquí en muchas instituciones policiales como la Policía de la Provincia de Buenos Aires desde la gloriosa gestión del gordo Arslanian, en el Servicio Penitenciario y en la Policía de Control Aeroportuaria (ex Policía Aeronáutica). La finalidad es destruir allí todo aquello que sea autoridad tomada por ellos como autoritarismo. Que esas instituciones se acerquen cada vez más al caos que es la sociedad progresista contemporánea.
Parece mentira que todas estas teorizaciones aberrantes puedan ser mínimamente tenidas en cuenta, pero es así. En esta Argentina convertida en el mundo del revés ,como diría un camarada hace años, esta gente "es poder y dispone de todos los poderes".
Foto: Luck Hulsman el abuelito de los pibes chorros
NOTAS
(1) http://redpatrioticargentina.blogspot.com/2009/11/algo-sobre-cultura.html
(2) Diario Página 12- 13 de noviembre de 2008
(3) Idem
Por: Guillermo Rojas
Por pedido de un camarada, me puse a leer sobre el tema del abolicionismo penal, tendencia que no solo ha destruído esa rama del Derecho en Argentina, sino que ha sido la causante de miles de muertes perfectamente evitables de compatriotas, muchas de ellas hoy impunes, desde que se empezó a llevar a la práctica allá por la época del difunto Raul Alfonsín, hoy venerado por la gilada dada su paternidad de la democracia
Puede decirse que todo el recorrido temporal de la Patria Progresista esta jalonado por un auge espantoso de la delincuencia, cuyas causas ya hemos analizado en varias oportunidades tanto desde Patria Argentina como desde la página de la Red Patriótica.
Ya habíamos dicho que el sistema imperante hoy en nuestro pais crea delincuentes desde lo económico y cultural (capitalismo y destrucción de valores) y al mismo tiempo tiene un aparato intelectual de justificación de esa delincuencia y del crimen mediante la cultura de la no represión (progresismo, abolicionismo conocido tambien como garantismo penal o ideología de los Derechos Humanos).
De esa manera provee al caos social permanente, a la confusión, al miedo, a la estigmatización y segregación, a la lucha de todos contra todos. La mejor forma de evitar la resistencia real contra la expoliación permanente de nuestros recursos realizada mediante la maquinaria del sistema y manteniendo al corrompido status cuo político-cultural: Si entre hermanos pelean los devoran los de ajuera.
Pude acceder a una serie de artículos y escritos del abolicionismo, donde se marca claramente que la tarea de éste es la destrucción o deconstrucción del Derecho Penal y especialmente de la pena como retribución a la comisión de delitos. La carcel no sirve para nada de nada, según lo afirma nuestro inefable ministro de la Corte Zaffaroni y el organismo que más ha hecho para destruir el Derecho penal y justificar a la delincuencia común (el terrorismo de antaño, el aborto y la contranatura sexual): El CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales)
La pena es autoritaria y genera más violencia, sostienen ellos. Incluso el lenguaje del derecho penal es generador de violencia represiva.
Esta gente no nació de un repollo, tiene padres jurídico-ideológicos y maestros filosóficos. Porque el denominado garantismo es una ideología, en el sentido que Marx le daba a la misma o sea una percepción falsa de la realidad.
El más caracterizado representante de esta escuela, sino el más importante, es (era por que falleció este año), como siempre sucede, un desconocido para el común de la gente: Luck Hulsman un antiguo profesor holandés de derecho, emergente de la resistencia contra los nazis y titular de varias cátedras en diferentes universidades extranjeras.
Este holandés, que sería una suerte de papá de Zaffaroni y abuelito de los pibes chorros, afirma que el derecho penal no resuelve los problemas emanados de la delincuencia sino que los agrava por su alta carga de autoritarismo.
Como todo progresista ve el mundo y la realidad con la óptica del delincuente o sea aplica lo que se da en llamar "dialéctica negativa" conforme lo teorizado por nuestros ya conocidos Adorno y Horkjeimer y le agrega a ello las elucubraciones demenciales del constructivismo social del tipo de la Escuela de Palo Alto (California).
En resumidas cuentas, afirma que la realidad se cambia con las palabras, con el discurso, por ello hay que designar de otra manera los instrumentos del derecho penal para que no generen autoritarismo y dejen de ser represivos y violentos. Se trata de lo mismo que siguen los cultores de la temática de género que afirman que la identidad sexual es un constructo social basado en un texto discursivo determinado. (1)
Mientras nosotros podemos decir que en principio fue el verbo (como acción) los progresistas interpretan el verbo como mera palabra, para decirlo grosso modo.
Este teórico holandés se despacha con un a frase de antología: “En términos de derechos humanos se sabe que el individuo es libre y que está mal poner a la gente en prisión; está mal calificar a la gente como si fuera ‘mala’.” (2)
Lógicamente el personaje no presenta alternativa alguna a la cárcel, solo una vaga elaboración sobre suplantar el Derecho Penal (autoritario) por el Derecho Civil, donde ofensor y ofendido fueran partes. Por supuesto, esa afirmación es un disparate desde una perspectiva moral y éica pues no es igual el asesino que la víctima, aunque a eso tiende la mencionada elaboración.
Según se dice, este personaje es el inventor o teórico de la probatio y el inspirador de las pulseritas que tantos robos y muertes han costado.
Volviendo al tema del discurso nos dice claramente desde un enfoque constructivista: que hay que “cambiar el lenguaje de la Universidad, que es donde se ‘fabrican’ las palabras que luego fundamentan la creación de instituciones como la justicia penal y la cárcel”. (3). O sea que la cárcel es fundamentada por el lenguaje. No existe una realidad que determine su necesidad. Es el problema de todos estos progresistas: la realidad.
Para finalizar con esta crónica del disparate con barníz intelectual, este catedrático decia al diario citado“Del mismo modo que existen movimientos contra la discriminación racial o contra la discriminación de homosexuales, existe un movimiento que avanza hacia el abolicionismo del sistema penal y de la cárcel.” Aquí hace más de 25 años que lo sufrimos.
Lo que se sabe poco es que el "método holandés", ademas de haber destruido la justicia en lo Penal, es también utilizado aquí en muchas instituciones policiales como la Policía de la Provincia de Buenos Aires desde la gloriosa gestión del gordo Arslanian, en el Servicio Penitenciario y en la Policía de Control Aeroportuaria (ex Policía Aeronáutica). La finalidad es destruir allí todo aquello que sea autoridad tomada por ellos como autoritarismo. Que esas instituciones se acerquen cada vez más al caos que es la sociedad progresista contemporánea.
Parece mentira que todas estas teorizaciones aberrantes puedan ser mínimamente tenidas en cuenta, pero es así. En esta Argentina convertida en el mundo del revés ,como diría un camarada hace años, esta gente "es poder y dispone de todos los poderes".
Foto: Luck Hulsman el abuelito de los pibes chorros
NOTAS
(1) http://redpatrioticargentina.blogspot.com/2009/11/algo-sobre-cultura.html
(2) Diario Página 12- 13 de noviembre de 2008
(3) Idem
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