Estos estados, a través de sus embajadas, auspiciaron en agosto una conferencia en el Congreso Nacional cuyo principal objetivo fue la derogación de la mencionada ley. Todo esto se dio en el contexto del aberrante "Fallo Arriola" de la Corte Suprema que facilita la tenencia de drogas y cuyo resultado el MJL había previsto con meses de anticipación.
Esta conferencia fue organizada por la Asociación Civil Intercambios, creada exclusivamente para implantar la drogadicción como costumbre aceptable en la población, especialmente entre los jóvenes, y despenalizar escalonadamente toda actividad que tenga que ver con el consumo, elaboración y distribución de los estupefacientes.
Los responsables de esta organización son Graciela Touzé, Diana Rossi, Pablo Cymerman y Paula Goltzman.
La Asociación Intercambios realiza un amplio espectro de actividades, todas destinadas a lograr la sumisión del Pueblo a las drogas. Solo a título de ejemplo, podemos mencionar el reparto masivo de jeringas realizado en el municipio bonaerense de Avellaneda en el año 2001, con el objeto de que sean utilizadas por los jóvenes para inyectarse estupefacientes intravenosos. Ésta operación destructora de la salud tuvo el aval nada menos que del Ministerio de Salud de la Nación. El responsable de ese ministerio en esa época era Jorge Capitanich, actual gobernador kirchnerista del Chaco.
"Un chico montado en su bici para al Ratón en una calle de tierra. El hombre le da dos bolsitas y le pregunta si sabe cómo se descartan las jeringas. "Ésa la tengo clara", le dice el pibe, guarda rápido los paquetitos en el short y sale arando". Así relatan, impunemente, en el sitio web de la asociación pro-drogadicción, los pormenores de la mencionada campaña de reparto de jeringas. "Son casi todos chicos, de veintipico. Más o menos tenemos 18 usuarios en unas diez manzanas. Y después tengo dos 'clientes' de Sarandí", agrega uno de los distribuidores con licencia estatal para matar, Pablo Cymerman.
Otro de los objetivos de esta organización es la creación de la figura de "tenedor neutral de drogas". Esta se aplicaría a todo aquel que esté en posesión de drogas pero alegue que no estaban destinadas para el consumo ni para la venta, facilitando infinitamente el accionar de los narcotraficantes minoristas en todos los barrios del país.
Esta asociación también se caracteriza por editar y distribuir profusamente panfletos y folletos en los que se instruye a la juventud en como drogarse. Utilizando un lenguaje adolescente y la jerga interna de los toxicómanos experimentados, fomenta la drogadicción y pone a disposición de los jóvenes instrucciones precisas de como consumir estupefacientes con la excusa de que "los jóvenes aprendan a hacerlo de forma segura".
Esta claro que la trampa en este tipo de operaciones a favor de la instalación del consumo de estupefacientes como algo aceptado y tolerable en la sociedad es la forma en la que se presenta el tema. No se fomenta el uso de las drogas abiertamente, por ahora, sino que se utiliza como excusa a la salud. El término que utilizan los promotores de la muerte y la decadencia social para imponerle la droga a los jóvenes es el de "Reducción de Daños".
Con este término se pretende instalar en la opinión pública la idéa de que la promoción de las drogas se hace en realidad con el objeto de "proteger a los jóvenes contra las enfermedades". Una de las principales banderas agitadas por organizaciones como ésta a la hora de promover las drogas es, por ejemplo, la prevención contra el SIDA. De esta forma se fomentan costumbres y vicios que destruyen la salud, en nombre de la salud.
El objetivo de la doctrina de la "Reducción de Daños" es renunciar a toda política que implique lograr que el drogadicto deje de consumir, y en su lugar instalar una mera política de fiscalización del consumo. No se combate la drogadicción: simplemente se la administra, como si fuera una actividad inerte, e ignorando sus terribles efectos masivos sobre la salud.
La Asociación Intercambios no es la única en su tipo, ni es un fenómeno local. La creación de entidades que promocionan las drogas entre los jóvenes con la excusa de la "Reducción de Daños" son un fenómeno que se da a nivel mundial, promocionado por quienes buscan crear sociedades estupidizadas, viciadas y dóciles, fáciles de controlar.
George Soros es una pieza clave en la doctrina de la imposición de la drogadicción a los pueblos del mundo como método de control y adormecimiento popular.
