viernes, 7 de noviembre de 2014

ABOLIR EL ABOLICIONISMO



Guillermo Rojas

La aplicación de ciertas y determinadas medidas para el bien común. dentro de este Sistema, están dominadas por las necesidades que tengan los políticos para mantenerse en el poder ganando elecciones.
La agenda electoral domina el tema. Poco  importa el bienestar del pueblo. Esto podemos visualizarlo bien en este gobierno, donde la demagogia electoralista, la limosna y el clientelismo han sido disfrazados de inclusión social y que ha creado una masa de votantes cautivos que unidos a cierto semianalfabetismo de clase media (gente de una franja etaria de entre los 18 y 35 años catequizados por tres décadas de desastre cultural) totaliza hoy en día algo así como el 30 o 35 % de la masa de eventuales votantes pro gubernamentales.

Tabúes
Hay temas que el gobierno pretende ignorar por que no solo le puede sacar votos, sino que también lo conecta instantáneamente con los tabúes que durante años el Sistema ha venido moldeando en el imaginario colectivo en base a prejuicios y lecturas tendenciosa de diversos hechos históricos, que si bien tergiversados, vienen a ser algo así como la quinta esencia de todo lo repudiado, el pecado capital.
Uno de estos temas es el del desborde del crimen impune, que muchos llaman inseguridad. Hablar de esta cuestión y utilizar el demonizado termino reprimir, es para el Sistema (no solo para el gobierno) volver a la época oscura de los 30.000 desaparecidos. Meter presos a los que delinquen es en definitiva hablar subliminalmente de las mazmorras de Proceso, cuando en el universo marcuciano en que se maneja, cualquier cosa que sea reprimir y poner barreras al caos es el mal absoluto. 
 Por eso hasta el presente la inseguridad era una sensación (Aníbal Fernández) o una creación artificial de la conspiración mediática (Capitanich). Según los más encumbrados exponentes del pensamiento sistémico en la materia, la cantidad de delitos es ínfima y todo eso de andar difundiendo esos hechos masivamente es un llamado oculto a la "vigilancia" "control social" mediante "agencias gubernamentales".(Zaffaroni)
Pero ocurre que las cosas se desbordan y que paulatinamente no nombrarlas ni actuar sobre ellas se torna una cuestión piantavotos y es allí que es necesario hacer algo al respecto o al menos hacer como si se hiciera algo. Cuando la masa cautiva de votantes no alcanza, hay que apelar a lo que sea para aumentarla y conservar poder a toda costa.

Señales contradictorias- Justificada desconfianza
Es que cuando no alcanza la retorica burlona, y las estadísticas engañosas seden a la realidad, llega la hora de proponer soluciones que al menos se asemejen a poner un poco de orden.
Había sido el ministro de seguridad Berni, desde el gobierno, el que puso sobre el tapete el tema del crimen, de la droga, de los extranjeros delincuentes y de la justicia garantista. El Sistema se quejaba del mismo monstruito que había creado.  Como si hubiera sido otro el autor del mismo.
Para peor andaba dando vueltas el proyecto de reforma del Código Penal fogoneado por el CELS en clave de abolicionismo y que curiosamente, de sus desgraciados ítems hasta el Papa se había hecho eco para avalarlos, en otra de sus desafortunadas alocuciones . Otra señal contradictoria lo daría la reforma del Código de Procedimientos Penales que parecía realizada conforme la inclinación manifestada por Berni y decimos esto porque fue la misma presidenta la que en una de sus tantas intervenciones, quien  manifestó que el mismo iba a impedir la ya conocida "puerta giratoria", modificando las normas referentes a la excarcelación de los delincuentes.
 Desgraciadamente todo lo que dijo la presidenta en el discurso se borra con solo leer el proyecto pues el mismo no establece una norma en la que el juez deba basarse sino que deja al criterio del mismo la aplicación o no de la prisión preventiva, siendo nuevamente el criterio para la aplicación el peligro de fuga o entorpecimiento Igual ocurriría con los extranjeros delincuentes mientras en su discurso dijo que serian expulsados del país sin poder reingresar por 15 años el proyecto no dice eso sino que "podrá" ser expulsado y en ciertos casos con anuencia del fiscal y del mismo imputado. Este nuevo CPP aumenta el menú de opciones para aplicar la puerta giratoria. No la clausura definitivamente. Por ello sospechamos que es un nuevo engaño del sistema y que una vez aplicado con la judicatura intoxicada con las estupideces del garanto abolicionismo los resultados serán iguales a los que apreciamos hoy-
Por eso desconfiamos del manodurismo pre electoral. y vemos que no solo se hace demagogia con planes sociales y limosnas varias, sino que se juega con la esperanza de nuestra gente que desea salir a la calle a trabajar tranquila, ellos y su familia, sin ser eventuales números de la lista de damnificados y muertos que registra este sistema nefasto en su haber por la cuestión de la inseguridad.
Por eso lo que siempre solicitamos que es la revisión total de la legislación penal, aboliendo el abolicionismo de una vez y para siempre empezando por las universidades donde se enseñan sus insensateces y terminando en la judicatura donde se pretende ejecutarlas con los resultados a la vista.

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