En la década de 1990 la fijación del precio de las monedas dejó de ser una “ciencia oculta” en manos de los demiurgos de los Bancos Centrales que responden al Imperialismo Internacional del Dinero. El primero que propuso un método racional para determinar el valor de las divisas fue la publicación The Economist, que usó como referencia el precio del sándwich Big Mac de la empresa mundial McDonalds, que tiene como característica que un producto idéntico se produce prácticamente en todo el mundo con materias primas y mano de obra local, y comparó su precio, en la moneda de cada país, y la comparó con el valor de cambio oficial de los dólares, eso se llamó “Índice Big Mac”.
Después de eso, el Banco Mundial tomó la idea y desarrolló el método denominado Paridad de Poder Adquisitivo (cuyas siglas en inglés son PPP) mediante el cual compara el valor de cualquier moneda con su capacidad para obtener bienes, usando como moneda de referencia el dólar, y el BM actualiza estos valores constantemente.
Aplicando este criterio, el Banco Mundial participó en el Informe sobre Desarrollo Humano 2009, y en la sección destinada a la Argentina, destaca la extrema devaluación del peso argentino con respecto al dólar, pues aplicando el PPP, este valor cambiario debería ser de 1,85 pesos por dólar. Si bien hoy nadie niega que nuestro peso está subvaluado, aunque no aceptan fácilmente que vale la mitad de lo que debería costar, o sea que los argentinos debemos pagar el doble de lo que vale cualquier producto importado, con lo cual los teléfonos celulares, las computadoras, los autos, los televisores, los viajes al extranjero, etc., deberían costar la mitad de lo tenemos que pagar. ¿Porqué el Banco Central nos hace esto a todos los argentinos?.
La excusa es: Este valor bajísimo de nuestra moneda facilita las exportaciones, y ponen como ejemplo el caso de la República Popular China, a la que Estados Unidos le reclama constantemente que devalue su moneda, con la finalidad de restarle competitividad. Ese argumento es una falacia, pues la Argentina no es un país que centra sus exportaciones en la producción industrial como China, sino en recursos naturales irrecuperables (nutrientes, petróleo, metales, etc.) que, además, dejan un rastro venenoso en nuestro territorio.
Por otra parte, dado el proceso de extranjerización de nuestro sistema productivo (inaugurado durante el Proceso militar y profundizado por los extraordinarios agentes extranjeros llamados Carlos Menem y Domingo Cavallo), hizo que actualmente sean muy pocas las exportaciones industriales que generan beneficios al Pueblo argentino, dado que la mayor parte de las empresas productivas, de servicios y de distribución tiene propietarios extranjeros, o sea que, contrariamente a lo que afirman los cipayos que llenan las páginas económicas, el bajo valor del peso sólo sirve para que las empresa extranjeras nos paguen salarios más bajos y los intereses extranjeros consigan nuestros productos naturales a menor precio.
En definitiva, mantener devaluado a la mitad de su valor a nuestra unidad monetaria, es otra de las infamias que se cocinan en el Banco Central de la República Argentina.
Es de suponer que el actual ex presidente, ironizaba al afirmar que su rol era defender el valor de la moneda, pues no aclaraba, cual moneda defendía, y por lo expuesto, no se refería al peso argentino.
Esta depredación del valor del peso argentino se suma a las otras canalladas que se cocinan en el BCRA, disfrazadas con jerga economicista. Como ejemplo patético de esta charada economica, es el otorgamiento del Premio Nobel al economista que desarrolló la justificación teórica de los Derivados Financieros, y poco tiempo después, el mismo economista fue a parar a la cárcel por cuando se descubrió que era el autor de la estafa del quebrado fondo Long Term.
Una breve enumeración de estos sistemáticos ataques al patrimonio de todos los argentinos realizados desde el Banco Central, además de la devaluación de nuestra moneda, son:
1 · La emisión de la quinta parte del dinero necesario para el normal funcionamiento de la economía (16% del PBI vs. 100% de los países ricos).