Soros, cuyo nombre real es Schwartz György, nació en 1930 en Hungría, donde alega haber participado, haciéndose pasar por húngaro, en actividades clandestinas contra los nazis, debido a su origen judío. Luego de la guerra, y emigrando a Inglaterra y luego a los Estados Unidos, comenzó sus actividades económicas y su carrera como especulador financiero, que eventualmente, y tras codearse con lo mas cruel y despreciable de la elite política internacional, lo llevaron a convertirse en una de las personas que hoy en día controlan -literalmente- gobiernos y estados enteros alrededor del mundo, incluyendo el nuestro.
Este aberrante personaje forma parte de la mas selecta elite de la Alta Finanza Internacional, y se dedica a financiar todo tipo de organizaciones y proyectos tendientes a la mediocrización y al sometimiento de los pueblos a nivel mundial. La antes mencionada Conferencia a favor de las drogas en el Congreso Nacional tuvo como uno de sus auspiciantes a George Soros, y los grupos de "Reducción de Daños" alrededor del mundo son financiados por el.
La organización a través de la cual Soros promocionó la conferencia a favor de las drogas en el Congreso es el Open Society Institute. Éste instituto internacional tiene como objetivo, según el propio Soros, "fomentar que las naciones emergentes se vuelvan "sociedades abiertas", no solo en el sentido del libre comercio, sino - mas importante- tolerante a nuevas ideas y diferentes modos de pensar y comportarse". Bajo esta descripción hipócrita, se esconden todo tipo de proyectos tendientes a hundir a los pueblos en la decadencia mas profunda en beneficio de este personaje y sus socios a nivel internacional, entre los que se encuentra el Estado Británico. Uno de esos proyectos es el que promociona las drogas entre la juventud, y que se está implementando en Argentina desde hace años con la complicidad, hasta ahora, de todos los gobiernos.
La utilización de las drogas como herramienta de control social no es nueva, y data de la Guerra del Opio durante el siglo XIX, en la cual Inglaterra ocupo y oprimió a China imponiendo el consumo masivo de opio entre su pueblo para hundirlo en la decadencia y anular toda resistencia social a sus imposiciones. A pesar de la lucha por parte de las autoridades imperiales chinas de prohibir las drogas, Gran Bretaña las impuso por la fuerza, la sociedad china cayó en la ruina y se convirtió en victima fácil del imperialismo británico.
Inglaterra viene utilizando el mismo método de destrucción y dominio social desde ese entonces, y el hecho de que su Embajada en Buenos Aires, junto con la de su aliada histórica Holanda, promueve este tipo de proyectos, esta vez en Argentina, nos deja bien en claro hacia donde apuntan y para qué.
El establecimiento de la drogadicción como un hecho normal dentro de la comunidad, fomentado y promovido desde el Estado, no tiene por que ser tolerado. El Pueblo argentino tiene derecho a vivir en una sociedad sana, y a guiar a su juventud hacia valores trascendentales y elevados, por mas que eso signifique que se vuelvan mas difíciles de engañar y manipular para ciertos sectores que hoy en día, escudándose tras el discurso de los "derechos humanos" y la "democracia", vienen implantando desde la Revolución Francesa una tiranía mundial que es por muy lejos, la mas cruel y aberrante que la humanidad ha conocido jamás.
ESO NO ES LO QUE QUEREMOS PARA ARGENTINA
Ante el evidente hecho de que tanto el gobierno, como los grandes partidos tradicionales responden en el fondo a la misma voluntad - que no es la del Pueblo, sino la de la Alta Finanza Internacional, no queda otra salida que organizarnos y resistir desde un verdadero Movimiento revolucionario nacional.
Las personas sanas no tienen por que verse amenazadas por parte de los narcotraficantes o los consumidores de drogas, ni están obligadas a verse expuestas a la amenaza en nombre de las leyes. Las leyes deben tener un carácter social, y por lo tanto no pueden perjudicar a la sociedad. Toda ley que lo haga, ES ILEGITIMA. Y todo gobierno que sancione y promulgue leyes de ese tipo, TAMBIÉN ES ILEGITIMO.
Es necesario, ahora mas que nunca, que los habitantes de la Nación que se consideren dignos y ajenos a la traición organizada y criminal pasen a la acción y tomen partido por uno u otro bandO
Boletin del Movimiento por la Justicia y la Libertad.
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