678 o como gastar de la nuestra al pedo.
6,7,8 es un programa antiguo. Se basa en conceptos comunicacionales muy viejos y que ya han demostrado su completa inutilidad. La visión de un televidente pasivo recibiendo información decodificada ya no servía ni a fines de la guerra fría en los 80.
Que junten 3 o 4 puntos de rating no significa nada (no sólo porque apenas son 300 o 400 mil personas) sino porque lo que importa desde la Teoría de la Comunicación es cómo es receptada esa info, cuáles y cómo son las audiencias que las reciben y -lo más importante- es qué hacen con esa información. Considerar también que cuando fue como invitado, luego de una importante promoción previa, el ex presidente Néstor Kirchner, el programa marcó 2.1)
Es un programa que se queda a mitad de camino. Porque el objetivo es ser masivo, pero está dirigido a pocos. De la misma manera que Cristina que en sus discursos le habla a la gronchada que tiene sentada enfrente, que son sus lacayos, empleados o cautivos; en 678 le hablan a los que ya creen y coinciden en lo que emiten.
Pero además se fundamenta en la búsqueda del Santo Grial, del programa (o producto emisor) perfecto que logre cautivar a la audiencia, que la movilice y la lleve a la acción (que en definitiva de eso se trata la comunicación moderna). Muchachos, eso nunca fue posible y menos lo será ahora en que los públicos (todos los públicos desde el más hambriento hasta el más satisfecho) son tan sofisticados y tienen tanta información de gran cantidad de fuentes de las que se nutren que ni siquiera funcionaba en los programas de radio de los Nazis en los 30 o en la gran antena Ostankino en el Moscú en los 70 y 80.
La que se denomina teoría de las canastas demuestra que más que un sólo producto de consumo cultural que contenga toda la info hay que generar muchos productos para diversos públicos en diversas plataformas, tantas como las que utilicen esos segmentos objetivo. Y lo más triste y difícil de asumir por la monada K es que de todas maneras, la plebe sólo incorporará la información que ya coincida con lo que piensan, creen y sienten previamente a enfrentarse a esos productos.
Se comunica conectando lo que yo creo (y quiero decir) con lo que la chusma ya cree (y quiere -y permite- que se le diga). Así de simple. Si fuera tan fácil como pretenden en 678, viviríamos en 1984 o en la granja de George Orwell.
Pero ya es viernes en el chiquero, gracias a Dios.
http://todosgronchos.blogspot.com/
6,7,8 es un programa antiguo. Se basa en conceptos comunicacionales muy viejos y que ya han demostrado su completa inutilidad. La visión de un televidente pasivo recibiendo información decodificada ya no servía ni a fines de la guerra fría en los 80.
Que junten 3 o 4 puntos de rating no significa nada (no sólo porque apenas son 300 o 400 mil personas) sino porque lo que importa desde la Teoría de la Comunicación es cómo es receptada esa info, cuáles y cómo son las audiencias que las reciben y -lo más importante- es qué hacen con esa información. Considerar también que cuando fue como invitado, luego de una importante promoción previa, el ex presidente Néstor Kirchner, el programa marcó 2.1)
Es un programa que se queda a mitad de camino. Porque el objetivo es ser masivo, pero está dirigido a pocos. De la misma manera que Cristina que en sus discursos le habla a la gronchada que tiene sentada enfrente, que son sus lacayos, empleados o cautivos; en 678 le hablan a los que ya creen y coinciden en lo que emiten.
Pero además se fundamenta en la búsqueda del Santo Grial, del programa (o producto emisor) perfecto que logre cautivar a la audiencia, que la movilice y la lleve a la acción (que en definitiva de eso se trata la comunicación moderna). Muchachos, eso nunca fue posible y menos lo será ahora en que los públicos (todos los públicos desde el más hambriento hasta el más satisfecho) son tan sofisticados y tienen tanta información de gran cantidad de fuentes de las que se nutren que ni siquiera funcionaba en los programas de radio de los Nazis en los 30 o en la gran antena Ostankino en el Moscú en los 70 y 80.
La que se denomina teoría de las canastas demuestra que más que un sólo producto de consumo cultural que contenga toda la info hay que generar muchos productos para diversos públicos en diversas plataformas, tantas como las que utilicen esos segmentos objetivo. Y lo más triste y difícil de asumir por la monada K es que de todas maneras, la plebe sólo incorporará la información que ya coincida con lo que piensan, creen y sienten previamente a enfrentarse a esos productos.
Se comunica conectando lo que yo creo (y quiero decir) con lo que la chusma ya cree (y quiere -y permite- que se le diga). Así de simple. Si fuera tan fácil como pretenden en 678, viviríamos en 1984 o en la granja de George Orwell.
Pero ya es viernes en el chiquero, gracias a Dios.
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