Del griego Kákistos (pésimo, el peor de todos) y krátos (fuerza, poder); es decir, el gobierno de los peores, triste categoría ésta que se aplica a nuestra amada provincia, que ha conocido épocas mejores, pero también le podemos asignar otras denominaciones como “Simiocracia”, “Dedocracia”, “Ludocracia”, etc.
Los gobernados por nuestro Fundador y Estadista, Don Juan Ramírez de Velasco, decían de él en 1586:
“gobierna con vida honesta vedando lo contrario, desarraigando los vicios y ordenando buenas costumbres en bien propio y utilidad de los vecinos”;
y en 1588:
“estamos todos pacíficos y seguros en nuestras casas y somos señores de nosotros.... nos gobierna con mucha paz y justicia con mucha rectitud y cuidado siendo padre de todos”.
Su Señora esposa también era admirada en estos términos:
“con su caridad y su afabilidad deseaba el bien y era muy gran consuelo en la tierra por ser tan buena intercesora y honradora de todos y animadora de lo bueno”.
Ejemplo esclarecedor es nuestro Padre Fundador de las virtudes castellanas: Coraje, Fe, Hidalguía y Generosidad, caracteres del alma española. Pocos fueron los gobernantes que han visto en Ramírez de Velasco un Maestro en la Fe y en el arte de gobernar, pero nunca una época ha estado más famélica de sus excelsas cualidades como el siglo XX y este siglo que recién ha comenzado. En el siglo pasado, Juan José De Caminos, que asumió un 12 de octubre de 1963 (día que es causal para todo servidor de Dios y de la Patria) fue el último gobernador con las virtudes señaladas ut supra. O sea, que hace mas de 40 años que vivimos (y nos tienen) bajo el imperio de la política del remiendo y la improvisación, e inmersos en el más inmundo lodazal y con hediondas criaturas al acecho nuestro.
Es Deber supremo enaltecer al Pueblo, no exacerbar a las masas; se lo enaltece a través de la cultura y la educación, creadora de valores y virtudes que protejan, dignifiquen y amen la vida y glorifiquen al Señor; exacerbando las masas se fomenta el vicio y la degeneración, se entroniza a la violencia como árbitro de causas y proliferan los homicidas, los mendaces y los obsecuentes.
La provincia de La Rioja NECESITA gobernantes responsables, serios, veraces, piadosos y legítimos; y por otro lado, un Pueblo de pie, con dignidad, consciente de sus Deberes y de su lugar en la historia, y no, por lo contrario, una gran masa amorfa, licenciosa, degradada y humillada al punto de ser prostituida en medida de cada acto electoral por dádivas y centavos y utilizada eventual y concienzudamente para rodear del falso carácter de “popular” y de una pretendida “espontaneidad” a los asaltos y arrebatos de furia y demencia de una élite de enfermos mentales, enajenados por su ambición, codicia, soberbia, estulticia, con el agravante de encontrarse esas “personas” en posición de gobernar. Albert Einstein apuntaba que la locura estaba en pretender obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo, aplicado al tema en cuestión, sería insistir con ciertos dirigentes políticos y gobernantes fracasados, esperando (creyéndoles en la campaña electoral) que harán algo distinto a lo que hicieron siempre.
Cabe recordar a los ciudadanos honrados que quedan y que todavía no se han rebajado al nivel de las bestias ni de los simios, lo escrito en las Sagradas Escrituras:
“No te metas por la senda de los perversos, ni vayas por el camino de los malvados. Evítalo, no pases por él, apártate de él, pasa adelante. Porque esos no duermen si no obran el mal, se les quita el sueño si no han hecho caer a alguno. Es que su pan es pan de maldad, y vino de violencia es su bebida”. (Proverbios 4, 14-17).
La verdad es un torrente furioso que podrá ser encausado por un tiempo, pero que en definitiva erosiona y derrumba las murallas que defienden a reyezuelos, fariseos e indignos de toda laya......solamente mana, cual agua pura de manantial, de la boca de los justos, que la pronuncian y proclaman sin estrabismos ni inconfesables expectativas.
Déspotas funestos, con sus cortes de tribunos mendaces sólo pueden conducir al Pueblo al averno. Fingen fortaleza en su debilidad y justicia en su inequidad.
Ante la arrogancia de la estupidez, recordemos el ejemplo de ICARO, que pudiendo volar con alas de cera, su soberbia y desobediencia a Dédalo (su padre) se acercó demasiado al sol, por lo que la cera de sus alas se derritió y cayó al mar.
Así es, los tiranos pies de barros y alas de cera, ni llegan lejos ni vuelan alto. No transitan otro camino que no sea el sindicado por el falsario y el calumniador, vía llana por donde cómodos avanzan sin, aparentemente trepidar. Su espíritu vacilante y su bochornosa cobardía marcan el ritmo de sus determinaciones, juzga y condena, ensalza y humilla.....nadie osará discutirles; quien lo haga sabe el castigo que sobre su testa caerá: el exilio, pero ese exilio marcado por el abismo entre el “afortunado” entregado a la obsecuencia y el “desgraciado”, firme y digno en su moral; el hambre y los barrotes, las cadenas y dicterios, a los valientes no amedrentan, porque sabedores de su temple y de la medida de su coraje, viven en el templete de la esperanza que sólo ellos pueden habitar y del que fatalmente están excluidos sus captores.
Pero no nos confundamos, no hay que tener compasión por la HIENA que es atacada por la SERPIENTE; pues en la actual orgía demagógica de cariz tiránico y anárquico, ningún bando ni facción puede beneficiarse de la Verdad y la Justicia (que algún día llegan inexorablemente) ni mucho menos invocarlas, pues le temen profundamente por tener estos dirigentes torvos un grado superlativo de cobardía, seguramente adquirido en los aquelarres de truhanes y malevos o quizás en la salamanca de los “cursos de formación política”; al tratarse esta Kakistocracia de un régimen, comprende también a muchos de los denominados “opositores”, pues en numerosos casos sólo se tratan de lo mismos elementos que se encuentran en el poder, pero sin el mismo, o sea, un partido político “opuesto” al gobierno de turno, no por ello será “puro”; si se los observa a éstos dirigentes “opositores”, se verá que no atacan precisamente lo que deberían, callando en forma llamativa ante cuestiones de importancia., esto es así, ya sea por negligencia o por complicidad.
Los que hoy mancillan a la Patria, ultrajan a la Nación, saquean las arcas públicas, vituperan nuestra Santa Religión, envilecen y venalizan las instituciones y corrompen al Pueblo, no seguirán impunes por mucho tiempo mas, ya que éstos deberán recordar que NO SON NI ESTÁN LIBRES, ESTÁN SUELTOS QUE NO ES LO MISMO.
Luis Asis Damasco
Red Patriotica (La Rioja)
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