martes, 13 de octubre de 2009

LA "INSEGURIDAD" QUE VIENE


ESPERANDO LAS MARAS: Estado embrionario en Argentina.
Autora: Laura Etcharren
Editorial: Catálogos
Próximamente en todas las librerías.

Desde la profanación de la identidad de los argentinos subyugados a las incoherencias gubernamentales y a las acciones del crimen organizado en sus distintas expresiones, el crisol de razas se amplía en nuestra Nación dándole lugar a una llamativa forma de violencia que se expresa en el fenómeno de Las Maras centroamericanas que han iniciado, desde la década del ’60, un movimiento expansivo de desarrollo y evolución que invita a las potenciales Maras locales a alinearse en un campo de acción abierto al delito.
Porque la inseguridad mundial no es una situación nueva. Es, en todo caso, un proceso sostenido en el tiempo marcado por los ritmos de la globalización que se complementa con intereses económicos y políticos en el marco de las modalidades delictivas que anidan en las fronteras cada vez más extendidas, así como en los grandes centros urbanos.
Se encuentra, en el narcoterrorismo, una rentabilidad deseada que desata una guerra entre los distintos carteles de la droga que se disputan el dominio de los hilos sociales del poder a lo largo del continente Americano, afectado, en su centro, por el Triángulo Maras (El Salvador, Honduras, Guatemala) y alerta, en su sur, por el Triángulo Embrionario de Maras (Argentina, Chile, Uruguay)

2 comentarios:

Ivette Durán Calderón dijo...

Ivette Durán Calderón dice:
Efectivamente, exite el Triángulo Maras, pero el Triángulo Embrionario de Maras, puede más bien ser un heptágono, pues su proliferación es imparable, resulta suficiente indicio el revisar la crónica de sucesos de cada país, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Colombia, incluyendo Venezuela, tienen embriones de mareros que están en pleno proceso de reclutar gente. Discrepo con la autora del libro en el sentido de que Argentina, Chile y Uruguay serían los países clave del meollo marero, no es así si bien estos paíse se están convietiendo en países de acogida de inmigrantes centroamericanos con raíces mareras. Debemos tomar conciencia de que los otros países latinoamericanos son sujetos pasivos de este grave flagelo ya que los jóvenes están solos, sus progenitores han emigrado buscando un mejor destino económico o social y se olvidaron de que sus "niños" están creciendo, se están haciendo "hombres y mujeres" que buscan en otro seno el abrigo que necesitan. Las maras son producto simplemente del abandono de los hijos por parte de los padres, ya que se puede abandonar a un hijo aún viviendo con él, cuunado no se atienden sus necesidades afectivas ni se entienden sus cambio hormonales y psicológicos.
Maras, es un tema de nuestro tiempo, las maras merecen un estudio especial ya que constituyen hoy por hoy el trasfondo social de la revolución juvenil llamada por algunos transculturación juvenil, etc.
Un abrazo

Unknown dijo...

La Srta Laura Etcharren, autora del libro,en un reportaje dice, hablando de la policía:" no se los asiste en instrucción por verdaderos especialistas...""...se los ubica en la patrulla y se desconoce si tienen un curriculum idóneo para hacerse cargo de un estado de situación, signado por la barbarie..."
En mi opinión, la Policía tiene todo lo que tiene que tener.
El tema es que alguna vez se delimitara el juego.
A la polícia le ordenan jugar ajedrez, y los delincuentes juegan rugby, definido por la Srta Etcharren como : barbarie."
Un Estado que quisiera proteger a la ciudadanía de la "barbarie", cambiaría el esquema de trabajo de esta organización, para que haga lo que siempre hizo, lo que es propio de su naturaleza y del juego al que realmente pertenecen.
Cuestionar a la Policía no sirve.
La política del Estado es todo lo que vemos, tiene un propósito definido y a ella nada más debemos referirnos.
Saludos