DESCOMPROMISO

Ricardo Martin Bustamante

Lo que menos me impulsa a escribir es la queja, francamente la lamentación me resulta antipática e inconducente. Lo que si me lleva a esbozar estas líneas es el descompromiso de muchos que justamente suelen pasar gran parte de su existencia quejándose y lamentando el triste destino que aguarda a nuestra Patria y a nosotros mismos, llevados por una suerte de determinismo a nuestro final como Nación Soberana o aun mas a un casi seguro y próximo fin del mundo, la segura manifestación del Anticristo para hoy o la semana que viene y la imposibilidad de hacer algo para salir de esta situación de definitiva y postrer destrucción. El negro futuro se les presenta en cada esquina como algo que no podemos evitar por que “humanamente está todo perdido”. Como está todo perdido ,para estos milenaristas lo mejor es refugiarse en su casa o su familia y esperar que les llegue la comunicación de la sentencia definitiva, con la segura noticia de que serán de los que se “salven” en el final de los tiempos. Piensan que la fe sin obras les va a ser recompensada. Lindos Luteros resultaron. Nosotros ignoramos cuando va a ser el fin del mundo, por eso seguimos laburando. Desde hace dos mil años estamos en tiempos parusiacos

Otros, como algunos que postean en los foros de Internet o en diferentes paginas la Web instan a la guerra justa como medio para terminar con este estado de calamidad, como si se estuviera en medios para hacer tal cosa. Imaginen los lectores que seria de una organización que planea hacer la guerra justa pero en el momento del primer combate varios soldados se ausentan por que es el día del pendorcho y tenemos una celebración con los pibes de la barra.

Cuando nadie quiere poner dos mangos para comprar panfletos de propaganda, cuando siempre hay excusas para faltar a las reuniones de militancia, cuando se llama a no votar y a muchos eso los desvela por que después voy a tener problemas para hacer trámites, nos preguntamos ¿Que guerra justa o injusta podría hacerse? No deliremos más.

Hagamos lo que humanamente podemos hacer pero hagámoslo. No prediquemos el fin de los tiempos y la guerra justa cuando tenemos excusas varias y pretextos a montones cuando hay que salir a pegar afiches en la calle a las dos de la mañana y hace frió o tenemos que ponernos la mano en el bolsillo para ayudar a la causa. Asumamos de una vez por todas que quien no puede lo menos, definitivamente no va a poder lo mas