Nació en Montevideo en el año 1783, siendo sus padres Andrés Campbell –irlandés- y Bárbara Espínola, portuguesa afincada desde tiempo atrás en la ciudad. Los progenitores de Joaquín fueron personas de posición social destacada y de fortuna.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires, trasladándose luego a Córdoba donde siguió humanidades y jurisprudencia, doctorándose en leyes en los tradicionales claustros de la casa fundada por el obispo Trejo.
Para entonces, los Campbell habían castellanizado su apellido, pasando a ser conocidos como Campana.
En “Tomas de Razón”, se ha consignado que Joaquín Campana el 4 de Junio de 1803, fue habilitado como Agente Fiscal de
En los prolegómenos del Pronunciamiento de Mayo, Campana actuó en el grupo patriota que buscaba un cambio, en la estructura política y social del Virreinato, desempeñándose como secretario de Saavedra que lo honraba con su amistad y confianza.
Figuró en el “Cabildo Abierto” del 22 de Mayo, votando en contra de Cisneros y en apoyo de la fórmula propiciada por Saavedra.
En los acontecimientos producidos en la capital los días 5 y 6 de Abril de 1811, recordados con desdén como la “revolución de la gente de medio pelo”, tuvo destacada actuación, siendo el verdadero inspirador de la sedición e intérprete de la voluntad popular. Fue el vocero de los revolucionarios y el autor de los diecisiete puntos que se exigieron al gobierno pusiese en marcha, para poner punto final al conflicto.
Como consecuencia de los cambios producidos por el Cabildo y
Para entonces los ingleses, a quienes no convenía la guerra en América, tramitaban una mediación entre España y sus antiguas colonias. Tarea difícil y por demás complicada, que encontró obstáculos insalvables. Por supuesto que la designación de Campana como secretario de Gobierno y Guerra, no fue del agrado de lord Strangford, encargado de llevar a buen término la negociación, pues se lo sabía demasiado independiente y poco inclinado a entrar en ningún tipo de componendas .
Los funcionarios británicos –desde los tiempos de Moreno en adelante- se habían acostumbrado a tratar con hombres a quienes conducían fácilmente. Joaquín Campana no era de ésos y los ingleses lo sabían.
El 18 de Mayo de 1811, en un documento de notable factura, Campana decía a lord Strangford:
“Estas Provincias, exigen manejarse por sí mismas y sin riesgo de aventurar sus caudales a la rapacidad de manos infieles….. Para que el gobierno inglés pudiese hacer los efectos de un mediador imparcial es preciso que reconociese la independencia recíproca de América y de
Fue esta la primera vez que en forma oficial se habló tan concretamente de independencia, lo cual indignó a Strangford que envió de inmediato a Sarratea a Buenos Aires, para que pusiese coto a las “locuras de la chusma de medio pelo” que dominaba al gobierno.
Posteriormente Campana fue expulsado de
Según una versión familiar, en la noche del 17 de Setiembre el doctor Campana fue secuestrado de su domicilio y llevado detenido a Areco, donde se lo instaló en la cárcel.
Al reunirse
El presidente, tras muchas vicisitudes, consiguió volver a Buenos Aires y que se lo reivindicara moral y materialmente. Campana no tuvo esa dicha.
Durante mucho tiempo permaneció recluido en Areco, instalándose después en Chascomús, teniéndosele prohibido entrar en la capital.
En 1829, se embarcó en la goleta Rosa para Montevideo, con el propósito de radicarse definitivamente en aquella ciudad para ejercer su profesión de abogado.Pero se habían producido muchos acontecimientos que cambiaron el escenario político rioplatense y dieron oportunidad al doctor Campana para poner de manifiesto sus brillantes aptitudes.
Cuando ejercía su mandato de legislador,
Dedicado posteriormente a promover la cultura y la educación, desempeñó sucesivamente los cargos de inspector general de Escuelas e inspector general de instrucción pública, en la década del 30.
No pudo volver a Buenos Aires, la ciudad que de joven defendió contra los soldados de Beresford y Whitelocke, quedándole la satisfacción de que su hermano, el doctor Cayetano Campana, que como él se formara en el Real Colegio de San Carlos y obtuviera su doctorado en leyes en
No obstante, Cayetano también supo del exilio por su adhesión a la política de Juan Manuel de Rosas.
Fue uno de los firmantes de la ley que otorgó al Restaurador “facultades extraordinarias”.
Muere en Montevideo el 12 de Setiembre de 1847.
Extraído de http://centroculturalalejandroolmos.blogspot.com/
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