2 · Una tasa de interés de referencia 40 veces más alta que la de los países industrializados (10% vs. 0,25%)
3 · La emisión de bonos que endeudan al Estado argentino frente a la banca internacional, en lugar de emitir el dinero que el Estado necesita para sus gastos.
4 · Encubrir permanentemente la mayor estafa al Pueblo argentino: La Deuda Externa, siendo sus directivos “partícipes necesarios” de este delito.
Walter MooreAplicando este criterio, el Banco Mundial participó en el Informe sobre Desarrollo Humano 2009, y en la sección destinada a la Argentina, destaca la extrema devaluación del peso argentino con respecto al dólar, pues aplicando el PPP, este valor cambiario debería ser de 1,85 pesos por dólar. Si bien hoy nadie niega que nuestro peso está subvaluado, aunque no aceptan fácilmente que vale la mitad de lo que debería costar, o sea que los argentinos debemos pagar el doble de lo que vale cualquier producto importado, con lo cual los teléfonos celulares, las computadoras, los autos, los televisores, los viajes al extranjero, etc., deberían costar la mitad de lo tenemos que pagar. ¿Porqué el Banco Central nos hace esto a todos los argentinos?.
La excusa es: Este valor bajísimo de nuestra moneda facilita las exportaciones, y ponen como ejemplo el caso de la República Popular China, a la que Estados Unidos le reclama constantemente que devalue su moneda, con la finalidad de restarle competitividad. Ese argumento es una falacia, pues la Argentina no es un país que centra sus exportaciones en la producción industrial como China, sino en recursos naturales irrecuperables (nutrientes, petróleo, metales, etc.) que, además, dejan un rastro venenoso en nuestro territorio.
Por otra parte, dado el proceso de extranjerización de nuestro sistema productivo (inaugurado durante el Proceso militar y profundizado por los extraordinarios agentes extranjeros llamados Carlos Menem y Domingo Cavallo), hizo que actualmente sean muy pocas las exportaciones industriales que generan beneficios al Pueblo argentino, dado que la mayor parte de las empresas productivas, de servicios y de distribución tiene propietarios extranjeros, o sea que, contrariamente a lo que afirman los cipayos que llenan las páginas económicas, el bajo valor del peso sólo sirve para que las empresa extranjeras nos paguen salarios más bajos y los intereses extranjeros consigan nuestros productos naturales a menor precio.
En definitiva, mantener devaluado a la mitad de su valor a nuestra unidad monetaria, es otra de las infamias que se cocinan en el Banco Central de la República Argentina.
Es de suponer que el actual ex presidente, ironizaba al afirmar que su rol era defender el valor de la moneda, pues no aclaraba, cual moneda defendía, y por lo expuesto, no se refería al peso argentino.
Esta depredación del valor del peso argentino se suma a las otras canalladas que se cocinan en el BCRA, disfrazadas con jerga economicista. Como ejemplo patético de esta charada economica, es el otorgamiento del Premio Nobel al economista que desarrolló la justificación teórica de los Derivados Financieros, y poco tiempo después, el mismo economista fue a parar a la cárcel por cuando se descubrió que era el autor de la estafa del quebrado fondo Long Term.
Una breve enumeración de estos sistemáticos ataques al patrimonio de todos los argentinos realizados desde el Banco Central, además de la devaluación de nuestra moneda, son:
1 · La emisión de la quinta parte del dinero necesario para el normal funcionamiento de la economía (16% del PBI vs. 100% de los países ricos).
2 · Una tasa de interés de referencia 40 veces más alta que la de los países industrializados (10% vs. 0,25%)
3 · La emisión de bonos que endeudan al Estado argentino frente a la banca internacional, en lugar de emitir el dinero que el Estado necesita para sus gastos.
4 · Encubrir permanentemente la mayor estafa al Pueblo argentino: La Deuda Externa, siendo sus directivos “partícipes necesarios” de este delito.
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